No iba a dejar que me intimidara. Ahora soy su esposa, <Eso creo> y debo tomar la mejor decisión para este bebe, aunque su padre sea un completo imbécil, he decido quedarme aquí mientras busco la forma de decirle que va ser padre gracias al estúpido condón roto o vencido que usó la noche en que me embarazó.
Será difícil buscar alguna forma en que llevemos la fiesta en paz ya que definitivamente el me odia porque usurpé el lugar de esa mujer que tanto cree perfecta, creo que la vi por la ventana. No entiendo porque dice que es perfecta si la vi como una mujer común y corriente, nada fuera de lo normal
<supongo que eso pasa cuando estas enamorada>
Debo decir que, si en verdad está enamorado, es lógico que me odie y la siga buscando pese a todo. Pero, hay algo que me incomoda y es que cuando los vi semi desnudos, me hervía la sangre del coraje, no entiendo porque me sentí así, si es cierto que pasamos una noche salvajemente excitante ya que me llevó al cielo dos veces en una noche, algo que ni mi ex prometido logro, ni siquiera una vez.
Fue una experiencia inolvidable, pero no para decir que comenzara a amarlo. La casa por no llamarlo castillo por lo inmenso que es, estaba en total silencio, tanto que me sentí incomoda y mas después de cruzar miradas desafiantes con él en nuestra segunda discusión marital, obviamente no me iba a quedar porque, así como esta nuestra situación y su estado de ánimo, puede ser capaz de querer sacarme a patadas de su casa por lo que decido irme por mis propios pies.
—¿Señorita, a donde va? —Me detengo cuando un hombre se cruza en mi camino al salir. El sonríe con naturalidad, se ve joven no mayor que el patán que ahora es mi marido. —Debería regresar adentro porque se avecina una tormenta.
—Esta no es mi casa, es la suya y no soy bienvenida por lo visto.
—Pero ahora es la señora de la casa y su deber es estar al lado de su esposo.
Ciertamente tiene razón y mas si llevo dentro de mi a su primer hijo, si fuera una zorra que fuera por su fortuna, le diría sobre este hijo para extorsionarlo, haría más fácil mi vida y no tendría que trabajar, pero, como mi abuelo no me educó como una cazafortunas, seguiré guardando silencio hasta que llegue el momento de sacarlo a la luz
—Después volveré. —ladeo una sonrisa al ver hacia la ventana de su oficina. —Dile al señor que…
—¿Qué me diga que? —parpadeo al ver hacia la entrada de su casa. ¿Cómo llegó tan rápido? —¿A dónde crees que vas a estas horas?
—No tengo porque darte explicaciones de lo que haga, además, ¿no se supone que me odias?
—Como no tienes idea. —responde tajante —Pero ahora llevas nuestro apellido y ahí personas que no vieron tu cara por lo que no me voy a arriesgar a que ciertas personas descubran que mi matrimonio no fue con la chica que amo.
Ruedo mis ojos porque vuelve con lo mismo.
—Me da igual, lo único que quiero es alejarme de ti aunque sea por una noche…
—Ven acá.
—¡Oye no… Suéltame!
Apolo me lleva a arrastras de regreso a la casa y no me podía liberar de su agarre porque su fuerza triplica la mía. Frunciendo el ceño observa mi mano que se aferra al barandal del inicio de las escaleras y soltando un grito cuando de golpe me carga como un saco sobre sus hombros hasta tirarme sobre una cama, sin darme tiempo de observar a mi alrededor me levanto al pensar que quiere tomarme por la fuerza.
—¿Le tienes miedo a tu esposo? —su tono irónico me cabrea porque esta demostrando que es capaz de cualquier cosa para que decida largarme. Trago grueso mientras con mis nervios a mil observo que se quita la camiseta que tenia puesta. —Quieras o no tendrás que cumplirme como esposa, entre tus funciones, el sexo.
—¡Ni muerta tendré sexo contigo! —tomé desesperada una de las lamparas que ilumina la habitación para defenderme. —Primero te rompo la cabeza antes de que lo intentes. —retrocedo intentando persuadirlo. —¿Me odias tanto que eres capaz de violar a una mujer?
—¿Violar? —se burla como si hubiera dicho una ridiculez —¿Porque sería violación si eres mi esposa? Desde el momento en que firmaste, aceptaste todos los deberes que eran de Luzbel, y si crees que alguien va venir para salvarte, —ladeó una sonrisa torcida que me dio escalofríos. —Déjame decirte que nadie que estas muy equivocada.
—Yo no necesito que nadie me salve. —retrocede cada vez que el se acerca a mi. —Y si crees que con esto te voy temer. El que esta equivocado eres tú.
—Sera mejor que lo hagas fácil, ¿por las buenas? O ¿por las malas?. —intento escapar y la única oportunidad que tengo, es, huir al baño y encerrarme. Suelto un grito del susto cuando lo tengo frente a mi sosteniendo mi brazo con fuerza tanto que comenzó a lastimarme. —Te dije que te ibas a arrepentir de tu decisión. Ahora me vas a cumplir como mujer y como no quieres por las buenas, será por las malas entonces.
—¡No!
Comenzamos a forcejear, pero como es demasiado grande y fuerte logra llevarme y tumbarme sobre su cama, comenzando a asustarme, pataleo con mis pies para golpearlo, pero sus piernas me aprisionan, sonríe victorioso mientras se burla de mi
—Con lo que me tengo que conformar por ahora.
El miedo que comencé a sentir se transformó en ira por el filo de sus palabras que me dicen que soy poca cosa para el. Como una bestia me arranca la blusa y cuando libera una de mis manos lo golpeo en la cara e intento quitármelo de encima
—¡Suéltame desgraciado!
—¡Quédate quita…
Fuera de control y sin muchas opciones estiré mi brazo y al sentir que había algo cerca lo tomé del cable y lo estrellé contra su cabeza y apolo cae a un lado de mi cuerpo, así que de inmediato me levanté y me alejé de el, en un rincón lo observo, pero no se mueve, enciendo la luz para saber con qué lo había golpeado.
—¿A-Apolo?...
Me acerco a la cama ya que no creía que le hubiera dado con fuerza.
—Hay m****a…. —mi rostro palidece al ver que había sangre sobre la cama. —No puede ser… lo maté.
Estaba asustada porque aún no había noticias de Apolo. < ¿Y si lo maté? > mi mente me tortura constantemente desde que se lo llevaron.—Todo va a estar señora.El mismo hombre con el que converse antes de que esto sucediera, fue quien me ayudo a trasladarlo hasta el hospital de la ciudad, pedí, no, más bien supliqué a los médicos que no dijeran nada sobre esto porque obviamente seria algo bochornoso para ambos, el es muy popular y mas entre las mujeres, y si esto sale a la luz, si dieran cuenta, el me va odiar mas y yo seré acosada por locas obsesionadas por Apolo.Mi paranoia era tan grande que ya comenzaba a ver que la policía entraba para llevarme detenida por haberlo golpeado. <si es que no lo maté. ¿y si fue así? No puede ser… me darán cadena perpetua por asesinar a un hombre importante>.
No puedo creer que me dejé llevar por sus provocaciones, en un segundo en el que no pensé antes de responder dije lo que el quería oír, ahora, debo acompañarlo a su trabajo y eso no es de mi agrado ya que industria Wolff tiene alianza con mi jefe anterior ya que es su proveedor principal.En el camino nadie dijo una sola palabra, fue demasiado incómodo en verdad porque cada vez que lo veía de reojo, podía ver en sus ojos el disgusto que le da mi compañía, yo planeaba irme en un Uber pero el dijo que ya todos sus empleados sabían de mi por lo que es ridículo que llegara sin mi.Aún no entiendo la importancia de mi presencia, él es el jefe, no yo. ¿Porqué tengo que acompañarlo? Siento que es solo una excusa pero no sé porqué.—¿No iríamos a trabajar? —dije confundida al ver una tienda de ropa. —¿
No puedo creer que sea tan estúpido como para hacer esto en un lugar donde cualquiera puede encontrarlos fácilmente.—Ay ya va comenzar con su drama esta.—¿Disculpa, esta?. —elevo una ceja cabreada. —Será mejor que cuides tu boca lagartija, porque tal vez a ti no te enseñaron a defenderte, pero a mí sí, y si se me da la gana, te puedo dejar cicatrices muy horribles, en ese “perfecto rostro”—Ya basta —Apolo me empujo haciendo que tropezara y cuando creí que caería al suelo, unos brazos me sostienen justo a tiempo. Al inclinar mi cabeza observo a un sujeto muy apuesto con un traje elegante. —¿Qué haces aquí Mauricio?.—¿Se encuentra bien señora Wolff?. —el observa a Apolo molesto —¿Qué haces tratando así a tu esposa?. ¿Crees que a mi tía le agradar&iacut
Sus palabras me dejaron desconcertada y confundida ya que tenían doble sentido.—¿Qué quieres decir con eso?.Sonríe y esta vez lo hace lleno de felicidad—Ya lo verás. Por ahora, guardaremos apariencias?Me molestó mucho el que me dejara picada de curiosidad de saber que trama porque seguramente está escondiendo algo y no creo sea conveniente para mi—¿Te importa tanto lo que dirán los demás?.—Para alguien como yo, la imagen lo es todo. Por eso, quedar como un infiel y embustero sería arruinar la imagen que mi padre a mantenido de un Wolff. Así que por ahora, seguiremos juntos. Tu habitación está lista para que lo sepas y prepárate porque lo que dije antes, va enserio.—Lo que dije yo también va enserió. —le saco la lengua e intento salir pero el me toma de la cintura logran
Apolo no había llegado, aun. “Tal parece que la noticia del aborto lo dejó abrumado”. Seguramente esa era su única salida además de que estaba seguramente feliz porque tendría un hijo con la mujer que tanto adoraCené sola y el ni siquiera fue digno en avisar que no vendría “Es estúpido esperar a alguien que te odia”.Mientras más lo pienso, más me doy cuenta de que decirle sobre mi embarazo es algo que no le va agradar ya que a mi, me odia.Observo la habitación que me dio, nada fuera de lo ordinario, excepto por la cama. “una habitación para huéspedes”. Tomé una ducha y una muy larga. Salí del baño y me encuentro con un Apolo distraído, estaba sentado sobre el borde de la cama viendo hacia el sueloSe da cuenta de mi presencia ya que levantó su cabeza para verme pero, en sus ojos, había
—¿Qué?. —ella se ríe mientras me empuja —¿De donde sacas esa idiotez?.Me da la espalda, se cubre con una bata blanca y .e saca a empujones de la habitación y cuando me vio a los ojos, cierra la puerta con fuerza.—¡Vete, no voy a ir contigo solo para ver como te revuelcas con tu “amada”.La forma en que lo decía, era como si estuviera celosa y me hizo reír ya que por más que intente ocultarlo, tal parece que la aventura de esa noche la dejó con ganas de más. Tengo que admitir que fue candente, fue mucho más de lo que esperaba, y si no… hubiera hecho la estupidez de reemplazar a Luzbel en el altar… tal vez habría repetido lo de esa noche ya que también lo disfruté.No puedo asegurar que sea un embarazo porque ella no parece estar preocupado en lo absoluto, ni siquiera le importa ni un poco el que la crit
Cuando me dijo que ya no quería seguir con esta guerra, pensé: “Seguramente me quiere tomar el pelo para después reírse en mi cara”. Por eso no le creí hasta que comenzó a ser un caballero conmigo dejándome tan sorprendida que no pude evitar en tratarlo de la misma forma. Aunque no han pasado muchos días desde esa cena, pero ahora evita cualquier discusión conmigo en cambio sonríe dejándome pensativa Tratar es algo que jamás pensé que saldría de él. Porque de verdad se notaba que me odiaba por lo quitarle el puesto de esposa a esa mujer, ahora no me fuerza a acompañarlo a trabajar, algo que pensé que seguiría insistiendo, pero es todo lo contrario porque fue muy claro al principio cuando dijo que tendría que pagarle el auto que le incendié Pero ahora, no entiendo porque, pero esta vez, quiero acompañarlo a su trabajo, no por su compañía si no para poder saber cómo será su trato conmigo afuera frente a todos y cuando estemos a solas t
—Si, lo estoy.No debo dejarme llevar por mis emociones que solo me traerán problemas ya que Apolo, no es un hombre que se enamora a primera vista.—Me alegra que estés bien. Entonces continuemos que hay mucho trabajo.Durante el tiempo en el que estuvimos a solas, el fue muy respetuoso y atento, cuando tenía una duda o encontraba algo sospechoso siempre respondía como todo un hombre de negocios. Su forma de explicar era tan transparente como el aguaNo pude evitar observarlo detenidamente mientras trabaja, no se distrae por nada, ni siquiera porque lo estoy observando, mantiene sus ojos sobre su trabajo acumulado. Verlo por tanto tiempo me hizo ver que tenía un rostro tan atractivo y ni que decir de su cuerpo. Podrá ser un idiota pero es un idiota sexy que me hizo la mujer más Feliz en una noche—¿Sucede algo?.—No. Solo que he terminado mi parte.—