Bailar con mi esposa, desconectarnos de ser lo que somos y dejarnos llevar por la música nos hacía unirnos un poco más, tenía mucho tiempo de no bailar con la única mujer con quien lo he hecho. Verónica de Sandoval era la única mujer posicionada en el primer lugar de muchas cosas.Era cierto que teníamos otras prioridades, pero este placer de seducir a la mujer que me lo endurece con solo imaginármela sin ropa, se debe hacer más seguido, no puedo descuidar una de sus pasiones.—Señor Roland, una deliciosa barra de carne se está despertando.—Y si me hablas de esa manera se me va a salir del pantalón. No juegues Vida.La muy descarada no va a parar de sobarme el culo cada vez que tiene la oportunidad. El ritmo cambió, ahora colocaron salsa y mis amigos se levantaron, Aníbal era salsero, el único que se quedó sentado fue Arnold, miré la trayectoria de su mirada y Lupe bailaba con el hijo mayor de Lara, el capataz del Oasis.—No voy a competir con ustedes, pero ¿el que más pases tire, pa
—¿Y qué es?—Eso no te incumbe. Gracias. —El ruso se levantó y se retiró.—Esa visita fue al mes de haber encerrado a Tommy, pagaron muchos sobornos para que se llevara a cabo. Por tu expresión veo que estás desconcertado.—No tengo nada pendiente con ese hombre, a menos nada consciente. ¿Qué sabes de él? Y Any dime todo por favor.—Le hacemos seguimiento hace veintisiete años, tuvo muchos amoríos y entre esas una colombiana llamada Lina Delgado. —El corazón me latió a mil, pero no lo demostré—. Todas eran prostitutas, su dominio se basa en crear miedo, se casó hace quince años, tienen un hijo de diez bastante enfermo.» No tiene madera para continuar con el legado, sabemos que ama a su hijo, solo que por su condición, médica. El niño tiene deficiencia en su corazón, no podría continuar los pasos de su padre, se ha acostado con muchas mujeres desde hace unos cinco años y nada que puede embarazar a otra.» Unos meses después de tu supuesta muerte, él se hizo un chequeo general y accedi
Ahora se enojó y se dirigió a la fiesta, cuando pasó por mi lado la detuve, me gusta tenerla cerca, huele delicioso. Vi que estaba llorando.—Creí haberte dicho que yo no merezco tus lágrimas, tus ojos son bastante bonitos como para que lloren. —Su labio templó—. Deja de bailar con idiotas y sé más colectiva, besé su cabello y me retiré. Ingresé a la casa por la cocina, al hacerlo el Patrón salía de su despacho.—Por esa cara una mexicana siguió amargándote la noche.—¿Usted también me la va a montar? Ya me disculpé con ella.—¿Y ahora qué le hiciste? —sonreí, caminamos en dirección a la salida.—Idioteces, eso es lo que he hecho.—Arnold, antes de integrarnos a la fiesta necesito hablar contigo.Miré al Patrón, algo iba a decirme y presiento que no me gustaría lo que diría, en el comedor pequeño me invitó a sentarme.—¿Esto tiene que ver con lo hablado con Any a solas?—Sí, y antes te digo que solo diré y actuaré ante ese tema según tus deseos. —El corazón me palpitó de manera rara—.
Mi despertador biológico sonó y esta bendita manía de mear a las seis de la mañana en punto, la erección matutina tampoco ayuda a ponerme boca abajo, al moverme me di cuenta de que no abrazaba a una almohada. En ese instante llegaron los recuerdos, me quedé dormido abrazando a Lupe.Abrí mis ojos y ahí estaba la Renacuaja, anoche no encendí el aire acondicionado, dormimos con el ventilador, adicional a mi erección natural de la mañana, ahora se endurecía mucho más al ver a esa sirena canela en mi cama.Ya estoy obsesionado con esta vieja, ahora quién me aguanta, terminaré haciéndome la paja. Me acerqué, huele siempre a lo mismo, una mezcla de almendra con flores, ella siempre huele a fresco, es refrescante su aroma.Salí como un resorte de la cama, hice mi primera meada del día, es muy temprano, quiero que se arregle en mi cuarto, nunca se me pasó por la cabeza que la primera mujer en dormir en esta cama, en la casa de mis hermanos e Inés, que para mí es sagrada fuera nada más y nada
Ahora comprendo eso que dicen si tienen un hijo no puedes dormir, yo tengo cuatro, ya aprendí que el trasnochar no va de la mano con atender a los hijos, después de entregarle la bata de dormir a Lupe, mi marido y yo nos devoramos el cuerpo.Eso me pasa por casarme con el rey del sexo, no podía quejarme, me encanta sentir sus manos en mi cuerpo, sus labios en mis lugares sensibles y su delicioso pene en donde desee meterlo. Era adicta a él. Pero por eso no puedo ser irresponsable y eso lo comprobamos, una vez terminamos queríamos acostarnos a dormir.Solo que eran pasaditas la cinco cuando desnudos caímos en la cama y a las seis el llanto de uno de mis hijos nos despertó, era la princesa de mi esposo. Escuchar a Roland refunfuñar por ellos me llena el corazón de alegría.Le preparó el tetero, yo se lo di a Victoria, él se metió a la cama a dormir, todo lo preparó sonámbulo. Le saqué los gases a mi princesa y no tuve fuerzas para meterla de nuevo en la cuna, la dejé en la mitad de los
No tenía sueño y eso que mañana debo madrugar para llegar a la universidad. Estoy cansada, pero no puedo dormir, no dejo de pensar en lo que dijo Arnold. El hablar con las señoras me ayudó un poco a entenderlo, al parecer soy bastante importante, solo que él tiene miedo y no quiere lastimarme, eso dijeron. Lo cierto era que me siento muy mal, siento que fui estúpida, mis padres ya duermen y yo decidí salir a despejarme un poco.—Debes acostumbrarte, el cuándo se cansa de una mujer la cambia por otra.Miré a Maya, ella ayudaba a mi mamá en la cocina de El Renacer. Era una de las muchas mujeres del güerejo.—Guadalupe, te estaba buscando. —El corazón me latió a mil, Arnold se puso a mi lado y Mirna abrió la boca—. Tú. —hizo gestos de no acordarse de algo.» No me acuerdo cómo te llamas, sé que me abriste las piernas, pero hasta ahí.Yo sentí lo que se dice pena ajena, la pobre Mirna estaba roja por la ira.» Voy a ser muy claro, vuelve a insinuar que entre Guadalupe Sánchez Hernández y
Debí de poner la peor cara, mis amigos se levantaron de la silla que hay en la isla.—Vive conmigo.—La paciente fue atacada en un acto de robo cerca de la universidad donde estudia y la están atendiendo.—¡¿En qué clínica está?!Me dieron el nombre, tomé las llaves y salí corriendo, Rata y Cebolla no tenían que preguntar, dije que vivía conmigo, ya sabían que se trataba de mi Renacuaja.—Yo conduzco. —dijo Cebolla.—A la clínica central.Las manos me temblaban, por eso no me contestaba. Vi que Rata buscaba algo en su mágica computadora, a los minutos gritó.—¡Malditos hijueputas! —Me miró—. ¿Quieres ver?Afirmé, me entregó su laptop, él había accedido a los videos alrededor de la universidad y vi cómo tres hombres emboscaron a Lupe, ella peleó, pero apenas recibió el primer golpe, la desestabilizaron, poco a poco siento cómo la sangre se me congelaba, no les van a quedar manos a esos hijueputas pirobos de mierda.—Rata ubícalos.—Ya comencé la búsqueda, ya le escribí a Roland para de
Tenía a mi Hermosa abrazada, mi mano como de costumbre aferrada a su seno, el leve llanto de Liam nos despertó.—Yo lo atiendo Cielo. Anoche, te acostaste tarde con lo que le pasó a Lupe.—No te preocupes, yo lo hago, ya debo ponerme a trabajar, tengo muchas cosas pendientes. Después de bañarlos, muy seguro no pueda ayudarte tanto. —Le di la vuelta y le mordí el pezón erecto.—No empieces algo que ya no vamos a poder terminar. —sonreí, le di la vuelta de nuevo y le mordí duro el culo—. ¡Roland! Vas a dejarme un morado.—Que solo veré yo, acabo de marcar mi propiedad.—Posesivo, acaso soy una vaca.Entre dormida se sobó la nalga. Con mi verga bien parada me resigné que ya no podía seguir jugando, pero conozco a Verónica, acabo de dejarla caliente, durante todo el día vamos a estar en un manoseo excitante.Salí de la cama, me asomé a la cuna de mis intrusos, mi bella princesa estaba rendida, ya le está saliendo el cabello y pinta a ser como el de mi mujer, y eso hace que me vuelva más p