Renata entra a la casa lo primero que nota son las gotas de sangre que están regadas por el suelo, ella empieza a gritar muy fuerte, no para de pensar en lo peor. —¡Thiago! Nadie me responde, no puede ser, a él nada le pudo haber sucedido. —Renata corre y entra a cada recamara, pero todas están desocupadas ella se queda mirando y en el baño hay bastante sangre, sus ojos se llorosean, ella empuja la puerta, Thiago está acostado en la bañera con la ropa bañada de sufrimiento, con sus ojos cerrados; Renata se le va para encima, el entreabre su mirada, pero no tiene la misma emoción de siempre por ella.—¿Creí que estabas más feliz con mi hermano? —Thiago habla, Renata lo intenta levantar para ayudarlo, pero él no se deja antes hace presión y su cuerpo pesa como nunca.—¡No! Thiago el trato fue con usted, yo solo necesitaba meditar y ya lo hice. No me importa saber a qué se está refiriendo —Thiago luego de escuchar a Renata sale, ella lo envuelve en una manta caliente y no lo deja solo,
Renata termina exhausta ella está duchándose, Thiago entra a la recámara y se da cuenta que la puerta del baño está medio abierta, sus manos agarran la manija e intenta empujarla hacia adentro, él traga su saliva y prefiere retirarse; esperando a que Renata salga para así tener como excusa, para verla entregarle su obsequio, cada minuto que transcurre le hace dar más ganas de hacerle compañía, solo se la imagina como una diosa completa. Su mirada está directamente puesta hacia ese sitio, hasta que sale Renata y él trata de disimular, su cuerpo está completamente húmedo y su cabello se ve mucho más sexy de lo que es.—¿Necesita algo Thiago? —Ella acomoda su cabeza de medio lado, Thiago se coloca tan nervioso que no puede decir nada, se queda quieto sin atreverse a ser el hombre arriesgado de siempre. —Ehhh —Thiago tartamudea, él siempre ha sabido que la única persona que lo podrá manejar es ella.—Mejor me espera afuera le aseguro que no tardaré —ella le dice, Thiago desea hacerle de
Thiago y Renata acaban de entrar al club, robándose todas las miradas de los presentes, muchos comentarios alcanzan a murmurar, todo sobre la extraña relación que tienen, los saludos le están lloviendo a Thiago y Renata aprovecha para ir hasta donde su familia. —Pensábamos que no te ibas acercar a nosotros, como eres tan desagradecida y mala hija se te suben los humos nada más, eso es lo más triste que yo alcanzo a notar, todo por un simple vestido que no le llega ni a los talones al mío —Bárbara habla con rabia, Renata esperaba que sus padres la halagaran orgullosos como los demás, sin embargo, nada de eso escucha.—Ustedes son mis padres ¿Cómo se les ocurre decir eso? Simplemente estaba acompañando a Thiago, mamá te ves muy bella —Renata dice incómoda.—No seas tan hipócrita hija, mejor guárdate todos los comentarios. —Bárbara es antipática con su hija, ella presiente que ya es hora de sacar el dolor y más cuando, los años le están llegando siendo bastante notorios y Renata se ve m
Renata acaba de llegar a su casa, todo este intacto así tal cual lo dejaron, ella camina buscando por algún rincón a Thiago, pero efectivamente él no está.—Sé que me porte demasiado mal, tengo ese grandioso defecto en el que me dejo guiar por los demás; quizás soy muy fácil de influenciar, por eso esta vez tengo que comportarme como una dama, todo para solicitar una disculpa de él. —Renata entra a la recámara, se recuesta sobre la cama esperando que Thiago llegué.Mientras tanto Thiago se acaba de bajar de su auto, afloja a la fuerza su corbata y desabotona su camisa, todo para ingresar a un bar en el que las mujeres bailan y ofrecen otros servicios por dinero. Los ojos de Thiago se van directo hacia cada trasero que aparece, hace mucho no sabe que es tener sexo y de la impotencia que siente, es la única manera en la que se puede desahogar; él se sienta sobre una silla y bebe un cóctel, bajo en alcohol no quiere arrepentirse de absolutamente nada. Una mujer le guiña su ojo siendo c
Renata acaba de terminar el desayuno que Thiago le dejó sobre la mesa, ella luego de arreglarse llega hasta la sala, Renata con toda la intención se colocó unas prendas que para ella no provocan ni una sola mirada.—Todo estaba delicioso, no sabía que era tan buen cocinero. —Ella lo observa con una seriedad, lo cual la convence más que terminó por lograrlo.—¡Gracias! —Thiago responde simple, estando más pendiente de su teléfono.—¡Así, no! —Renata exclama, ella se siente ignorada por él, está enseñada a tener muchas miradas sobre ella y Thiago la está haciendo sentir poco atractiva. —¿A qué te refieres? —Thiago pregunta, sin tan siquiera mirarla al rostro.—¿No comprendo porque me está ignorando? —ella habla desanimada, él solo mueve su cabeza expresando que no.—¿Renata, no logro entenderte? Me la pasó como un mendigo detrás tuyo, y tú constantemente me reclamas para que deje de hacerlo ¿Acaso está mal que yo tenga dignidad? —Thiago le da la espalda para colocar una canción muy fue
Aquel hombre que resulta ser un desconocido para Thiago, se acomoda y respira antes de hablar, Thiago no comprende que sucede se niega aceptar que algún día se ha cruzado con alguien como él, además siendo una persona tan humilde. —La verdad no entiendo de que me está hablando señor, así que no voy a ser grosero ya que me da lástima que mis hombres lo terminan por lastimar —Thiago empieza con sus amenazas es la forma más fácil de lograr intimidar, aunque con el señor parece eso no funcionar. —Que transformación tan radical la que usted está teniendo, yo si sabía que tenía bastante dinero, pero no que todo lo hacía menospreciar a las personas —las palabras de ese hombre tocan el corazón de Thiago, él sin ser tan obvio empieza a bajar la guardia. —Le solicito unas disculpas, solo quiero que entienda que no suelo ser grosero con las personas a menos de que intenten dañar mi integridad, así que usted posiblemente me está confundiendo —Thiago responde con su corazón hecho una piedra. —
Samara Alves va ingresando a la empresa, ella es la prima de Renata y está en busca de un trabajo para reiniciar de nueva su vida, ella está a punto de entrar hasta que ve exactamente la imagen del hombre que su prima le mostró por medio de una foto, difícilmente lo olvidaría y más por el tono de emoción que Renata utilizó, eso felicidad que sin duda comparte.—¡Gael! —Samara dice sorprendida, ya que evidentemente sí es un hombre muy apuesto, se ve mucho mejor en persona, sabe que su prima siempre desperdicia los mejores partidos.—No, lo siento mucho porque mi hermano está adentro, pero sin duda el la atenderá, ahora disculpe tengo bastantes cosas importantes por hacer. —Thiago va a dar un paso, pero las palabras de ella lo hacen esperar.—¿Es decir que usted, es el cuñado de mi prima? Yo podría jurar que parece el marido. —Thiago siente incomodidad y de una vez pasa saliva, de inmediato regresa.—No señorita está bastante equivocada, yo sabía que esa belleza tenía algo que ver con m
Samara se da cuenta en el momento que Renata sale, ella va ir a solicitarle unas disculpas todo por darle tanta incomodidad, se siente tan mal, ella toma aire inseguro para llamar a su prima y unas manos le cubren la boca para que no hable, cuando la van soltando Samara simplemente se lanza abrazar a su tía Bárbara. —¡Tía Bárbara! —Samara no la quiere desatar, puesto que Bárbara es la única que la entiende cuando está en sus momentos de tristeza.—Vamos. —Ellas caminan hacia el jardín, para estar solas, Bárbara no puede desperdiciar la oportunidad de ganarse a su ingenua sobrina, más sabiendo que ella le tiene algo de recelo a su hija. —No sabía que estabas en la empresa, me comentaba mi tío que ahora se te despertó las ganas de aprender más sobre los negocios, no sabes cómo me encanta tu valentía, siempre te he admirado inmensamente —las palabras de Samara hacen elevar el orgullo de Bárbara, alguien la está tratando como ella quisiera que lo hicieran todos, tener soldados para mane