—Matando a tu gente, uno a uno, poco a poco.¿Le está contando el plan? En ese instante recordé en una de las clases que nos daba el capo de capos a los que entramos a su organización, después de una serie de pruebas nos organizaban en grupo.De hecho, todos los que estamos encubiertos éramos de la misma clase, incluido Rino, pero él era más tecnológico. Esa tarde ingresó el temido don Roland Sandoval y a pesar de que era casi tres años mayor, parecía un hombre de cien por el poder que ejercía en todos.La clase se trataba; si están al frente del enemigo para que crea en ti deben contarle la mitad de la verdad. Utiliza siempre la verdad para manipular, al decir la verdad, el cerebro trabaja en pro a esa verdad.Con ellos tu cuerpo te da la certificación para respaldar lo que dices, la mirada nunca la bajas, no temes por consiguiente no demuestras debilidad y eso, aunque no se ve, la vista lo registra y el cerebro confía en la persona que está hablando. Eso es lo que está haciendo Mojó
El llanto de mi hija después de la palmada que le dieron en la colita nos hizo sonreír, hasta ese momento me di cuenta de que hasta Cereza estaba asustado, ese llanto representa vida. No sé si es por lo que pasó con el rescate de esos niños, de solo imaginar que sean mis hijos o unos de mis sobrinos me entra algo raro en el pecho. Yo he sido un hijo de puta, pero lo que vimos en esa mansión… fue un renacer, tengo tres días, bastante jodido, quiero salvar a todos los niños que más pueda… sí, eso es lo que quiero. Me entregaron a Daniela cachete coloradita mi niña, mi último retoño, se la puse a Clari en el pecho y le dio un beso.—Eres preciosa mi amor.—Las amo.Besé su frente, luego la de mi hija y se la llevaron a limpiar. Me sacaron a mí para terminar de hacer la cirugía de ligamientos de trompas. Seguí a una enfermera hasta la sala de espera en el momento en que ingresaba Gustavo y Gladis también en trabajo de parto. Ver a mi hermano con zapatos diferente me hizo reír hasta más
—Vaya Jacinto…—Deduzco quienes fueron patrón, pero conozco a los hombres una vez los veo. Tal vez ese es mi don, ustedes son hombres con un código de honor y familia que lo tienen enraizados en sus venas y usted es el líder.» Utilice todo su conocimiento para hacer el bien. Los malos son pocos, pero hacen mucha bulla, mientras que los buenos nos quedamos pensando, literalmente no hacemos nada.» Y en ocasiones en ese lote de buenos es de donde salen los que alzan la bandera y hacen la diferencia, a mí se me hace que usted es uno de esos. Fue educado en el infierno para que pueda entenderlo y ahora sabe lo bello que es el cielo.» Si usted puede pasar de un lugar a otro, ¿no cree que debería ser el instrumento para ayudar a Dios? Y no me refiero a darle dinero a la gente, soy de los que piensan que debemos trabajar pa’ tener el dinero.» Pero hay cosas que el dinero no compra, la libertad es una de esas. Muchas cosas podría ser Patrón. —Las palabras de Jacinto me tenían al borde de u
Era otra latina que también estaba aprendiendo el idioma.—¡Óyeme! ¡¿Dónde está Patricia?!—No lo sé. —Dos muchachas más la ayudaban.—¿Qué le pasó?—Perdieron una apuesta y…—¿Y qué?—Abusaron de sus traseros. —Los oídos me pitaron.—¿Disculpa? ¿Desde cuándo violar es un juego?—Era una apuesta, se pusieron de sabelotodo y apostaron con quien no debían, les ganaron y ellos cobraron. No querían, se echaron para atrás, pero ellos insistieron… ya sabe lo que les hicieron. —Karla parecía estar en las nubes y ahora no tenía idea de donde estaba metida Patricia.Las palabras de Rata en los entrenamientos, «la mujer se valora, no matamos, no violamos a las mujeres ni a los niños. Si lo hacen yo mismo les meto un palo en el culo y los mato». —tomé la mano de la chica que me había contado lo que había pasado.—Ayúdame a buscar a Patricia y dime quienes fueron los que abusaron de ellas.—Perdieron una apuesta.—Que luego gritaron que no querían pagar, ¡fue contra su voluntad! Eso aquí, en la I
Recordé esa conversación.—Patricia, perdón de verdad, voy a hacer de cuenta que esto nunca pasó, ¿vale? —tocaron a la puerta—. Mira, acaba de llegar la chica con la que salgo, tú eres preciosa, pero no eres mi tipo, demás eres la hermana de unos de mis jefes, eres prohibida y puede que tu cuerpo esté precioso, insisto no eres mi tipo.Esa mirada… debí suponerlo. Cuando le abrí la puerta a Selena, una puertorriqueña que vive aquí, de hecho, aún salimos, solo era sexo. Patricia la reparó y con su rostro sonrojado se retiró, después de ahí a las semanas comenzó a salir.—Señor Alfredo, ya salió de la operación, salió bien, solo es dolorosa la recuperación.—Gracias.Llamé a Lupe, quería venir y le dije que era prohibido, virus, bacterias y estaba embarazada. En tres días la dan de alta, también le dije que Lobo llegaba mañana con la novia y se quedaría con ella hasta nueva orden. Me permitieron pasar a la habitación, me senté a su lado en una silla, era una niña. Con el paso de las hora
—¿A ti qué te pasa? —buena pregunta. Ingresamos a mi auto.—En el informe enviado por Rata, los tipos tienen un grupo que hace este tipo de actos, por los videos eliminados y así busquen al mejor en el tema, ya no pueden hacer nada. A ellos les genera placer ver la sangre.—Están locos, mientras Patricia dormía vi lo que envió Simón.—Tú me mandaste a buscar, ¿qué quieres hacer? ¿Matarlos? Aquí te traje esto. —Era lo que utilizaron para dejarle destrozado el recto, malparidos, sadistas.—Sí, pero no tan sencillo. —Para que te caiga mal la niña, te estás tomando esto muy personal.—Si vuelve a hacer otro comentario como ese, te jodo. —El muy idiota me miró y sonrió.Llegamos a la casa donde se reúnen, bajamos del carro, en la parte trasera saqué mi arma, el silenciador, en mis bolsillos guardé los cartuchos de repuesto, una navaja en la pierna con su estuche, me puse unos guantes. Lobo hacia lo mismo, era de día. Desde que llegó no dejó de usar el aislador de sonido, sacó la capucha
Ha pasado una semana, ¿quién iba a pensar? Después de esta desgracia para mí, tengo la atención de Alfredo como siempre quise desde que lo conocí. El problema era que ahora no era lo mismo, yo ya no...Lupe no deja de consentirme, hasta Carlina, resultó ser una increíble chica. Ellas dos son las que me han curado y era bastante incómodo, por eso se han ganado mi respeto, no cualquiera hace lo que esas dos chicas han hecho por mí. Todo esto me pasa por IDIOTA.No tengo a nadie a quien culpar más que a mí misma. Me lo advirtieron y yo, de confiada, creyéndome la mujer maravilla. Carlina fue a acompañar a Lupe a la última cita con la ginecóloga, en un mes nacen los bebés.Me dieron retorcijones y eso significa llorar en el baño mientras hago deposición. Comencé a llorar desde antes de empezar y eso que mis comidas son líquidas, no puedo quejarme, Alfredo ha estado muy pendiente de lo que me dan de alimentación, a veces creo que sabe mucho del tema.Pero, aun así, duele mucho limpiarme, d
—¡Esta niñita me empujó!Se escuchó la primera cachetada, Patricia era una mujer fuerte, estaba enfrentada cuál gallo de pelea.—¡¿Vas a decir mentiras?! Sabes que este apartamento tiene cámaras, es solo decirle a tu novio que las mires y sabrá la verdad. —Selene se puso roja.—¡Eres una mentirosa!Va la segunda cachetada más duro que la anterior. Alfredo sonreía y miraba algo en su pequeño computador.—Selene, ¿le estás diciendo mentirosa a Patricia?—Para ti ella es una infanta, inmadura y fastidiosa. —Esto se puso incómodo, la mirada fría en Rino daba miedo.—Ella lo sabe, yo mismo se lo he dicho en varias ocasiones. Ahora vete de mi apartamento y ten por seguro que de la recepción no volverás a pasar. Lupe, Patricia vámonos a comer ese helado. —Dichos hombres eran terribles.—¡Quedaste de llevarme!—Eso fue antes de decir que era tu novio y que intentaras pegarles a mis sobrinos. Créeme, no te saco a patadas porque soy un caballero.—Pero yo soy una mujer.Ha dicho Patricia y la a