- Shainy fue invadido. – Dijo Èhlian una vez que regresara a Armond. Varias personas la seguían. – Mordana mató a mis padres. – Sus ojos estaban rojos por haber llorado toda la noche y a pesar de eso, seguían derramándose lágrimas por sus mejillas. – Intentaba buscar la ubicación de este lugar. – No se soltó el vientre.
- Si atacó Shainy, eso significa que podría venir en cualquier momento. – Dijo una mujer que iba detrás de ella.
- ¿Dónde está Ìhan? – Le preguntó ella.
- En Noha. – Dijo la mujer mientras seguían caminando por pacillos con el suelo de mármol blanco y paredes de cristal por donde se visualizaba el espacio. – Se encuentra con Bog.
- Seguro ya puso en marcha mi plan. – Dijo Èhlian.
- Deberías descansar. – Le dijo la mujer.
- Lo haré. – Se detuvo y se volvió. – Envía un mensaje a Ìhan, dile que me espere en la ciudad de Noha, en el departamento de Bog. Yo iré allá en dos días.
- Èhlian… - La mujer comenzó pero ella le dio la espalda y continuó caminando.
- Es una orden. Saldré a Noha mañana mismo. – Luego se detuvo y la miró. – Asegúrate de que no se entere de lo sucedido en Shainy hasta que yo llegue.
- Dudo que eso pueda suceder. No creo poder evitarlo. A estas alturas ya debe saberlo.
- Entonces avisa a Bog que iré para allá. Mañana saldré rumbo a Noha. – Y siguió caminando.
La muchacha entró a una habitación con paredes blancas y cerró la puerta. Las luces estaban encendidas y ella las apagó. Frente a ella había un ventanal con vista al espacio, justo debajo de este un sofá y en frente una cama grande. A los lados una mesita de noche y al lado de la entrada de la habitación, en la esquina de esa pared había otra entrada, la que conducía al baño. Èhlian dio unos pasos y fue a sentarse en el sofá frente al ventanal y no apartó la vista del paisaje. Más lágrimas siguieron cayendo de sus ojos. Los cerró y siguió llorando, sin dejar de tocarse el vientre.
- No permitiré que te lastime mi pequeña. – Dijo en un susurro, llevaba un vestido aguamarina desgarrado y estaba descalza. La puerta de su habitación se abrió y la mujer que iba con ella llegó con un vestido parecido al que llevaba en ese momento, pero era azul celeste.
- Voy a dejarte esto aquí. – Le dijo a Èhlian. Estaba muy preocupada y triste al verla en ese estado. – Entiendo como te sientes, pero intenta calmarte, no le hace bien al bebé.
- La bebé. - le dijo con frialdad. – Es una niña.
- Está bien. Lo siento. – Dijo la mujer.
- ¿Enviaste el mensaje a Ìhan?
- Fue lo primero que hice antes de venir aquí. – Le dijo. – Voy a dejarte sola para que te cambies y descanses un rato.
- ¿Has sabido algo de Baidan?
– Si. - La muchacha parecía no querer hablar de eso.
- Decidió aparecer. – Dijo Èhlian con sarcasmo. – Supongo que no le dijiste que estaba esperando una niña. ¿O si? – Al ver la expresión de la muchacha Èhlian se molestó. – te pedí que no lo hicieras. Ese estúpido me dejó sola y se fue con Mordana.
- Èhlian…
- Mordana se metió en mi vida, yo lo amaba. – Èhlian se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro.
- Antes de que apareciera Ìhan. – Dijo la muchacha confirmando sus palabras.
- ¿De que estas hablando?
- Ya lo se todo Èhlian. – Dijo la mujer. – Ìhan siempre quiso estar contigo, siempre estuvo enamorado de ti, - Èhlian no dijo nada, se limitó a mirarla. – No voy a juzgarte por eso. Siempre fui sincera contigo y te dije que Baidan no era de fiar. Sabía que estaba aliado con Mordana.
- Eso ya lo se. Y ya te pedí disculpas por no confiar en ti.
- Y una vez más desconfiaste al no ser sincera y decirme la verdad sobre Ìhan. - Èhlian se dejó caer en el sofá de nuevo.
- Y bien. ¿Dónde está? Ya que gracias a ti lo sabe, al menos dime donde está.
- El no vendrá Èhlian.
- Lo sabía.
- Está muerto. – Èhlian la miró sorprendida. – Mordana lo mató. Ella lo engañó para conseguir lo que quería.
- ¿De que estás hablando?
- Baidan era un Drake. Él le dio los Subyac a Mordana cuando ella era sacerdotisa en Shainy – Con cada palabra que decía, Èhlian estaba cada vez más sorprendida. – Cuando el planeta del dragón fue atacado, Baidan fue descubierto, al darse cuenta del error que cometió, quiso buscarte y llevarte los subyac, pero Mordana no se lo permitió. Baidan murió en Shainy, hace mucho tiempo.
- ¿Hace cuanto?
- Antes del ataque al planeta. Durante el tiempo que lo creíste desaparecido, él ya estaba muerto. – Èhlian cerró los ojos y cerró las manos en un puño.
- Mordana – Susurró. Luego miró a la muchacha frente a ella. – Asegúrate de que Ìhan reciba el mensaje, - Volvió a sentarse en el sofá. – Saldré mañana mismo a buscarlo.
- Eso no será necesario. – la muchacha se volvió y miró hacia la puerta, Ìhan estaba de pie en el umbral. Iba vestido de negro y las botas le llegaban a las rodillas, tenía una capa abrochada en el cuello con el símbolo del medallón de Shainy, llevaba un niño en brazos.
- Ìhan. – La muchacha se levantó y lo abrazó.
- Él es Neithan. – Le entregó al niño en brazos.
- Hola pequeño. – Èhlian tomó al niño y fue a sentarse en la cama mientras miraba a Neithan con ternura. Ìhan le pidió a la muchacha que saliera de la habitación y los dejara solos. - ¿Dónde está Lìhan?
- Se fue.
- ¿Por qué? ¿Qué sucedió?
- Líhan me traicionó. – Éhlian lo miró sorprendida.
- No es posible. Es increíble, sólo tiene diez y seis años. – Íham se había sentado en la cama.
- A esa edad él ya puede tomar sus propias decisiones.
P- ero Ìhan… es un niño
- No voy a discutir más sobre esto. – Ìhan se levantó y miró hacia la ventana. – Él eligió su destino. Fue su decisión, pero no pienso dejar que se lleve a Neithan. – Se volvió y miró a Èhlian. – Supe lo que sucedió en Shainy. Por eso vine lo más pronto posible. – Hubo una pausa. – Los dos murieron ¿Cierto? – Èhlian asintió.
- ¿Hablaste con Bog? – Èhlian estaba decidida a no hablar acerca de lo sucedido. Ìhan se dio cuenta y prefirió no contrariarla.
- Si. Él se llevará a Neithan. Cuidará de él
- Bien.
- Yo aún espero noticias de Meithlan.
- No llegarán noticias y lo sabes.
- Quiero que descanses. – Le interrumpió Ìhan, no quería hablar sobre ese asunto, fue hacia ella y le besó la frente. – Estás embarazada, no quisiera que esto te afectara.
- ¿Dónde está Lìhara? – Ìhan la miró. – Ella debe saber que Neithan…
- Ella no debe saber nada. Es la culpable de que Lìhan me traicionara.
- ¿Lìhara? – Dijo Èhlian sorprendida. – Pero…
- No lo supe hasta hace muy poco, ella es la hija de La Emperatriz. Lìhara lo planeó todo, la caída de las galaxias, todo. – Èhlian estaba sorprendida. – no le importan sus hijos, ni siquiera Lìhan.
- No es posible. – En ese momento Neithan comenzó a llorar y Èhlian intentó calmarlo.
- Si, yo tampoco lo creí. – Luego miró a Èhlian y la besó. – Quiero que descanses. Ya pensaremos que hacer. – Èhlian asintió.
- Me gustaría que Neithan se quedara conmigo. – Ìhan la miró unos segundos, luego le sonrió y asintió. Se levantó de la cama, la besó en la cabeza y salió de la habitación.
Hacían dos días que habían vuelto de Nueva York. Ely aún no reaccionaba y Juan se había quedado con ella en la habitación que les habían asignado. Por su parte Élián y Neithan se encontraban solos en otra habitación, él estaba desconsolado por la muerte de su hermano y ella lo acompañaba en silencio. - Me entregó la reliquia de Cerpentoide. – Dijo mirando el anillo entre sus manos. – Se reivindicó y murió.- A Mordana no le interesa el sufrimiento de los demás, sólo el suyo. Jessica estaba con Edward, Alanna y Ricardo conversando en el salón. - Hablé con el inspector. – Dijo Edward de pronto. - ¿Qué dijo? – Preguntó Ricardo con interés. - ¿Dónde se encuentra?- En Caracas, han logrado oponer resistencia contra los felinos que se encuentran all&aacu
- Tú habías muerto. – Decía Ely llorando y abrazando a Juan en el momento en el que Èliàn y su tía entraban en la habitación. – Te vi morir y estás aquí. - Y tú pretendías dejarte morir por mí. – Ella soltó y se secó las lágrimas. – No te lo habría perdonado. - Pero…- No tiene justificación. – Juan parecía realmente molesto. – Pero no tendremos esa discusión ahora. Nos compete sólo a ti y a mí. – En ese momento él estaba agachado y se sentó en la cama y la abrazó. - Que bueno que estés bien. – Le dijo Jessica a la muchacha. – Estábamos muy preocupados por ti. - Así es. – Dijo Edward. - Pero ahora podemos ver que no sucedió nada y que todo está bien. – Èli&
El tiempo pasó, Neithan tenía tres años y Èliàn ya tenía uno. Èhlian estaba en su habitación con los niños cuando Ìhan irrumpió con brusquedad. - Tengo noticias de Meithlan. – Èhlian se levantó de la cama mientras los niños jugaban. – Se encuentran en la tierra.- Que bien. – Dijo Éhlian con alivio. - ¿Cómo están todos?- Bien. – Dijo Ìhan. – Iré a la tierra a buscar la reliquia de la tierra. - ¿Ellos la tienen?- Si. Cuando se fueron de la galaxia neutra, la esposa de Meithlan tenía un niño, a Ruth, y estaba embarazada, el tiempo en la tierra pasa muy rápido. Los cuerpos, la materia se adapta a las condiciones que el planeta posea – Èhlian asintió. – Ruth ya es un hombre. – Èhlian asintió. – y el otro niño también – Èhlian se percató de que la expresión de Ìhan cambió.- ¿Qué sucede?- Los Draken se mezclaron entre una raza terrestre y su hijo menor lo quiere destronar. Al parecer, la hija de Mordana se encuentra allá. - ¿Mordana tuvo una hija?- Si. –
- Siento no haber podido hacer más. – Dijo Ely, Habían regresado de Chile y se encontraban de nuevo en el refugio. - No te preocupes. – Dijo Èliàn. – Hiciste lo que pudiste, fue suficiente. - Pero no hice nada. - Hiciste bastante. – Dijo Neithan. – Estuviste muy débil y aún así nos ayudaste. Es suficiente para mí. – Y le sonrió. Todo estaba preparado para regresar a la nave. Àhlian ya se había ido con el libro de Noha para revisarlo. Èliàn y Neithan estaban junto al trasbordador mientras se despedían de los demás. - Fuiste de gran ayuda. – Le dijo Èliàn a Jessica. – Espero que volvamos a vernos. - Yo también lo espero. – Y ambas muchachas se abrazaron. - Bueno, - Neithan hablaba con Edward. – Me alegro de que estés bien y fue un gus
Aparecieron en lo que parecía ser una habitación con paredes de cristal en medio de un garaje abarrotado de naves. Àhlian abrió la puerta y los tres bajaron. A cierta distancia había una puerta con una luz blanca muy fuerte por la cual había aparecido una mujer que parecía tener la misma edad de Àhlian e iba hacia ellos. La mujer iba a decir algo, pero al ver a Èliàn y a Neithan se detuvo y los miró con asombro. - No es posible. - ¿Sucede algo? – Preguntó Èliàn. - ¿Qué no es posible?- Eres Èliàn. – La muchacha se sorprendió al escuchar la confirmación de la mujer. - ¿Cómo…? – Ella no la dejó hablar, había mirado a Neithan. - Tú eres Neithan. Èliàn y Neithan estaban sorprendidos. Instintivamente los dos miraron a &Agr
Los dos siguieron a Sunny hasta una habitación con paredes blancas. Frente a ella había un ventanal con vista al espacio, justo debajo de este un sofá y en frente una cama grande. A los lados una mesita de noche y al lado de la entrada de la habitación, en la esquina de esa pared había otra entrada, la que conducía al baño.- Puedes ducharte ahí. – Le señaló al muchacho el baño y Neithan fue hacia este y cerró la puerta tras de si. Èliàn caminó por la bonita habitación y se sentó en la cama. Sunny la miraba. De pronto vio un pequeño juguete en el suelo, al lado de la mesita que estaba cerca del ventanal, luego lo recogió y lo miró.- Esta habitación era….- De tu madre y de Ìhan. – Sunny le sonrió. – Si abres esa gaveta, lo comprobarás por ti misma. – S
- Hola mi pequeña. – Decía Èhlian con algo de tristeza en su mirada. – Supongo que cuando veas esta grabación yo ya no estaré en este mundo. – Bajó la mirada y unas lágrimas rozaron sus mejillas. – Espero que Neithan esté contigo. – Neithan le tomó la mano. – también espero que hayas conocido a tu tía. – esbozó una tímida sonrisa. – Ìhan ya no está conmigo. Murió hace aproximadamente un mes. – Se secó las lágrimas. – Lamento tener que dejarte, porque no me parece justo que los niños crezcan solos, sin sus padres. Pero se que tú eres fuerte y que lograrás terminar lo que Ìhan y yo comenzamos. “En esta grabación, voy a darte algunas pistas que Ìhan y yo recolectamos para encontrar las reliquias que se encuentran errantes. Espero que te
Neithan y Èliàn estaban en la habitación. Neithan caminaba de un lado a otro. - ¿Qué vamos a decir? – Preguntó nervioso. Èliàn parecía distraída. – No se que quieren escuchar, no se que podemos decir. - Ni yo tengo idea de que decir. – Dijo la muchacha sin prestar atención a lo que decía. - Èliàn, ¿Me estas escuchando? – Neithan se detuvo y la miró. - Èliàn levantó la mirada. - Claro que te estoy escuchando. Ni siquiera yo se que voy a decir. - Neithan suspiró y se sentó junto a ella. Durante largo rato ninguno de los dos dijo nada. De pronto la puerta de la habitación se abrió y Àhlian entró. - Todos están reunidos en el gran salón. - ¿Dónde es eso?- Donde está la pintura de Ìhan. Ninguno de los do