Darío
Estoy disfrutando de un exquisito platillo, en uno de los restaurantes del hotel, mientras mi guardaespaldas se encuentra a mi lado haciendo lo mismo. —Permiso señor Darío— me habla James, señalando su celular, se para de la mesa y toma la llamada cuando cree que está lo suficientemente retirado, lo alcanzo a ver y al juzgar por sus gestos, sé que se trata de un problema. Segundos después se acerca a la mesa corriendo. —Lo siento jefe, me tengo que ir, es Naylea, está perdida y herida—¿qué? —Espere, lo acompañaré— hago señas al mesero para que traiga la cuenta, pago y salimos rápidamente del hotel. Solo espero que no haya dejado perder mi tablet, tengo muchas cosas importantes ahí. Nos dirigimos al estacionamiento y nos subimos en mi vehículo. —A ver con qué saldrá esta niña ahora—musito. En pocos minutos llegamos al lugar, menos mal; James se baja y luego de unos segundos conversando, ambos se acercan al auto. Mi guardaespaldas se dirige al asiento del conductor, mientras que Naylea abre la puerta de atrás, donde estoy yo, se sube y empieza a jugar con sus dedos, está nerviosa; la examino y logro darme cuenta de que no lleva absolutamente nada, aparte de eso está sangrando, pero ¿QUÉ DEMONIOS LE PASÓ A ESTA NIÑA? —Ya puedes contarnos todo en lo que conduzco al hospital—habla mi guardaespaldas, al parecer leyó mi mente. Ahora es ella quien me mira, está pidiendo permiso para hablar, por lo que asiento como respuesta. —Como hoy teníamos el día libre, decidí salir a recorrer Paris, hice una lista de lugares a los cuales podría ir que quedaran cerca, primero fui al museo y todo salió bien, las cosas se empezaron a complicar cuando salí de allí rumbo a la Torre Eiffel, me encontré con una señora que aseguraba haber perdido a su nieto y necesitaba que alguien la ayudara a buscarlo, acepté y duré horas buscando al niño. Cuando nos rendimos nos dirigimos a la estación del metro para que ella fuera a casa a hablar con su hija, ahí nos encontramos con un hombre que dijo ser el nieto de la doña— hace una pausa y aprovecha para tomar aire y soltarlo— cuando intenté pedir una explicación, me golpearon, recuerdo haberme sentido aturdida, por lo que decidí recostarme en un banco, al parecer me desmayé, porque cuando me levanté, todas mis cosas habían desaparecido, me asaltaron. Cuando salí de la estación me encontré con una pareja y les pedí un celular, llamé a mi mejor amiga para que ella se comunicara con Natalia, así la última mencionada te llamara y me vinieras a buscar, lo que nunca me imaginé es que vendrías con nuestro jefe, ¡Señor no me despida por favor, se lo pido! ¡necesito el empleo! Okey... —No la voy a despedir por eso—es lo único que contesto. Existen personas ingenuas y luego está ella. Acomodo mi traje y saco mi celular para extendérselo. —Llame a su amiga y hágale saber que todo está bien—no quiero que se corran los rumores de que uno de mis trabajadores corrió peligro en un viaje de negocios, última vez que doy día libre. Lo toma un tanto nerviosa y marca de la misma manera. —Sthi, quería decirte que estoy bien, James—carraspeo— y mi jefe—muy bien—ya me recogieron, ahora vamos para el hospital porque tengo una pequeña herida, ¡no tranquila, no llores!, ¡estoy bien, te lo juro! Termina la llamada y me devuelve el celular. —Gracias—no contesto. —Llegamos— habla James rompiendo el silencio. —Vayan, los espero aquí, toma—extiendo mi tarjeta de crédito—paga el hospital y compra lo necesario. Saco mi celular y reviso todas las notificaciones, Kris me estuvo escribiendo. *Chat de W******p* —Hola señor Darío, le escribo para recordarle que usted tiene mejor amigo. —Payaso, he estado muy ocupado, además pasó algo. —¿Qué pasó?, te llamaré. —Nada impor... No termino de enviar el mensaje cuando me entra su llamada. —Soy todo oídos—es lo primero que dice. —A mi asistente la asaltaron, la golpearon y estamos en el hospital. —¡Wow, no lo puedo creer!, ¿cómo está ella? —La herida es en la cabeza, supongo que la cocerán. —¿Supones?, ¿los doctores no te han dicho nada? —Me quedé afuera, James está con ella. —Pos, entra—responde obvio— deberías saber cómo está. —No —Si —No—estoy harto. —Si —¿Por qué debería? Es solo una asistente, con que salga viva me conformo. —¿Cómo puedes ser tan insensible? Es TU asistente. —Una de tantas—cuelgo la llamada y suelto el celular, no estoy de humor para escuchar a Kris darme lecciones de vida. Los espero por varios minutos, me atrevería a decir que una hora, no sé, hasta que hacen presencia en la puerta principal del hospital. —Ya estamos listos jefe—anuncia James mientras se sube al auto. —Pues vamos al hotel—ordeno sin añadir más.¡Por fin volvimos! Nunca olvidaré este viaje, literalmente.Estamos en el camino del aeropuerto a la casa de Natalia, puesto que ella tiene mis pertenencias y noticias sobre el apartamento, ayer no pudimos hablar, por el tema de que no tengo celular.Mi jefe no me ha vuelto a hablar desde anoche que me prestó su celular, me agrada el silencio, puesto que solo abre la boca para insultar, juzgar y corregir; sin embargo, también me preocupa, tengo miedo a ser despedida, por eso anoche decidí aceptar que me llamara como lo hizo, no estoy en condiciones de contestar. Cada día estoy peor, bien que me decía Sthi que necesitaba tirarme de espalda en la playa a ver si así se me quita la mala suerte.Llegamos a la casa de Natalia, ella se encuentra afuera esperándonos.—Espero verla mañana temprano—se despide mi jefe.—Gracias por traerme señor, así será.—La verás antes de mañana hermanito—se incluye Natalia en la conversación.—¿De qué hablas?—Dario luce confundido ante las palabras de su he
Me levanto un poco cansada, ese viaje aún me está cobrando factura. Ayer pasé mi primera noche en la casa de mi jefe y no fue tan terrible, después de la conversación del despacho, no lo volví a ver. En la noche salí de mi habitación, donde estuve toda la tarde durmiendo, cené con la señora del servicio, quien ahora sé que se llama Irisa y me volví a acostar.Elijo un lindo conjunto de los que Dario me mandó a hacer cuando salimos de viaje y nunca usé.Me dirijo a la cocina donde se encuentra Irisa preparando un plato de frutas.—Buenos días Irisa, ¿qué tal?—entro saludando.—Buenos días, muy bien señorita ¿y usted?—Le dije que debía tutearme, soy Naylea—le recuerdo que soy una empleada más, así como Dario me lo recordó ayer.—¿Quiere fruta?, le estoy preparando un plato al señor, podría aprovechar para hacerle uno.—No, está bien, no se preocupe, me conformo con un poco de café, ¿puedo tomar?—Si, claro, hay suficiente.Darío al parecer no ha bajado, seguro se levanta después de mí,
¡No puedo creer que mi madre haya hecho esto!Camino por las calles titiritando, la lluvia cae sobre mi cuerpo, mientras lucho por encontrar algún lugar donde pueda cubrirme de ella; mi flequillo pegado a mi cara, mis pantuflas chapoteando y mi pequeña pijama empapada son el reflejo de la terrible noche que estoy viviendo.Intento ser fuerte, pero siento que en cualquier momento me podría derrumbar, es demasiado para mí.———————————————————————————-Capítulo 1:*Ese mismo día por la mañana*LunesJusto cuando me estaba robando un pañuelo con el sudor de Harry Styles, mi alarma me despierta.Me levanto y camino hacia el espejo a observar mi cara, la noche anterior me dormí tarde por estar leyendo, pero ni modo, tengo que ir a la universidad.¿Por qué existe la escuela?¿Por qué me acosté tan tarde?Son los pensamientos que inundan mi cabeza mientras me dirijo al baño a hacer mis necesidades y a tomar una ducha bien fría que me mantenga despierta al menos los dos primeros temas del exam
—Bueno, ponte cómoda, veré si encuentro algo seco para ti.Recorro todo el lugar con la mirada, estamos en la sala, es muy amplia, de colores neutros como el gris plomo y el blanco, tiene una gran escalera que da al segundo piso, los muebles tienen un tapizado precioso; no está muy cargada, una planta en la esquina hace el ambiente más cálido, tiene un gran ventanal.—Toma esto—dice Natalia bajando por las escaleras—te voy a llevar al baño para que te puedas arreglar.—Llévala al baño de servicio—dice Dario de mala gana.No sé porqué se comporta así, no le he dado razones para que me trate de esa forma, obviamente no le agrada la idea de que esté en su casa, ni siquiera había hablado hasta ahora, me hace sentir incómoda, me quiero ir.—No, irá al de mi habitación— dice su hermana tomándome de la mano.Se nota que es una persona muy agradable y decidida. Estos dos son muy diferentes, ella estaba dispuesta a ayudarme desde el primer momento en que me vió ahí tirada toda mojada.—Como se
DarioMe despierto por el insoportable ruido de mi alarma, me estiro y decido pararme. Me quito el bóxer para quedar completamente desnudo, entro a la ducha y dejo caer el agua sobre mi cuerpo.Hoy tengo ganas de usar un traje negro con una camisa azul cielo.Al salir del baño, tomo el traje que tenía en mente y me dirijo hacia el comedor, donde una de las señoras del servicio me tiene mi acostumbrado plato de frutas servido.—Buenos días Irisa— digo al llegar.—Buenos días señor Dario, ¿cómo está?—Muy bien, ¿y usted?.—Bien, la señorita Natalia le mandó a decir que se fue temprano porque tenía algo que hacer antes de llegar a la empresa.—Está bien—es lo único que contesto.Irisa es una señora mayor, lleva años en casa, desde antes del fallecimiento de mis padres, crecí con ella, es como una madre para mí.Tomo el tenedor y llevo el primer trozo de manzana a mi boca, seguido de esto, tomo un poco de jugo de naranja. Mientras me desayuno, reviso mis redes sociales, salí en el periódi
NayleaSalgo de la empresa echando humo, no quería demostrarle a Darío que su comentario sobre como voy vestida me afectó, no entiendo como una persona puede tener tan poquito tacto, él sabe mi situación y aún así no duda ni por un segundo hacerme sentir mal.Decido ir a la casa de mi madre, mi mejor amiga me dejó dinero suficiente para tomar tomar dos taxis (uno para ir para la empresa y otro de vuelta) pero necesito ir por mi ropa y mis ahorros.—Taxi—grito alzando mis manos—TAXIIIIISe para en frente de mí, abro la puerta y me subo.—Gracias señor.—A la orden—contesta—ponga en el GPS la ubicación del lugar al que quiere ir—dice señalando una pantalla que está pegada en la parte de atrás de su asiento—al final del recorrido le saldrá el costo del viaje.Me relajo en el asiento, cierro los ojos, quiero descansar aunque estoy segura de que llegaremos pronto, la casa de mi madre no queda tan lejos.—Señorita, llegamos.Observo la pantalla y saco el dinero del bolso para pagarle.—Muc
Naylea- MiércolesEntro a la empresa con toda la seguridad del mundo, que en segundos se esfumina al detallar al personal de esta, todos se ven muy maduros y profesionales, creo que soy la más joven aquí.—Buenos días—le digo a la recepcionista.—Buenos días señorita, ¿qué se le ofrece?—responde amablemente.—Quiero saber donde se encuentra el área de recursos humanos, necesito pasar a recoger un contrato.—En el piso dos, tome el ascensor.—Gracias.Me dirijo al ascensor fascinada por el tamaño de esta empresa, es enorme, creo que nunca me cansaré de decirlo, me siento como la primera vez que entré. Rápidamente me arrepiento de estar de curiosa porque choco con una persona que trae unos papeles.—¡Ay, lo siento!—digo antes de agacharme a ayudarlo a recoger todo lo que dejó caer por mi culpa.—No hay problema—dirige su vista a mí, es precioso, tiene una recortada militar que queda perfecta con su tipo de cara, sus facciones son duras y su cuerpo, a pesar de llevar traje, se ve ejercit
No sé en qué momento me dejé convencer por Stheisy para venir a esta fiesta. Ella, Matias, su novia y yo, nos adentramos a la gran casa.—¡Chicos, vinieron!Veo a Kris acercarse de manera despreocupada con un vasito rojo plástico en su mano izquierda, lleva un short verde de baño.—Hola amigo—se dan un cálido apretón de mano, yo solo observo la escena.—¡Amanda volviste!, ¿cómo te fue?—Muy bien, los colombianos y sus comidas se robaron mi corazón—responde esta con emoción.—¡Naylea!— dirige su atención hacia mí—me alegra que estés aquí.Lo saludo un poco tímida, me arrepiento de haber venido, a juzgar por la cantidad de vehículos del parqueo, hay muchas personas.—Vengan, la fiesta es aquí atrás.Salimos al patio, es hermoso y espacioso, tiene una piscina, algunas mesas con sombrillas, sillas de playa y varias parrillas situadas en distintos lugares, al fondo se aprecia a ver un gazebo, distintos tipos de árboles, una pequeña cascada y muchas flores de distintos colores.Nos sentamos