[XAVI]
No me reconozco, no puedo seguir pensando en ella, no después de haberla mirado de la manera tan descarada en la cual la hice durante toda la tarde. Dejo que el agua caliente de la ducha caiga sobre mi espalda mientras que su imagen vuelve a pasearse por mi mente y es que es demasiado bella, pero es una mujer prohibida para mí. 《Es la prometida de tu mejor amigo, Xavi, no puedes ni siquiera pensar en ella.》 Me grita mi subconsciente. Debo dejar de pensar en Sara, necesito quitarme su imagen de mi mente.
Termino de enjuagar mi cabello y una vez que lo hago, cierro el grifo y salgo de la ducha. Envuelvo una toalla en mi cintura y salgo a la habitación. Miro la hora en mi móvil y aun es temprano, a penas las diez de la noche. 《Espero que Vanesa no esté ocupada.》 Marco su número y después de un par de segundos ella me contesta.
—Guapo, ¿Qué haces llamándome un sábado? Creí que estarías ocupado. — Me saluda del otro lado de la línea.
—Te necesito. — Le respondo sin más explicaciones.
—¿Mal de amores? — Pregunta de esa manera que solo ella sabe hacerlo.
—No exactamente, pero necesito que esta mujer no se me meta en la cabeza. Te necesito está noche. — Le explico de la manera más honesta que puedo.
—No estoy en el bar, pero ya sabes dónde queda mi casa. — Me informa.
—Ya salgo para allá. — Sentencio y termino la llamada.
Vanesa es la única que me puede ayudar. Ella no va a juzgarme, si no por el contrario hará que mi mente se aleje completamente de Sara y de la manera que me ha molestado verla besándose con mi mejor amigo. 《Es imposible, a penas la conozco...》 Intento sacudir esos pensamientos de mi cabeza y termino de vestirme. Una vez que estoy listo busco mi auto y conduzco hasta la casa de Vanesa intentando no pensar en Sara.
[...]
—Vanesa, por favor... quítame a esta mujer de la cabeza. — Le suplico cuando abre la puerta de su piso y sin preámbulos me lanzo a su boca.
—¿Qué paso? ¿Te ha roto el corazón? — Indaga entre beso y beso mientras vamos caminando hasta su cuarto y las prendas van desapareciendo.
—Mucho peor, es la prometida de mi mejor amigo. — Confieso mientras caemos sobre la cama. —Bórrame su imagen por favor. — Le pido y la beso con más fuerza.
En medio de besos salvajes y caricias que deberían estar prohibidas, esta mujer hace lo que siempre ha sabido hacer conmigo, pero está vez no ha funcionado, si no que todo ha empeorado. No podía dejar de imaginarme que la mujer que estaba conmigo en esta cama era Sara. —Xavi, ¿Qué te pasa? — Me pregunta al ver que cubro mi rostro con mis manos.
—¡Que soy una m****a! ¡Eso me pasa! — Grito.
—No entiendo. — Comenta totalmente confundida.
—Vane, no pude dejar de pensar en ella ni estando contigo.— Le confieso.
—Xavi, desde que nos conocemos siempre te olvidabas de cualquier mujer estando conmigo. — Expresa entrecerrando sus ojos.
—Lo sé, pero no sé qué me pasa con ella, la deseo como jamás he deseado a otra mujer. Desde que la vi está mañana me volvió loco, estaba deseando estar en el lugar de Facundo y besarla como él lo estaba haciendo.
—¿Seguro que solo es deseo? —
—No puede ser otra cosa, a penas la he conocido hoy. —
—¿Y qué? —
—Que es imposible que sea algo más, no puede ser... en realidad ni siquiera debería estar pensando en ella de la manera que lo estoy haciendo. — Digo sin poder entender este desastre en mi mente.
—Hay corazón... ¿cuántas veces has venido a mí a buscar consuelo? — Habla
—Esto es diferente, no estoy buscando que me consueles. —
—¿Y que estás buscando? —
—Que me hagas dejar de pensar en ella... Que me hagas olvidarla... — Admito.
—Pero si me dices que ni cuando estábamos teniendo sexo has podido dejar de pensar en ella, no sé que pueda hacer. —
—Tengo que ir a Miami y ella estará allá. — Explico.
—¿Y? —
—Ven conmigo. — Le pido finalmente.
Ella me mira totalmente confundida. —No puedo Xavi, debo seguir trabajando. Ya sabes que estoy en esto porque mi padre está enfermo. — Me deja saber.
—Te pago la semana. — Insisto.
—No, lo siento. —
—Pero ¿por qué? — Pregunto sin entender.
—No te pueden ver con una mujer como yo. Además, creo que lo mejor será que afrontes lo que te pasa. Confúndete del todo con ella o no hagas nada.— Me dice seria.
—Vane, por favor... —
—No Xavi, lo siento. Si me voy contigo, no solo arriesgas tu carrera y reputación, si no que también puedo perder clientes importantes y necesito el dinero. —
—Tengo miedo de mi mismo si estoy solo con ella en Miami. — Le confieso en lo que es casi un susurro.
—Es hora de que afrontes tus miedos. — Me aconseja.
—Es la prometida de mi mejor amigo. —
—Es una mujer que aun no está casada. Xavi, se valiente y afronta las cosas. — Me dice como si nada.
La miro un poco confundido y la verdad es que no sé que pensar ya —¿Por qué no me quieres ayudar? —
—Porque nunca te he visto así de desesperado, algo especial sucede ahí y creo que debes averiguarlo. — Me responde y no puedo escucharla más... Sin mirarla me pongo de pie y comienzo a vestirme.
—Estás loca. — Digo frustrado.
—Puede ser. — Dice entre risas.
—No debí de haber venido está noche, estoy más confundido que cuando llegue. — Le confieso y camino hacia la salida.
—¡Por algo será! — La escucho gritarme.
《¿Esta mujer no entiende? Facundo es mi amigo, yo no puedo hacerle esto...》
[SARA]Una semana despuésMe habían dicho muchas cosas de Miami, pero creo que se han olvidado de decirme lo mucho que tocaba caminar en el aeropuerto. Además de las casi dos horas que he pasado en inmigración, ahora esto. Sigo el camino de las cintas caminadoras, hasta que finalmente al llegar al primer piso veo el cartel de transportación. Voy hacia el mostrador de la compañía de la cual he alquilado el auto y hago todo el papeleo necesario para que me entreguen el pequeño auto color blanco que me han designado.—¡Que calor! — Me quejo mientras subo mi equipaje en la cajuela del auto. —¿Cómo hace la gente para vivir aquí con esta humedad? —《Si... hablo sola, seguramente si alguien me ve dirá que estoy loca.》Me quito el liviano saco que llevaba puesto, cierro la cajuela, y subo al auto. Ingreso la dirección del hotel Faena en
[XAVI]Ocho de la noche, el reloj me sentencia a cumplir mi palabra e ir a golpear su puerta. Fue inevitable ser amable con ella, pero yo sé que la amabilidad de mi parte con una mujer como Sara, normalmente tiene un solo propósito; mejor dicho un solo interés 《¡Xavi, ya! 》Vuelve a gritarme mi subconsciente. Mi sentido común no es muy capaz de tomar decisiones ahora, no cuando no puedo olvidar su imagen, no cuando se supone que yo también la debí de conocer hace dos años atrás. 《¿Qué hubiese sucedido si la hubiera conocido en aquel momento? ¿Y si sus ojos ámbar se hubieran fijado en los míos? ¿Y si hubiese tenido algo conmigo y no con Facundo?》 Mi mente es un caos de preguntas que buscan obtener una respuesta, aunque supongo que ya es tarde para obtenerlas.Salgo de mi habitación después de poner perfume en mi cuello, y camino por el pasillo hasta su ha
[SARA]Escucho las palabras de Xavi, y me quedo paralizada. ¿Qué se supone que significa todo esto? ¿Acaso me está diciendo que si nos hubiéramos conocido hace dos años, él y yo estaríamos juntos? ¿Significa que le gusto?—¿Me vas a decir algo? — Pregunta al notar el gran silencio que se ha apoderado de este lugar.—Es que estoy muy confundida. — Logro responder, aunque me tiembla la voz.—Quizás pueda ayudarte a salir de esa confusión, ¿Alguna pregunta que quieras hacerme? — Pregunta de manera bastante irreverente y aquí estoy yo intentando adivinar que es lo que busca.Quiero decirle muchas cosas, pero nuestra conversación se ve interrumpida cuando el mesero viene a dejar el vino a la mesa. Lo observo servirnos el vino en las copas sin dejar de pensar en lo que está sucediendo aquí. Una vez que
[XAVI]《¡Estos labios!》 Exclama mi subconsciente mientras la beso. Saben a caramelo, ese sabor que me imagine una canción y que solo fue eso... producto de mi imaginación. Sujeto su cintura con fuerza pegando su cuerpo al mío, y es ahora cuando me doy cuenta de que esta mujer me gusta de verdad... Tanto que me asusta.Me dispongo a intensificar el beso, pero no sé como sucede que ella muerde mi labio bastante fuerte haciendo que deba detenerme y la suelte. —¡Eres un completo imbécil! — Me grita y como si sus palabras no fueran suficientes, me da una bofeteada que me deja claro que no está jugando. —¡Serás muy Xavi de la Fuente, pero yo soy la prometida de tu mejor amigo, entiéndelo! — Continua y sin darme una oportunidad para defenderme o explicarle algo, se marcha dejándome solo en esta playa.La observo alejarse de mí mientras mi cuerpo se desploma y
[SARA]Si hay algo que debo admitir, es que sus dedos fundiéndose en el piano generan magia. Las nuevas canciones que está presentando son increíbles; su música en sí, lo es. Lo escucho cantar, y yo no puedo evitar pensar en la manera que me ha besado anoche. Esto es una total locura; aun no me creo que me haya besado. Sé que está acostumbrado a tener cualquier mujer que él quiera, pero yo no puedo ser una de esas, yo soy la prometida de su mejor amigo. Sigo escuchándolo y cada vez que pronuncia una de sus mágicas frases, un nudo se forma en mi estomago. No sé si es la manera que lo canta, o que, pero su mirada se clava en la mía.《¿Qué te sucede Sara?》 Me pregunta mi subconsciente. Instintivamente llevo mi manos a mi estomago como intentando que se vaya esta sensación, pero es peor cuando lo escucho cantar otra frase de esas que llegan hondo. La i
[XAVI]—¡No, por favor no sigas! — Me exclama cuando mis dedos rozan sus labios con la clara intención de volver a besarla. Me quedo con mi mano en el aire cuando ella se pone de pie. —Lo siento, debo irme. — Me dice y nuevamente huye de mí.La observo caminar como lo he hecho antes y siento que estamos repitiendo esta escena una y otra vez. A pesar de que siento que esto ya no tiene sentido, me pongo de pie yo también y camino, pero esta vez no voy detrás de ella. Entro al hotel y tomo el elevador hasta el piso donde están nuestras habitaciones. Al llegar, voy a su puerta y golpeo. Me quedo unos minutos esperando, pero nadie responde. Supongo que no habrá llegado y me niego a moverme de aquí.[...]No sé cuánto tiempo ha transcurrido hasta que la veo salir del elevador, y su cara al verme es de absoluta sorpresa. —¡¿Qué haces aquí
[XAVI]El silencio en esta habitación es insostenible, tan solo son el sonido de nuestras reparaciones y suspiros los que irrumpen y yo no me atrevo ni siquiera a verla a la cara. Siento el movimiento de su cuerpo y al finalmente llevar mi mirada a ella la veo levantarse de la cama. Recoge su ropa del suelo y me mira —Cuando salga de la ducha espero que ya te hayas ido. — Sentencia.—¿Qué? — Pregunto totalmente sorprendido.—Xavi, que te vayas, y si eres un hombre, no le vayas a decir a Facundo de esto. — Me advierte.Me siento en el borde de la cama y la miro con mis ojos abiertos de par en par. —¿Te has escuchado? — Le cuestiono.—Sí, no le digas a Facundo. Solo eso te pido. — Repite.—¿Qué ha sido esto? — Me atrevo a preguntar.—No tengo la más puta idea y no me voy a poner a investigarlo. Yo tengo m
[SARA]Dos semanas despuésSigo dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Me siento la peor mujer del mundo, he puesto mil excusas para no estar con Facundo en estas semanas, pero es que no puedo... Miro al techo, vuelvo a voltearme, y así sigo hasta que no soporto más y me pongo de pie y sin encender la luz e intentando hacer el menor ruido posible busco el pantalón corto y la camiseta blanca que deje sobre la silla y me salgo de la habitación. Me visto rápidamente, busco mis llaves, mi móvil, y salgo de la casa.Nunca le he sido infiel a ningún novio que tuve y justamente tuve que serlo con el hombre con el que me casare en menos de un mes. No sé si pueda dejar las cosas, así como se lo dije en Miami a Xavi. No sé si mi conciencia me dejara quedarme callada. Camino por las calles en esta madrugada de verano y voy rumbo a la playa, el único sitio donde creo q