Thiago se queda en silencio, él no sabe si será un apoyo para su hermano, quizás sus sospechas no están muy desviadas y dar una lección para absolutamente nada servirá, ya que las consecuencias se les vendrán y todas al mismo tiempo. —Nos vemos en la empresa, necesito que llegues tú nos metiste en este maldito problema, es tu deber pensar en cómo sacarnos —Thiago le dice a su hermano, Renata escucha y se esconde detrás de la puerta para escuchar. —Lamento bajarte de esa nube en la que te subes, no pude evitar caer en las tentaciones de gastar gran parte sin medirme, pero todo lo mereces por quitarme a Renata mi felicidad… Todo es algo normal para el negociante que puede salir de lo que sea, demuestra que por algo eres el mejor de todos. —Gael está tirando lejos todo lo que ha cuidado Thiago, asimilando que ya no sirve. —Deja las excusas Gael, yo no soy el único que voy a perder, recuerda que este es nuestro patrimonio —Thiago busca todas las maneras para hacerlo entrar en razón.
Thiago está llenando unas cajas las cuales parecen siempre tener un espacio grande, él prefiere hacer todo solo, despegarse de su casa en nada le ayudará si está presente su esposa.Thiago revuelca sus cosas y cuando, llega precisamente a lo de sus padres, su mente se llena de recuerdos esos que lo hacen sentir peor, él se acuerda que su madre siempre le tuvo prohibido abrir un cofre.Los nervios lo están acabando, pero ya no hay nada que lo detenga a saber mucho más de la verdad. Thiago destapa la caja, él busca y hay demasiadas cartas donde sus padres se expresaban amor, en el fondo hay una bolsa con cinta a su alrededor, con un letrero en el centro donde dice “peligroso” Él sintiendo sobre sus manos miles de calambres lo destapa, antes de ver su contenido solo acepta que Gael no sería capaz de hacer una trampa, puesto que precisamente él daba todo por sus padres.Acaba de doler su pecho, por más de que hurga sus ojos no asimila lo que está viendo, su panorama acaba de modificarse
Dos meses después.Renata lleva horas metida en el baño, la angustia de Thiago es impresionante, así que él no duda en preguntarle que pasa. —Mi amor ábreme, estás demasiado mal para quedarte sola, no me vayas a negar las cosas porque exactamente note como tu rostro estaba pálido. —Thiago tiene unas inmensas ganas de derribar la puerta, su corazón no deja de palpitar.—Thiago estoy bien de hecho es un problema como según como tú lo veas, por mi parte yo nunca me voy a arrepentir, ve y te sientas en la cama yo ya te llegó. —Renata junta sus manos rogando para que todo fluya. Ella camina, insertándole más misterio a todo, Thiago tiene su cabeza agachada, no obstante, sus oídos están levantados para escuchar, algo que tal parece puede transformarle toda su felicidad. —¿Estás enferma Renata? —No lo estoy, simplemente porque estoy embarazada, precisamente esto es lo que confirma lo mucho que nos estamos amando. —Ella le entrega la prueba dónde exactamente dice positivo, él está pasmado
Renata llega a la empresa, aunque una parte de ella no anhelaba levantarse de esa cama, todo lo hace para no caer en depresión por ese bebe que ya viene en camino. Imagina que Thiago ya llegó ya que ni un solo rastro de él encuentra, ella entra a la sala de juntas y precisamente están en medio de una presentación. Renata sabe que si se marcha de una vez quedará en ridículo, algo que por dignidad no permitirá más. —Mi amor ¿Qué haces aquí de visita? —Thiago mira a Renata queriendo decirle que se vaya.—Señor Santos recuerde que está también es mi empresa, así que no lo molestaré más ya que el deber de todos ustedes es aceptarme —ella es contundente, ya ni prudencia quiere tener. —No existe ningún problema Renata, me presento soy uno de los nuevos socios —apenas aquel hombre termina de hablar, Renata intenta buscar a la lanzada mujer que se está quedando con Thiago—. Soy Gabriel de Oliveira, es un gusto. —Gabriel le besa la mano a Renata haciendo dar celos a Thiago. Gabriel despertó
Bárbara entra a la habitación donde está Renata, ella saca el arma que tenía escondido dentro de su camisa y le empieza apuntar a su hija, el corazón de Renata está paralizado. —¿Estás mal mamá? puedes ir a una cárcel. —Así… Pues si no te callas el destino de Thiago será peor al de ustedes dos, no creas que olvido que tu llevas mi adorado nieto —dice Bárbara quitándole todo el impulso de gritar a Renata. —Tendrás esta culpa hasta el día de tu muerte —Renata nunca se agotará de reprocharle. —No porque yo a ti no te quiero, ya es tiempo de que te enteres que siempre te voy a odiar, fuiste producto de una infidelidad de tu padre y como te parece que yo fui la que te crie. —Bárbara prácticamente la está golpeando con la mirada. —Pero puedes tener compasión yo siempre te he querido mucho. —Renata está rogando para conservar su vida. —No puedo Renata entiende que ya escogí hasta el sitio donde te voy a enterrar —las palabras de Bárbara hacen sentir escalofríos a Renata. Justo cuando
Una semana después Thiago va llegando a su casa, con su brazo enyesado, y dejándose consentir por Renata, Luciano los está esperando con unas copas de champagne.—Papá tampoco es una fiesta, lo más tenaz mi amor es que mira nada más al alcahuete de tu papá. —Renata abraza a Marcelo, ella tiene bastante para agradecerle. —Para ti es un vaso de agua Renata, por nada en el mundo me podía perder la bienvenida de mi hijo, cuando él, es mi mayor bendición. —Marcelo no se quiere separar de Thiago. —Así es papá, tú eres la mía… Sé muy bien que juntos podremos continuar adelante, son muchos golpes seguidos para todos, sin embargo, como una familia vamos a salir adelante. —Tocan la puerta y todos se quedan quietos, puesto que a nadie esperaban. Renata abre con sus manos cubriendo su vientre, para ella tener confianza es complicado. Renata alcanza a dar un pequeño brinco cuando ve a Samara, pues recuerda sus intenciones desde que conoció a Thiago. —Sería incapaz de hacerte daño, espero que l
La noche está llegando, está más serena de lo normal, pero para Renata Alves arrepentirse aun no puede estar dentro de sus planes, ella es la única hija de Luciano Alves, él necesita expandir mucho más sus negocios, la empresa de petróleos debe ser la más grande a nivel mundial, por lo tanto Renata está obligada a unir completamente su vida a Gael Santos, uno de los dueños de la competencia, para ella es el que realmente más mercería su amor, ya que el hermano Thiago Santos no le produce confianza para nada. Cada paso que ella da, le hace producir un dolor en su alma, puesto que es un sacrificio por amor a su padre, será destinarse a no poder encontrar realmente a alguien que ella desee, ella observa las prendas y por más de que es el vestido de novia que siempre soñó, ya no es tan especial como antes, ese escalofrío que se supone que tendría que percibir desapareció, ahora solo le queda la incertidumbre de lo que vendrá. Renata sostiene con ambas manos el vestido blanco que solo re
Las lentejuelas del vestido de novia de Renata están más opacas que nunca, aun cuando es perfecto, su mirada dice todo lo contrario, el velo transparente que cubre su rostro no lo alcanza a hacer con su alma, su padre la lleva del brazo, haciendo creer a todos los presentes que es el día más soñado para ella, sus pasos cada vez se van acortando más, puesto que se dan cuenta que el novio aún no había llegado. Luciano jala a su hija del brazo, todo con la intención de que se vaya, no piensa aguantar verla humillada, pero la terquedad de Renata es muy grande, ella sabe que por la ambición de todo el dinero que les llegara, Gael entrara por esa puerta, Renata continua caminando sola y se queda observando hacia el frente, dándole la espalda a todos, entiende muy bien que probablemente de cualquier manera será obligada, esta solo apresurando sus errores. Thiago conduce lo más rápido posible, en su mente únicamente está la imagen de su futura esposa, sabe muy bien que lograra enamorarla, q