[SARA]
—Es que soy yo. — Me dice y yo me quedo atónita. 《¿Xavi de la Fuente? ¿Él es el artista del show case? ¿El mismo que está en mi casa? ¿El mejor amigo de mi hermano y de mi prometido?》 Creo que me estoy volviendo loca, o quizás todo esto es una cámara oculta para hacerme una buena broma.
—Vaya coincidencia... — Es lo único que logro decir en este momento.
—Bueno amigo, entonces te pediré que cuides a mi muñeca. — Le pide Facundo mientras me toma por la cintura y besa mi mejilla.
《No le puede estar pidiendo eso...》
—Amor, por favor. Como le vas a pedir eso a Xavi… yo voy a cubrir su evento, no a que él me cuide. — Explico con muchísima vergüenza.
—No te preocupes Sara, no me costara nada asegurarme de que estés bien. — Me dice de manera amable y no sé porque me siento tan incómoda con esta situación.
—Vale, gracias, aunque no es necesario. — Insisto.
—Claro que es necesario hermanita. — Intercede Rodrigo. —Es la primera vez que viajas a Miami. — Expresa y ahora sí que estoy deseando que se abra la tierra y me trague.
—¿Saben qué? Yo los dejare aquí conversando de cómo es que me van a cuidar entre los tres como si yo fuese una niña pequeña, y mientras iré a la piscina. Romina, ¿quieres venir? — Anuncio y me doy media vuelta. No puedo creer que estén complotándose de esta manera, ¿pero que creen? Ya no tengo diez años, creo que ni Facundo, ni mi hermano comprenden que ya tengo 27 años y que no pueden pedirle a Xavi que me cuide... que rabia...
Me quito el pantalón corto que llevo puesto y sin muchas vueltas me lanzo al agua. Nado y nado, intentando que se me quite este enojo, pero sé que será complicado. No quiero ni mirarlos... Me apoyo sobre la pared de la piscina dándoles la espalda y me quedo mirando a la nada mientras que pienso en lo sucedido. Sé que por mi nuevo trabajo me tocara viajar bastante y no quiero ni imaginarme lo que me espera entre los ahora mis dos guardaespaldas —No te enfades con ellos. — Me sorprende una voz ronca desde atrás.
Volteo rápidamente para verlo y sin darme cuenta estaba más cerca de lo que yo creía. La vista de su boca a milímetros de la mía me impacta, y ni mencionare su torso... lo había visto en fotos y si, es guapísimo, pero, así de cerca... es demasiado. —No puedo no enfadarme. — Respondo dando un paso hacia atrás al notar la cercanía bastante incómoda que hay entre ambos.
—Solo quieren cuidarte. — Explica mientras se sienta en el borde de la piscina y mete sus pies al agua.
—No Xavi, no es correcto lo que han hecho. — Replico mientras acomodo mi cabello.
Una tímida sonrisa se dibuja en su rostro —Sara, si tú fueras mi prometida, yo haría lo mismo que hace Facundo. —
—Eso es de machistas. — Le digo seria.
—¡No, no es machismo! Simplemente te quiere cuidar, te ama muchísimo. — Se defiende intentando convencerme.
—Tú no sabes... —
—Sí que sé, él me ha contado muchas cosas de ustedes dos. — Confiesa sonriente.
《¿Facundo ha hablado de mi con él?》
—¡¿Qué tanto te ha contado?! — Pregunto algo preocupada.
Al parecer mi reacción le ha causado gracia, porque se está riendo solo. —No te preocupes, nada grave. Solo me ha contado los mil motivos por los cuales se ha enamorado de ti. — Explica.
—Mmmm... eso es bastante. — Digo está vez riéndome.
—Puede ser, yo creía que exageraba. — Señala mirándome de una manera algo extraña.
《¿Por qué me siento tan incómoda?》
—Seguramente lo ha hecho. — Respondo.
—No, no la hecho. — Sentencia y luego se mete al agua.
《¿Qué ha dicho?》 Creo que tengo serios problemas de concentración, pero como no hacerlo... tengo al mismísimo Xavi de la Fuente metido en la piscina de mi casa. 《Deberé acostumbrarme a esto, después de todo estará aquí bastante seguido.》 Pienso y una extraña sensación invade mi ser.
A los pocos minutos mi prometido se mete a la piscina junto a nosotros y lo primero que hace es nadar hacia mí para abrazarme —Lo siento mi amor, no quería que te enfadaras. — Me susurra al oído.
—Lo sé, pero entiende que viví muchos años sola en Barcelona y que no necesito que me mandes a un niñero. — Le explico.
—Ya sé, pero es que no quiero que nada te suceda. Tú eres mi todo. — Expresa mirándome fijamente y luego me besa.
—Vale, te perdono... — Le digo colocando mis brazos por encima de sus hombros. Lo abrazo fuertemente y cuando estoy haciéndolo, noto que Xavi nos está observando detenidamente.
《¿Qué le sucede? Es bastante incomodo...》
—¡Me han dejado aquí con la parrillada! — Grita mi hermano interrumpiendo este tenso momento y haciéndonos reír.
—¡Ya te ayudo! — Exclama Xavi y sale de la piscina.
—¿Te encuentras bien cariño? — Me pregunta Facundo interrumpiendo mis pensamientos.
—Eh... si... iré a preparas las ensaladas. — Me invento y salgo de la piscina. Necesito alejarme de aquí un instante, no entiendo bien de que va todo esto, pero no me gusta nada.
[XAVI]No me reconozco, no puedo seguir pensando en ella, no después de haberla mirado de la manera tan descarada en la cual la hice durante toda la tarde. Dejo que el agua caliente de la ducha caiga sobre mi espalda mientras que su imagen vuelve a pasearse por mi mente y es que es demasiado bella, pero es una mujer prohibida para mí. 《Es la prometida de tu mejor amigo, Xavi, no puedes ni siquiera pensar en ella.》 Me grita mi subconsciente. Debo dejar de pensar en Sara, necesito quitarme su imagen de mi mente.Termino de enjuagar mi cabello y una vez que lo hago, cierro el grifo y salgo de la ducha. Envuelvo una toalla en mi cintura y salgo a la habitación. Miro la hora en mi móvil y aun es temprano, a penas las diez de la noche. 《Espero que Vanesa no esté ocupada.》 Marco su número y después de un par de segundos ella me contesta.—Guapo, ¿Qué haces llamándome un sáb
[SARA]Una semana despuésMe habían dicho muchas cosas de Miami, pero creo que se han olvidado de decirme lo mucho que tocaba caminar en el aeropuerto. Además de las casi dos horas que he pasado en inmigración, ahora esto. Sigo el camino de las cintas caminadoras, hasta que finalmente al llegar al primer piso veo el cartel de transportación. Voy hacia el mostrador de la compañía de la cual he alquilado el auto y hago todo el papeleo necesario para que me entreguen el pequeño auto color blanco que me han designado.—¡Que calor! — Me quejo mientras subo mi equipaje en la cajuela del auto. —¿Cómo hace la gente para vivir aquí con esta humedad? —《Si... hablo sola, seguramente si alguien me ve dirá que estoy loca.》Me quito el liviano saco que llevaba puesto, cierro la cajuela, y subo al auto. Ingreso la dirección del hotel Faena en
[XAVI]Ocho de la noche, el reloj me sentencia a cumplir mi palabra e ir a golpear su puerta. Fue inevitable ser amable con ella, pero yo sé que la amabilidad de mi parte con una mujer como Sara, normalmente tiene un solo propósito; mejor dicho un solo interés 《¡Xavi, ya! 》Vuelve a gritarme mi subconsciente. Mi sentido común no es muy capaz de tomar decisiones ahora, no cuando no puedo olvidar su imagen, no cuando se supone que yo también la debí de conocer hace dos años atrás. 《¿Qué hubiese sucedido si la hubiera conocido en aquel momento? ¿Y si sus ojos ámbar se hubieran fijado en los míos? ¿Y si hubiese tenido algo conmigo y no con Facundo?》 Mi mente es un caos de preguntas que buscan obtener una respuesta, aunque supongo que ya es tarde para obtenerlas.Salgo de mi habitación después de poner perfume en mi cuello, y camino por el pasillo hasta su ha
[SARA]Escucho las palabras de Xavi, y me quedo paralizada. ¿Qué se supone que significa todo esto? ¿Acaso me está diciendo que si nos hubiéramos conocido hace dos años, él y yo estaríamos juntos? ¿Significa que le gusto?—¿Me vas a decir algo? — Pregunta al notar el gran silencio que se ha apoderado de este lugar.—Es que estoy muy confundida. — Logro responder, aunque me tiembla la voz.—Quizás pueda ayudarte a salir de esa confusión, ¿Alguna pregunta que quieras hacerme? — Pregunta de manera bastante irreverente y aquí estoy yo intentando adivinar que es lo que busca.Quiero decirle muchas cosas, pero nuestra conversación se ve interrumpida cuando el mesero viene a dejar el vino a la mesa. Lo observo servirnos el vino en las copas sin dejar de pensar en lo que está sucediendo aquí. Una vez que
[XAVI]《¡Estos labios!》 Exclama mi subconsciente mientras la beso. Saben a caramelo, ese sabor que me imagine una canción y que solo fue eso... producto de mi imaginación. Sujeto su cintura con fuerza pegando su cuerpo al mío, y es ahora cuando me doy cuenta de que esta mujer me gusta de verdad... Tanto que me asusta.Me dispongo a intensificar el beso, pero no sé como sucede que ella muerde mi labio bastante fuerte haciendo que deba detenerme y la suelte. —¡Eres un completo imbécil! — Me grita y como si sus palabras no fueran suficientes, me da una bofeteada que me deja claro que no está jugando. —¡Serás muy Xavi de la Fuente, pero yo soy la prometida de tu mejor amigo, entiéndelo! — Continua y sin darme una oportunidad para defenderme o explicarle algo, se marcha dejándome solo en esta playa.La observo alejarse de mí mientras mi cuerpo se desploma y
[SARA]Si hay algo que debo admitir, es que sus dedos fundiéndose en el piano generan magia. Las nuevas canciones que está presentando son increíbles; su música en sí, lo es. Lo escucho cantar, y yo no puedo evitar pensar en la manera que me ha besado anoche. Esto es una total locura; aun no me creo que me haya besado. Sé que está acostumbrado a tener cualquier mujer que él quiera, pero yo no puedo ser una de esas, yo soy la prometida de su mejor amigo. Sigo escuchándolo y cada vez que pronuncia una de sus mágicas frases, un nudo se forma en mi estomago. No sé si es la manera que lo canta, o que, pero su mirada se clava en la mía.《¿Qué te sucede Sara?》 Me pregunta mi subconsciente. Instintivamente llevo mi manos a mi estomago como intentando que se vaya esta sensación, pero es peor cuando lo escucho cantar otra frase de esas que llegan hondo. La i
[XAVI]—¡No, por favor no sigas! — Me exclama cuando mis dedos rozan sus labios con la clara intención de volver a besarla. Me quedo con mi mano en el aire cuando ella se pone de pie. —Lo siento, debo irme. — Me dice y nuevamente huye de mí.La observo caminar como lo he hecho antes y siento que estamos repitiendo esta escena una y otra vez. A pesar de que siento que esto ya no tiene sentido, me pongo de pie yo también y camino, pero esta vez no voy detrás de ella. Entro al hotel y tomo el elevador hasta el piso donde están nuestras habitaciones. Al llegar, voy a su puerta y golpeo. Me quedo unos minutos esperando, pero nadie responde. Supongo que no habrá llegado y me niego a moverme de aquí.[...]No sé cuánto tiempo ha transcurrido hasta que la veo salir del elevador, y su cara al verme es de absoluta sorpresa. —¡¿Qué haces aquí
[XAVI]El silencio en esta habitación es insostenible, tan solo son el sonido de nuestras reparaciones y suspiros los que irrumpen y yo no me atrevo ni siquiera a verla a la cara. Siento el movimiento de su cuerpo y al finalmente llevar mi mirada a ella la veo levantarse de la cama. Recoge su ropa del suelo y me mira —Cuando salga de la ducha espero que ya te hayas ido. — Sentencia.—¿Qué? — Pregunto totalmente sorprendido.—Xavi, que te vayas, y si eres un hombre, no le vayas a decir a Facundo de esto. — Me advierte.Me siento en el borde de la cama y la miro con mis ojos abiertos de par en par. —¿Te has escuchado? — Le cuestiono.—Sí, no le digas a Facundo. Solo eso te pido. — Repite.—¿Qué ha sido esto? — Me atrevo a preguntar.—No tengo la más puta idea y no me voy a poner a investigarlo. Yo tengo m