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Beso y ¿Cómo terminará?

Despues de las clases más aburridas de toda la historia, exceptuando calculo y física, que son mis favoritas, entré a la cafetería a la hora del almuerzo. Compré mi almuerzo y me fui a la mesa donde mis amigas ya estaban conversando animadamente.

Me senté junto a Malia y le quité su manzana acaramelada haciendo que refunfuñara cuando le di un mordisco gigante.

Me pase el bocado ignorando la mirada fulminante de Malia - ¿Sucedió algo? – pregunté dándole otro mordisco a la manzana.

- Isabella, nos debes una muy buena explicación – me riñó Danna haciendo que María y Malia se giraran a verme enojadas.

Rodé los ojos resoplando - ¿Ahora que hice?... – me giré a ver a Malia señalándole la manzana – si es por la manzana, supéralo. Despues te regalo una.

- Te besaste con Dylan ¡¿te parece poco?! – gritó Danna abriendo los ojos como platos.

De inmediato Malia me rapó la manzana – y ESTO es MIO – atacó dándole un mordisco haciéndome cruzar de brazos con un mohín.

- No es para tanto – dije aburrida pellizcando mi ensalada.

- ¿Y son novios ahora? – preguntó Malia con la boca llena de manzana con caramelo.

No es justo, ya era mía. Resoplé nuevamente tomando mi manzana común y corriente, sin caramelo y le di un mordisco.

- No – afirmé seria.

- ¿Pero a ti te gusta? – preguntó esta vez María muy seria.

- No. Acabo de conocerlo ¿Cómo me va a gustar al instante? – farfullé molesta.

- Pero se besaron – recriminó Danna.

- No nos besamos. El me besó, que es diferente – mencioné molesta.

- ¿Y qué piensas hacer? – preguntó Malia tomando un sorbo de jugo.

Me giré a verla, fulminándola con la mirada. Alcancé a abrir la boca pero unas manos me taparon los ojos haciendo que mis amigas se rieran.

- ¿Quién soy? – dijo una voz ronca que no reconocí

- ¿Papa Noel, molesto porque le rompí la nariz a mi hermano esta mañana y en este año no recibiré regalo de él? – respondí y al instante me destaparon los ojos.

Lo primero que vi fue a Danna cruzada de brazos enojada y a María negando con una sonrisa en la cara, me giré a ver a mi derecha y Malia estaba también negando pero con una carcajada apenas perceptible.

- ¿Cuántas veces le has roto la nariz a tu hermano? – se burló Malia tomando un sorbo de su jugo.

Me encogí de hombros girándome a ver a Nicolás que estaba a mi izquierda - Despues de la séptima, perdí la cuenta.

Nicolás me sonrió dándome un beso en la frente – No tienes remedio, ¿sabías?

Me encogí de hombros esbozando una sonrisa mirándolo a los ojos.

- ¿La séptima vez, cuando fue exactamente? – preguntó María con una libreta en la mano.

Me quedé mirando a Nicolás tratando de recordar, pero no doy con cuándo fue la séptima vez, creo que hasta lo olvide.

- Tenías once años y fue cuando Aarón intentó bajarte de la casa del árbol y le lanzaste un tablero de ajedrez a la nariz – se rio haciendo que lo recordara.

Asentí mirando a María – cuando tenía once, en verano... creo.

Danna me miró fijamente negando, se descruzó de brazos recargándose en la mesa - ¿Cuándo dejarás de pegarle a tu hermano? – preguntó seriamente haciendo que rodara los ojos tomando mi mochila.

Me la puse y me levanté tomando del brazo a Nicolás para que se levantara junto a mí.

- Lo hare cuando deje de colocarme cosas en el suelo de aposta que caiga con ellas – finalicé guiñándoles un ojo, saliendo del lugar.

Entrelacé mi brazo con el de Nicolás, que sonrió revolviéndome el cabello, le revolví el de él también dificultándoseme un poco, por el hecho de que es más alto que yo una cabeza.

********

A la salida, Danna y yo salimos de clase una junto a la otra, encontrándonos en la entrada con Eliot y junto a él, Dylan.

Resoplé rendida girándome devuelta al instituto, pero Danna me lo impidió tomándome del brazo.

- No escaparás de esta, White – murmuró mientras sonreía a Eliot, quien se acercó a nosotras.

Me saludó y me giré a ver hacia otro lado cruzándome de brazos. Por su parte, Danna se lanzó a Eliot, para besarlo, haciendo que casi me vomitara allí mismo, pero me lo impidió nuevamente Danna, quien al separarse de Eliot, trastabilló mirándome.

Me giré a verla, fulminándola con la mirada. Ella se giró a ver a Dylan, llamándolo - Dylan, Isabella tiene algo que decirte

- ¿Si? – preguntamos los dos al unísono mirándola sorprendida.

Eliot y Danna soltaron una carcajada negando – Sí, tienes que decirle.

- ¿Qué cosa? – Farfullé mirándole – no tengo nada que decirle, adiós

Hice ademan de irme, pero me volvió a tomar del brazo. Me giré a verla enojada.

- Le debes una disculpa – murmuró.

Fruncí el ceño negando - ¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué le hice?

- Sé que le golpeaste. Me lo contó anoche

Resoplé cruzándome de brazos – Aparte de lanzado, sapo... – comenté riéndome sin gracia – divino.

- Por favor – suplicó juntando las manos, mirándome con ojitos.

Me quedé mirándola fijamente seria y negué – me voy – promulgué pero al final me convenció.

Suspiré rendida asintiendo. Danna esbozó una sonrisa abrazándome. Tomé una bocanada de aire, acercándome a Dylan quien camino hacia un auto, recargándose en él. Lo fulminé con la mirada cruzándome de brazos cuando estuvimos lejos de Danna y Eliot.

- Hola – me miró divertido

Rodé los ojos – me debes una disculpa ¿me equivoco? – farfullé mirándolo fijamente.

Asintió metiendo las manos en los bolsillos – Sí, lo haces. No te debo ninguna disculpa, eres tú la que me la debe a mí – comentó haciendo que soltara una risa sin gracia.

Me giré a ver hacia otro lado negando – No puedo creerlo... – empecé a decir pero me interrumpió.

- ¿Qué cosa? ¿Lo guapo que soy?

- Será lo idiota y superficial que es, ¿sabe qué? Si no me quiere pedir disculpas por haberme besado... – comenté fulminándolo con la mirada descruzándome de brazos – bien, ni la hubiera creído. Y para su información, yo no le debo nada ¿okay? – afirmé señalándome a mi primero y despues a él con el índice.

De inmediato me tomó de la muñeca atrayéndome hacia él, intenté zafarme pero imprimió mucha fuerza a lo que cuando intenté escapar de él, respondió rodeándome la cintura con los brazos. Le golpee varias veces el pecho intentando escapar haciendo que se riera de mí y a lo lejos sentí a Danna y Eliot mirarme fijamente. Me enojé aún más y le pegue una cachetada, haciendo que en vez de actuar mal, me besara.

En medio del beso intente forcejear, consiguiendo que imprimiera más fuerza para besarme. Sin saber qué hacer, impacté mi rodilla en su entrepierna haciendo que por fin me soltara y despues le di un puño en la nariz.

- ¡Idiota! – grité alejándome de él conteniendo las lágrimas.

Caminé furiosa pasando de largo a Danna y Eliot, hasta que me detuve cuando Dylan me volvió a llamar.

- ¡Que! – me giré a verlo, quien salió a correr hacia mi e instintivamente di un paso hacia atrás.

- Ahora sí que me debes una disculpa – comentó con una mano en la nariz que le sangraba.

Me crucé de brazos – No le debo nada, porque no me arrepiento de haberlo hecho y jamás lo haré. Usted es que me debe una disculpa

Dylan sonrió mirándome divertido – y yo no te debo nada. No me arrepiento, fueron los dos mejores besos y valieron los golpes ¿contenta? – afirmó mirándome fijamente.

Apreté la mandíbula y empecé a caminar en dirección contraria a la que estaba, hasta que me volvió a llamar, esta vez no me giré sino que solo me detuve.

- ¿Sabes? No me arrepiento y jamás lo haré – finalizó.

Seguí caminando hacia el frente y tomé las cintas de mi mochila caminando hasta mi casa mientras comenzaban a salir las lágrimas en silencio nublando un poco mi visión. 

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