Valentina se levantó temprano y preparó el desayuno, era la tercera mañana, y todavía no alejaba su rostro de su cabeza. De pronto se sintió estúpida por no dejar de pensar en ese chico, es que no tenía sentido, aún así seguía pensando a ese muchacho, tal vez porque no era posible olvidar lo que hizo por ella aquel día. Realmente le estaba muy agradecida. Era sábado y por ende, ya no tenía que ir a trabajar, eso también quería decir que podría pasar tiempo con su pequeño hermano, a quien le agradaba la idea bastante. Era un chico que estaba apegado a ella, y por eso amaba la llegada los fines de semana, porque sabía que su hermana pasaría tiempo con él, de verdad le gustaba mucho que ella estuviera con él. Valentina había tenido la idea de que fueran al parque, pero esa mañana no tenía muchas ganas de salir, así que decidió quedarse en casa. Pero siempre que miraba esos ojitos hermosos de Mario, entonces estaba ya cambiando de opinión. —¿Así que quieres muchísimo ir al parque, mi n
Después de esa llamada se sentía demasiado preocupada al respecto, porque sabía que esa situación podría empeorar si no conseguía un empleo rápidamente, entendía perfectamente que Claudia estuviera necesitando su dinero, después de todo mucho tiempo ya había pasado desde que le pagó el último alquiler y ahora ya le estaba pidiendo que cancelara las deudas de los otros meses que todavía no había cubierto, así que se sentía pésima y entre la espada y la pared en ese instante, su pequeño Mario apareció de pronto y le tocó la pierna derecha para llamar su atención, ya que había estado bastante sumergida en todo es asunto del pago. Tenía demasiadas ganas de ponerse a llorar de la preocupación excesiva que estaba aplastando su cabeza, y llenando su mente de muchas más inquietudes, las cosas eran demasiado complicadas ni siquiera podía ir con su jefe de la cafetería y pedirle un préstamo, porque era un hombre demasiado tacaño, además había escuchado decir a otra compañera que tuvo la intenc
Maximiliano en ese momento estaba en su oficina mientras se daba cuenta de que sin su permiso, se había pedido el ingreso de la nueva persona que se encargara para limpieza de su oficina tras la ausencia de la persona anterior que estaba encargada de eso, Lucrecia había dejado su lugar. De manera que Maximiliano no quería que eso se llevara a cabo, hasta que él lo decidiera, por eso dio la orden de que la búsqueda de alguien para limpieza en su oficina se cancelara de inmediato. Eso fue justo lo que se hizo. Le molestaba bastante que se hicieran cosas sin su permiso, era eso lo que lo había pasado, por eso estaba molesto... en ese instante su amigo Félix hizo acto de presencia en el despacho, para comenzar con la lectura de un documento importante que luego de su análisis debía ser firmado por Maximiliano. —¿Puedo saber que te tiene así de enfadado? —le preguntó y él resopló. —El hecho de que se hagan cosas sin mi permiso, en ningún momento permití que se buscara alguien para sust
Él, a solas con el doctor, estaban en el consultorio. Se le explicó un poco más sobre todo, que la inseminación artificial es un tratamiento de reproducción asistida de baja complejidad. Consiste en introducir una muestra de semen, ya sea de la pareja o de donante, en el útero de la mujer. Además de que con ese procedimiento aumentan las probabilidades de embarazo con respecto a la relación sexual por varios motivos. —Señor Pimenova, La muestra de semen es procesada en el laboratorio: para seleccionar únicamente los espermatozoides móviles capaces de fecundar el óvulo. Existe un proceso de estimulación ovárica, que busca el desarrollo de varios folículos ováricos mediante una pauta de estimulación con gonadotropinas; de esta manera se controla el crecimiento y maduración de los folículos, lo que aumenta las posibilidades de embarazo. La muestra se deposita en el útero Aproximadamente en el momento en el que el ovario libera uno-dos óvulos para ser fecundados. Y Finalmente se program
—A veces pienso que tal vez la he visto y la recuerdo pero luego pienso en ese brazalete que ella tenía, quizás ahora sí lo lleve en su muñeca. Y si eso es así, entonces podré reconocerla si la miro alguna vez en la calle —llegó a la conclusión y su amigo se le quedó mirando, la verdad es que nunca lo había visto pensando tanto en un asunto, menos en uno que involucraba a una chica. —Hablas de una desconocida como si realmente fuera muy importante en tu vida, no lo comprendo aunque es posible que tú intriga sea por el hecho de que en ese momento se encontraba en un aprieto y te gustaría saber cómo está actualmente —expresó y el susodicho asintió con la cabeza, suspiró hondo. Su amigo tenía razón. —Sí, y físicamente ha de haber cambiado, es ya una mujer, supongo. Ella le mencionó ese día a Flor que no podía usar el brazalete porque su mamá no sabía que un desconocido se lo había dado y si le hablaba sobre ese accesorio a su madre se lo iba probablemente a quitar, pero creo que con e
A la mañana siguiente, ya el hombre estaba revisando el periódico, de llevó la desagradable sorpresa de ver un artículo sobre su visita a la clínica. Y las alarmas se encendieron, definitivamente no era una buena idea hacerlo. Maldijo furioso y soltó improperios mientras tiraba el papel con la mentira en primera plana sobre él. Félix ya sabía lo que estaba pasando y recogió el periódico quedando prendado a la primera página que hablaba sobre su amigo Maximiliano.—Te descuidas apenas un segundo y ya pasa esto. Solo respira hondo, porque es lo que quieren ellos, sabotear las vidas de los demás, sabes que nada de eso es cierto. Es lo importante después de todo, eh —señaló y él inspiró profundamente. Mucha, se necesitaba de mucha paciencia para no actuar con impulso ante una circunstancia así. La joven ya se encontraba de camino a su casa, cuando comenzó a pensar otra vez en el pasado y en todo lo que había vivido con su madre, la verdad es que mientras ella estuvo presente en su vida
Valentina seguía de camino a casa, poco le faltaba para llegar a la casa de Rosa, pasando a buscar a su hermano Mario que de seguro ya estaría preguntandose por ella, porque como tuvo que ir a la joyería, se estaba tardando más en regresar y había prometido que no lo pasaría buscando tan tarde, y de esa manera poder va a estar más tiempo juntos durante ese día, de todas maneras tampoco había demorado demasiado, lo importante era que tenía ahora suficiente dinero para pagar las deudas y solucionar algunos embrollos económicos, no era la solución para toda su vida pero por el momento podría darse un respiro ya que eso le ayudaría demasiado, justamente le había caído como anillo al dedo, realmente necesitaba mucho el dinero para poder estar más aliviada. Aunque... Deshacerse del brazalete le fue un poco difícil, en el fondo, ella no quería vender esa pulsera, incluso cuando se la había dado un desconocido, una persona a la que ella no le tenía cariño o admiración alguna, sin embargo la
Por otra parte, estaba la muchacha quién se había quedado en la sala junto a su pequeño hermano Mario para revisar su mochila y mirar si había alguna tarea por hacer, siempre que tenía algún pendiente de la escuela ella le ayudaba aunque habían momentos en los que no era necesario hacer eso, puesto que su hermano era un chico demasiado listo y podía hacer su tarea por sí mismo. Aún así, Valentina siempre trataba de cerciorarse de que todo estuviera en orden y así pudiera sacar una buena nota. Realmente era un buen chico y estudiante. —La maestra ha dicho que debo hacer una exposición sobre los animales invertebrados, pero yo no sé cuáles son los animales invertebrados —le expresó haciendo un puchero y su hermana le regaló una sonrisa mientras acariciaba dulcemente su coronilla. —Pero no tienes de qué preocuparte de nada, Mario, recuerda que la maestra te va a poner tarea sobre temas que no conoces, el objetivo de eso es que sepas un poco más sobre el tema y para eso vamos a investig