Esa era una respuesta de Dios para que no lo matara, pero necesitaba hacerlo, solté dos tiros al lado de ese tipo, que se meo en los pantalones.—Soy un asesino entrenado, trabajo para el gobierno. No quiero verte nunca más en la vida de mi hermana, hoy te perdono solo porque ella me lo pidió, la próxima te pelo. —Le puse el arma en el hombro y disparé, el tipo gritó—. ¡Esto es para que no vuelvas a golpear a una mujer!Tomé de la mano a mi hermana, ya la tenía de nuevo conmigo, en mi vida, bajo mi protección. Caminaba mal, la ayudé, tratando de llevar el peso, pero vi que no podía caminar más de tres pasos, estaba experimentando la relajación de la tensión.—Shirly.Mi novia cargaba al más chico y la niña la tenía de la mano. La ropa era bastante vieja y desgastada. La gente había salido a ver qué pasada. El entrenamiento riguroso en que nos sometió la organización del Patrón para ser los mejores daba sus frutos, antes de cargar a mi hermana.Yo le daba la espalda a la casa donde viv
Le di un puño al niño del grupo, seguíamos a Rasca Culo, él por jerarquía era quién toma el control al no estar El Patrón, Rata o Cebolla. Entramos al auto, al estar dentro Gustavo me pasó su celular.—Patrón.—Hiciste lo correcto, yo lo hubiera llenado de tiros y que el señor Dios me perdone, de solo imaginarme que le hagan algo a mi Pecosa, mato y como del muerto. Felicidades, por fin la encontraste, lamento el modo, lo importante es que ya está bajo tu cuidado.—Todo gracias a Shirly, se le metió entre ceja y ceja que podía ser mi hermana y resultó. Dicen que se parecía a mí.—Gladis ya va con tus sobrinos Aníbal, llega a primera hora.Era la señora la que hablaba, en el fondo escuché el llanto de uno de sus hijos. Eran las tres de la mañana.—Churrusco, descansa. Apoyamos la decisión que tomes, estoy feliz por ti. Mañana cuando le cuente a Inés va a querer viajar, pero prefiero que vengas tú, sabes que es reciente el intento de secuestro a los hijos de Cereza. —Gracias, Patrón. N
No dejo de agradecer cada día a Dios por la familia que estamos formando. Para nosotros las mañanas son nuestro momento con nuestros hijos, los bañamos, toman el sol, los vestimos y cuando comienza el concierto por hambre era cuando ingresa alguien a darnos ayuda.Por eso debemos contratar a una niñera, porque mi suegra me ayuda en la mañana y en las tardes se va a la casa de Luisa hasta que mi padre pasa por ella. Se ven tan ilusionados y ella organizando su boda, que era en dos semanas.Mientras que mis hijos duermen recargo pilas un poco, quedaron de llegar cuatro mujeres, bueno esperemos a ver. En media hora empezarán a llegar. Lupe por su malestar, no pudo ir el primer día de universidad, ingresaba el martes y solo hasta hoy jueves se fue.Anoche Arnold llamó a Roland solo con la intención de verificar si efectivamente Lupe seguía acá o si se había ido a vivir a otro lado. No quiero ni pensar en que terminaran esos dos, o terminan adorándose o matándose. Y hoy viví la ausencia
—¿Qué piensas muchacho?Mi suegro se veía revitalizado y mi madre igual… no pienses en eso, no logro poner a mi madre en una situación sexual, ella no… mejor no sigo por esa dirección.—En este momento en mis intrusos.Mentí, no queda nada bien decirle a mi suegro lo que realmente pienso, llegó galopando Miguel y Simón.» Pensando en quién de ellos amará el campo, o quién se inclinará por el diseño, o por los animales como su madre, nos llevan a un ritmo y Verónica está cansada, además de reacia a que personas aparte de la familia cuiden a los niños, las entrevistadas no le gustan, ninguna ha pasado su escáner. Lo cierto es que cuando comienzan el concierto por comida deseo que crezcan rápido, pero cuando los veo dormir y reír, no quiero que crezcan —la carcajada de mi suegro nos llamó la atención.—Perdón Roland, es que el saber quién eras, quien eres y lo que puedes ser va contra la imagen de verte en esa posición tan común y corriente de un padre amando a sus hijos, es increíble. E
Terminé de redactar varias cartas y correos para los comerciales de las empresas de transporte, vamos a implementar la estrategia enviada por Arnold. Con la última estrategia obtuvimos un incremento muy bueno en la rentabilidad de la compaña, fue un éxito total.Apagué el computador del despacho, ahora debo arreglar un problema personal con mi mujer. No ha permitido que la mire, ni la toque, y no era que necesite intimar con ella, o bueno sí, pero primero deseo que ella esté bien. Quiero dejarle en claro lo mucho que la amo, me importa una mierda si tiene o no tetas.El apartamento era como todo lo que hace el Patrón, ya estaba completamente amoblado, eso había tenido a Clari con ánimo, aunque a pesar de lo vivido, siempre sonríe, poco a poco trata de continuar, pero nuestra parte íntima era la que no avanza.También quiere quedarse a vivir acá, desde que intentaron secuestrar a nuestros hijos tiene miedo de volver, no ha dejado de agradecer que todos estuvieran en la casa cuando pasó
Ella no quería más hijos, yo quería otro más, por eso ella se cuidaba, la verdad, no sabía que no se había cuidado.—A mi favor tengo que no tenía idea que no te habías cuidado. Espero que quedes preñada Repollito. Ni se te ocurra decirme que me forre el pipi lo que resta de tiempo hasta que te llegue el periodo. Vamos a bañarnos.—Siempre te sales con la tuya.—Aquí quien manda eres tú, yo gobierno de la puerta hacia afuera, pero aquí soy una completa hueva a merced de tu culo —me dio un manotazo.—¿Cuándo será que ustedes aprenderán a hablar como personas normales?—Perdón mi Clari, te apuesto que la mayoría de los hombres lo piensan, sé que se abstienen, y nosotros no somos como todos.—No, me queda claro, ustedes son únicos.Abrimos la regadera y puse que nos cayera chorros por todos lados menos por el frente para que no le golpee las cicatrices.—Te adoro Daniel Bermúdez.—Lo sé. —comenzamos a besarnos.—Dani, debemos arreglar lo de los colegios de los niños, Roland me dijo que y
Su cuerpo estaba caliente.—Hasta que lo reconoces. —La cargué—. Ahora debes descansar.La llevé a su cama, la metí debajo de la cobija y ella se acomodó abrazando una de las almohadas. La dejé en su recámara, terminé de arreglar el resto de las cosas. A la hora ingresé a su cuarto y dormía.Entré a la otra habitación donde había organizado una moderna oficina, me puse a trabajar y hacer los trabajos, como tengo horario especial, debo entregar varios trabajos. Eran las diez de la noche, tenía hambre, antes pasé por mi habitación en busca del kit de los primeros auxilios, saqué el termómetro.Entré a la recámara de Lupe, vi que temblaba, me asusté, al tocarla estaba hirviendo, le puse el termómetro y le marqué a la doctora Jones, pero no me contestó. El aparato pitó y tenía casi cuarenta y tres grados.» ¡Mierda, Renacuaja!Tomé el celular, cargué a Lupe, entramos en el baño, puse mi celular en la tapa del inodoro y con todo y ropa nos metimos debajo de la ducha. No tengo puta idea de
—Te dije que nos iríamos juntos. —Lo miré, tratando de retener las lágrimas.—Puedo pagarme un autobús.Di media vuelta y continué hacia la parada de autobuses, no había caminado ni media cuadra cuando este troglodita, tarado, idiota, güerejo pendejo me cargó cómo si fuera un bulto, me llevó hasta su camioneta, me metió en el puesto de copiloto, puso sus manos en mis piernas.—No fue mi intensión salirte con grosería.Un sentimiento fue creciendo, me cubrí la cara, no quiero verme como una niña llorona, pero la verdad era que se sintió feo y comencé a hacer lo que menos quería.» Renacuaja no llores.—Solo quería agradecerte por lo que hiciste ayer conmigo al salvarme de una convulsión, ¡y si me humillaste!, yo no tengo dinero para…Los labios de Arnold me callaron y como me dieron en la torre por estar enamorada volví a perderme en esa manera salvaje de besarme, era el primero en hacerlo y hace que todo mi cuerpo se estremezca, sus manos apretaban mis muslos, abrió mis piernas para p