Hola a todos mis lectores. Muchas gracias por acompañarme hasta este momento. Hoy es la culminación del segundo libro de la saga Mundos Diferente (cuidado con los hijos de capo). A partir de mañana llegarán los capítulos de la tercera entrega. Muchas gracias por sus comentarios, su incondicional apoyo. Un abrazo enorme y los invito a continuar con Mdtres.
Todos me miraban, él sin sabor de no tener aún el control de lo que sucede era la sensación que menos me gusta, por eso debo darle vuelta al problema, seguía inexpresivo, miraba las cinco fotos de los cabecillas de las mafias más peligrosas del mundo, yo tenía un cartel, pero ellos manejan la mafia.¿Por qué quieren saber cómo desmantelé todo? Hicimos negocios de toneladas de coca, siempre nos mantuvimos en la palabra, Colombia solo los surtía de la mejor calidad… ¿Me enorgullece? Claro que no, en lo absoluto, quisiera eliminar esa parte de mi existencia, pero no puedo hacer nada. Solo enmendar el daño…Piensa Roland, piensa… ¿Qué quieren de ti? Siempre cumplí con las entregas a tiempo, ellos pagaron correctamente, aparte de eso no teníamos ninguna relación, tan así que ellos no hacían parte del gremio que viajó a Santa Marta. Por los lados los investigamos, sí, gracias a Rata y Cebolla. Sigue pensando… tu tarea era atar cabos, mételos en tu juego, hazle creer que llevan el control, p
Debíamos poner a los muchachos de manera estratégica.—Mueco, Zombi y Cuajao solo saben inglés.—Sencillo, Cebolla, Mueco sabe artes marciales, se va para Japón a meterse en el mundo de Hideaki Akimaya, que aprenda el idioma, luego que haga una especialización, es ingeniero mecánico o qué haga otra carrera.» Que la misión les deje estudios y nuevos conocimientos, volverán a ser estudiantes. Sabemos que tiene una hija adulta y ella tiene dos niños pequeños, son sus nietos, el mayor debe tener tres años y el otro está de brazos. Ya tiene a su heredero.—Zombi va a Corea del Sur y Cuajao se va a Turquía, a realizar lo mismo que Mueco, debemos tener controlado tanto a la cabeza como a su familia, mirar cómo podemos entrar, apenas veamos oportunidad, la aprovechamos.» En las organizaciones de Joon Kim en Corea del Sur y Onur Aslan en Turquía todo es posible. —Me miraron—. Informaciones generales y tareas de cada uno. —Toda mi gente es atlética, entrenan cuerpo y mente, perece mentira, ni
El llanto de Andrea por comida nos despertó. En dos meses cumplen su primer año, una semana antes de nuestra boda por la iglesia. Hace un par de semanas dejaron el seno y menos mal, ya era hora que ese par de melones regresaran a su dueño, giré a mi Pelinegra, le mordí la teta. —No hagas eso, amor. —dijo entre dormida—. Te toca darle tetero a la niña. —Nos turnábamos, un día ella, un día yo. —¿Y después que me das a mí? Su mano se dirigió a mi verga y la masajeó, esta es la ventaja de estar casado. —Si logras que se duerma rápido y que Milena no se despierte… acá lo sabrás. —devoré esa boca. —Te amo. —dije. —Yo también. Volvió a acurrucarse, salí de la cama, me puse una sudadera, estaba bien templado, pero el escándalo que tenía Andrea amenaza con quedarse sin cuerdas vocales. Me dirigí a su cuarto. Al llegar a su cuna su carita llena de lágrimas me estrujó el alma, la cargué, solo era suspiros, mis hijas son idénticas, pero en personalidades son tan diferentes. Le di un beso
Escucho cómo Diana vomita en el baño, no quiero irme y dejarla en ese estado, ya llamé a Inés para que se quede con ella, mientras trabajo en la finca y cumplo con mis horas de incubadora portátil, aparte de eso, ya Aníbal tiene varios documentos listos, debo verificar que cumplan con todo. Mi mujer salió del baño, estaba pálida mi Pequeña.—Tu hijo me está dando duro. —La cargué, la acosté de nuevo.—Si te sientes muy mal, vamos al médico.—Amor, los primeros tres meses son así, aunque con los gemelos no me dio tan duro.—Diana hasta el agua, la vomitas.—Solo consiénteme.Sonreí, la abracé, comencé a acariciarle el cabello. Inés llegó y mi pequeña estaba dormida en mi pecho.—Ya le dije a Tomasa para que le preparara una sopita, así la bote algo le queda.—Gracias, vieja. Desde las cuatro de la mañana está vomitando, anoche también lo hizo.—Eso es normal. —respondió.—No quiero verla mal.—Miguel, está embarazada, por tres meses más Diana va a botar hasta la bilis, lo que si puedes
Íbamos de regreso al rancho, pasábamos por la calle donde era muy concurrida para tomar cerveza, hay bares…—¡Detente Cebolla! Dije, mi amigo por reflejo estacionó, estaba escamoso, me imagino que pensó que había otros personajes indeseados en Blanco.—¡¿Qué pasa güevon?! Lo miré y señalé donde estaba estacionada la moto de la Renacuaja, él miró, luego con la ceja levantada me miró.—¿Acaso Lupe no puede divertirse?—Es una niña, hace unos meses cumplió los dieciocho años.—Eso fue el año pasado, acabó de cumplir diecinueve.—Y cuál es la diferencia, es una Renacuaja que está fuera de su charco —el granuja se burló en mi cara.—Después dices que no te interesa.—No de esa manera, ella me ha dañado como siete polvos, creo que tengo una oportunidad para joderle la vida.—Mira Arnold ya van a ser casi las doce y mi mujer debe estar mal con el embarazo, necesita de este pechito.—¿No vas a esperarme?—Ni mujer que fueras. —soltó una carcajada—. Te quedas o te vas conmigo, pero por nada
Sonreí ante la mirada indignada.—No, pero estás algo quedada. —No dijo nada, me miró con tristeza, esto se está poniendo algo incómodo—. Préstame tu moto, hoy me quedo en El Oasis, mañana ve por ella. Hasta mañana. —No esperé a que dijera nada, arranqué. Llegué al rancho, dejé la moto de la Renacuaja donde he visto que la deja cuando cuida a Isaac, entré puse los pasadores que a Cebolla le gusta poner en su puerta y me dirigí a la cocina a tomar agua o jugo o lo que encuentre.¿Qué mierda pasó con Lupe? ¿Por qué me miró como si la hubiera ofendido? Abrí la nevera, había jugo, me llené un vaso, en la alacena saqué unos ponqués.—¿Tiene mucha hambre?Sonreí al mirar a la susodicha que me voy a tirar, pero no puede ser aquí, la tengo sentenciada, además Inés se encontraba en esta casa. —¿Sigues en pie? —La atraje hacia mí y la besé.—Nunca me echo para atrás. —Le agarré una teta.—Mañana a las nueve, en la quebrada.—Hecho.La mujer de cabello rubio se fue. Terminé de comer y cuando i
Tenía a Dante, mi ahijado, cada día se pone más gordo, ni que en esos teteros que le hace Inés o Guadalupe le echaran bienestaria, todos se están soplando. Le di un beso en la frente. En unos días llega la señora Verónica. Iba a bajar a ver qué hay en la cocina, tengo mucha hambre cuando un fuerte olor a podrido me llegó a la nariz, miré al bebé y ese carajito me miraba, ¿no tienen el mes de nacido y ya caga así? —¡Guadalupe!La niña llegó con Victoria entre su pecho. Al ver mi cara supo para qué la había llamado.—Eres su padrino, límpialo. —comentó con picardía.—No sé limpiar mierda.Dije, a mí díganme que dé tiros en la cabeza o en el pecho, nunca he cambiado pañales, ni a mis hermanitas las limpié.—Se aprende.Comentó con una sonrisa socarrona, pero mira que la pelaíta que está jodiendo a Mojón es burlona. En el lugar donde se cambian a los bebés me dejó el pañal, los paños húmedos, la crema para la colita y talco.» No es difícil, si ya el orangután del güerejo aprendió, ¿cóm
Esperaba su respuesta para continuar besándola.—Que eres hombre de una sola mujer y que te amo. —Era la primera vez que me lo decía, el corazón me latía a mil—. Me dijo que decidiera entre dejar el miedo y lanzarme a ser una idiota enamorada para que hagas con mi vida lo que quieras, porque ya estoy perdidamente enamorada a no tenerte nunca más en mi vida.» Gustavo Vargas escojo entregarte mi vida y que hagas lo que quieras con ella.Comprendí más las palabras de la señora Consuelo, Gladis fue sometida por varios años a maltrato psicológico por parte de su esposo, el padre de Enrique, la dejó tan magullada. Sé qué hacer, en tema de tierras áridas, sé cómo devolverles la vida para que sean fértil de nuevo.—Escúchame Gladis, eres mi Reina, soy un tosco campesino, criado en el monte de una bella tierra, aprendí a sembrar, y no voy a parar hasta verte de nuevo florecer y seas consciente de la hermosa mujer que eres.» Quiero ver en ti el esplendor de la mujer santandereana, esa que es