Ella no quería más hijos, yo quería otro más, por eso ella se cuidaba, la verdad, no sabía que no se había cuidado.—A mi favor tengo que no tenía idea que no te habías cuidado. Espero que quedes preñada Repollito. Ni se te ocurra decirme que me forre el pipi lo que resta de tiempo hasta que te llegue el periodo. Vamos a bañarnos.—Siempre te sales con la tuya.—Aquí quien manda eres tú, yo gobierno de la puerta hacia afuera, pero aquí soy una completa hueva a merced de tu culo —me dio un manotazo.—¿Cuándo será que ustedes aprenderán a hablar como personas normales?—Perdón mi Clari, te apuesto que la mayoría de los hombres lo piensan, sé que se abstienen, y nosotros no somos como todos.—No, me queda claro, ustedes son únicos.Abrimos la regadera y puse que nos cayera chorros por todos lados menos por el frente para que no le golpee las cicatrices.—Te adoro Daniel Bermúdez.—Lo sé. —comenzamos a besarnos.—Dani, debemos arreglar lo de los colegios de los niños, Roland me dijo que y
Su cuerpo estaba caliente.—Hasta que lo reconoces. —La cargué—. Ahora debes descansar.La llevé a su cama, la metí debajo de la cobija y ella se acomodó abrazando una de las almohadas. La dejé en su recámara, terminé de arreglar el resto de las cosas. A la hora ingresé a su cuarto y dormía.Entré a la otra habitación donde había organizado una moderna oficina, me puse a trabajar y hacer los trabajos, como tengo horario especial, debo entregar varios trabajos. Eran las diez de la noche, tenía hambre, antes pasé por mi habitación en busca del kit de los primeros auxilios, saqué el termómetro.Entré a la recámara de Lupe, vi que temblaba, me asusté, al tocarla estaba hirviendo, le puse el termómetro y le marqué a la doctora Jones, pero no me contestó. El aparato pitó y tenía casi cuarenta y tres grados.» ¡Mierda, Renacuaja!Tomé el celular, cargué a Lupe, entramos en el baño, puse mi celular en la tapa del inodoro y con todo y ropa nos metimos debajo de la ducha. No tengo puta idea de
—Te dije que nos iríamos juntos. —Lo miré, tratando de retener las lágrimas.—Puedo pagarme un autobús.Di media vuelta y continué hacia la parada de autobuses, no había caminado ni media cuadra cuando este troglodita, tarado, idiota, güerejo pendejo me cargó cómo si fuera un bulto, me llevó hasta su camioneta, me metió en el puesto de copiloto, puso sus manos en mis piernas.—No fue mi intensión salirte con grosería.Un sentimiento fue creciendo, me cubrí la cara, no quiero verme como una niña llorona, pero la verdad era que se sintió feo y comencé a hacer lo que menos quería.» Renacuaja no llores.—Solo quería agradecerte por lo que hiciste ayer conmigo al salvarme de una convulsión, ¡y si me humillaste!, yo no tengo dinero para…Los labios de Arnold me callaron y como me dieron en la torre por estar enamorada volví a perderme en esa manera salvaje de besarme, era el primero en hacerlo y hace que todo mi cuerpo se estremezca, sus manos apretaban mis muslos, abrió mis piernas para p
—No me las dijo, solo quiere hablar con ustedes siete. También tenía que dar la otra noticia, esa era solo para mi marido. Miré a Simón. Él ya me había dicho que me veía los senos más grandes.—Bueno, lo que sea lo sabremos mañana.Dijo mi hermano, uno de mis sobrinos comenzó a llorar, Roland sacó un tetero y cargó a Liam, Verónica copió mi idea de los colores, y así los podemos identificar.—Simón.Saqué la prueba de embarazo y se la entregué, ver el rostro de mi marido hace que mi pecho se expanda de alegría.» Cerramos la fábrica, no me voy a desconectar, pero ahora si voy a planificar.Mi marido me besó, se había arrodillado, besó a sus dos hijas y luego a mi vientre. He visto el grado de frialdad en él para temas de una operación, era un hombre rudo y me gusta, luego veo su parte noble, tierna esa que solo si eres familia te muestra era la que me tiene completamente a sus pies.—Te amo, mi regalo de bodas no se comprará con el que me diste.—¿Y qué era? —Esa picardía de hombre m
Si algo me encanta de mi semental eran los deliciosos mañaneros que nos jalamos, el primero que se levante enciende al dormilón, por eso estaba sumergida en la delicia de las caricias propinadas por la boca de mi Negro. Tenemos sexo sin tapujos y donde quiera lo hacemos, con ese concepto hemos inaugurado todas las propiedades del consorcio. La lengua de Aníbal hace estragos en mi entrepierna y solo puedo gemir de placer.—Encanto hoy amanecí más caliente que nunca.Vaya buenos días, sentir su miembro invadir mi vientre y con el dedo seguía atormentando mi lugar más sensible, lo hace para garantizarse un rapidito bien desbocado, en menos de nada estamos desbocados en el placer.» Apriétalo así amor.Sabe cuándo hablar y cuando callar y a mí me encanta que me diga cochinadas, comenzó a moverse más fuerte y azotó con ímpetu mi clítoris con su dedo y los dos al tiempo gritamos bajo las repercusiones de convulsiones. Cayó sobre mí.—Este si son buenos días mi negro. —Se metió un seno a su
Esto era la locura, el señor Fausto, Simón y mi Bestia fueron desterrados por Inés, aunque ellos en su clave de miradas comprobé que tenían que hablar de sus cosas con lo referente a los muchachos infiltrados.Después me contará mi marido, el pobre está desesperado porque nos quiten la restricción de no sexo. He hecho todo mi esfuerzo y él queda satisfecho con mi trabajo manual y bucal, pero era un goloso y esta mañana fue la tapa por parte de su bocota.«Pequeña me encanta tu boca, pero ya mi verga necesita de tu culo o tu vagina». Miguel no tenía nada de tacto, y por lo que escucho de todas en esta reunión todos son iguales, salvo el padre de Vero, la señora Consuelo solo se pone coloradita y se tapa los oídos de vez en cuando.La otra que se sonroja era Lupe, era la más niña. Eran las tres de la tarde, la boda era a las seis, debemos estar a las cinco listas. Las arreglaron a ellas primero y a nosotras tres nos dejaron de últimas, Lupe había cometido la locura de cortarse el cabell
Bailar con mi esposa, desconectarnos de ser lo que somos y dejarnos llevar por la música nos hacía unirnos un poco más, tenía mucho tiempo de no bailar con la única mujer con quien lo he hecho. Verónica de Sandoval era la única mujer posicionada en el primer lugar de muchas cosas.Era cierto que teníamos otras prioridades, pero este placer de seducir a la mujer que me lo endurece con solo imaginármela sin ropa, se debe hacer más seguido, no puedo descuidar una de sus pasiones.—Señor Roland, una deliciosa barra de carne se está despertando.—Y si me hablas de esa manera se me va a salir del pantalón. No juegues Vida.La muy descarada no va a parar de sobarme el culo cada vez que tiene la oportunidad. El ritmo cambió, ahora colocaron salsa y mis amigos se levantaron, Aníbal era salsero, el único que se quedó sentado fue Arnold, miré la trayectoria de su mirada y Lupe bailaba con el hijo mayor de Lara, el capataz del Oasis.—No voy a competir con ustedes, pero ¿el que más pases tire, pa
—¿Y qué es?—Eso no te incumbe. Gracias. —El ruso se levantó y se retiró.—Esa visita fue al mes de haber encerrado a Tommy, pagaron muchos sobornos para que se llevara a cabo. Por tu expresión veo que estás desconcertado.—No tengo nada pendiente con ese hombre, a menos nada consciente. ¿Qué sabes de él? Y Any dime todo por favor.—Le hacemos seguimiento hace veintisiete años, tuvo muchos amoríos y entre esas una colombiana llamada Lina Delgado. —El corazón me latió a mil, pero no lo demostré—. Todas eran prostitutas, su dominio se basa en crear miedo, se casó hace quince años, tienen un hijo de diez bastante enfermo.» No tiene madera para continuar con el legado, sabemos que ama a su hijo, solo que por su condición, médica. El niño tiene deficiencia en su corazón, no podría continuar los pasos de su padre, se ha acostado con muchas mujeres desde hace unos cinco años y nada que puede embarazar a otra.» Unos meses después de tu supuesta muerte, él se hizo un chequeo general y accedi