[SARA]
Una semana después
Me habían dicho muchas cosas de Miami, pero creo que se han olvidado de decirme lo mucho que tocaba caminar en el aeropuerto. Además de las casi dos horas que he pasado en inmigración, ahora esto. Sigo el camino de las cintas caminadoras, hasta que finalmente al llegar al primer piso veo el cartel de transportación. Voy hacia el mostrador de la compañía de la cual he alquilado el auto y hago todo el papeleo necesario para que me entreguen el pequeño auto color blanco que me han designado.
—¡Que calor! — Me quejo mientras subo mi equipaje en la cajuela del auto. —¿Cómo hace la gente para vivir aquí con esta humedad? —
《Si... hablo sola, seguramente si alguien me ve dirá que estoy loca.》
Me quito el liviano saco que llevaba puesto, cierro la cajuela, y subo al auto. Ingreso la dirección del hotel Faena en Miami Beach en el GPS y comienzo a conducir según me indica las instrucciones. Los paisajes son hermosos... puentes, el mar azul, palmeras, y un sol radiante. Claro que viviría aquí sin ningún problema, a pesar de que me queje de la humedad.
“Su destino esta a ochocientos metros.” Anuncia el GPS.
Observo el hotel y vaya que es lujoso 《No sé si yo pagaría por algo así, pero como lo paga la compañía, mucho no me importa.》 Pienso mientras conduzco al área de valet parking, y una vez que me detengo, un joven de cabello castaño y ojos del mismo color abre la puerta del auto y me ayuda a bajar de manera amable —Welcome. — Dice con una gran sonrisa.
—Thank you. — Respondo y tan solo espero que mis clases de ingles me sirvan para algo.
A pesar de tener que insistir que él podía hacerlo, tomo mi maleta y camino hacia la recepción del hotel. El exterior no es nada al lado de lo que es el lujoso interior de este lugar. Miro a mi alrededor como toda una tonta hasta que veo a un grupo de gente amontonada en el medio del lobby y no puedo dejar de preguntarme ¿Qué sucede allí?
Sigo caminando y me acerco al mostrador de registración y hago todos los tramites necesarios hasta que finalmente me entregan la tarjeta magnética para poder entrar a mi habitación, y me extraña que me dieran lo que ellos llaman un “upgrade” y que ahora mi habitación sea una suite en el ultimo piso de este lugar 《¿acaso la compañía ha hecho esto? Me lo hubieran dicho, ¿no?》Ignorando todas mis preguntas, voy hacia los elevadores y presiono el botón. Cuando las puertas se abren entro y presiono el botón para ir a mi piso. Las puertas están a punto de cerrarse cuando un brazo las intercede y hace que vuelvan a abrirse.
—Justo a tiempo. — Escucho decir y cuando levanto mi vista no puedo creer quien es. Se ve que viene de una reunión, ya que esta vestido con un pantalón negro y camiseta color gris. —¡¿Has llegado?! — Dice emocionado y no entiendo porque está así.
—Hola Xavi. — Digo con algo de nervios. —¿Qué tal? —
—Yo muy bien ¿y tú? — Me saluda amable.
—Cansada por el viaje, pero bien. — Me limito a responder al notar la manera que me está observando.
—Me lo imaginé, por eso me atreví a pedir que te dieran una suite en vez de una habitación normal. — Explica con su mirada clavada en la mía.
《¡¿Qué?! ¿Ha sido él? Pero ¿Por qué?》
—¿Has sido tú? — Le pregunto sin poder creerlo.
—Si, espero que no te moleste. Solo quiero que te sientas cómoda, considérate mi invitada especial. — Me dice con una media sonrisa de esas que salen en las revistas.
《Esto no es correcto...》
—Xavi, lo siento, pero no puedo aceptarlo. — Le dejo saber y supongo que lo mejor es que vaya a la recepción y cambie la habitación ya mimos.
—No, no me digas eso. Tómalo como una especie de trato especial por ser la prometida de mi mejor amigo. — Me dice serio.
—Es que no es correcto... ¿Qué va a pensar la gente? — Le digo intentando de que entre en razón.
—¿Qué importa lo que piense la gente? — Responde como si nada.
—A mi si... no quiero que piensen que tú y yo... — Digo y no me atrevo a terminar la frase.
—¿Tú y yo que? — Pregunta mientras se abren las puertas del elevador.
—Ya sabes Xavi... — Murmuro.
—Sara, es fácil, tú estás en esa habitación. — Dice señalando una puerta. —Y yo en aquella. — Continua y señala otra a dos puertas de distancia.
—¿Estamos en el mismo piso? Eso es peor. — Comento preocupada y al parecer esto le a causado gracia.
—No seas dramática. —Dice entre risas. —¿O es que me tienes miedo? — Pregunta serio esta vez.
—¿Yo? ¿Miedo a ti? No, nada que ver. — Respondo y no sé si estoy muy segura de mis palabras, pero al menos intento sonar como si lo estuviese.
—Que bueno, entonces no tendrás problemas en ir a cenar conmigo está noche, ¿no?. — Dice de la nada tomándome por absoluta sorpresa.
—Xavi... — Murmuro como queriéndole decir que no ha entendido nada.
—Golpeare tu puerta a las 8. — Informa y sin darme la oportunidad de responder da la media vuelta y camina hacia su habitación.
¿Por qué esta haciendo esto? Aunque creo que la pregunta principal es ¿Por qué no me gusta que lo haga? Mi mente es un caos y lo mejor que puedo hacer ahora es entrar a esa habitación, relajarme, y dejar de pensar tanto.
[XAVI]Ocho de la noche, el reloj me sentencia a cumplir mi palabra e ir a golpear su puerta. Fue inevitable ser amable con ella, pero yo sé que la amabilidad de mi parte con una mujer como Sara, normalmente tiene un solo propósito; mejor dicho un solo interés 《¡Xavi, ya! 》Vuelve a gritarme mi subconsciente. Mi sentido común no es muy capaz de tomar decisiones ahora, no cuando no puedo olvidar su imagen, no cuando se supone que yo también la debí de conocer hace dos años atrás. 《¿Qué hubiese sucedido si la hubiera conocido en aquel momento? ¿Y si sus ojos ámbar se hubieran fijado en los míos? ¿Y si hubiese tenido algo conmigo y no con Facundo?》 Mi mente es un caos de preguntas que buscan obtener una respuesta, aunque supongo que ya es tarde para obtenerlas.Salgo de mi habitación después de poner perfume en mi cuello, y camino por el pasillo hasta su ha
[SARA]Escucho las palabras de Xavi, y me quedo paralizada. ¿Qué se supone que significa todo esto? ¿Acaso me está diciendo que si nos hubiéramos conocido hace dos años, él y yo estaríamos juntos? ¿Significa que le gusto?—¿Me vas a decir algo? — Pregunta al notar el gran silencio que se ha apoderado de este lugar.—Es que estoy muy confundida. — Logro responder, aunque me tiembla la voz.—Quizás pueda ayudarte a salir de esa confusión, ¿Alguna pregunta que quieras hacerme? — Pregunta de manera bastante irreverente y aquí estoy yo intentando adivinar que es lo que busca.Quiero decirle muchas cosas, pero nuestra conversación se ve interrumpida cuando el mesero viene a dejar el vino a la mesa. Lo observo servirnos el vino en las copas sin dejar de pensar en lo que está sucediendo aquí. Una vez que
[XAVI]《¡Estos labios!》 Exclama mi subconsciente mientras la beso. Saben a caramelo, ese sabor que me imagine una canción y que solo fue eso... producto de mi imaginación. Sujeto su cintura con fuerza pegando su cuerpo al mío, y es ahora cuando me doy cuenta de que esta mujer me gusta de verdad... Tanto que me asusta.Me dispongo a intensificar el beso, pero no sé como sucede que ella muerde mi labio bastante fuerte haciendo que deba detenerme y la suelte. —¡Eres un completo imbécil! — Me grita y como si sus palabras no fueran suficientes, me da una bofeteada que me deja claro que no está jugando. —¡Serás muy Xavi de la Fuente, pero yo soy la prometida de tu mejor amigo, entiéndelo! — Continua y sin darme una oportunidad para defenderme o explicarle algo, se marcha dejándome solo en esta playa.La observo alejarse de mí mientras mi cuerpo se desploma y
[SARA]Si hay algo que debo admitir, es que sus dedos fundiéndose en el piano generan magia. Las nuevas canciones que está presentando son increíbles; su música en sí, lo es. Lo escucho cantar, y yo no puedo evitar pensar en la manera que me ha besado anoche. Esto es una total locura; aun no me creo que me haya besado. Sé que está acostumbrado a tener cualquier mujer que él quiera, pero yo no puedo ser una de esas, yo soy la prometida de su mejor amigo. Sigo escuchándolo y cada vez que pronuncia una de sus mágicas frases, un nudo se forma en mi estomago. No sé si es la manera que lo canta, o que, pero su mirada se clava en la mía.《¿Qué te sucede Sara?》 Me pregunta mi subconsciente. Instintivamente llevo mi manos a mi estomago como intentando que se vaya esta sensación, pero es peor cuando lo escucho cantar otra frase de esas que llegan hondo. La i
[XAVI]—¡No, por favor no sigas! — Me exclama cuando mis dedos rozan sus labios con la clara intención de volver a besarla. Me quedo con mi mano en el aire cuando ella se pone de pie. —Lo siento, debo irme. — Me dice y nuevamente huye de mí.La observo caminar como lo he hecho antes y siento que estamos repitiendo esta escena una y otra vez. A pesar de que siento que esto ya no tiene sentido, me pongo de pie yo también y camino, pero esta vez no voy detrás de ella. Entro al hotel y tomo el elevador hasta el piso donde están nuestras habitaciones. Al llegar, voy a su puerta y golpeo. Me quedo unos minutos esperando, pero nadie responde. Supongo que no habrá llegado y me niego a moverme de aquí.[...]No sé cuánto tiempo ha transcurrido hasta que la veo salir del elevador, y su cara al verme es de absoluta sorpresa. —¡¿Qué haces aquí
[XAVI]El silencio en esta habitación es insostenible, tan solo son el sonido de nuestras reparaciones y suspiros los que irrumpen y yo no me atrevo ni siquiera a verla a la cara. Siento el movimiento de su cuerpo y al finalmente llevar mi mirada a ella la veo levantarse de la cama. Recoge su ropa del suelo y me mira —Cuando salga de la ducha espero que ya te hayas ido. — Sentencia.—¿Qué? — Pregunto totalmente sorprendido.—Xavi, que te vayas, y si eres un hombre, no le vayas a decir a Facundo de esto. — Me advierte.Me siento en el borde de la cama y la miro con mis ojos abiertos de par en par. —¿Te has escuchado? — Le cuestiono.—Sí, no le digas a Facundo. Solo eso te pido. — Repite.—¿Qué ha sido esto? — Me atrevo a preguntar.—No tengo la más puta idea y no me voy a poner a investigarlo. Yo tengo m
[SARA]Dos semanas despuésSigo dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Me siento la peor mujer del mundo, he puesto mil excusas para no estar con Facundo en estas semanas, pero es que no puedo... Miro al techo, vuelvo a voltearme, y así sigo hasta que no soporto más y me pongo de pie y sin encender la luz e intentando hacer el menor ruido posible busco el pantalón corto y la camiseta blanca que deje sobre la silla y me salgo de la habitación. Me visto rápidamente, busco mis llaves, mi móvil, y salgo de la casa.Nunca le he sido infiel a ningún novio que tuve y justamente tuve que serlo con el hombre con el que me casare en menos de un mes. No sé si pueda dejar las cosas, así como se lo dije en Miami a Xavi. No sé si mi conciencia me dejara quedarme callada. Camino por las calles en esta madrugada de verano y voy rumbo a la playa, el único sitio donde creo q
[XAVI]Aquella noche después de nuestro encuentro en la playa, la lleve a su casa donde vive con mi mejor amigo y me despedí de ella. En ese mismo instante sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos, sabía que no debía enamorarme de ella y lo hice como todo un imbécil. Hui como un cobarde al día siguiente no porque debiera viajar como se lo dije a ella, si no porque no podía estar en la misma ciudad que ella mientras no estuviera casada. Tenía pánico de lo que sería capaz de hacer si me quedaba…Mañana es su boda, y mi regreso a Málaga es solo porque le prometí a Facundo que estaría allí. Lo que él no se imagina es que desde el día que la vi en su casa quedé hechizado por ella. Lo sucedido en Miami, fue tan solo lo que me hizo comprender lo que realmente sucedía en mi interior y no un simple acto f&iac