—No vuelvas a desobedecerme, la primera vez siempre puede tomarse como un aprendizaje, la segunda sería una ofensa directa a mí. Adoro que te desvivas por mis hijos, yo también lo hago y eso no quita que siempre me fijo en lo que te pones, en que usas y que no, en sí comes hoy con la mano izquierda o con la derecha. —Lo miré.» ¡Ves!, nunca me lo has dicho, pero entrenas ambas manos y esa es una técnica de camuflaje muy buena, no todo el mundo domina ambas manos, puedes pasarte por una persona derecha o una zurda.» El día que decides usar la mano derecha haces todo con la derecha y lo mismo haces con la izquierda, tus firmas son idénticas con una mano o con la otra, la diferencia es que al hacerla con la izquierda le pones un punto al final. —nunca dejaré de admirar a este hombre, solo la agencia sabía que soy ambidiestra.—Enséñame, a hablar sin hablar.—Gánatelo.Dijo con picardía, me dio la espalda para terminar de bañarse, luego lo hice yo. Al salir del baño, él cargaba a Sergio.
—Usted también debe vacunarse contra la influencia, mientras esté su novia embarazada no debería tener gripa ni darle fiebres. No solo ella se vacunará.Ver el rostro de pavor en Alfredo nos hizo reír hasta la enfermera grandota que lo esperaba con la jeringa y la doctora Schmidt fue la primera en soltar una sonora carcajada. Fácilmente, podría ser un comediante con gestos bastante naturales, su miedo no era exagerado, era miedo de verdad, a mí ya me habían vacunado.» Viene por su cuenta o mando a llamar a dos compañeras más.—¿Igual de gigantes a usted? —dijo en español y las mujeres no entendieron—. ¿Puedo ir al baño?Lo vi dirigirse al baño y ellas comprendieron haciendo que nos riéramos más. Cuando por fin se dejó vacunar ingresamos al consultorio de la doctora.—Guadalupe. —pronunció algo extraño, ella hablaba en alemán y Alfredo me traducía—. La sangre nos dice que puede que sea más de un bebé. —miremos a ver que nos dice la ecografía, si son gemelos o mellos.—Vaya puntería.L
—Para eso te tiene a ti, ahora dime, iba camino al club. —Y ahí estaba esa mirada que nos decía que creía que entre él y yo tenemos algo.—Se han hecho muy buenos amigos. —Iba a hablar, pero Arnold se adelantó.—Padre, hasta el momento no es lo que piensas, pero si compartimos parejas y montamos buenas orgías. No te confundas, yo no quiero a Kevin para el mismo trabajo que tú tienes a tu mano derecha, ese servicio de culo exclusivo no me llama la atención.—Pero a Kevin sí.—Mientras que no se le dé por tocarme, podrá mantener sus manos pegadas a su cuerpo. No tengo nada contra esas preferencias, pero hasta ahora solo me gustan las buenas tetas y suaves piernas. —Eso era dejar callado a Nikolay—. ¿Crees que no lo sé?, no se te olvide quien soy. Permiso, tengo afán de una buena follada. ¿Kevin?Caminé detrás de Arnold, tenía rabia y al mismo tiempo sonreía, después de todo no fue tan mala la broma del idiota de Rino y me dejará como un homosexual escondido. Apenas ingresamos al auto vi
—Patrón, esto de convertirse en héroes no se siente nada mal, espero que estos actos resten a mi larga lista de errores.—Míralos como entrenamientos para lo que sea que el señor Dios nos necesite.—En todo caso, se siente la verga hacer el bien.—¡Papi!En ese instante miré hacia el llamado, me sorprendió ver a Dante corriendo y sonriente hacia mí, más atrás venía Enrique. Pero, ¡qué carajos!» Papi, papi, papi.—¿Papá?Los brazos de Enrique también pedían que lo cargara, estaban sudados y se veían cansados. Mi celular sonó, dejé a los niños en el mueble, miré las pantallas, cuatro seguían volando y Cebolla dejaba a un tipo en el puesto de copiloto. Contesté la llamada era Verónica.—¡Roland!—¿Qué pasa? —intuía lo que pasaba al ver a mis dos hijos descansar en el mueble.—¡No encuentro a Dante y a Enrique! Estaban en su cuarto, ahora andan con ese tema de esconderse en los lugares que menos te imaginas y no los encuentro amor, ¿podrías buscarlos en las cámaras?—Vida cálmate.—¡Teng
—Todos los ranchos conducen a este lugar, tiene capacidad para cincuenta personas y es un apartamento con un área de tecnología. No puedo acompañarlos, no puedo salir de este territorio, pero eso no quiere decir que no sepa que hace mi equipo en alguna de las misiones que estamos haciendo.» No vaya nunca a menos que me llame ante y pidas permiso, en esto seré estricto, Verónica. Puedo confiar en ti. Solo si alguno de nosotros lo ve conveniente les daremos permiso. Hay cámaras como te diste cuenta, me divorcio de ti si vas sin permiso.—No me quiero divorciar, ya quedo más tranquila al saber dónde te metes cuando te me pierdes.—Bien, por ahora veo que Dante y Enrique tienen la mente para que lo pueda entrenar a mantener la mente fría.—Son unos niños.—Que demostraron ser muy inteligentes.—Voy a cambiarlos, desde que se me perdieron tienen el mismo pañal.Mi mujer se dirigió al cuarto de ellos y yo me quede mirando los monitores, es increíble los hijos que tengo.…***…Los gritos de
—No te preocupes por eso, hagamos un buen trabajo, verás cuando acabemos esto, donde te sientas.Llegamos al club, una vez ingresé Arinka me miró y supe que me tenía algo que decir. Le hice señas y trajo una cerveza, se sentó en mis piernas, me pasó un papel.«El dueño del club de los niños está aquí, habitación trescientos.»—Por eso me encantas, busca a Franka. —Le dije.—Apenas estamos comenzando, te costará el doble.—Por tu culo pago lo que sea.En el carro tenía mi traje antibalas y el de Kevin también lo había guardado ahí. Ingresamos al cuarto, me puse el aislador.» Ahora sí. Descríbemelo.—Un metro con ochenta de estatura, rubio, contextura grasosa. Porta cuatro anillos en su mano derecha.—Gracias, Arinka.—¿Qué vamos a hacer Arnold? —Le entregué mis llaves.—Trae los trajes, vamos a darle un paseo a un hijueputa. —Kevin salió, las chicas se pusieron cómodas y encendieron la televisión—. ¿Me pueden prestar su celular? —llamé a Rino.—¿Sí?—Escúchame Alfredo.—¿Arnold?—Cont
—Rasca culo…—Ya van varios agentes con camiones para que transporten a esos niños. —Al mirarlo él ya lo hacía—. Si no hubiera intervenido la señora Verónica hace varios años, Enrique lo tendrían realizando esos actos. Que Gladis jamás vea esto.—Así es, así es. —Se escuchó los gritos de los niños.—Escuchen. —Lobo se detuvo—. ¿Saben hablar español o inglés? —Dos niños alzaron las manos—. Perfecto, vengan ustedes les van a traducir. —Era Kevin quien protegía a los niños.» Díganle que somos agentes de policía, vamos a sacarlos de aquí y van a regresar a casa con sus papás. —varios niños lloraban y otros sonrieron—. Solo deben hacerme caso y todo saldrá bien.Mientras Arnold entraba a otras habitaciones, peleaba con el desgraciado que estuviera abusando del menor y después de darle su paliza lo ataba y amordazaba para luego sacarlo y lo amarraba a la fila de degenerados.Yo he sido una escoria, me llevé una larga lista de mujeres en mi vida, pero jamás, jamás se me pasó meterme con niñ
—Matando a tu gente, uno a uno, poco a poco.¿Le está contando el plan? En ese instante recordé en una de las clases que nos daba el capo de capos a los que entramos a su organización, después de una serie de pruebas nos organizaban en grupo.De hecho, todos los que estamos encubiertos éramos de la misma clase, incluido Rino, pero él era más tecnológico. Esa tarde ingresó el temido don Roland Sandoval y a pesar de que era casi tres años mayor, parecía un hombre de cien por el poder que ejercía en todos.La clase se trataba; si están al frente del enemigo para que crea en ti deben contarle la mitad de la verdad. Utiliza siempre la verdad para manipular, al decir la verdad, el cerebro trabaja en pro a esa verdad.Con ellos tu cuerpo te da la certificación para respaldar lo que dices, la mirada nunca la bajas, no temes por consiguiente no demuestras debilidad y eso, aunque no se ve, la vista lo registra y el cerebro confía en la persona que está hablando. Eso es lo que está haciendo Mojó