Caminé un par de cuadras hasta la estación del autobús.
La gente me miraba con mala cara, juzgándome, por mi apariencia. Mi vestimenta no era para nada adecuada para un barrio tan fino como éste.
Además, de que eran las nueve de la mañana.
Una vez en mi destino, aguardé la llegada del bus.
Los pies me dolían, porque los tacones eran sumamente incómodos. Y la mañana estaba bastante fresca.
Pero sólo podía pensar en llegar a mi casa y descansar tranquila.
Después de pedirle la dirección exacta, el viaje transcurrió en silencio. No sabía si estaba molesta conmigo por querer traerla, pero no me importaba. No me arrepentía de hacerlo.Por suerte, fue bastante rápido, aunque muchas partes del camino seguían inundadas, por la tormenta de anoche.De vez en cuando, Olivia me miraba de reojo, y luego volvía a enfocar su vista a la ventana. Algunos suspiros se deslizaban de su boca con suavidad.Finalmente, llegamos a destino.-Gracias, Jeremy- murmuró. Su rostro se notaba cansado, y ella estaba decaída. Nun
POV JEREMYMe sentía tan aturdido...Nunca había vivido una situación así, tan cerca, tan tangible, tan cruda, pero tan esperanzadora.Cada vez, admiraba más a Olivia.Definitivamente, me había equivocado con ella, cuando la había conocido. La había juzgado pensando que era socia de aquellos mafiosos, o que vendía algún tipo de droga.De pronto, un sollozo me sacó de mis pensamientos.Esperé
POV JEREMYSilencio.Silencio fue lo único que, paradójicamente, se escuchaba en la habitación.Mierda si.Sabía que era demasiado loco lo que le acababa de proponer.Incluso, me había costado decirlo en voz alta, porque la última vez que había mencionado esas palabras, todo había ido de mal en peor.Pero la verdad, era que no lo había pensado bien. POV OLIVIASabía que todo esto era una locura, y que estaba mal. Pero por primera vez en la vida, alguien estaba dispuesto a ayudarme. Y no había que desaprovechar la oportunidad.El destino ya me había dejado muy en claro, que sóla no podía con todo.Era increíble. A veces uno deseaba algo pero la vida se empeñaba en demostrar que no era posible.Y joder que ya me había quedado muy claro.La noche llegó, tan pronto como nosotros a la casa de Jeremy.18
Pasé el resto de la mañana guardando mi ropa en el armario de una habitación, que estaba frente a la suya. Al ser la única vacía, imaginé que allí sería donde dormiría.Luego, me dispuse a limpiar su habitación. Nunca había entrado todavía...Abrí la puerta, y su perfume varonil invadió mis fosas nasales.El cuarto tenía algunas paredes azules y otras blancas. Su cama tenía sábanas blancas, un acolchado azul y varios almohadones, era la más grande que había visto en mi vida.También, había una ventana que daba al jardín interno, un armario blanco y un escrit
Ninguno de los dos habló. Permanecimos así, simplemente mirándonos fijamente. Y puedo asegurar, que el tiempo se había detenido.Aún sonaba de fondo esa canción suave, como una balada. Incluso parecía una escena de un libro de amor.El silencio seguía adueñándose de sus labios, así que, decidí romperlo.-Hice la cena...- murmuré. Él seguía callado, y por un momento, pensé que quizá la vajilla que había agarrado no era la correcta, o tal vez no le gustaba llegar y que yo esté en el sillón mirando la televisión... Pero ¡Ya había limpiado todo! ¿Qué más iba a hacer? POV OLIVIAOh, Dios.Este hombre iba a matarme.¿Qué había sido todo eso?Con su caricia sacudió todo mi interior. Sus grandes dedos, ásperos, lograron erizar cada pelo de mi brazo.Y esa mirada, parecía que me quemaba. Sentía fuego en mi cuerpo.En cuanto se volteó, relajé mi cuerpo, aún sin saber que estaba tenso. Ésta iba a ser una larga noche.21
- Mi madre se enfermó gravemente,ya te imaginas de qué... Y, en cuestión, de meses, ella se fue.- Continué, limpiando las lágrimas que caían por mis mejillas - Me quedé sola. Habían echado a mi mamá de su casa, cuando dijo que estaba embarazada. Así que, perdió todo tipo de contacto con su familia. Yo nunca los conocí. Tampoco me interesa, ellos jamás demostraron interés en querer verme, siquiera--Olivia...- murmuró mientras se ponía de pie y se acercaba a mi silla lentamente - Lamento tanto lo que tuviste que vivir- su gran mano se apoyo en la mía, dejando ver la increíble diferencia de tamaño entre una y otra.-¿Sabes? Lo último que le di