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CAPITULO 4 –Manipulación

Estaba asustada porque aún no había noticias de Apolo. < ¿Y si lo maté? > mi mente me tortura constantemente desde que se lo llevaron.

—Todo va a estar señora.

El mismo hombre con el que converse antes de que esto sucediera, fue quien me ayudo a trasladarlo hasta el hospital de la ciudad, pedí, no, más bien supliqué a los médicos que no dijeran nada sobre esto porque obviamente seria algo bochornoso para ambos, el es muy popular y mas entre las mujeres, y si esto sale a la luz, si dieran cuenta, el me va odiar mas y yo seré acosada por locas obsesionadas por Apolo.

Mi paranoia era tan grande que ya comenzaba a ver que la policía entraba para llevarme detenida por haberlo golpeado. <si es que no lo maté. ¿y si fue así? No puede ser… me darán cadena perpetua por asesinar a un hombre importante>. Cuando creí que mi cabeza iba a explotar por imaginar mi condena, escucho su voz y como un resorte me levanto de inmediato.

—Por dios…. Gracias a Dios estas bien.

Al escuchar un carraspeo observo al doctor quien sonríe al verme, al darme cuenta de lo que estaba haciendo me reincorporo e intento no parecer avergonzada porque hasta hace un segundo, estaba abrazando a Apolo como si estuviera feliz por él, bueno, si lo estoy, pero es diferente porque no quería ir a la cárcel por su culpa.

—Trate de no buscarse problemas de nuevo señor Wolff.

Al marcharse el médico, Apolo se aleja dejándome atrás como si no existiera, ruedo los ojos porque ni siquiera afuera finge al menos que somos una pareja común y corriente, al menos para guardar apariencias.

—Oye… —intento hablarle, pero finge que no me escucha y eso me enfada —¡Apolo Wolff, escúchame pedazo de idiota!

Se detiene y como un robot gira lentamente sobre sus talones mientras su mirada demuestra lo cabreada que se encuentra ya que no solo él escucho si no que todos lo que se encontraban en el hospital voltearon a verme también.

A grandes pasos se acerco hasta tenerlo a centímetros de mi cara.

—En verdad no valoras tu vida ¿no es así?

—¿Es una amenaza de muerte? —cuestiono confusa por lo que dijo —Mira idiota lo que único que quería decirte es que…

—Me importa una m****a lo que digas zorra. ¿Cuánto quieres para que te largues? Acaso quieres el triple de lo que te ofreció mi padre. Anda dime tu precio porque lo que paso esta noche no se quedara así. Así que por tu bien será mejor que seas prudente y me digas tu precio para que te largues y renuncies a esto.

—Eres un maldito narcisista. —murmuro cabreada. —Si no fuera por mi, ahora estarías muriéndote en tu cama.

—Si no fuera por ti, ahora estaría disfrutando mi luna de miel con la mujer que amo. Pero claro, estas tan necesitada que no te detuviste a pensar en aceptar su oferta a menos que ya se conocieran. —su insinuación me estaba desagradando. —¿No será que eres amante de mi padre?

Ese fue la ultima gota de mi tolerancia por lo que estaba apunto de golpearlo, pero de la nada nos vimos rodeados de reporteros y paparazis haciendo preguntas, una tras otra y cuando levanto mi cabeza para salir de ahí es que siento su mano derecha rodear mi cintura y sonreír hipócritamente frente a todos pidiendo que se alejen ya que habíamos tenido un accidente

Uno de los reporteros pregunto por qué yo me veía ilesa y el respondió que estaba a salvo porque no permitiría que su amada sufriera algún daño y fue en ese momento que me aleje de él y sin saber cómo lo hice, pero frente a todos, comencé a llorar como una magdalena desconsolada

—¡Como puedes decir tal mentira!  —grité haciendo que todos se quedaran en silencio. —¡Deja de engañarlos y diles que me odias porque soy un obstáculo para ti! Diles que me crees que no soy tan perfecta como crees que lo es esa tal luzbel! —limpio mis lagrimas fingiendo que me rendi con él —¿Sabes qué?  Aunque me duela, pero prefiero terminar esto antes de que se alargue, puedes irte con esa mujer con la que me has estado engañando desde que nos comprometimos.

Al verlo a la cara siento tanta satisfacción por que rostro desencajado me hacia ver que no esperaba esto de mi parte. El creía que podría humillarme con sus filosas y crueles palabras, creyó que me haría sentirme inferior a él, pero está muy equivocado porque lo mejor de todo siempre será la venganza y esta le dejara en claro que no dejare que me humille. Ahora he volteado los papeles, soy la esposa lastimada por los engaños de su esposo

Me subí en el auto del jardinero y le dije que el se iría solo, cuando llegamos a la casa de los Wolff entré a la sala y me quede sentada mientras los recuerdos de mi pasado me persiguen. Aunque debo decir que esta vez fueron de ayuda ya que en el momento que le dije todo eso a Apolo, por un momento pensé que era james.

—Debo decir que esa actuación me dejo sin palabras. —ni siquiera me di cuenta cuando Apolo entró —Fue tan convincente que ahora todos me ven como el villano de esta relación.

—Deberías de corregirte porque no existe tal relación entre nosotros. Lo que paso hace un rato solo es mi venganza por llamarme zorra o creer que soy la amante de tu padre. Prefiero estar sola toda mi vida antes de convertirme en la amante de alguien.

Me observa fijamente con una expresión seria. Luego de unos minutos, ladea una sonrisa.

—Desde mañana comenzaras a trabajar para mi.

—¿Qué? —dije incrédula de lo que había dicho. —¿Yo trabajar para ti?

Se acerca a mi y me toma del mentón con brusquedad

—Incendiaste mi auto de 20 millones, tienes que pagar por lo que hiciste. —me suelta y me da la espalda. —Puedes ocupar una habitación en esta casa, desde ahora vivirás aquí ya que gracias a tu show, debo hacerles creer a todos que estoy arrepentido de lo que supuestamente te hice.

—Yo no voy a trabajar para nadie.

—¿No me digas que eres inútil hasta para eso?

—Yo no soy una inútil y mañana te darás cuenta de ello. —el voltea a verme con una sonrisa en su rostro haciéndome ver que caí en su trampa. —Tú…

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