- Tú habías muerto. – Decía Ely llorando y abrazando a Juan en el momento en el que Èliàn y su tía entraban en la habitación. – Te vi morir y estás aquí. - Y tú pretendías dejarte morir por mí. – Ella soltó y se secó las lágrimas. – No te lo habría perdonado. - Pero…- No tiene justificación. – Juan parecía realmente molesto. – Pero no tendremos esa discusión ahora. Nos compete sólo a ti y a mí. – En ese momento él estaba agachado y se sentó en la cama y la abrazó. - Que bueno que estés bien. – Le dijo Jessica a la muchacha. – Estábamos muy preocupados por ti. - Así es. – Dijo Edward. - Pero ahora podemos ver que no sucedió nada y que todo está bien. – Èli&
El tiempo pasó, Neithan tenía tres años y Èliàn ya tenía uno. Èhlian estaba en su habitación con los niños cuando Ìhan irrumpió con brusquedad. - Tengo noticias de Meithlan. – Èhlian se levantó de la cama mientras los niños jugaban. – Se encuentran en la tierra.- Que bien. – Dijo Éhlian con alivio. - ¿Cómo están todos?- Bien. – Dijo Ìhan. – Iré a la tierra a buscar la reliquia de la tierra. - ¿Ellos la tienen?- Si. Cuando se fueron de la galaxia neutra, la esposa de Meithlan tenía un niño, a Ruth, y estaba embarazada, el tiempo en la tierra pasa muy rápido. Los cuerpos, la materia se adapta a las condiciones que el planeta posea – Èhlian asintió. – Ruth ya es un hombre. – Èhlian asintió. – y el otro niño también – Èhlian se percató de que la expresión de Ìhan cambió.- ¿Qué sucede?- Los Draken se mezclaron entre una raza terrestre y su hijo menor lo quiere destronar. Al parecer, la hija de Mordana se encuentra allá. - ¿Mordana tuvo una hija?- Si. –
- Siento no haber podido hacer más. – Dijo Ely, Habían regresado de Chile y se encontraban de nuevo en el refugio. - No te preocupes. – Dijo Èliàn. – Hiciste lo que pudiste, fue suficiente. - Pero no hice nada. - Hiciste bastante. – Dijo Neithan. – Estuviste muy débil y aún así nos ayudaste. Es suficiente para mí. – Y le sonrió. Todo estaba preparado para regresar a la nave. Àhlian ya se había ido con el libro de Noha para revisarlo. Èliàn y Neithan estaban junto al trasbordador mientras se despedían de los demás. - Fuiste de gran ayuda. – Le dijo Èliàn a Jessica. – Espero que volvamos a vernos. - Yo también lo espero. – Y ambas muchachas se abrazaron. - Bueno, - Neithan hablaba con Edward. – Me alegro de que estés bien y fue un gus
Aparecieron en lo que parecía ser una habitación con paredes de cristal en medio de un garaje abarrotado de naves. Àhlian abrió la puerta y los tres bajaron. A cierta distancia había una puerta con una luz blanca muy fuerte por la cual había aparecido una mujer que parecía tener la misma edad de Àhlian e iba hacia ellos. La mujer iba a decir algo, pero al ver a Èliàn y a Neithan se detuvo y los miró con asombro. - No es posible. - ¿Sucede algo? – Preguntó Èliàn. - ¿Qué no es posible?- Eres Èliàn. – La muchacha se sorprendió al escuchar la confirmación de la mujer. - ¿Cómo…? – Ella no la dejó hablar, había mirado a Neithan. - Tú eres Neithan. Èliàn y Neithan estaban sorprendidos. Instintivamente los dos miraron a &Agr
Los dos siguieron a Sunny hasta una habitación con paredes blancas. Frente a ella había un ventanal con vista al espacio, justo debajo de este un sofá y en frente una cama grande. A los lados una mesita de noche y al lado de la entrada de la habitación, en la esquina de esa pared había otra entrada, la que conducía al baño.- Puedes ducharte ahí. – Le señaló al muchacho el baño y Neithan fue hacia este y cerró la puerta tras de si. Èliàn caminó por la bonita habitación y se sentó en la cama. Sunny la miraba. De pronto vio un pequeño juguete en el suelo, al lado de la mesita que estaba cerca del ventanal, luego lo recogió y lo miró.- Esta habitación era….- De tu madre y de Ìhan. – Sunny le sonrió. – Si abres esa gaveta, lo comprobarás por ti misma. – S
- Hola mi pequeña. – Decía Èhlian con algo de tristeza en su mirada. – Supongo que cuando veas esta grabación yo ya no estaré en este mundo. – Bajó la mirada y unas lágrimas rozaron sus mejillas. – Espero que Neithan esté contigo. – Neithan le tomó la mano. – también espero que hayas conocido a tu tía. – esbozó una tímida sonrisa. – Ìhan ya no está conmigo. Murió hace aproximadamente un mes. – Se secó las lágrimas. – Lamento tener que dejarte, porque no me parece justo que los niños crezcan solos, sin sus padres. Pero se que tú eres fuerte y que lograrás terminar lo que Ìhan y yo comenzamos. “En esta grabación, voy a darte algunas pistas que Ìhan y yo recolectamos para encontrar las reliquias que se encuentran errantes. Espero que te
Neithan y Èliàn estaban en la habitación. Neithan caminaba de un lado a otro. - ¿Qué vamos a decir? – Preguntó nervioso. Èliàn parecía distraída. – No se que quieren escuchar, no se que podemos decir. - Ni yo tengo idea de que decir. – Dijo la muchacha sin prestar atención a lo que decía. - Èliàn, ¿Me estas escuchando? – Neithan se detuvo y la miró. - Èliàn levantó la mirada. - Claro que te estoy escuchando. Ni siquiera yo se que voy a decir. - Neithan suspiró y se sentó junto a ella. Durante largo rato ninguno de los dos dijo nada. De pronto la puerta de la habitación se abrió y Àhlian entró. - Todos están reunidos en el gran salón. - ¿Dónde es eso?- Donde está la pintura de Ìhan. Ninguno de los do
- Eres mi madre. – Dijo Neithan. - Así es. – Dijo ella. Quiso acercarse, pero Neithan retrocedió. - No puedes ser la persona que me dio la vida. - Neithan….- Eres un monstruo.Las palabras de Neithan le afectaron de sobremanera que no se atrevió a tocarlo, en su lugar una lágrima rosó su rostro. Entonces se volvió hacia Èliàn. - Tú y tu familia se han entrometido en mi vida. - Yo no te obligué a luchar a favor de la Emperatriz Lìhara, ni siquiera mi madre lo hizo. También se que la Emperatriz es tu madre. – Neithan miró a Èliàn sorprendido y con lentitud comenzó a negar con la cabeza. – Lo que odias y lo que ella odia, es que Neithan, sangre de su sangre, le impida triunfar.- Ìhan te alejó de mí. Se alejó de mí por Èhlian. - Eso no es cierto. – Dijo Àhlian. – Él no hizo eso. - CALLATE. – Volvió a mirar a Neithan. – Tú eres mi hijo, tú debes estar conmigo. - Lìhan estuvo contigo y mira ahora. – Dijo Neithan con frialdad. – Está muerto. -