Si algo me encanta de mi semental eran los deliciosos mañaneros que nos jalamos, el primero que se levante enciende al dormilón, por eso estaba sumergida en la delicia de las caricias propinadas por la boca de mi Negro. Tenemos sexo sin tapujos y donde quiera lo hacemos, con ese concepto hemos inaugurado todas las propiedades del consorcio. La lengua de Aníbal hace estragos en mi entrepierna y solo puedo gemir de placer.—Encanto hoy amanecí más caliente que nunca.Vaya buenos días, sentir su miembro invadir mi vientre y con el dedo seguía atormentando mi lugar más sensible, lo hace para garantizarse un rapidito bien desbocado, en menos de nada estamos desbocados en el placer.» Apriétalo así amor.Sabe cuándo hablar y cuando callar y a mí me encanta que me diga cochinadas, comenzó a moverse más fuerte y azotó con ímpetu mi clítoris con su dedo y los dos al tiempo gritamos bajo las repercusiones de convulsiones. Cayó sobre mí.—Este si son buenos días mi negro. —Se metió un seno a su
Esto era la locura, el señor Fausto, Simón y mi Bestia fueron desterrados por Inés, aunque ellos en su clave de miradas comprobé que tenían que hablar de sus cosas con lo referente a los muchachos infiltrados.Después me contará mi marido, el pobre está desesperado porque nos quiten la restricción de no sexo. He hecho todo mi esfuerzo y él queda satisfecho con mi trabajo manual y bucal, pero era un goloso y esta mañana fue la tapa por parte de su bocota.«Pequeña me encanta tu boca, pero ya mi verga necesita de tu culo o tu vagina». Miguel no tenía nada de tacto, y por lo que escucho de todas en esta reunión todos son iguales, salvo el padre de Vero, la señora Consuelo solo se pone coloradita y se tapa los oídos de vez en cuando.La otra que se sonroja era Lupe, era la más niña. Eran las tres de la tarde, la boda era a las seis, debemos estar a las cinco listas. Las arreglaron a ellas primero y a nosotras tres nos dejaron de últimas, Lupe había cometido la locura de cortarse el cabell
Bailar con mi esposa, desconectarnos de ser lo que somos y dejarnos llevar por la música nos hacía unirnos un poco más, tenía mucho tiempo de no bailar con la única mujer con quien lo he hecho. Verónica de Sandoval era la única mujer posicionada en el primer lugar de muchas cosas.Era cierto que teníamos otras prioridades, pero este placer de seducir a la mujer que me lo endurece con solo imaginármela sin ropa, se debe hacer más seguido, no puedo descuidar una de sus pasiones.—Señor Roland, una deliciosa barra de carne se está despertando.—Y si me hablas de esa manera se me va a salir del pantalón. No juegues Vida.La muy descarada no va a parar de sobarme el culo cada vez que tiene la oportunidad. El ritmo cambió, ahora colocaron salsa y mis amigos se levantaron, Aníbal era salsero, el único que se quedó sentado fue Arnold, miré la trayectoria de su mirada y Lupe bailaba con el hijo mayor de Lara, el capataz del Oasis.—No voy a competir con ustedes, pero ¿el que más pases tire, pa
—¿Y qué es?—Eso no te incumbe. Gracias. —El ruso se levantó y se retiró.—Esa visita fue al mes de haber encerrado a Tommy, pagaron muchos sobornos para que se llevara a cabo. Por tu expresión veo que estás desconcertado.—No tengo nada pendiente con ese hombre, a menos nada consciente. ¿Qué sabes de él? Y Any dime todo por favor.—Le hacemos seguimiento hace veintisiete años, tuvo muchos amoríos y entre esas una colombiana llamada Lina Delgado. —El corazón me latió a mil, pero no lo demostré—. Todas eran prostitutas, su dominio se basa en crear miedo, se casó hace quince años, tienen un hijo de diez bastante enfermo.» No tiene madera para continuar con el legado, sabemos que ama a su hijo, solo que por su condición, médica. El niño tiene deficiencia en su corazón, no podría continuar los pasos de su padre, se ha acostado con muchas mujeres desde hace unos cinco años y nada que puede embarazar a otra.» Unos meses después de tu supuesta muerte, él se hizo un chequeo general y accedi
Ahora se enojó y se dirigió a la fiesta, cuando pasó por mi lado la detuve, me gusta tenerla cerca, huele delicioso. Vi que estaba llorando.—Creí haberte dicho que yo no merezco tus lágrimas, tus ojos son bastante bonitos como para que lloren. —Su labio templó—. Deja de bailar con idiotas y sé más colectiva, besé su cabello y me retiré. Ingresé a la casa por la cocina, al hacerlo el Patrón salía de su despacho.—Por esa cara una mexicana siguió amargándote la noche.—¿Usted también me la va a montar? Ya me disculpé con ella.—¿Y ahora qué le hiciste? —sonreí, caminamos en dirección a la salida.—Idioteces, eso es lo que he hecho.—Arnold, antes de integrarnos a la fiesta necesito hablar contigo.Miré al Patrón, algo iba a decirme y presiento que no me gustaría lo que diría, en el comedor pequeño me invitó a sentarme.—¿Esto tiene que ver con lo hablado con Any a solas?—Sí, y antes te digo que solo diré y actuaré ante ese tema según tus deseos. —El corazón me palpitó de manera rara—.
Mi despertador biológico sonó y esta bendita manía de mear a las seis de la mañana en punto, la erección matutina tampoco ayuda a ponerme boca abajo, al moverme me di cuenta de que no abrazaba a una almohada. En ese instante llegaron los recuerdos, me quedé dormido abrazando a Lupe.Abrí mis ojos y ahí estaba la Renacuaja, anoche no encendí el aire acondicionado, dormimos con el ventilador, adicional a mi erección natural de la mañana, ahora se endurecía mucho más al ver a esa sirena canela en mi cama.Ya estoy obsesionado con esta vieja, ahora quién me aguanta, terminaré haciéndome la paja. Me acerqué, huele siempre a lo mismo, una mezcla de almendra con flores, ella siempre huele a fresco, es refrescante su aroma.Salí como un resorte de la cama, hice mi primera meada del día, es muy temprano, quiero que se arregle en mi cuarto, nunca se me pasó por la cabeza que la primera mujer en dormir en esta cama, en la casa de mis hermanos e Inés, que para mí es sagrada fuera nada más y nada
Ahora comprendo eso que dicen si tienen un hijo no puedes dormir, yo tengo cuatro, ya aprendí que el trasnochar no va de la mano con atender a los hijos, después de entregarle la bata de dormir a Lupe, mi marido y yo nos devoramos el cuerpo.Eso me pasa por casarme con el rey del sexo, no podía quejarme, me encanta sentir sus manos en mi cuerpo, sus labios en mis lugares sensibles y su delicioso pene en donde desee meterlo. Era adicta a él. Pero por eso no puedo ser irresponsable y eso lo comprobamos, una vez terminamos queríamos acostarnos a dormir.Solo que eran pasaditas la cinco cuando desnudos caímos en la cama y a las seis el llanto de uno de mis hijos nos despertó, era la princesa de mi esposo. Escuchar a Roland refunfuñar por ellos me llena el corazón de alegría.Le preparó el tetero, yo se lo di a Victoria, él se metió a la cama a dormir, todo lo preparó sonámbulo. Le saqué los gases a mi princesa y no tuve fuerzas para meterla de nuevo en la cuna, la dejé en la mitad de los
No tenía sueño y eso que mañana debo madrugar para llegar a la universidad. Estoy cansada, pero no puedo dormir, no dejo de pensar en lo que dijo Arnold. El hablar con las señoras me ayudó un poco a entenderlo, al parecer soy bastante importante, solo que él tiene miedo y no quiere lastimarme, eso dijeron. Lo cierto era que me siento muy mal, siento que fui estúpida, mis padres ya duermen y yo decidí salir a despejarme un poco.—Debes acostumbrarte, el cuándo se cansa de una mujer la cambia por otra.Miré a Maya, ella ayudaba a mi mamá en la cocina de El Renacer. Era una de las muchas mujeres del güerejo.—Guadalupe, te estaba buscando. —El corazón me latió a mil, Arnold se puso a mi lado y Mirna abrió la boca—. Tú. —hizo gestos de no acordarse de algo.» No me acuerdo cómo te llamas, sé que me abriste las piernas, pero hasta ahí.Yo sentí lo que se dice pena ajena, la pobre Mirna estaba roja por la ira.» Voy a ser muy claro, vuelve a insinuar que entre Guadalupe Sánchez Hernández y