¡Holiwis! ¡Feliz juernes! Espero que no se hayan conmovido mucho con este señor... ¿o sí? El viejo tiene la espinita de que algo más hay... y no está equivocado... Ya sabemos que no se quedará tranquilo. ¿Encontrará algo que delate a los espositos? ¿o cederá y aceptará su relación? ¿Qué creen? Déjenme sus teorías y comentarios, las leo! Nos leemos mañana, a la misma hora y por el mismo canal :P Un abrazo!
━═ Joshua ═━Tres meses han pasado desde que Maya y yo nos confesamos nuestros sentimientos, y cada día que pasa me siento más enamorado de ella. Estos han sido los mejores meses de mi vida, y no puedo evitar sonreír al recordar todos los momentos que hemos compartido juntos.Maya se ha integrado perfectamente a mi círculo de amigos, quienes la han recibido con los brazos abiertos y mucho cariño. Verla tan cómoda y querida por ellos me llena de gratitud y felicidad. Nuestras vidas se han fusionado de manera natural. Hemos salido a bailar con nuestros amigos, compartiendo risas y conversaciones animadas. También hemos pasado tardes relajadas en mi antiguo apartamento, ordenando comida para disfrutar mientras vemos una película o jugamos videojuegos. Y, por supuesto, he tenido el placer de acompañarla a galas y eventos elegantes, donde sus compañeros de trabajo ya me conocen como su flamante esposo.Por otra parte, y para ser honesto, pensé que el señor Weiss nos haría la convivencia imp
━═ Joshua ═━Regreso a casa después de un día agitado en la oficina, con una sonrisa anticipada en el rostro. Hoy es una noche especial. Pienso sorprender a Maya, al llevarla a la gala benéfica de Rebuilding Together. Sé que será una excelente oportunidad para mostrarle a un poco más sobre la ONG y lo que significa para mí.Como siempre, es Tobias quien me recibe en la entrada y me saluda con su característico tono sofisticado y amable.—Buenas tardes, Tobias. —Saludo, esperando que pueda ayudarme con la siguiente petición—. Quisiera pedirte un gran favor —digo, mientras me quito la chaqueta.—Buenas tardes, joven —responde con un asentimiento—. Desde luego, ¿en qué lo puedo ayudar?—No es necesario tanto formalismo conmigo —susurro divertido. Sonríe, pero no dice nada—. En menos de dos horas, Maya y yo tenemos una gala y me pregunto si nos puedes ayudar, llevándonos. No me gustaría llegar en un taxi —explico, mientras asiente.—Yo me encargo, joven —asegura—. ¿Dónde es el evento? —cue
━═ Maya ═━Escucho el inconfundible acento de Renato y no puedo creer que nos encontremos en este lugar. Él se acerca con esa efusividad característica suya y me abraza con fuerza, como si el tiempo no hubiera pasado desde la última vez que nos vimos.Al separarnos, Joshua me abraza con propiedad por la cintura, pegándome a su cuerpo, y no puedo evitar notar lo tenso que se ha puesto ante la presencia de mi amigo. Sé que mi esposo es una persona segura de sí misma, pero verlo reaccionar así me hace sentir valorada, respetada y amada, pero a la vez, excitada al notarlo tan posesivo conmigo.—Renato, te presento a Joshua Evans, mi marido —digo con una sonrisa, intentando aliviar la tensión que percibo en él.—¡No te lo creo! —exclama Renato con una amplia sonrisa—. Che meraviglia! (¡Qué maravilla!) ¡Felicidades! —Saluda a Joshua efusivamente, abrazándolo con tanto entusiasmo como a mí y dejándole un par de sonoros besos en las mejillas.—Es un placer conocerte, Renato —dice Joshua, mient
━═ Maya ═━Con la respiración aún agitada, continuamos abrazados mientras Joshua me sostiene contra la pared. Mis manos suben y bajan con suavidad por su espalda, a la vez que reparto cálidos besos por su cuello mientras me aferro con las piernas a su cintura.—Dios, siento mucho eso, cariño… —Se disculpa, aunque no entiendo el porqué, si estuvo increíble e intenso.—¿Por qué lo dices, amor?—Por lo breve… y por… —Sus manos se deslizan por mis muslos hacia mi sexo, donde me doy cuenta a lo que se refiere, al no haberse puesto preservativo.—No te preocupes, amor. Recuerda que yo también me cuido. —Le beso la nariz y sonríe, mientras intenta, como puede, liberarse de los zapatos y el pantalón—. Déjame bajar y… —Niega al conseguir su objetivo. Nos lleva al baño conmigo abrazada a su cuerpo, como si fuera un koala.—Celosito y posesivo, pero siempre caballero —bromea, haciéndonos reír.—No esperaba menos de ti, esposito.Lo que inicia como un inocente baño, continúa en un encuentro mucho
━═ Samuel Weiss ═━Estoy concentrado en mi despacho, revisando unos documentos importantes después de haber cenado. Es un momento de paz y tranquilidad que aprecio enormemente, pero se ve interrumpido cuando golpean la puerta y entra mi mujer con una sonrisa desdeñosa en el rostro. Levanto la vista con gesto serio, preguntándome qué hace aquí.—¿Qué es tan importante, Eleanor? Ya sabes que no me gusta ser interrumpido cuando estoy aquí —le recuerdo, intentando mantener la calma. Ella se acerca a mí con un aire de superioridad, sosteniendo su teléfono móvil en la mano.—¿Has visto las últimas noticias sobre tu adorada nietecita? —pregunta en un tono burlón y despectivo que me hace fruncir el ceño.Antes de que pueda responder, me muestra la pantalla de su teléfono, donde aparece un sitio de cotilleo y farándula hablando sobre "El matrimonio secreto entre la heredera de la prestigiosa empresa Weiss&Co con el desconocido Joshua Evans”.—Será mejor que también veas las fotografías —sugier
━═ Joshua ═━Gran parte de la tarde la he pasado intentando comunicarme con Maya, pero parece que el universo ha estado conspirando en mi contra esta semana. Mis llamadas van directo al buzón de voz y los mensajes de texto ni siquiera son leídos. Prefiero suponer que ha estado ocupada con su trabajo, pero una parte de mí no puede evitar sentirse un poco preocupada, ya que ha sufrido de muchas migrañas últimamente. Sin embargo, debo continuar con mi trabajo y mantenerme concentrado en las responsabilidades del día.Al finalizar la jornada, el peso del día se hace sentir sobre mis hombros. Cubrir a algunos de mis compañeros que han salido de vacaciones ha significado una carga extra de trabajo considerable, y el agotamiento comienza a pesar en mí. Decido intentar comunicarme con Maya una última vez, pero no obtengo respuesta.“Cariño, te he llamado muchas veces y tampoco respondes a mis mensajes”. “Me tienes muy preocupado”. “Iré directo a casa, avísame si necesitas que pase por ti”.
━═ Maya ═━Caminando por las calurosas y concurridas calles de Nueva York, me siento como si estuviera en un mar de incertidumbre. Después de comprar las vitaminas prenatales recetadas por el médico en una farmacia cercana, busco refugio en un café para reflexionar en soledad, además de comer algo. Sentada en una mesa apartada, acaricio la ecografía de mi bebé, como si con ello pudiera encontrar respuestas a las dudas y miedos sobre cómo comunicarle a Joshua la noticia de que seremos padres: «¿Cómo se lo digo? ¿Qué pensará de esta noticia?». Justo en ese momento, mi teléfono vibra, revelando la llamada de Flavia, quien parece haber intuido mi necesidad de consejo.—¡Maya, cariño! —pregunta mi mejor amiga, en italiano, con su característica chispa en la voz—. No me preguntes cómo ni por qué, pero tenía la sensación de que tenía que llamarte. ¿Cómo estás?—Fla, no sé cómo lo haces, pero justo necesitaba hablar contigo —respondo angustiada, sintiendo cómo la ansiedad se apodera de mí.—¿
━═ Maya ═━Respiro hondo, tratando de calmar el torbellino de emociones que me embarga. Saber que mi abuelo llegó al extremo de someter de alguna forma a Joshua me hace sentir traicionada y furiosa. Pero también siento una determinación ardiente, una chispa de fuerza que me impulsa a liberarme de las cadenas de manipulación que me han atado durante toda mi vida, sobre todo ahora, que se ha interpuesto entre Joshua y yo.Aunque la migraña que comenzó durante la discusión ahora es casi insoportable, mi determinación no flaquea. Con manos temblorosas, sigo empacando mis pertenencias, decidida a dejar atrás todo lo que esté vinculado con el señor Weiss y su control. Cada objeto que coloco en la maleta es un paso hacia la libertad, hacia una nueva etapa en mi vida junto a Joshua, independientemente de lo que depare el futuro.Una vez que he terminado de empacar, me levanto con determinación y doy un último vistazo a la habitación que ha sido testigo de tantos momentos significativos con Jo