Capítulo 15Me lanzo en la cama desilusionada, ¿Por qué Dario tiene que ser tan cruel?, Ganas no me faltan de marcharme con Enrique.Estoy muy enojada por todo lo que sucedió allá afuera, si hubiéramos estado dentro de la casa, hubiese sido más aceptable, sin embargo, tampoco era razón para tratarnos como lo hizo.Yo nunca rompería ninguna de sus estupidas reglas.¡Solo quiero pasar un día en paz!Cierro los ojos, lágrimas de impotencia caen por mis mejillas, odio la sensación de querer decir o hacer algo y no poder porque podría afectarme, no quiero estar en este lugar, desearía abrir los ojos y estar con mamá, que todo esto no haya sido nada más que una pesadilla.Sin embargo, es real, muy real, todo lo que siento, todo lo que me pasa, mis emociones reprimidas, las que expreso, me siento al borde del precipicio.Abro los ojos nuevamente y me paro de la cama, necesito bañarme para relajarme, me pondría a escuchar música pero no tengo celular.Al salir del baño, me coloco mi pijama y
En este momento me encuentro corriendo hacia el ascensor, puesto que Dario me pidió que fuera a buscar unos papeles a la nueva sucursal que puso junto a Leonardo y los otros inversionistas de la reunión de Paris, pero cuando llegué, la asistente de Leonardo los había traído. Luego de una larga espera fuera de la sucursal, encontré un taxi y llegué a la empresa, la recepcionista me advirtió que Dario me había estado buscando como loco.Subo al ascensor, hoy siento que va más lento que nunca, pero mi desesperación por llegar se acorta cuando este se abre y deja ver a un muy enojado Dario esperándome con los brazos cruzados.—¿Por qué tardó tanto en regresar?—es el saludo que recibo de mi querido jefe.—No pasaban taxis, están escasos y no tengo celular para pedirlos.—Hace más de dos semanas que la asaltaron y aún no tiene celular, mi asistente no puede estar incomunicada—reclama enojado (como siempre), cree que todos tenemos sus mismas posibilidades.Así como lo escuchan, llevo más de
Me levanto por el espantoso ruido del despertador, restriego mis ojos y me paro de la cama, mientras más duro acostada, más pereza me da.—Otro día de trabajo, ¡Qué felicidad!—exclamo sarcástica.La vida era más fácil cuando mi único deber era estudiar. Voy al baño a hacer mis necesidades matutinas y tomar una ducha.Al salir me dirijo al armario para sacar uno de mis conjuntos de trabajo, este consta de un pantalón de tela blanco, una blusa sin mangas cuello alto color lila y un blazer del mismo color del pantalón, lo pongo encima de la cama y regreso a buscar unos tacones lilas preciosos, me los regaló mi mamá para mi cumpleaños #17, es mi color favorito. Me pongo el conjunto y me acerco al beauty para hacerme un maquillaje sencillo y peinar mi cabello.—¡Hermosa!—sonrío al ver el resultado, mas cuando extiendo mi mano para tomar el teléfono que Enrique me entregó ayer, noto una caja al lado de este—¿Qué es esto?—me pregunto.La tomo en manos y me sorprendo al ver de qué se trata.
Sábado Y aquí estoy, vagando de madrugada, como los viejos tiempos. Me paro del escritorio y a falta de algo interesante que hacer, empiezo a rondar por la biblioteca, no soy de libros físicos, los prefiero en el celular porque el olor me incomoda, pero en esta ocasión me arriesgaré; extiendo la mano y tomo un libro al azar.—Este será—expreso en voz baja.Vuelvo al escritorio y empiezo mi lectura.Habla de una chica que se enamora de un magnate, su jefe, con un gran secreto: ¡Es un vampiro líder!Me encanta leer y poder imaginar el momento, ya voy por el capítulo 20, no quiero soltarlo.—Dices amarme pero no paras de mentir, ¿qué me estás ocultando? Alzo la vista y ahí está mi jefe, sus ojos color rojo me miran con una intensidad que nunca antes había visto, siento una extraña sensación recorrer todo mi cuerpo.¿Qué está pasando?¡Esto no es normal!—Tengo muchas cosas que confesarte Island—lo escucho decir— lo primero es que: no soy humano, soy un vampiro.Una risa irónica sale d
Ya me encontraba profundamente dormida en mi escritorio, cuando escuché un estruendo venir de los lados de la habitación de mi jefe, desorientada me estiro y me dirijo hacia donde se escuchó el ruido. Al entrar, el escenario frente a mí me deja paralizada, es un hombre vestido completamente de negro quien detiene su andar al verme. —¿Te estabas acostando con tu asistente?—le pregunta al cuerpo de mi jefe el cual yace ensangrentado en el piso—eres un enfermo, bueno, eras—se burla —Nos vemos en el infierno desgraciado. Me hace un saludo militar y se marcha. ¿Qué rayos está pasando aquí? Me acerco rápidamente al cuerpo de mi jefe y tomo su celular, el cual utilizo para llamar a urgencias. Todo pasa muy rápido, es cuestión de minutos para ver la casa llena de paramédicos y policías, estoy abrumada, me hacen muchas preguntas las cuales no puedo contestar, no sé qué pasó. —No sé, no sé qué pasó, escuché un ruido, entré a la habitación, y encontré a mi jefe en el piso lleno de s
Estamos camino a casa de Dario, se supone que hoy debería estar en la oficina, pero como soy su asistente y él no irá a la empresa, no tengo que ir, Natalia se estará encargando de todo estos días que mi jefe se estará ausentando y yo...bueno, se me pagará por cuidar del gruñón.—Tenga cuidado al bajar—lo tomo del hombro para que no tenga que hacer fuerzas.Sorpresivamente hace lo que le pido y lo ayudo a bajarse del auto. Estos días en la clínica se estuvo portando como el idiota que siempre ha sido.Sobre el ataque: el ex empleado se encuentra tras las rejas, es impresionante lo rápido funcionan las cosas cuando se trata de alguien con dinero. En la casa reforzaron la seguridad y contrataron más vigilantes para que custodien la casa los fines de semana, días los cuales mi jefe odiaba tener personal, pero creo que esto le dejó una lección. Me hubiese gustado que su actitud también cambiara, sin embargo es mucho pedir, sigue siendo el mismo arrogante, cruel y desinteresado de siempre.
Acabo de salir de la quinta tienda de vestidos junto a Natalia, quien debería estar en la empresa, pero según ella esta es una "emergencia de moda" puesto que hoy en la tarde es mi graduación y yo no he comprado vestido por estar pendiente a Dario, lo había olvidado.Entramos a la tienda y nos llaman la atención varios vestidos, Natalia toma tres. El primero es verde Aqua sin tiro y corto, el segundo es largo, pegado al cuerpo, color negro y el tercero el cual es mi favorito, es azul príncipe con una abertura en una pierna, pegado al cuerpo, ¡es precioso!Me coloco el primero de los tres vestidos y no me termina de convencer, aún así decido salir para que mi amiga me dé su opinión.—¡Siguiente!—grita apenas me ve.—¡Qué amable!—exclamo sarcásticamente.Regreso con el siguiente y siento que este si le gustó, pero a mí no termina de convencerme.Me adentro nuevamente a los probadores y esta vez me pruebo mi opción favorita.—¡Es muy bonito!—pienso, observando mi reflejo en el espejo.De
Al finalizar la ceremonia, tomo a mi amigo del brazo para irnos a un lugar más privado y hablar del tema pendiente.—¿Por qué me ocultaste que te había llamado?—Porque te habrías atrevido a no venir, hoy es un día especial, tienes que estar con ella.—En estos momentos estoy muy enojada contigo, ¡no puedo creer lo que me estás diciendo!, ¿Si captas que estás hablando de la mujer que me echó de casa en plena noche lluviosa solo por tratar de ponerle los puntos claros al pervertido de su esposo?—Si, pero es tu madre, ¡yo solo quiero que vivas en paz!—¿Por qué estoy siendo pintada como la mala cuando soy la ÚNICA víctima?—Porque estás viviendo a base del rencor, eso no es vida, ¡te está destruyendo!—No puedo creer lo que estás diciendo—musito decepcionada.—Al menos escúchala, me dijo que tenía algo que decir—habla observando detrás de mí. ¡No lo puedo creer, lo que faltaba!Me giro para quedar cara a cara con la mujer que me dió y quitó la vida.—¿Qué necesitas?—Necesito hablar, h