- Eres mi madre. – Dijo Neithan.
- Así es. – Dijo ella. Quiso acercarse, pero Neithan retrocedió.- No puedes ser la persona que me dio la vida.- Neithan….- Eres un monstruo.Las palabras de Neithan le afectaron de sobremanera que no se atrevió a tocarlo, en su lugar una lágrima rosó su rostro. Entonces se volvió hacia Èliàn.- Tú y tu familia se han entrometido en mi vida.- Yo no te obligué a luchar a favor de la Emperatriz Lìhara, ni siquiera mi madre lo hizo. También se que la Emperatriz es tu madre. – Neithan miró a Èliàn sorprendido y con lentitud comenzó a negar con la cabeza. – Lo que odias y lo que ella odia, es que Neithan, sangre de su sangre, le impida triunfar.- Ìhan te alejó de mí. Se alejó de mí por Èhlian.- Eso no es cierto. – Dijo Àhlian. – Él no hizo eso.- CALLATE. – Volvió a mirar a Neithan. – Tú eres mi hijo, tú debes estar conmigo.- Lìhan estuvo contigo y mira ahora. – Dijo Neithan con frialdad. – Está muerto.-Cuando Élián llegó la sala de control estaba desierta, Neithan no estaba por ninguna parte. Ella fue hacia el tablero de control Ahnya apareció repentinamente. - Neithan llora. – Èliàn se sobresaltó. - ¿Por qué?- Sufrió un golpe bajo. – Dijo la muchacha y se sentó en la silla del copiloto. – Una traición. - Yo no lo traicionaría. – Dijo Ahnya. – Nunca lo haría.- Lo se. – Le dijo Èliàn y le sonrió. – Y él también lo sabe. - Luego sacó el chip de un bolsillo. – ¿Podrías guardar esto y poner la nave en marcha? – Ahnya asintió. - ¿Rumbo a dónde?- Por ahora no tenemos un rumbo establecido. Pero deja la red del navegador abierta para captar señales, esperemos que alguna reliquia aparezca. – Ahnya volvió a ase
Los días pasaron, Neithan permanecía mucho tiempo solo en su habitación, cabizbajo y Èliàn ya no dormía en la suya sino con él. En uno de esos días, mientras ella dormía, Neithan había decidido salir de la habitación y se sentó en la silla del piloto para meditar como siempre lo había hecho en las noches.- Siento tu dolor. – Dijo alguien de pronto. Neithan se sobresaltó. cuando Ahnya apareció sobre la silla del copiloto. – Me gustaría ayudarte, pero no sé cómo hacerlo - Neithan le sonrió. - No te preocupes. – Le dijo y apoyó la cabeza al espaldar sin dejar de mirarla. – Siempre que estés aquí conmigo, eso me basta. – Ahnya sonrió y se desvaneció. Neithan suspiró y volvió la mirada hacia la pantalla, para reflexionar. El tiempo transcurría para &Eacut
Èliàn ya no pasaba tanto tiempo dentro del cuarto de las reliquias, se había dedicado a ver la grabación de su madre. En una ocasión Neithan se le acercó y la abrazó desde atrás, ella estaba sentada en la silla del copiloto mientras miraba la grabación de su madre en la pantalla. - ¿No crees que ya deberías dejar de mirar eso?- No. – Dijo ella. – No lo hago por nostalgia. Aún trato de recordar dónde he escuchado esa melodía. - Eso fue lo que te ayudó a descubrir a mi madre ¿Cierto?- Si. Pero no era por eso que mi madre la llevó a acotación. - ¿No? ¿Entonces no sabía que mi madre estaba infiltrada entre los rebeldes?- La verdad no lo se. Yo creo que si lo sabía. En realidad creo que esta melodía tiene dos funciones. Ella la mencionó por dos razones. El descubrir a L&igrav
Sarce, uno de los primeros planetas atacados por el Emperador y dominado a su voluntad. Una vez fue hermoso, sus habitantes eran muy parecidos a los Drake y a los Naýneses, no eran humanos, pero podían adoptar la forma de seres humanos. Ellos, al igual que casi todos los planetas de las galaxias cercanas quisieron evitar a toda costa la ascensión de aquel que se autonombró Emperador, fue así como se crearon las diez y siente reliquias, con el propósito de evitar su entrada a las galaxias. Sarce fue conocido como el planeta de los nulaussy, mayormente conocidos como sarcenos, una raza de seres que tienen la capacidad de transformarse en humanos y tienen agilidades asombrosas, ellos fueron los que crearon las espadas, pero ya nadie los recuerda Sarce no pertenece a una galaxia especifica porque es un planeta vivo, un planeta errante, de esos que tienen vida y pensamientos propios. Como Saral, Sarce es un planeta que tenía la capacidad d
Una hora más tarde habían bajado del trasbordador. El cielo estaba despejado, la brisa era fresca y al parecer el día estaba llegando a su fin. La débil luz del moribundo sol se estaba ocultando en el horizonte, habían aterrizado en la costa y el mar era de un color azul rey. - Es una vista hermosa. – Dijo Èliàn. Habían estado caminando por la costa tomados de la mano una vez que bajaran del trasbordador. - Pero esa no lo es. – dijo Neithan que estaba de espaldas a la playa. En cuanto Èliàn se dio la vuelta, apretó con más fuerza la mano de Neithan y con la otra se tapó la boca de la impresión. - ¿Qué sucedió aquí? – Preguntó con asombro. Un inmenso castillo en ruinas se cernía a cierta distancia de la costa. Algunos de los escombros yacían dispersos en el suelo, el cual era completamente gris. El cielo
- ESTAMOS EN GRAVES PROBLEMAS. LA NAVE FUE DESTRUIDA GRAVEMENTE. PERDIMOS CONTACTO CON TODO, LOS CABLES… - Hubo una turbulencia y el hombres se interrumpió. – LOS CABLES DE COMUNICACIÓN ESTÁN COMPLETAMENTE DESTRUIDOS. - DEBEMOS ATERRIZAR ANTES DE QUE SE NOS ACABE EL OXIGENO. – Gritó otro hombre. Ambos estaban sentados frente a los controles de mando. - ¿QUIÉN RAYOS NOS ESTÁ ATACANDO? – Gritó el primer hombre. – YA DEJAMOS A MORDANA ATRÁS. ¿QUIÉN NOS SIGUE?- Lìhara. – Dijo alguien desde la entrada a la sala de mando. Los dos hombres se volvieron y miraron a Ìhan caminando hacia ellos. – Nos ha estado siguiendo y ninguno de nosotros nos dimos cuenta. – Nadie dijo nada. – El oxigeno se agota. – Dijo Ìhan. - Debemos aterrizar lo más pronto posible antes de que terminemos muertos en medio de la nada. &ndash
Ìhan se quedó observando el lugar donde había estado momentos antes. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando varias personas aparecieron repentinamente y lo rodearon y justo en ese momento recibió un golpe en el estómago y volvió a chocar contra la lápida.- Vaya vaya amor. – Ante él había una mujer de cabello rizado vestida de negro. – ¿Creíste que podías huir de mi? – Ìhan quiso levantarse, pero no le dieron la oportunidad. Lìhara volvió a golpearlo en el estómago y el muchacho quedó tirado de nuevo en el suelo. – Pues no amor. – Se agachó y levantó su cabeza por el cabello. – Lo único que puedo darte es una muerte rápida y sin dolor, pero antes que nada, quiero que me digas ¿Dónde dejaste a Neithan?- Creo que te quedarás esperando a que te lo
Neithan y Èliàn estuvieron caminando por la costa durante horas. Ella miraba hacia el horizonte y él tenía el navegador destruido en las manos, intentaba repararlo. - Es inútil. – Dijo el muchacho. Luego, en un ataque de ira lo lanzó al mar. El aparato cayó en el agua, Neithan estaba irritado y se dejó caer sobre la arena. - Tranquilo. – Dijo Èliàn, se hincó junto a él y comenzó a masajear sus hombros. – deja de exasperarte. – Él no respondió. – Estuve pensando, creo que no tendremos más opción.Neithan se volvió y la miró incrédulo. - ¿Qué significa eso?- Bueno…- ¿Insinúas que debemos llevarlo?- Yo creo que… - Èliàn y Neithan desviaron la mirada hacia el horizonte. - ¿Qué es eso? – Preguntó &E