Los ojos de Thiago están tan rojos por el dolor que siente en su corazón, él se limpia con el pañuelo húmedo que carga en su bolsillo antes de entrar a el hogar que intenta construir, siente un silencio inmenso en el exterior, sin embargo, en su cabeza simplemente existen ruidos insoportables los cuales no lo dejan en paz, pero él continúa ignorandolos para lograr ser feliz.
Thiago agarra una botella de licor, en el reflejo únicamente puede observar la imagen de Renata, lo que lo hace querer devorarse mucho más la bebida, para perder la conciencia por el inmenso dolor que está teniendo, solo maldice en su mente tener como hermano a Gael.
Se siente vacío, puesto que Renata está tan cerca, pero con todas las barreras que impone le complica cada uno de sus planes, Thiago va agachando su cabeza para ocultar la frustración que siente en el momento, pero cada vez que recuerda a Gael su frente se le va arrugando, de tanto notar que lo prefieren a él.
Un fuerte ruido suena, el cual mortifica de inmediato los oídos de Thiago, él de una vez se imagina lo peor y agarra un b**e de béisbol para reaccionar como sea, porque no va permitir que algo malo le suceda a la mujer que tanto ama, él da unas zancadas largas, no obstante, demasiado silenciosas para pasar desapercibido.
Con la palma de su mano Thiago empuja la puerta con tanta fuerza que la tropieza contra la pared, lo primero que observa es a Renata con medio cuerpo afuera de la ventana, las manos de ella están temblando y de los mismos nervios que le entran se queda quieta sin moverse.
Thiago suelta el b**e dejándolo tropezar contra la alfombra, él aprieta su mano de la rabia que siente y se acerca hasta donde Renata, con su mano rústica la jala hasta bajarla, ella le desvió su mirada, mientras solo traga grandes cantidades de su saliva.
—¿Qué carajos hacías? —Los labios de Thiago se van apretando del enfado que tiene.
—Buscar algo mejor y no seguir viviendo este infierno, no entiende que me esta lastimando con sus malditas locuras, esto jamás será amor. —Renata escupe sobre los pies de Thiago, lo está menospreciando con su mirada.
—Es nuestra realidad Renata, ¡solo afrontala! de mi nunca te vas a separar, debes entender que Gael ya no va estar en nuestra vida, el mundo será solo nuestro, cada vez que me lastimas me haces convencer más que debemos seguir juntos. —Thiago va subiendo su voz, ella mueve su cuerpo hacia atrás, él termina por soltarla.
—¿Qué le hizo a Gael? ¡Thiago usted es un miserable! —la voz de Renata se va entrecortando, ella levanta sus manos y con rabia comienza a golpear el pecho de Thiago; él ya se está desesperando y la agarra de ambas manos hasta empujarla completamente hacia él.
Thiago saborea lentamente sus labios con todo el deseo que tiene por ella y se lanza para acariciar con su boca la de ella, la cual lo provoca con cada palabra que emite.
Renata puja para quitarse, sin embargo, el momento la empieza a llevar hasta disfrutar completamente, aun cuando no es capaz de admitirlo, el calor que Thiago le está transmitiendo le hace electrificar totalmente su cuerpo, pasan los minutos más cortos que los dos han sentido y Thiago muy despacio se va quitando, él se queda admirandola y Renata justamente antes de abrir sus ojos suelta un suspiro.
—Si fuera por mi te devoraria completamente, plasmando con mis manos cada espacio de esa silueta que me hace delirar, sé que estoy prácticamente borracho, quizás no me crees del todo Renata, pero te lo repetire creeme que no me rindo tan fácil, evidentemente ahora mucho más lucharé, porque esto me impulsa a hacerlo. —Thiago muerde su labio coquetamente, termina por respirar con tranquilidad sabiendo que ella solo será de su propiedad.
—Me hace reir Thiago, eso es lo más ridículo que he escuchado, no me gusto para nada es más me quedó el sabor más amargo que he tenido, seguramente me ayudará Gael a cambiar todo. —Renata mueve su cabello siendo bastante presumida, algo que le encanta observar a Thiago.
—¿Ah sí?, no tardaste nada en nombrarme a la porqueria de mi hermano… Renata tu eres mi mujer, te queda prohibido nombrarlo, es más hasta pensarlo. —Los ojos de Thiago se van abriendo, él estira su mano para acariciar la de ella.
—¡No me toque! —Renata da la vuelta y le cierra la puerta en la cara a Thiago, él con frustración le golpea tantas veces.
—Conmigo nada malo te va suceder, ¿Por qué no ves el esfuerzo que tanto hago? —Thiago habla agitado, sus planes cada segundo que transcurre se van desacomodando más, a pesar de todo no puede agachar su cabeza, debe dar la pelea más, todo hasta que el mundo entero comprenda que Renata es su esposa.
—Eso no lo debe creer ni usted Thiago. —Renata mantiene su cuerpo sobre la puerta, todo para evitar que Thiago entre a la fuerza.
—Pues soy el más necio de todos, simplemente por amar a la mujer que más desprecios me ha hecho, sencillamente soy tu esposo ya no serás prohibida, solo recuerda las cláusulas del contrato ya que el día que menos lo esperes te lo empezare a exigir completamente —Thiago dice, lo que hace que Renata se aferre más hacia la puerta, para negarse a estar cerca de él.
Mientras tanto, Gael mueve su cabeza, el sol resplandeciente ya le esta entrando por los ojos, no se alcanzó a fijar en que momento amaneció, sus párpados caen lentamente del agotamiento que ya tiene acumulado, suena un ruido y él empieza a gritar prácticamente desgarrando su voz.
—¡Ayuda! ¡Ayuda! —Gael se queda en silencio al notar que todo el ruido lo estaba emitiendo simplemente las hojas de los árboles que el viento hace caer, las lágrimas le salen sin tener control.
«Thiago no podrá contra mí, él no sabe todo lo que le espera, como sea saldré de aquí todo para ir a recuperar a Renata, le dejaré claro a mi hermano que la única persona que debe dar un paso atrás es él, ya que está sobrando» piensa Gael.
Renata sacude sus pestañas hasta abrir sus ojos completamente, ella se coloca de pie y sale de la recamara, percibe una fascinante fragancia que le entra por las fosas nasales y para nada le incomoda, ella baja cada escalón hasta llegar a la cocina y se queda observando; Thiago está con una sonrisa hermosa, actuando como si todo ya lo hubiera olvidado. Él corre una silla para que ella tome asiento, pero Renata la acomoda hacia un lado, mirándolo con ironía. —Este es nuestro desayuno de segundo día de casados, obviamente lo merecemos y más tú, ya que yo fui un completo grosero. —Los ojos de Thiago brillan mucho más, sin embargo, se intentan opacar al ver que para ella es lo más insignificante. —Preferiría morirme de hambre antes de aceptar algo que venga de sus manos, no entiende que me da repugnancia… Creía que todavía le quedaba algo de dignidad, pero eso es lo que usted menos tiene Thiago. —Ella se ríe con sarcasmo, es su manera de regresarle algo de todo el daño que él le produc
Renata llega a la empresa y antes de entrar observa el cielo, que cada vez se va opacando más, precisamente así es que ella siente que está su corazón, cuando está apunto de entrar por esa inmensa puerta escucha su nombre, ella conoce perfectamente esa voz, pero no es capaz de voltear para verlo al rostro. —¡Renata! ¡Renata! —ella sigue caminando, Gael corre y la abraza llegando por la espalda de ella. —¿Qué quieres? —Renata pregunta, ella está actuando a la defensiva y él se queda completamente pasmado.—¡Verte! no sabes como me emociona eso. —Gael le sonríe, con la expresión que tanto cautiva a Renata, a pesar de que ahora solo le recuerda eso tan simple a Thiago. —Bueno… No tengo nada más que hacer a tu lado Gael, es más coherente seguir mi camino que perder mi tiempo al lado de un farsante —ella habla con resentimiento, está muy dolida ya que el solo desplante de Gael le cambió completamente su destino, obligandola a estar con el hombre que menos la merece. —¿Por qué me tratas
El silencio cada vez va llegando mucho más, algo que no le incomoda a ninguno de los dos, antes para Renata es un gran avance, por lo menos puede estar unos cuantos minutos encerrada con su esposo sin tener una sola discusión, la mirada tan penetrante que tiene Thiago cada vez está saliendo más, él solo quisiera abrazar a Renata tan fuerte para que nunca se le escape, convertirse en su máximo protector, porque eso es lo que tanto intenta hacer, a pesar de todo ella no lo entiende y todo lo exagera como si fuese un demente.—¿Alguna vez te había dicho que estas muy bella? Porque por mi te lo repito cada segundo que transcurre, todos saben que soy un hombre seco con pocos sentimientos por mostrar, sin embargo, no sabes las luchas tan inmensas que hago por comportarme contigo distinto, en realidad me importas un montón. —Thiago acaricia sus labios con la lengua, Renata se queda observando y algo termina por despertar curiosidad en ella.Existen bastantes cosas que le llaman la atención a
Ya no tiene sentido que Renata se marche, puesto que el hombre con el que se casó es una caja misteriosa, posiblemente alcanzar a conocerlo terminara por ser un proceso bien tedioso, ella debería estar asustada tal cual como les sucede a muchas mujeres, que luego de un tiempo terminan por alejarse de Thiago, al enterarse de su estado tan radical de ánimo. —¿Solo quiero saber si usted se encuentra bien? —Renata indaga, tal parece que Thiago logró estabilizar sus ánimos del todo. —Perfectamente, no puedo estar mejor teniendo la mujer que amo al frente mío, estar solos eso es maravilloso, no tenemos a ningún pendejo que nos interrumpa. —Thiago suspira muchas veces, su corazón va estallar, olvido por completo lo que pasó hace un momento.—¿Es decir que ya me puedo ir? —ella habla bastante insegura.—No, Renata ¡Me estás colocando muy mal! Sabes que no dejo de delirar con tu cuerpo, yo siento que ya es hora de que te entregues a mí. —Thiago se coloca de pie, él disimuladamente acomoda el
Thiago sale de su oficina diseñando en su cabeza estrategias para convencer como sea a Renata, lo satisface saber que es una mujer de su casa, no como las mujerzuelas bastantes resbalosas con las que Gael salía, quienes luego terminaban por coquetear con Thiago haciéndolo quedar bastante mal delante de su hermano, cuando él lo único que hacía era rechazarlas precisamente por estar pensando solo en Renata. —Tal vez un ramo de flores le termine por gustar, soy tan idiota para caer en cuenta hasta ahora espero que no sea muy tarde, esos detalles a todas les fascinan mi princesa no puede ser esa excepción. —Thiago baja animado hasta el parqueadero, el señor de seguridad disimuladamente se va escondiendo, ya que él noto donde precisamente está la esposa de su jefe. Thiago está concentrado en hacer las cosas bien, tanto así que solo observa hacia adelante, aunque a sus espaldas suceda de todo no le interesa, de repente su andar se va frenando en seco, él mira hacia los lados y se esconde
Renata ya está pasada de tragos, absolutamente todo le parece chistoso, Gael procura seguirle la corriente en todo, él sabe que esos dotes que tiene sin duda superarán a Thiago. —Te voy a confesar algo Gael… No quiero volver a mi casa, como sé que jamás la vas a conocer te explicaré que de nada te estás perdiendo, hace un frío tremendo y lo peor de todo, es que no encuentro nada caluroso. —Renata brinda con la copa desocupada de Gael, él prefiere ir más despacio claramente así se acordará, de todos los placeres que la noche les traiga.—¿Crees que el idiota de mi hermano nunca me va a invitar? —Gael se ríe, todo lo está haciendo con mucha ofensa, sin embargo, eso a Renata ya le está elevando la paciencia.—Tampoco tienes que ofender así a las personas, te creía diferente Gael, pero posiblemente llevar la misma sangre los hace ser tan parecidos. —Ella intenta levantarse para marcharse, se queda quieta al notar que él no hace nada, eso la hace sentir tan ignorada algo que con Thiago ni
Renata no sabe como actuar, puesto que su madre parece sincera, ella cree que daría todo por su felicidad, Luciano no se despega de ellas sabe que las dos guardan detalles para luego terminar por estallar. —Bueno lo mejor será si te recuestas en la cama un poco hija, todo será mientras yo mismo me comunico con Thiago… Yo supongo que tu sin verlo ya puedes imaginar la angustia que él tenía, pero mejor dejemos así no encendamos más la candela —Luciano dice y cuando va tomar el teléfono, Renata grita eufórica.—¡Espera papá! Creo que merezco un poco de confianza de parte de ustedes dos. —Renata sujeta la mano de sus papás, mientras Luciano le sonríe con ternura, Bárbara blanquea sus ojos ya que le fastidia todo lo que viene de su hija. —¿Esto, a qué viene? —dice Bárbara soltándose. —Bueno seré muy franca, yo si me voy a ir a vivir con ese supuesto esposo que tengo, sin embargo, él no tiene que venir por mí, no estoy pidiendo a gritos un hombre controlador, se supone que ese es mi nuev
Renata entra a la casa lo primero que nota son las gotas de sangre que están regadas por el suelo, ella empieza a gritar muy fuerte, no para de pensar en lo peor. —¡Thiago! Nadie me responde, no puede ser, a él nada le pudo haber sucedido. —Renata corre y entra a cada recamara, pero todas están desocupadas ella se queda mirando y en el baño hay bastante sangre, sus ojos se llorosean, ella empuja la puerta, Thiago está acostado en la bañera con la ropa bañada de sufrimiento, con sus ojos cerrados; Renata se le va para encima, el entreabre su mirada, pero no tiene la misma emoción de siempre por ella.—¿Creí que estabas más feliz con mi hermano? —Thiago habla, Renata lo intenta levantar para ayudarlo, pero él no se deja antes hace presión y su cuerpo pesa como nunca.—¡No! Thiago el trato fue con usted, yo solo necesitaba meditar y ya lo hice. No me importa saber a qué se está refiriendo —Thiago luego de escuchar a Renata sale, ella lo envuelve en una manta caliente y no lo deja solo,