Me rebano la cabeza en sí ingreso o no, estaba hace más de media hora al frente del edificio donde quedaba el apartamento de Alfredo, soy consciente que ya no somos nada, fue sincero y eso se lo agradezco, también era cierto que yo tengo mucha culpa.Pero él debe saber que será papá, no para que se case conmigo… ¿Cómo va a reaccionar? Sin su consentimiento me embaracé, esto era un tema de dos. En mi afán de querer arreglar nuestro problema… ¡Mierda lo aumenté! Linda psicóloga que resulté, pero como dicen por ahí, uno mismo era pésimo consejero.Al mal momento echemos pa’lante, como decimos en mi tierra, puyemos el burro. Con el corazón a mil, ingresé al edificio, aún tenía las llaves, supongo que debió de llegar de su turno de la clínica. El corazón se me quería salir, temo a su reacción, me palpitaba a mil el pulso. Respiré varias veces antes de abrir la puerta.El interior se veía descuidado, más no desordenado. —Como tonta sonreí, se ve que no ha pasado la escoba por el apartamento
Llegué temprano en respuesta al llamado de la señora Josefina, desde las seis me pidió que viniera urgente. Bajé del carro, ella ya me esperaba en la terraza, Gladis la acompañaba, me saludó. —Me dejó muy preocupada su llamada.—Mira a ver si contigo habla, esta mañana se puso a llorar, luego quedó en ese estado. Gustavo me dijo que no me preocupara, que lo que tuvo fue una visión de las que suele pasarle. Sabes el don que tiene. ¿Quieres comer algo?—Lo que quieras darme no hay problema, eso sí, un café no te lo desprecio por nada del mundo.—En un rato te lo traigo, mi suegra solo habló para decir, debo llamar a Verónica.Una vez solas en la cómoda sala de la terraza del rancho La Reina me senté, la mañana estaba calurosa.—Te llamé hija, para que tú seas testigo de lo que pasará en un par de años, hoy te dejo como testigo.—Me está asustando. —Ella miraba hacia los corrales de la hacienda.—Patricia y Alfredo sufren.—Ellos están bien, bueno últimamente los noto algo distanciados.
Terminaba de marcar unas reces, me puse a ayudar a Jacinto una vez llegué de dejar a los niños en la escuela. De hecho, los directivos implementaron una acción de sensibilización ante lo ocurrido en el colegio; cuando mis dos hijos mayores comenzaron la batalla campal. Vi el carro de Carlina, al lado del de Verónica, no hace mucho llegó de hablar con la señora Josefina. Los gritos de ella llamándome me hizo mirarla y parece que está preocupada.—Jacinto continúa, si puedo en un rato regreso. —pasé los corrales, llegué hasta donde ella me esperaba con Verónica.—Necesito urgente hablar contigo.—Vamos a mi despacho.—Amor, después te cuento lo que pasó en La Reina con la señora Josefina, fue algo extraño.—Claro amor.Nos despedimos de beso en la boca, caminé con la mujer de Lobo e ingresamos al despacho.» Ahora sí, dime.—¿Hay manera que escuchen mis llamadas? —La miré, tenemos interceptados a todos—. ¡Es importante que escuchen lo que me dijo mi hermana!, no me voy a enojar por si m
—Porque sabes que te amo, porque te lo he demostrado, porque he estado ahí en todos tus logros desde hace dos años, porque así no lo reconozcas aún, desde hace mucho yo estoy en tu corazón y solo hasta ahora lo estás viendo.» No me amas, pero me quieres bastante y voy a avivar siempre esa llama. Solo prométeme que no me serás infiel, acepto que terminemos, lo que sea que pase en el futuro, pero no me hagas hacer el papel de tonto. Seamos siempre sinceros.—Detesto la infidelidad, vi a mi madre sufrir tanto por ello.—Entonces estoy a salvo contigo —volvió a besarme y salimos del apartamento. Aunque mi sentir y para mi familia será un grito en el cielo porque están acostumbrados a estar en una relación con amor, y la mía no lo será. Por eso debo fingir muy bien, en especial cuando se encuentre él. Que no se vea ficticio. …***…Patricia nos llamó esta mañana a decirnos que tenía una noticia importante por contarnos, han pasado dos semanas desde que nos enteramos oficialmente sobre
—Voy a casarme mami, mi hijo no tiene nada que ver con mi compromiso. Queremos hacerlo bien. Y quiero que Gustavo me entregue como lo ha hecho con mis hermanas, quiero tu bendición, no será una fiesta grande… además tontamente tengo muchas cosas adelantadas… Solo quiero una cena, lo más sencillo.—¿Por qué no viven juntos y miran si en la convivencia se entienden?, luego se casan.—Mis últimos dos cumpleaños los pasé con Máximo, porque Alfredo no se acordó. —Patricia se puso roja—. ¿Quieren que continúe diciendo mis penurias? ¡Todas las que callé por pena a que ver que todos tenían una familia y yo estaba mendigando afecto!—Alfredo te ama. —habló la señora Josefina.—Pero no quiso demostrármelo. Y no quiero hablar más de él. En este momento debe estar con la mujer por la que me cambió y mi esposo será Máximo. …***…Hace dos semanas llegamos a Turquía, hoy sábado, Alex venía por nosotros para ir a un club que, según la información recibida, era donde se hacen las negociaciones. Fr
Tomé el celular, ellos ya caminaban en dirección al establecimiento de lujo. Zombi contestó.—Patrón.—¿Rino sabe lo de Patricia? —Se detuvo, los otros siguieron caminando.—Sí. —cerré mis ojos—. Sabe que se casa mañana, por la iglesia el sábado y del hijo que espera. —Al abrirlo miré a Gustavo y él ya lo hacía.—Freddy, Alfredo ahora no está en su total capacidad de reacción inmediata, debes cuidar a tu hermano.—Lo saqué del baño, hoy parece ser el zombi. Mi mujer habló de más.—No es fácil que le digan en la cara los errores. Cuídalo. —colgué con Zombi y llamé a Alfredo.—Patrón.—¿Puedes con el operativo? —silencio—. Puedes quedarte en el carro, yo más que nadie entiendo lo que es meter la puta pata en estiércol.—Verónica no se casó.—Tu situación y la mía fueron diferente, yo me alejé por amor, tú lo hiciste por cobarde, por miedo a tener lo que nosotros tenemos. No suelo meterme en esto Alfredo, pero ahora debes enfrentar la vida con lo que acarrea las consecuencias de tus deci
—A dormir —dije.Ingresaron al carro de Cuajao, llegaron a la dirección que les habían dado. Lobo ya le había pasado la información a Onur y este ya se dirigía al hotel también. Los muchachos sacaron los cartuchos con los tranquilizantes; eran armas especializadas, no las típicas escopetas utilizadas en dormir a los animales.Estos eran pistolas fáciles de usar con descargas mínimas para dormir instantáneamente por cuatro horas al enemigo y poder encerrarlos. Cada uno equipado. Esperaron al personal del jefe de Cuajao.—Rino y Zombi —dije—. Gente que duerman, gente que remplazará el personal de Onur, que se pongan sus uniformes. No demoran en llegar con la mercancía, el rastreador que puso Zombi al empleado se está moviendo, tienen máximo media hora. —Copiado. —llegó la gente, Cuajao los fue a recibir.—Jefe, usted espere encerrado en esta habitación en el piso ocho. —Le dijo Alex a Onur—. No puedo cuidarlo a usted y estar en el operativo.—A esa habitación llevaremos a todas las c
La miraba y notaba un enojo hacia él.—Otro al menos me habría buscado. —En eso tiene razón—. ¡Al menos llamado! ¿Te das cuenta? Ahora solo velaré por mi familia: mi esposo y mi hijo.—Bueno, tomate el día de hoy. Nosotras seguiremos con los preparativos de la ceremonia religiosa. ¿Por qué no vinieron los padres de Máximo? —Se puso nerviosa.—Estarán en la religiosa. —afirmé.—Esposa mía.Máximo llegó por su mujer, le dio un beso en la mano, mi Bestia me abrazó por la espalda. Sigo enojada con él, pero los presentes no tienen por qué saberlo. Gustavo se dirigió a la salida en busca de su mamá. Nos despedimos, ya en el carro de regreso a nuestra casa, la mitad del viaje lo hicimos en silencio.—¿Sigues enojada conmigo Pequeña?Miré a mi marido, el muy descarado me dejó a punto de iniciar mi orgasmo esta mañana, esa fue su reacción al darle la noticia que seriamos los testigos.—¿Y tú qué crees?—¿Acaso no comprendes?, me siento un traicionero con Alfredo.—Una cosa no tiene nada que ve