Estábamos a un día de la boda, mis nervios se encontraba alterados ya que no podía dejar de pensar en ese encuentro que tuve con Apolo aquella tarde, impactó tanto en mi sus palabras que aveces termino llorando porque algo dentro de mí me gritaba que no me casara con Strong, incluso hubieron ocasiones en las que mi prometido me ha encontrado llorando a solas y lo justificó a causa de mis hormonas alteradas por el embarazo, el me cree ya que no tuve el valor de decirle que fui secuestrada por el hombre que amo. Después de la boda, nos iríamos de viaje por un mes para celebrar nuestra luna de miel y eso me ponía a un más nerviosa, pero es lo que yo hacendado y no hay vuelta atrás, él también se va casar, lo vi publicado en la revista más vendida de la ciudad. —¿Nerviosa?. —strong me abraza por detrás. —Supongo que si, ya que había soñado con este momento. Aunque no de la forma que esperaba.. Se ríe mientras me besa en mi mejilla derecha. —A veces son sorpresas de la vida.
—Te ves preocupada vale, ¿pasó algo?—Tengo que irme. —respondió Valeria a su compañera de trabajo mientras toma sus cosas apresuradamente. —Dile al señor Huston que los documentos de su cliente nuevo se los envié a su correo.Valeria no podía dejar de pensar en la forma de como debía decirle a su prometido que su vida se estaba acabando y que para poder salvarse necesitaba de una operación que jamás podría pagar, resignada a la muerte decidió ir al departamento de su novio y decirle la devastadora noticia.—James… estoy muriendo…. —Valeria espera que las puertas del ascensor se abran mientras murmura sin parar las palabras que le dirá a su prometido. —¡James!... —Valeria frunce el ceño al ver velas en la meza y la camisa de su prometido tirada en el suelo. —¿Y esto?Al ver un so
—Una chica tan hermosa no debería estar sola.Una voz masculina la hace reaccionar, ladea una sonrisa antes de darle un sorbo a su Martini, intenta fingir que no le interesa mantener una conversación con él ya que siempre la ha funcionado para ligar con tipos que solo buscan sexo—Bueno, no cualquiera puede con una chica de mi clase. —sonríe descocada.—Eso tal vez no aplique conmigo. —se sorprende de la seguridad del tipo —Porque no hay ninguna mujer… que no haya regresado a mí, buscando más de lo que le di.—¿Así? Y ¿Qué te hace creer que pasará eso conmigo? Porque hasta ahora, solo he visto tu tonto intento seducción que me parece patético.—¿Y crees que estaba seduciéndote?—Sabes la respuesta. —los ojos oscuros de aquel hombre logran penetrar la seguridad de Valeria y
<APOLO>Hoy se supone que sería el perfecto, el día en que tomaría a la mujer perfecta como esposa y me daría los hijos con la genética ideal, pero en cambio, me encontraba fuera de control porque en el momento en que levante el velo fue como si un volcán hiciera erupción.Mis padres eran los responsables de que mi prometida, la mujer que amo llegara a la iglesia, y ahora que los buscaba por toda nuestra casa, me encuentro con una nota de mi padre diciendo que me deseaba lo mejor.Ahora, me encuentro sentado, intentando controlar toda mi ira y mi rabia mientras intento localizar a mi prometida, pero por más que le marco a su celular, a su WhatsApp y dejo un sin de mensajes, ella no me responde. No me importa lo que haya pasado, no acepto este estúpido matrimonio que no tiene sentido.—Por favor señorita… no insista….—¡Quítate de mi ca
No iba a dejar que me intimidara. Ahora soy su esposa, <Eso creo> y debo tomar la mejor decisión para este bebe, aunque su padre sea un completo imbécil, he decido quedarme aquí mientras busco la forma de decirle que va ser padre gracias al estúpido condón roto o vencido que usó la noche en que me embarazó.Será difícil buscar alguna forma en que llevemos la fiesta en paz ya que definitivamente el me odia porque usurpé el lugar de esa mujer que tanto cree perfecta, creo que la vi por la ventana. No entiendo porque dice que es perfecta si la vi como una mujer común y corriente, nada fuera de lo normal<supongo que eso pasa cuando estas enamorada>Debo decir que, si en verdad está enamorado, es lógico que me odie y la siga buscando pese a todo. Pero, hay algo que me incomoda y es que cuando los vi semi desnudos, me hervía la sangre del coraje, no entiendo
Estaba asustada porque aún no había noticias de Apolo. < ¿Y si lo maté? > mi mente me tortura constantemente desde que se lo llevaron.—Todo va a estar señora.El mismo hombre con el que converse antes de que esto sucediera, fue quien me ayudo a trasladarlo hasta el hospital de la ciudad, pedí, no, más bien supliqué a los médicos que no dijeran nada sobre esto porque obviamente seria algo bochornoso para ambos, el es muy popular y mas entre las mujeres, y si esto sale a la luz, si dieran cuenta, el me va odiar mas y yo seré acosada por locas obsesionadas por Apolo.Mi paranoia era tan grande que ya comenzaba a ver que la policía entraba para llevarme detenida por haberlo golpeado. <si es que no lo maté. ¿y si fue así? No puede ser… me darán cadena perpetua por asesinar a un hombre importante>.
No puedo creer que me dejé llevar por sus provocaciones, en un segundo en el que no pensé antes de responder dije lo que el quería oír, ahora, debo acompañarlo a su trabajo y eso no es de mi agrado ya que industria Wolff tiene alianza con mi jefe anterior ya que es su proveedor principal.En el camino nadie dijo una sola palabra, fue demasiado incómodo en verdad porque cada vez que lo veía de reojo, podía ver en sus ojos el disgusto que le da mi compañía, yo planeaba irme en un Uber pero el dijo que ya todos sus empleados sabían de mi por lo que es ridículo que llegara sin mi.Aún no entiendo la importancia de mi presencia, él es el jefe, no yo. ¿Porqué tengo que acompañarlo? Siento que es solo una excusa pero no sé porqué.—¿No iríamos a trabajar? —dije confundida al ver una tienda de ropa. —¿
No puedo creer que sea tan estúpido como para hacer esto en un lugar donde cualquiera puede encontrarlos fácilmente.—Ay ya va comenzar con su drama esta.—¿Disculpa, esta?. —elevo una ceja cabreada. —Será mejor que cuides tu boca lagartija, porque tal vez a ti no te enseñaron a defenderte, pero a mí sí, y si se me da la gana, te puedo dejar cicatrices muy horribles, en ese “perfecto rostro”—Ya basta —Apolo me empujo haciendo que tropezara y cuando creí que caería al suelo, unos brazos me sostienen justo a tiempo. Al inclinar mi cabeza observo a un sujeto muy apuesto con un traje elegante. —¿Qué haces aquí Mauricio?.—¿Se encuentra bien señora Wolff?. —el observa a Apolo molesto —¿Qué haces tratando así a tu esposa?. ¿Crees que a mi tía le agradar&iacut