DÍAS DESPUÉS… —Creo que la idea es muy buena. —A mí igual me parece igual. —Si, Europa es bueno para recomenzar, podemos probar. —Ya hay un tramo recorrido porque esos pasteles ya son muy conocidos, solo tenemos que aumentar el alcance. —¿Porqué no se te había ocurrido esto antes?— le preguntó Marcos a Amelia. —Se me ocurrió desde el día 1, solo que la dueña tuvo problemas serios de salud, así que no me quedó más remedio que esperar—le explicó. —Ohh…entiendo—respondió Marcos—¿pero ahora ya podemos trabajar a toda marcha? —Si, si, ya está completamente recuperada, tuvo un accidente pero ya está bien. —Perfecto—comentó entusiasmado Marcos—empieza con el proceso, creo que vamos a sacar esta compañía a flote con esta campaña. *** —Gracias por aceptar mi invitación. —Siempre es agradable conversar contigo. —Vaya—se asombró Eduardo—si no es un alago por favor, no me lo digas, déjame creérmelo. Ania se echó a reír. —Más que un alago es la verdad, siempre, des
-¿Lo tienes todo preparado ya?-Si, está todo listo, esta noche tiene que ser perfecta, por cierto, hoy por la mañana vinieron Fabio y la mosquita muerta de tu ex hija-le dijo Claudia a Pablo.-¿Porqué y para qué?-preguntó Pablo con mucha calma.-Saben lo de accidente y vinieron a confrontarme, pero obviamente yo no les dije nada.-Pablo caminó unos segundos en silencio como analizando lo que acababa de escuchar, estaban en la sala de la casa, Pablo prácticamente acaba de llegar.-¿Como es posible que a estas alturas, después de tantos años se hayan enterado?-No sé, Fabio nunca sospechó, todo esto a venido desde que se te ocurrió la brillante idea de poner a esa imbécil en nuestro camino-comentó Claudia con mucho odio.Pablo se le acercó como una animal sediento de sangre.-¿Acaso estas celosa porque tu todavía esposo la prefirió a ella?-No te confundas Pablo, si yo hubiese querido todavía tuviera a Fabio comiendo de aquí- se tocó su parte íntima.Pablo se le acercó, se mordió su la
-¿Co...como que está muerto?-preguntó Amelia asombrada. -Si, la empleada de servicio lo encontró hoy a primeras horas de la mañana-le contestó Eduardo-hasta ahora piensan que fue un infarto, pero hasta que no hagan la autopsia no van a dar un veredicto oficial. Otra cosa, anoche él estuvo en casa de Claudia, lo sé por el micrófono que plantamos. -¿Pero no que se habían peleado?-comentó Fabio asombrado. -Si, por la conversación que sostuvieron si, Pablo trató de persuadirlo por lo del cargo, pero Theo no cedió, eso es todo lo que sé. -Voy a llamar a mi madre. Salió Amelia rumbo al cuarto de su madre dejando a Fabio y a Eduardo solos, Fabio seguía con la nena en brazos. -No hice ningún comenterio delante de Amelia porque es repugnante lo que oí ayer después que salí de aquí. -¿A que te refieres? -Claudia y Pablo, cuando llegué revisé las grabaciones y...-Eduardo hizo una mueca de disgusto-les gusta el sexo con violencia, Pablo la golpea mientras tienen sexo. -¡Por Dio
-Y bien, ¿que harán ahora con todo lo que acaban de heredar?-le preguntó Fabio a su mujer y a su suegra.-Sé como manejar los restaurantes, bueno-sonrió Ania con mucha tristeza-al menos solía saberlo, han pasado muchos años de eso, en realidad ha pasado toda una vida-se secó una lágrima.-No te preocupes mamá, lo haremos juntas, te ayudaré en todo lo que necesites.-Es nuestro, hija, de hecho yo en todo caso soy la que te ayudaría, eres una excelente profesional, no me necesitas para nada.-No digas eso mamá, ni jugando, me haces mucha falta, muchisima.-Disculpa hija disculpa-volvió Ania a secarse unas lágrimas-esto...esto está siendo difícil para mi, compermiso, voy a mi cuarto, más tarde nos ponemos a revisar un poco los números.Ania fue a su cuarto, habían regresado de la oficina del abogado hacía apenas una media hora.-Tu mamá está muy afectada por todo esto.-Si, como quiera que sea lo amó mucho, no sé que hubiera pasado entre ellos dos si Theo no hubiese muerto, quien sabe-se
—Lo tomas o lo dejas.—¡¿Estás loco?! Me estás vendiendo a tu propia hija. —Fabio, de toda la vida la paz se ha construido creando alianzas, eso no lo inventé yo—le dijo muy calmado— nuestras familias llevan años peleándose, por todo, hasta por lo que no fue, ya estoy viejo y cansado, necesito paz y que mejor que crear una alianza entre nosotros.—Vendiéndome a tu hija.—Yo no te estoy vendiendo a mi hija porque no te estoy pidiendo dinero por ella. Te la estoy… ofreciendo para que resuelvas tu problema, solo eso. Ambos viviremos con la tranquilidad que no nos atacaremos nunca más porque nuestra sangre estará mezclada.—Dame unos días, déjame pensarlo y consultarlo con mi abogado.—Como quieras, no estoy apurado, cuando estés listo me avisas.Eso fue todo antes de cortar la videollamada.—¿Oíste todo?—Claro y fuerte—Le respondió Marcos, su amigo y abogado.—Me parece una soberana estupidez.—Pues créeme que a mi no.—Que puta mierda se andan metiendo ustedes que yo no me he enterado
Amelia estaba encerrada en su cuarto revisando toda la información que encontró en las redes sobre Fabio Martinelli. Por las fotos que habían en las redes se veía un hombre alto y corpulento, trigueño y con una incipiente barba. Su esposa había sido modelo, una rubia hermosísima, tuvo que abandonar la carrera después del accidente.—¿Querrá continuar con el trato cuando me vea?—se preguntó Amelia a si misma— es un hombre adaptado a mujeres perfectas—seguía hablando con ella misma— y yo pues…de normalita no paso.Se levantó de su cama y se paró frente a un espejo que tenia en una pared de su cuarto donde se podia ver completa. Era bajita y sobre lo rellenita, su pelo era castaño, nada del otro mundo y para colmo usaba anteojos.—Cuando me vea va a salir corriendo—habló con su propio reflejo— él es un hombre simpático y…—Amelia.La voz de su padre la sacó de su momento de auto reflexión. Fue abrirle la puerta para ver que quería.—Mañana a las 10 de la mañana te quiero elegantemente ve
—¿Se puede saber para qué quieres trabajar?”—le preguntó Pablo a su hija ya estando ambos en la casa.—Porque si voy a ser libre quiero serlo por completo y sin independencia economía una persona no es realmente libre—dijo firmemente Amelia. —Eres un bicho raro—le dijo finalmente Pablo después de miraría detenidamente por unos segundos—Bueno, que se puede esperar de alguien que ni su propia madre quizo.Amelia apretó las manos en unos puños, dio media vuelta y salió caminando apurada hasta llegar a su cuarto y encerrarse en el. Llevaba toda su vida escuchando la misma frase pero no se acostumbraba a ella, ¿cómo era posible que su propio padre la tratara tan mal? Nunca había podido responderse esa pregunta. Durante años lloraba por horas, se deprimía y muchas veces hasta pensó en suicidarse pero por suerte los estudios la ayudaron a salir de esa depresión se volvió obsesiva con ellos, estudiaba todo lo que podía, era lo único para lo que su padre le había dado libertad.Pero ahora ten
—Lo tenemos de nuestro lado— dijo Pablo por teléfono ya dentro de su carro. —Vamos bien, tener a Theo de nuestro lado es un buen paso. Tú y yo, ¿cuándo nos volvemos a ver? Hizo silencio para escuchar la respuesta.—La semana que viene, ¿ok? Ni un día más ni uno menos.***—¿Entonces te quedas con esta?, ¿no quieres primero ver otras opciones?—le preguntó Fabio ya fuera de la casa.—No, estoy segura que esta es perfecta para mi.—Entonces le paso los datos a Marcos para que se encargue de la compra, supongo que en unos días ya te podrás mudar.—Y… cuando tú y yo, o sea cuando nosotros…— ¿Nos acostaremos por primera vez?—Eso—bajo la cabeza Amelia de pura vergüenza. Fabio respiró profundo, para él también era un poco incómodo, tuvo muchas mujeres en su vida pero ninguna como Amelia, era una situación rara la de ellos dos.—Primero múdate, después vemos eso—terminó por responderle—Em… una duda, ¿es verdad que todavía eres virgen?Amelia le vinieron los colores al rostro, no sabia ni