capitulo 55
Recorro con mis manos la espalda de Alai mientras profundizo nuestro beso. Muerdo suavemente su labio inferior y escucho un gemido.

—Max, espera, por favor —me separo de ella con nuestras respiraciones agitadas.

—Nena, por favor, hablemos —ella da una fuerte respiración y asiente.

—Vamos a tu casa, quiero ver a mi hija —yo asiento y la conduzco a mi coche.

El recorrido fue silencioso, pero no incómodo. Ella iba sumergida en sus pensamientos y yo en los míos. Necesito recuperarla, necesito que volvamos a ser una familia; la necesito como un infierno. Llegamos a casa, bajamos, y lo primero que hacemos es subir a ver a Jazmín.

—Está dormida, mi angelito —me dice Alai tocando su mejilla.

—Ven, mejor bajemos para que no la despertemos —le doy un beso en su cabecita y cojo el monitor. Bajamos y voy a la cocina por un trago para los dos, ambos lo necesitamos.

—Toma —le extiendo el vodka y ella lo recibe.

—Gracias —me siento al lado de ella y la miro esperando alguna reacción.

—¿Por qué no me
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