Sophia temblaba de rabia y celos con las manos vuelta puños. —Cálmate Sophia, por favor amiga, recuerda que si te enfureces entras en media fase —le pidió Rhiannon. Dragos la miró y se acercó a ella, de inmediato Sophia dio los pasos necesarios para quedar frente a él. — ¿Por qué quieres verla?, yo estaba en cama, di mi vida por ti y tú quieres ir con esa hechicera del demonio. —Solo quiero verla porque recibió un maleficio, quiero saber cómo le ocurrió, porque ella dirigía un ejército de hechiceros oscuros, me importa mi reino, no me la voy a follar convaleciente. —Yo salvé a tu pueblo, fui yo y casi muero y cuando desperté tú no estabas; solo para luego descubrir que quieres ir con ella, que te importa saber qué le ocurrió, pero no te importa saber cómo estaba yo. —Sophia no permitiré que me hagas esta escena, solo veo por el bien de mi reino. —Pues perfecto, quédate con tu maldita enana y tu mugroso reino, me quiero ir de aquí. Los ojos de Sophia se pusiero
Ivantie observó a su señor, limpiándose los labios, el aroma a sangre era gustoso y apetitoso en el ambiente, la chica en el piso no entendía y se había recostado en la pared con las piernas abrazadas. —Dígame señor ¿qué ha ocurrido? —Esta mujer está contaminada —la señaló Dragos seguro que sufren un nuevo ataque—, encárgate de que a las chicas del servicio las revisen. — ¡¿Qué?! —inquirió la chica asustada. Ivantie se acercó a la chica, estaba seguro que las mujeres estaban bien. — ¿Puedo señor? —pidió con la cara gacha y Dragos le hizo señas con la mano que adelante. Ivantie se acercó a la chica, la tomó entre sus brazos y dejó salir sus colmillos, la chica jadeó de anticipación, Ivantie mordió el cuello de la chica y esta cerró los ojos con un murmullo de placer y se aferró al cabello de Ivantie. Dragos pasó las manos por su cabello, el vampiro levantó el rostro y relamió sus labios. —Está increíble señor, deliciosa. —Sácala de aquí, llévate esa comida que también
En cuanto amaneció las cortinas de la habitación de Dragos habían quedado recogidas, los rayos de sol entraban y calentaron el rostro de Sophia y le molestó en los ojos. La noche anterior Dragos la había alimentado con sus sangres varias veces, como si cuidara de un infante que requiere de alimento de cada dos a cuatro horas; no habían tenido sexo, ella quería, pero la verdad estaba débil y apenas Dragos gentilmente la rechazaba, la abrazaba y besaba su sien y ella caía de nuevo dormida. Sophia se sentó en la cama y acarició la mejilla de Dragos donde le pegaba el sol, estaba dormido y tibio por el calor del sol. Sophia casi sonríe, pero entonces recordó que los vampiros no duermen. — ¡Dragos!, hey Dragos. Sophia lo movió y él no reaccionó, ella le dio golpes en las mejillas, pero era inútil. — ¡Auxilio! —gritó Sophia. De inmediato los lobos estuvieron en la habitación e Ivantie, al que no le importó no ser rival para todos los lobos, pero igual defendería a Drag
Kevin buscó a Sophia para llevarla al patio de práctica dentro del castillo, Zack y Agata flanqueaban a Xiomara que venía con una taza en las manos, Briana agarró la taza en sus manos en primer lugar y acercó su nariz. Su loba le indicó que era el mismo narcótico que ella había tomado y le había anulado la cicuta en su sistema hace algún tiempo. —Está bien hechicera, pero mucho cuidado con intentar dañar a mi hermana o estarás muerta y la suma sacerdotisa de los hechiceros adora a Sophia, así que lo menos te hará daño será ir al inframundo, de allí podrías regresar ¿haz entendido la importancia de que puedas curar a Sophia? Xiomara sonrió. —Yo he acompañado a Dragos por siglos, lo conozco mejor que nadie, me conviene que ella salga rápido de su vida, claro que la curaré para que Dragos pueda rechazarla luego. —Apenas me hayas sanado te largarás de aquí, no te quiero cerca de nosotros —dictaminó Sophia. Xiomara solo sonrió. —Eso está por verse. Briana dio la taz
Kevin se comunicó con su Beta, la pareja destinada de Bradley era Kiara, hermana menor de Zack y Zulma y ahora parte de la Manada Suprema de lobos; ella con magia se transportó con él y pudo entrar sin problemas al reino ya que ahora la llave era Zack. Briana y Kevin los esperaban y de inmediato los llevaron con Zack. —Que Zack les explique, buscaré a Dragos —dijo Gerald. Gerald entró a los aposentos de Dragos y este abrió los ojos, estaba bastante disminuido. — ¿Dónde está Sophia?, ¿acaso murió?, ¿pediste ser tú quién me matara para reclamar el reino? —Toda mi vida me han acusado de ambicionar ser rey, es normal para mí que crean que soy capaz de cualquier cosa por lograrlo. —Entonces es cierto ¿qué ha ocurrido? —Sophia está viva, pero no tengo ni la más remota idea de cómo está. — ¿A dónde la han enviado y con quién? —Zack y Agata la mandaron al Rumbex. — ¿Qué diablos puede hacer allá? Ningún hechicero la querrá sanar ¿por qué no permitieron que Xiomara
Sophia le señaló un claro en el bosque cerca del río, allá la llevó Dragos que la llevaba en su espalda para que no tuviera que esforzarse. —Es increíble, este lugar es exacto a mi manada en Alaska, en un lugar idéntico era donde mi padre entrenaba con sus guerreros, yo me moría de ganas por recibir a mi loba y practicar con él. Dragos bajó a Sophia. —Tú padre era un buen hombre, mi padre decía que era el único con el que hubiera podido llegar a un acuerdo. Sophia lo miró interesada. — ¿Estás seguro?, mi papá no hablaba muy bien de los vampiros. —No lo dudo —comentó Dragos—, August mantuvo a los lobos engañados por mucho tiempo —Dragos metió las manos en los bolsillos y se concentró en el río—. Los vampiros no son conocidos por su bondad igualmente. —Cuéntame, dame tu versión de los hechos. Dragos sonrió. —Yo no tengo una versión, o bueno, no una digna de tomar en cuenta, solo fui un espectador durante la guerra, mi padre era el rey. —Pero tú eras el pr
Gerald que había adquirido el compromiso de proteger el reino se levantó en primer lugar. —Pero creí que Dragos era la llave del reino —inquirió Gerald—. ¿Acaso no hay defensas porque está fuera de este plano? —Sería así, pero en realidad yo até los hechizos protectores a mí —dijo Zack muy rojo y sudando, Agata como su esposa también resistía para mantener las barreras pues su poder lo comparte con Zack —Debes ir Gerald, organiza a los vampiros, no dejes que entren. Gerald iba saliendo y encontró a Ivantie de regreso. —Vamos Ivantie, serás mi embajador con los vampiros. Rhiannon dio una última mirada a Sophia, ella la quería mucho, pero su deber era pelear al lado de su marido. —Voy con Gerald, si quieres quédate con tu hermana —le dijo Kevin a Briana, pero esta negó con la cabeza. —No, confío en Zulma, el reino de los vampiros es ahora el hogar de mi hermana, lo protegeré por ella. Briana miró a su madre y esta se levantó y fue con ellos a enfrentar el ataque
Dragos ha experimentado millones de veces la vida de las personas pasar frente a sus ojos, pero el saber con certeza lo que siente otra persona y que en especial sea Sophia es el peor castigo que la diosa pudo imponerle. —Selene, danos la oportunidad —musitó él, rogando como lo hacía cuando era un niño, como olvidó hacerlo hace cientos de años. En ese mismo instante Dragos sintió como si extinguieron las brasas que los consumían. Sophia levantó la cara, sintiendo que el dolor empieza a ceder, su cuerpo ha aceptado la cicuta, mientras aceptaba el poder vampírico de él, ahora no le hace daño, se han sellado las células que rechazan el veneno como si fueran cápsulas de cicuta dentro de ella. Sophia miró a Dragos y aún no puede creerlo, pero tiene la certeza de que está bien, así que sonríe. Dragos quitó el cabello de su rostro y pasó los mechones detrás de sus orejas y también le sonríe, sus colmillos son visibles porque está a tope de poder, ella mantiene sus ojos rojos,