Alaitomó a Maximo del cuello y lo atraje hacia mis labios. Estaba muy necesitada después de tanto tiempo sin sentirlo. Me sentía ansiosa y sabía que él estaba peor. Él me quitó el sostén y comenzó a chupar mis senos, haciéndome gritar de placer.- Ahh, sí, Max - tomé su camisa y empecé a quitarla mientras besaba su pecho. Luego bajé a sus pantalones, me arrodillé, quité su correa y bajé sus pantalones junto con sus boxers, dejándolo completamente desnudo.- ¿Te gusta lo que ves, nena? - me dijo juguetón.- Me encanta - tomé su miembro y me lo metí en la boca, escuchando sus gemidos mientras tomaba mi cabeza para que su miembro llegara más profundo.- Nena, para, me voy a correr - pero no lo hice, sentí cómo se tensaba y eyaculaba en mi boca.- Mmm, qué rico - le sonreí.- Ven aquí - me cogió en volandas y me tiró en la cama.- Quiero probarte - pegó su boca a mi sexo y chupó mi clítoris, haciéndome retorcer de placer.- Oh, me encanta más - grité y tomé su cabeza cuando sentí que me i
MáximoEstoy asustado al ver cómo se desvaneció Alai en mis brazos. La llevo a mi cuarto y llamo al médico.- Le vamos a hacer unos exámenes y en una hora tendré el resultado.Pasó una hora y yo ya me quería morir, hasta que llegó el médico.- Bueno, su novia está sana. Lo que pasó es que su novia está embarazada.- ¿Qué? - Me quedo helado al escuchar esa noticia.- Sí, debe tener 1 semana. Igual hay que hacerle un ultrasonido. No sé qué decir o qué hacer.- Ah, y sería bueno que ella esté tranquila, ya que tiene la presión un poco alta y con el embarazo no es recomendable que eso pase. Puedo poner en peligro al bebé y a la mamá - ¿Ella en peligro? No, eso no pasará.- Gracias, doctor. - El doctor me da unas vitaminas para ella y se va, dejándome hecho polvo. Dios, voy a ser papá y ni siquiera sé cómo hacerlo. Es más, ni siquiera sé cómo decirle a Alai que está embarazada. Me tumbo al sillón y me pongo a pensar en esta nueva vida que tengo.AlaiMe despierto con unas ganas de vomitar q
Alai Me quedo estática sin saber qué hacer o decir. Max intenta decir algo más, pero mejor se calla, esperando que salga del trance. No lo puedo creer, voy a ser mamá y no estoy lista.-Max, esto no me puede estar pasando a mí - digo desesperada -¿Qué clase de madre voy a hacer si ni siquiera puedo cuidar de mí misma? - le digo casi gritando.-Cariño, tienes que calmarte. Ninguno de los dos está preparado, pero piensa, este bebé nos cambiará la vida y nos tendrá unidos de por vida - yo aún no caía en cuenta.-Max, no voy a poder con esto - digo señalando mi vientre, que aún está plano. Unas lágrimas salen de mis ojos y Max se apresura a secarlas.-Vamos a poder porque yo voy a estar a tu lado y juntos vamos a sacar adelante a nuestro hijo - por alguna razón las palabras de Max me reconfortan y me dan algo de tranquilidad.Asiento y me pego a él para que me abrace con fuerza y me haga saber que él está conmigo.-Te juro que los voy a cuidar a los dos y los voy a hacer muy felices - tom
AlaiEstaba asustada por el grito que metió Max, nunca lo había visto tan cabreado.- No me dirás - me grita y, como estoy tan sensible, se me llenan los ojos de lágrimas.- No vayas a llorar, dime mejor quién te hizo eso, Alai.- Te lo voy a decir, pero debes prometerme que no harás nada - le digo con la voz temblorosa.- Habla ya - me suelta.- Fue Federico. Se enteró del embarazo y se puso como loco - veo cómo su cuerpo se tensa.- Ese infeliz no puede dejar sus putas manos quietas, voy a matarlo - coge su chaqueta y se dirige a la puerta, pero yo corro y lo tomo del brazo.- Max, me prometiste que no ibas a hacer nada - le digo casi gritando.- ¿Cómo no quieres que haga nada si acaba de lastimar a mi mujer? Mira ese morado que te dejó - me señala el brazo.- Ya lo sé, pero no vale la pena. Por favor, no hagas nada - él respira profundo y luego me mira.- Está bien, no voy a hacer nada - yo sonrío y lo beso en los labios, pero él está serio, se despega de mí y se encierra en su desp
Alai- ¿Alai, acaso no me vas a contestar?- Sí, sí te contestaré. - Tomo aire para calmarme.- Me encontré a Federico por casualidad en el hospital. Se estaba haciendo unos chequeos médicos. Yo estaba muy nerviosa por entrar y tú no llegabas, y él, al verme así, se ofreció a entrar conmigo.- ¿Y esperas que te crea eso? - Me hierve la sangre.- ¡¿CÓMO PUEDES DUDAR DE MÍ?! ¡YO QUE NUNCA TE HE FALLADO! - Le grito desesperada.- No dudo de ti, dudo de las intenciones de ese hombre. Él quiere lo que es mío, te quiere a ti y de paso quiere a mi hijo, y eso no se lo permitiré. - Sé que Max está tratando de controlar su ira, pero es obvio que le sale mal.- Dime, ¿dónde estuviste hoy en toda la mañana? Porque no estabas en la oficina. - Le cambio el tema bruscamente.- A ti eso no te importa. - Abro los ojos como platos al escuchar su respuesta.- ¡Así que no es de mi importancia! Está bien, entonces mejor me voy de aquí. - Tomo mi bolso y cuando me dispongo a salir, Max me toma del brazo.-
AlaiEstaba feliz max me habia pedido ser su esposa y yo encantada dije que si. Estoy sobre su pecho descansando despues de hacer el amor- cuando quieres que nos casemos amor ? - me pregunta maximo- que te parece si en un mes igual no quiero algo muy ostentoso solo familiar- esta bien amor como tu quieras - lo beso en los labios y me subo encima de el- no sabes lo mucho que te deseo - le digo en el oido mientras le muerdo la oreja, escucho como el gime y toma mi culo apretandolo en sus manos- que esperas preciosa soy todo tuyo - yo sonrio y tomo su miembro mientras lo adentro en mi- ah si amor - me muevo rapido lo deseo con locura el toma mis pechos y los aprienta mientras que yo me descontrolo hasta que max me frena-
Me despierto con unas fuertes ganas de vomitar, pero cuando intento moverme no puedo. M****a, estoy atada. Volteo la cara y saco la poca comida que tenía. Escucho cómo abren la puerta y veo a Matías mirándome preocupado.\- ¿Preciosa, estás bien? - toma mi rostro, pero yo no quiero que me toque.\- No me toques, imbécil.\- Pequeña, sé que lo dices porque estás enojada, por eso no me enfadaré contigo.\- ¿Qué mierdas quieres, Matías? - le digo gritando, desesperada.\- A ti, preciosa. Solo a ti. Quiero ser feliz contigo. - Cuando escucho eso, me dan más ganas de vomitar.\- ¿Qué dices? Yo no quiero estar con el hombre que abusó de mí y me maltrató. Yo amo a otro hombre. - Dios, Max, búscame, por favor.\- Pues voy a hacer que te enamores de mí y así seremos muy felices. Es más, pienso viajar a otro lugar. Ya tengo casi todo listo. - Yo lo miro asustada. No me quiero ir. No quiero dejar a Max.\- No, Matías, por favor, no me hagas esto. Déjame ir. Entiéndelo, yo no te amo.\- Estás conf
MáximoTengo el cuerpo de Alai en mis brazos, lleno de sangre. El imbécil de Matías le dio un disparo en el pecho, pero menos mal ya lo atraparon. Cuando llego al hospital, la llevan al quirófano y yo decido llamar a Tamara para informarle de la situación. Después de 20 minutos, llega ella y con la persona menos esperada: Federico.- ¿Qué hace este imbécil aquí? - Miro con odio a Federico.- Oye, Máximo, cálmate. Sabes que me preocupo por ella. Ya entendí que ustedes se aman y que nunca la podré tener de la forma que deseo, solo déjame estar cerca de ella. - Yo me resigno y asiento.- ¿Qué le pasó? - Pregunta Tamara.- Matías le dio un disparo en el pecho.- Ese desgraciado, ojalá se pudra en la cárcel. - Dice Tamara llorando.- Familiares de la señorita Ramírez.- Nosotros, yo soy su prometido.- Bueno, ella y el bebé están fuera de peligro. Afortunadamente, la bala no perforó el pulmón porque, de lo contrario, estaríamos en serios problemas. - Qué alivio.- ¿Podemos verla?- Sí, en u