Si yo estaba que me llevaba el diablo, Arnold acribillaba a Guadalupe, cada uno de nosotros se había acercado por su mujer.—Roland ¿te has enojado?—Cállate Verónica.—¡¿Verónica está ahí?! —Esa fue Any a quien no le he contado lo que pasaba.—¡No tienes por qué ser grosero! —tomé a mi mujer de la mano y la llevé hasta la mesa en donde hace un momento me encontraba y casi que la senté a la fuerza—. ¡¿Qué te pasa?!—Tu puto papel de indigna, ¡te lo tragas!Se quedó mirándome. La situación era por completo irreal. Esto no puede ser real. ¿En dónde carajos quedó la cámara escondida?—¡Soy la novia! Hay una canción que me gusta.Al menos la tonta esa no ha reconocido a Lupe, pero la mirada de Nikolay hacia cada uno de nosotros, con recelo, no me gustó. Nos miró a cada uno.—¿Cuál es la canción? —preguntó Guadalupe.—Rata inmunda de Paquita la del barrio. —dijo Marcela.—¿Quiere que cante esa canción en su boda?—A mí me gusta.—Como guste.La sarta de insultos salió de la boca de esa niñ
Esperamos a que Miguel llegara, una vez lo vimos doblar, nos subimos al auto, llegamos a El Renacer. Diana se bajó de esa camioneta gritándole a su marido.—¡Eres una estúpida Bestia!—¡Entra Diana!—¡Me voy a mi casa!—ENTRA A LA PUTA CASA o si no me verás convertido en una Bestia. Quiero que sepas la idiotez que hicieron. ¿No querías saber lo que yo escondía? ¡ENTRA!Diana no tuvo más remido que ingresar después de que todos la miramos con ganas de matarla. Todas estaban en el mueble largo de la sala principal, Inés a un lado, mi madre y suegro estaban en el otro extremo de pie.—Don Fausto, de ante mano, le pido mil disculpas por lo que le diré a su hija. —No dijo nada, no sé si me apoya o no. Pero me vale mierda en este instante todo.—Por primera vez estaré de tu lado. —Verónica miró a su papá.—Inés.Necesito implementar conmigo mismo todas las putas técnicas que manejo con la gente. Respiré profundo, mi vieja se acercó a mí.» Después que respondas las dos preguntas que te haré
Tenía a Verónica de la cintura mientras ella seguía gritando el nombre de Roland y en este momento lo mejor es dejarlo solo, y si estás cerca debes mantenerte en silencio, de lo contrario te aniquila. Debo reconocer que la actitud de él me sorprendió, en otros tiempos habría matado a todo el mundo. —Debo llamarlo. —Se soltó de mi agarre y corrió a buscar su celular, pero Miguel se lo quitó—. ¡Necesito hablar con él! Pedirle perdón.—El patrón ahora lo que necesita es pasar la rabia. —Le dijo Miguel. El resto de las mujeres permanecían sentadas en el mismo lugar.—Necesito llamarlo, por favor Miguel, entrégame el celular.—Tú no vas a llamar a nadie.Dije, todas me miraron, no hablé gritando como lo hizo Roland, pero eso no significa que no sonara frío y autoritario.» No la continúe embarrando, señora Verónica.—¿Señora? Hace años no me dices de esa manera.—Por ser la señora es la única razón por la que sigues viva, lo mismo para todas ustedes. El antiguo Roland no las habría dejado
No he parado de llorar, recuerdo la mirada de Roland y vi tanta decepción en él, yo tampoco encuentro justificación, no solo metí las dos patas, me metí completa en la embarrada que hice.Con llanto arreglé a los niños, Dante y Enrique pasaban mirando la puerta llamando a su padre, porque ya saben decir unas cuantas palabras, ellos están a la espera de la llegada de su padre.Desde el medio día no lo ven, Victoria ya se durmió. Y Dante también tiene sueño, pero lucha por esperar a su padre que no ha llegado desde que salió corriendo sobre su caballo, mi bebé solo lo llama.Dicen que las cosas pasan por algo, que Dios a todo le tiene un propósito, puede que así sea, pero hoy la verdad es que me siento la idiota más grande del planeta. Todo lo que me gritó Roland es verdad.Yo sabía que era una farsa, no tenía nada que hacer en ese lugar. —Enrique fue el primero en caer dormido, estaba en su cuna individual, Victoria cayó hace rato falta Dante y Liam—, cargo a los dos en la mecedora, Da
—No vuelvas a desobedecerme, la primera vez siempre puede tomarse como un aprendizaje, la segunda sería una ofensa directa a mí. Adoro que te desvivas por mis hijos, yo también lo hago y eso no quita que siempre me fijo en lo que te pones, en que usas y que no, en sí comes hoy con la mano izquierda o con la derecha. —Lo miré.» ¡Ves!, nunca me lo has dicho, pero entrenas ambas manos y esa es una técnica de camuflaje muy buena, no todo el mundo domina ambas manos, puedes pasarte por una persona derecha o una zurda.» El día que decides usar la mano derecha haces todo con la derecha y lo mismo haces con la izquierda, tus firmas son idénticas con una mano o con la otra, la diferencia es que al hacerla con la izquierda le pones un punto al final. —nunca dejaré de admirar a este hombre, solo la agencia sabía que soy ambidiestra.—Enséñame, a hablar sin hablar.—Gánatelo.Dijo con picardía, me dio la espalda para terminar de bañarse, luego lo hice yo. Al salir del baño, él cargaba a Sergio.
—Usted también debe vacunarse contra la influencia, mientras esté su novia embarazada no debería tener gripa ni darle fiebres. No solo ella se vacunará.Ver el rostro de pavor en Alfredo nos hizo reír hasta la enfermera grandota que lo esperaba con la jeringa y la doctora Schmidt fue la primera en soltar una sonora carcajada. Fácilmente, podría ser un comediante con gestos bastante naturales, su miedo no era exagerado, era miedo de verdad, a mí ya me habían vacunado.» Viene por su cuenta o mando a llamar a dos compañeras más.—¿Igual de gigantes a usted? —dijo en español y las mujeres no entendieron—. ¿Puedo ir al baño?Lo vi dirigirse al baño y ellas comprendieron haciendo que nos riéramos más. Cuando por fin se dejó vacunar ingresamos al consultorio de la doctora.—Guadalupe. —pronunció algo extraño, ella hablaba en alemán y Alfredo me traducía—. La sangre nos dice que puede que sea más de un bebé. —miremos a ver que nos dice la ecografía, si son gemelos o mellos.—Vaya puntería.L
—Para eso te tiene a ti, ahora dime, iba camino al club. —Y ahí estaba esa mirada que nos decía que creía que entre él y yo tenemos algo.—Se han hecho muy buenos amigos. —Iba a hablar, pero Arnold se adelantó.—Padre, hasta el momento no es lo que piensas, pero si compartimos parejas y montamos buenas orgías. No te confundas, yo no quiero a Kevin para el mismo trabajo que tú tienes a tu mano derecha, ese servicio de culo exclusivo no me llama la atención.—Pero a Kevin sí.—Mientras que no se le dé por tocarme, podrá mantener sus manos pegadas a su cuerpo. No tengo nada contra esas preferencias, pero hasta ahora solo me gustan las buenas tetas y suaves piernas. —Eso era dejar callado a Nikolay—. ¿Crees que no lo sé?, no se te olvide quien soy. Permiso, tengo afán de una buena follada. ¿Kevin?Caminé detrás de Arnold, tenía rabia y al mismo tiempo sonreía, después de todo no fue tan mala la broma del idiota de Rino y me dejará como un homosexual escondido. Apenas ingresamos al auto vi
—Patrón, esto de convertirse en héroes no se siente nada mal, espero que estos actos resten a mi larga lista de errores.—Míralos como entrenamientos para lo que sea que el señor Dios nos necesite.—En todo caso, se siente la verga hacer el bien.—¡Papi!En ese instante miré hacia el llamado, me sorprendió ver a Dante corriendo y sonriente hacia mí, más atrás venía Enrique. Pero, ¡qué carajos!» Papi, papi, papi.—¿Papá?Los brazos de Enrique también pedían que lo cargara, estaban sudados y se veían cansados. Mi celular sonó, dejé a los niños en el mueble, miré las pantallas, cuatro seguían volando y Cebolla dejaba a un tipo en el puesto de copiloto. Contesté la llamada era Verónica.—¡Roland!—¿Qué pasa? —intuía lo que pasaba al ver a mis dos hijos descansar en el mueble.—¡No encuentro a Dante y a Enrique! Estaban en su cuarto, ahora andan con ese tema de esconderse en los lugares que menos te imaginas y no los encuentro amor, ¿podrías buscarlos en las cámaras?—Vida cálmate.—¡Teng