Me sentía muy bien hablando, diciéndole esta soy yo. Como me dijo el padre cuando me confesé hace ocho días que muy seguro tengo un fin determinado. Tal vez yo debería conocer una porquería de la vida para saber enfrentar el destino, ese cura habla tan bonito, dijo que esperara un poco para saber el fin que quiere el Señor.Quería creer eso, mi vida se ha basado en eso, en que yo decido lo que quiero, tengo esa facilidad para hacer un lado lo malo y quedarme con lo bueno, aunque en las noches el subconsciente me traicione.Llegamos a la iglesia, el padre nos esperaba con varias personas que no conozco, pero los chicos y jóvenes los saludaron, nosotros también llegamos con otra comitiva, en su mayoría hombres, Gladis ya estaba en la iglesia con Enrique, nos fuimos acomodando para escuchar la ceremonia del sacramento, por ser los padres nos sentamos juntos, no pude evitar que la piel se erizara al tenerlo tan cerca.Por momentos lo miraba, su cabello negro bien cortado miraba fijo el al
—Nuestro hijo, Diana. —sonrió un poco, aunque por sus puños apretados supe que estaba alterado por mi historia—. Y eres un minio. —Le di un golpe en el hombro. —Amo las películas infantiles, y hay mujeres más bajitas —nuestras miradas se volvieron a encontrar—. No le digas a nadie esto, odio inspirar lástima.—No inspirarías nada de eso.En ese momento llegó un hombre que no me habían presentado y me convidó a bailar. No tuve que negarme.—Díaz no te metas en problemas, la madre de mi hijo solo tiene un mes de haber parido, no puede bailar.El rostro del hombre cambió de mil colores, miró en dirección a Simón quien se reía al lado de Arnold, Gustavo, Daniel, Aníbal y Santiago.—Lo siento Cebolla, no era mi intención molestar a tu mujer. Perdona, es solo que Mojón y Rata…—Ya vi Díaz, no te preocupes.Este hombre hacia alterar mi pulso, me volvía una montaña rusa, por Dios en ocasiones siento que me cela, aunque no se acerca y quiero que se acerque, pero no tengo nada que ofrecerle,
Me levanté muy temprano, después de bailar obligada esa música llanera me encerré en mi habitación, los recuerdos no tardaron en abrumarme, papá vino a verificar que no cometiera una locura, se quedó en silencio acariciando mi cabello hasta dejarme dormida con ropa, amanecí sin zapatos, apuesto que fue el señor Fausto quien me los quitó y me arropó.En este cuarto frustré mi primer intento de entregármele a él. El Arenal era una de las propiedades dejadas a mi nombre. Era increíble lo jodidamente rico que era Roland… No veo la necesidad de que se ensuciara las manos con el narcotráfico.Era evidente la rentabilidad de este criadero de caballos finos, era una mina de oro. Ingresé al baño, me reí al hacerlo algo adormilada en el área de la ducha, lo comprendí, debo activarla suspiré frustrada.—¡Ay! Tú y tu tecnología.Desnuda, llegué al lavamanos, puse mi huella, activé por diez minutos la regadera. Eran las cinco de la mañana cuando bajé a la cocina, mi padre se tomaba un humeante ti
No supe qué decir, entonces el gusto por los hombres de Miguel no es tan de gusto—. Por un año cuando el man llegaba borracho y mi madre no se encontraba, me tomaba, nunca me obligó a mamársela ni a tocársela, solo usaba mi culo para meter su verga —el rostro se me puso rojo y mi pulso se alteró un poco.Perdón por mis palabras, pero no tengo la capacidad de hablar bonito e insultar al mismo tiempo con palabras de diccionario. —Me reí—. El hijo de puta solo me usaba para penetrarme, esa gonorrea fue y ha sido el único en penetrarme.No me gusta, no voy a mentirle, no me gusta tomar a los hombres —ahora fue él quien se puso rojo—. Le parecerá contradictorio por lo sucedido con Raúl, si ese idiota no hubiera hablado nadie lo supiera solo mi podrida conciencia.—Algo me dijo Raúl. —hizo un gesto.—Ve, por culpa de él, me tocó enfrentar la vergüenza al contar lo que me pasa en ocasiones, por eso actúo de esa manera. Aunque también fue una prueba.—Continúa.—El man me golpeaba cuando se l
Al llegar a la casa, los trabajadores se movían de un lado al otro. Simón organizó otro asado al lado del riachuelo. Ya en varias mulas habían montado todo lo necesario. Las mujeres de los trabajadores salieron una vez nosotros llegamos. Los mozos de cuadra estaban ensillando los caballos para todos. Al entrar a la casa Diana hablaba con Luz Marina e Inés, estaba nerviosa, me di cuenta de que en esta ocasión no miró embobada a Miguel. Este se acercó a Inés y le quitó el niño. —Buenos días, hijo. —Le dio varios besos en su carita, se alejó para hablar con Simón. —Nunca he montado en caballo, no sé montar esos animales. Diana se comía las uñas. Se acercó la esposa del capataz y solucionó el problema. —No se afane niña Diana, mi hijo Julio puede llevarla a usted, quédese tranquila. —Gracias, Lina. —agradeció Inés. —¿Y mi hijo? —Se sobaba las manos—. Si me monto a un animal de esos me agarraré a la silla y ¿cómo cargo a mi hijo?, mejor me quedo. —Nada de eso. —intervino mi cuñada, l
Lo había hecho, nos permitió a Inés a mí dejarlo ver en su estado más vulnerable.—Hijo. Solo si quieres que te entienda, míralo de esta manera, ya hablaste con la señora, Simón me lo contó, si hablas con nosotros te puede dar la fortaleza y confianza para que se lo digas a Diana.—Solo lo he confesado al padre Gabriel, a mi terapeuta y hasta ayer se lo dije a la señora.—Si no confías…—No es eso, confió en ustedes dos más que a nada en el mundo, cada vez que hablo de ello, más asco doy de mí mismo, la señora me dijo que debo perdonarme, la psicóloga que debo aprender a aceptar los errores, tratar de dejarlos atrás, el Padre que deje entrar a Dios en mi vida y que él se encargará de todo.—Aplica los tres consejos. Yo te digo que nosotros te amamos, con amor es más fácil salir adelante. Ahora conoces a Dios, solo vive según tu conciencia.—Es una niña…—Una niña mucho más madura que todos juntos, ¿acaso no sabes por lo que la han obligado? Jamás la he escuchado quejarse, siempre sonr
Era un buen punto lo pregunta, pero ahora estaba tan ensimismado por averiguar quien mató a Roland o que pasó a su alrededor.—No te puedo asegurar nada, esperemos a ver que nos trae este viaje.—Rasca culo dice que el Patrón no ha muerto, ha seguido diciendo lo mismo. —arrugué la frente—. Usted sabe que él tiene ese don raro de sensaciones y visiones, es brujo tapado.Me reí, este carajito era un dolor en el culo, pero todos lo apreciamos como nuestro hermanito menor. —Yo lo vi Mojón, créeme nadie aguanta tanto la respiración, y pasé más de media hora al lado de su cuerpo en la morgue.Abordamos, mi acompañante sabe el idioma, yo estudié varios años en este país, domino el inglés. Dos horas después estábamos alquilando un auto para poder desplazarnos, el clima era como el de la costa en mi país.—Debemos comprar un par de sombreros y unas botas texanas, desentonamos, si es un lugar pequeño serán más tradicionales.—Tienes razón.Entramos a un centro comercial, nos equipamos de tres
Realmente no comprendo cómo pude ser tan ciego ante lo que este huevón hacía a mis espaldas, de una cosa si estoy seguro, él buscó y encontró a su madre cuando apareció la señora Verónica. Me dieron ganas de reír, maldecir y volver a reír. Estuviste a punto de tener lo que deseabas Roland, estuviste tan cerca.De regreso al hotel, Mojón fue quien condujo, yo estaba abrumado con lo descubierto, debo hablar con la señora Verónica, que decida si quiere vivir en este país. Mañana regresaré a la finca para tomarle fotos y poder mostrarle. Podría continuar con la cría de caballos purasangre, tantas cosas para pensar.Cenamos, dormimos, a muy temprana hora salimos a la finca, vivir un tiempo en este lugar será la mejor opción mientras se calma la amenaza de Roland. Tomé las fotos de todo el lugar. La misma sensación de ser espiado volvió a invadirme, regresamos a la camioneta en la tarde era el vuelo, necesitaba regresar.Cada uno se encerró en su habitación para recoger lo poco que habíamos