Neithan y Èliàn estuvieron caminando por la costa durante horas. Ella miraba hacia el horizonte y él tenía el navegador destruido en las manos, intentaba repararlo.
- Es inútil. – Dijo el muchacho. Luego, en un ataque de ira lo lanzó al mar. El aparato cayó en el agua, Neithan estaba irritado y se dejó caer sobre la arena.- Tranquilo. – Dijo Èliàn, se hincó junto a él y comenzó a masajear sus hombros. – deja de exasperarte. – Él no respondió. – Estuve pensando, creo que no tendremos más opción.Neithan se volvió y la miró incrédulo.- ¿Qué significa eso?- Bueno…- ¿Insinúas que debemos llevarlo?- Yo creo que… - Èliàn y Neithan desviaron la mirada hacia el horizonte. - ¿Qué es eso? – Preguntó &ENeithan no le había prestado atención a otra cosa más que a la tumba donde había estado Oiluj unos minutos antes. La lápida decía Ìhan.Neithan dio unos pasos hacia la tumba y se detuvo frente a esta. - Mi padre está aquí Èliàn. – Dijo y se dejó caer de rodillas. Bajó la cabeza y las lágrimas comenzaron a emanar. – Nunca lo encontré porque estaba en un mundo olvidado, destruido, muerto en vida. – Se sentó en el suelo. - No está con la persona que amó hasta el fin de sus días.Éliàn se sentó junto a él y apoyó su cabeza al hombre de Neithan, quien acarició su cara y le besó la cabeza. - ¿Sabes lo que quiero? – Le preguntó. Ella negó con la cabeza, mientras lloraba. – Que el día que muera pueda estar cerca de ti. – Levant
Èliàn despertó sobresaltada. Una extraña melodía retumbaba en su cabeza. Era ese sueño de nuevo. Pero de pronto se dio cuenta de que no estaba soñando. La melodía la tarareaba su madre, era la grabación que había encontrado en Armond. La muchacha miró a Neithan que dormía apaciblemente.Cuando salió se dio cuenta de que Oiluj miraba la pantalla de la nave donde aparecía Èhlian tarareando la extraña y siniestra melodía. La muchacha miró unos segundos la pantalla y luego se acercó a Oiluj. La muchacha llevaba una bata negra. - ¿Qué sucede?- Disculpa por haberte despertado. – Dijo sin mirarla. Èliàn no comprendió lo que quiso decir pero aún así no lo preguntó. - ¿Estás bien? – Preguntó Èliàn mirando a Oiluj.- ¿Ella es
Mordana caminaba apresuradamente por los pacillos de la fortaleza de Armond. La Emperatriz ya sabía sobre la muerte de Lìhan, Mordana estaba asustada porque no sabía si la nueva noticia desataría la guerra o la retrazaría. La mujer comenzó a bajar la velocidad hasta detenerse frente a la puerta de la estancia principal o, como es bien llamado, la sala del trono. Mordana se disponía a tocar la puerta cuando alguien se lo impidió.- La Emperatriz no se encuentra en Armond ahora. – Dijo alguien detrás. Se volvió y un joven rubio y alto vestido de negro iba hacia ella. - ¿Dónde está?- Ella no tiene por qué rendirte cuentas Mordana. – Dijo con severidad. – Si ella no lo dijo, tendrá sus motivos. - Lo se. – Se limitó a decir Mordana. – Lo siento. Tiene usted razón. – Él la miró por un momento.
El tiempo transcurría con mucha lentitud. Élián entraba a la sala de las reliquias para repasar una y otra vez las que tenían e incluso la que poseía Oiluj y que no había querido entregar por orden de la antigua reina, todo era para asegurarse que reliquias faltaban. Salía de la sala y volvía a la sala de mando a asegurarse de que todo con respecto al navegador estaba bien, ya que no había señal alguna de ninguna de las reliquias errantes. - Quisiera saber. – Dijo Neithan un día. – Tú dijiste que el navegador que le implantaste a la nave no funciona si tú no estás aquí. – En ese momento los tres se encontraban en la sala de control - ¿Por qué?- Creo que no es el momento oportuno para mencionar eso Neithan. – Dijo Oiluj sin inmutarse - No puedo responder a tu pregunta, no ahora.- Que no es el momento oportuno. – Dijo Ne
- Es ahí ¿Cierto? – Preguntó Èliàn. - Si. – Respondió Oiluj. – Pero debo aclararles que es una trampa. - Los dos lo miraron sorprendidos. - ¿Cómo sabes que es una trampa? – Preguntó Neithan. - El dragón que tiene el cetro en su poder se encuentra ahí, la ciudad está desolada porque la idea es que los vean.- Entonces no vayamos. – Dijo Èliàn. – Si es una trampa, no tenemos nada que hacer aquí. Sabemos quién tiene el cetro. - El problema está, en que debemos ir. – Dijo Oiluj. - ¿Por qué? – Preguntó Neithan. - Va a ser un día revelador. Hay secretos que yo no puedo divulgar. - ¿Revelador? – Preguntó Èliàn. – ¿Secretos? - ¿Sabes algo que no sabemos? – Preguntó Neithan.-
- Neithan. – Èliàn quiso acercarse pero esta vez fue Oiluj quien se lo impidió. – Pero…- No te acerques ahora. Podría lastimarte.Neithan parecía sentir un gran dolor porque comenzó a agarrarse el estómago y repentinamente comenzó a gritar. Alan se acercó a él y se arrodilló a su lado. - La ira te domina. Deja que la ira te cubra Neithan. Vierte toda tu ira sobre ellos. Tu padre te traicionó, no te dijo la verdad pero él no está. Véngate en ellos. No valen nada con todo el poder que tienes y que puedes llegar a tener se vienes conmigo. Olvida a los humanos. De pronto un rugido proveniente de Neithan se escuchó y Èliàn y Oiluj retrocedieron. Luego, unas alas de fuego salieron en su espalda y el muchacho se levantó. Tenía los ojos completamente cubiertos de fuego y estaba fuera de control.- Muy
Cuando Èliàn despertó se encontraba en la nave, en la habitación donde dormía con Neithan. Se sentó pero se sintió un tanto mareada y le dolía la cabeza. Quiso levantarse pero sintió un dolor en el tobillo, entonces se dio cuenta de que estaba vendado. – No estaba soñando. – Susurró.Miró a todas partes y vio unas muletas al lado de su cama. La muchacha se desarropó, tomó las muletas y se levantó. Estuvo de pie unos segundos y luego salió de la habitación. Fue hacia la sala de control y ahí encontró a Oiluj mirando hacia la pantalla distraído. Élián iba a hablarle pero él se adelantó. - Deberías estar descansando y no levantada. Tu herida fue grave. Aunque no puedo negarte que ya estas bien. - ¿Qué sucedió con Alan? – Preguntó la muchacha sin movers
Indignada tras la negativa de Oiluj, Élián pasó gran parte del día en su habitación, ni siquiera quiso ver a Neithan porque entonces tendría que hablar de lo ocurrido con el sarceno y no quería tensión entre ellos de nuevo. Èliàn se levantó de la cama, tomó un libro que tenía en el closet y se sentó en el sofá frente al ventanal a leer pero sin darse cuenta se quedó dormida con el libro sobre las piernas. Neithan entró y sonrió al verla dormida sobre el sofá, tomó el libro de su regazo mientras le daba un beso en la frente y ella se estremeció pero no despertó, entonces él suspiró y fue a darse un baño.Èliàn despertó con el sonido de la ducha, se estrujó los ojos y decidió levantarse para cambiarse de ropa y volver a dormir pero, su mente viajó de nuevo al m