En cuanto escuchó la voz, el maldito pervertido me soltó, por fin.
Levantó sus manos confundido al ver que el oficial lo apuntaba con un arma y le mostraba la placa con la otra mano.
Por mi parte, me tapé el rostro con las manos, no quería ver. Sentía miedo de cómo terminaría esto.
Sólo quería estar en mi casa, tranquila, de una vez por todas. Pero el infierno parecía no querer acabar.
-Tranquilo, hombre- dijo el viejo, descarado –Sólo estábamos divirtiéndonos. –
La sensació
-¿De qué estás hablando?- respondí nerviosa -¿Cómo voy a aceptar eso?... ¡Ni siquiera sé tu nombre!- exclamé alterada.En realidad, no era una idea tan descabellada. Claramente iba a estar más segura allí, y además, era un policía... Y uno muy responsable por cierto. No me haría nada malo.Pero la verdad era que, quería estar lejos de él. Me hacía sentir cosas que me incomodaban y que no tenía ganas de detenerme siquiera a pensarlas.-Jeremy- respondió con tranquilidad.-¿Qué?-
Una fragancia a limón inundó mis fosas nasales, a la vez que recorría el lugar con mis ojos. Las paredes eran blancas, y los pisos de color madera oscura, casi negra. A la derecha, había una mesa de vidrio con un juego de sillas negras de cuero. A la izquierda, una cocina separada por un desayunador, de mármol negro. Noté que la mayoria de los muebles eran negros con detalles en blanco. No sé porque pero no me sorprendía. En cierto modo iba acorde a su personalidad, con ese contraste entre claro y oscuro.Al fondo de la habitación, aunque no estaba dividido por nada, se notaba otro espacio, una sala de estar. Había un pasillo que se curvaba hacia la izquierda, y un enorme ventanal a la derecha, con un sillón blanco y una televisión... plasma...como de 70 pulgadas. Ni siquiera sabía que existían tan grandes.
¿Podría tener un hogar así, alguna vez? Y quizá, un novio como él... con sus labios gruesos, sus ojos, su sonrisa, su cuerpo, su forma de mirarme...-¿Te gusta?-Levanté la vista sorprendida y respondí nerviosa -¿Qué?--La casa... ¿Te gusta?- dijo como si fuera evidente, a la vez que se acercaba hacia mí, con su andar masculino.-Oh, claro... -carraspeé nerviosa -Es muy linda--Gracias... Aquí tienes- respondió tendiendome una camisa blanca, perfectamente planchada
-Si, bastante. Éstos últimos días han sido agotadores- me sinceré. Se sentía bien tener alguien con quién hablar en este momento.- Lo imaginé... La prisión no es un sitio para cualquiera- respondió con seguridad.-Al menos tenía lo básico- me encogí de hombros.- Si, pero no deja de ser una mierda-Asentí riendo.-Estaba segura que si permanecía allí unas semanas más, me volvería loca-
POV JEREMYMe coloqué la musculosa blanca y caminé hacia el living, para encontrarme con Olivia de nuevo.Me hubiera gustado poder darme una ducha fría, especialmente para centrar mi cabeza. En el living de mi casa, estaba la chica más hermosa que había conocido... Pero con una vida totalmente opuesta a la mía.Quería ayudarla, pero ella no me dejaría, lo había dejado muy en claro. Era tan terca... ¿Pero quién era yo para decírselo? También era así.Aunque, por otro lado, mantenerme lejos era lo mejor. No tenía que involucrarme. No sería para
Caminé un par de cuadras hasta la estación del autobús.La gente me miraba con mala cara, juzgándome, por mi apariencia. Mi vestimenta no era para nada adecuada para un barrio tan fino como éste.Además, de que eran las nueve de la mañana.Una vez en mi destino, aguardé la llegada del bus.Los pies me dolían, porque los tacones eran sumamente incómodos. Y la mañana estaba bastante fresca.Pero sólo podía pensar en llegar a mi casa y descansar tranquila.
Después de pedirle la dirección exacta, el viaje transcurrió en silencio. No sabía si estaba molesta conmigo por querer traerla, pero no me importaba. No me arrepentía de hacerlo.Por suerte, fue bastante rápido, aunque muchas partes del camino seguían inundadas, por la tormenta de anoche.De vez en cuando, Olivia me miraba de reojo, y luego volvía a enfocar su vista a la ventana. Algunos suspiros se deslizaban de su boca con suavidad.Finalmente, llegamos a destino.-Gracias, Jeremy- murmuró. Su rostro se notaba cansado, y ella estaba decaída. Nun
POV JEREMYMe sentía tan aturdido...Nunca había vivido una situación así, tan cerca, tan tangible, tan cruda, pero tan esperanzadora.Cada vez, admiraba más a Olivia.Definitivamente, me había equivocado con ella, cuando la había conocido. La había juzgado pensando que era socia de aquellos mafiosos, o que vendía algún tipo de droga.De pronto, un sollozo me sacó de mis pensamientos.Esperé