Maximiliano, quien acababa de dar una rueda de prensa en donde estuvieron casi veinte periodistas haciendo preguntas por doquier y sin parar, algunas incómodas y otras que verdaderamente lo hacían enfadar un poco. La realidad es que ellos estaban allí para preguntar por su trabajo y no por su vida privada, pero siempre que podían, había alguien que cuestionaba sobre su vida amorosa, y eso era algo que no le agradaba en absoluto, no era problema de nadie si estaba soltero o no, era su decisión continuar así o decidir tener un compromiso.
—Ya estoy cansado de lo mismo, eh —le dijo a su amigo mientras estaba hablando con él a través de una llamada. Ahora mismo el hombre se encontraba en su despacho luego de haber dado esa rueda de prensa, lo que lo dejó un poco molesto—. No es asunto de nadie si estoy en una relación o no, es lo que más me enfada. Que siempre hagan ese tipo de preguntas cuando la rueda de prensa se trata sobre el trabajo y no sobre mi vida privada, es algo que ya no tolero. —Lo sé, amigo. Pero entendí que eso ya no te importaba la última vez, ahora veo que te estás preocupando demasiado. Lo que quiere decir que le estás dando importancia a un asunto y si ese es el caso, entonces también creo que te estás planteando comenzar una relación para que la gente deje de hablar. ¿Realmente quieres iniciar algo con una persona o hacer algo al respecto para que ya dejen las habladurías y esto no afecte tu trabajo? —Pues no estoy seguro si la solución sea conseguir una persona y fingir que estamos comprometidos, pero si mantenerme soltero puede alejar proyectos de la compañía, entonces debo hacer algo para que eso cambie. —¿Sabes en qué estaba pensando? puede qué tal vez te parezca una locura pero es una idea que podrías tomar en cuenta ya que no quieres tener ningún tipo de compromisos con una persona, podrías hacer lo siguiente, acudir a un centro de inseminación artificial y pagarle a alguien para que te dé un hijo. Pues el problema de todo esto es que la gente tiene la duda respecto si puedes o no dar hijos, ya sabes siendo hijo único es lógico que se preocupen por el futuro de la compañía incluso cuando eso no es asunto de nadie, solo tuyo. —¿Estás diciendo que debo tener un heredero que se encargue de todo cuando ya no esté al poder de la compañía? —Eso sería pensar en grande, en el futuro. No lo sé, solo te estoy dando una idea ya que tú no quieres tener una relación con alguien y formar una familia como lo haría cualquier otra persona, tómalo como una sugerencia o un consejo, no lo sé... Tal vez después de todo puede ser una locura y lo mejor es que no se lleve a cabo, o si tú lo decides, podrías hacerlo. —Eso es algo en lo que me dejas pensando, pero no estoy seguro si sea correcto, estaría tomando un riesgo bastante grande aunque sí recurro a esa agencia de inseminación artificial, las cosas serían de forma legal y supongo que la persona involucrada guardaría el secreto porque la otra cuestión es la prensa que se entera de todo y siempre quieren estar inventando historias que podrían afectar más todo, y sería difícil mantenerme en esta posición. ¿Lo entiendes? Sí que no estoy pensado, suena descabellado, pero... —Lo sé, tampoco serías la primera persona o la última que lo hace —le expresó y asintió con la cabeza, aunque no podía verlo. —Sí, sé perfectamente eso, aún así no deja de ser algo en lo que deba pensar seriamente, porque no es cualquier decisión la que estaría tomando. De todos modos te agradezco que me hayas dado esa sugerencia, de verdad por mí cuenta no lo habría pensado, creo que no podré centrarme mucho en el trabajo de tanto pensar en eso, ahora mismo te voy a dejar porque todavía tengo muchísimas cosas por hacer y si continúo hablando, estoy seguro de que voy a tener que irme demasiado tarde a casa y ya ha pasado tantas veces en la semana que no quiero llegar tarde otra vez al piso. —Vale, Max. Hablamos luego. También tengo mucho que hacer, eh. La llamada finalizó. *** Después de que había terminado de hablar con su amigo Félix, el hombre retomó sus pendientes, los cuáles eran muchos. Si realmente quería irse temprano a casa, tenía que tratar de terminar sus cosas ese día y no dejar que se acumularan para el día siguiente, en ese momento su secretaría de nombre Mariana López había tocado la puerta, la podía ver a través del vidrio, siempre con papeles encima, eso significaba más cosas por revisar, de verdad que no paraba, era imposible encontrar un respiro con tantas cosas por hacer, pero eso era lo suyo... después de todo era su trabajo y aunque lo amaba, ahora se daba cuenta de que lo estaba consumiendo demasiado. Fillipp, su padre, había enfermado hace muchos meses atrás y es por eso que ahora con 58 años de edad, se había alejado de la compañía, dejando a cargo a su hijo quién en los últimos años había hecho un buen trabajo, pero ahora tenía todo el poder en sus manos... ahora que su padre definitivamente no volvería a trabajar y dejaba en sus manos el futuro puede, que por eso ahora se estaba preguntando si realmente sería una buena idea lo de la inseminación artificial. Félix también parecía un poco preocupado por eso, porque fue quién le dio la idea sobre lo de acudir a una agencia o un centro de inseminación artificial, sabía que esas cosas muchas personas lo hacían por diversos motivos y él también tenía una razón para llevar a cabo algo como eso... sin embargo tendría que ser muy cuidadoso porque la prensa no tardaría en hablar sobre ese asunto si se llegaba a poner al tanto. ¿De verdad se lo estaba pensando? Le marcó a Ben, su guardaespaldas, en es momento. —Sí, señor. ¿Qué necesita? —Ben, ahora mismo sigo en la compañía y muy ocupado, lo que te voy a decir es algo importante y confidencial, por supuesto sé que nada de lo que hablamos sale a la luz, pero quiero que lo tomes en cuenta... realmente es un tema delicado y quiero que también seas muy cauteloso al respecto, se trata sobre la inseminación artificial, necesito que me busques información sobre los mejores centros que se dediquen a eso, y me lo hagas llegar lo antes posible. Sin cuestionar nada cosa que tampoco debía hacer el guardaespalda, haría su trabajo. —De acuerdo, jefe. Cuando tenga la información que me está pidiendo de forma inmediata celulares ahora. ¿Necesita otra cosa? —Vale, no, es solo eso. Gracias. —A sus órdenes siempre. Finalizó la llamada. Se había quedado un poco pensativo, porque en serio, ya no le daba demasiadas vueltas a ese asunto en su cabeza, lo quería llevar a cabo y cuando algo se le metía en la mente, tenía que realizarse sin falta.Todavía en ese momento su secretaria seguía al otro lado de la puerta y sacudió la cabeza, por un momento le había olvidado por completo e hizo una seña para que ella entrara finalmente la mujer abrió la puerta y avanzó hacia su escritorio, dejando sobre el mismo varios papeles, luego se quedó en pies antes de empezar a hablar. —Señor ya se ha confirmado la reunión y todos han dicho que vendrán, también tengo el horario que me pidió sobre el señor Fernando —añadió, la chica había sido siempre una trabajadora muy competente y todo lo que le pedía ella lo hacía, todo eso en cuanto al ámbito laboral. No podía quejarse de nada, porque la mujer en todo el tiempo que estaba allí había sido de gran ayuda y siempre hacía el trabajo que se le pedía, de manera que como ella no había encontrado una persona igual, ya que antes de Mariana, habían pasado por ese mismo puesto diferentes muchachas que no habían hecho su trabajo como siempre lo quería, era por eso que acababa estresado y despidiendo
Valentina se levantó temprano y preparó el desayuno, era la tercera mañana, y todavía no alejaba su rostro de su cabeza. De pronto se sintió estúpida por no dejar de pensar en ese chico, es que no tenía sentido, aún así seguía pensando a ese muchacho, tal vez porque no era posible olvidar lo que hizo por ella aquel día. Realmente le estaba muy agradecida. Era sábado y por ende, ya no tenía que ir a trabajar, eso también quería decir que podría pasar tiempo con su pequeño hermano, a quien le agradaba la idea bastante. Era un chico que estaba apegado a ella, y por eso amaba la llegada los fines de semana, porque sabía que su hermana pasaría tiempo con él, de verdad le gustaba mucho que ella estuviera con él. Valentina había tenido la idea de que fueran al parque, pero esa mañana no tenía muchas ganas de salir, así que decidió quedarse en casa. Pero siempre que miraba esos ojitos hermosos de Mario, entonces estaba ya cambiando de opinión. —¿Así que quieres muchísimo ir al parque, mi n
Después de esa llamada se sentía demasiado preocupada al respecto, porque sabía que esa situación podría empeorar si no conseguía un empleo rápidamente, entendía perfectamente que Claudia estuviera necesitando su dinero, después de todo mucho tiempo ya había pasado desde que le pagó el último alquiler y ahora ya le estaba pidiendo que cancelara las deudas de los otros meses que todavía no había cubierto, así que se sentía pésima y entre la espada y la pared en ese instante, su pequeño Mario apareció de pronto y le tocó la pierna derecha para llamar su atención, ya que había estado bastante sumergida en todo es asunto del pago. Tenía demasiadas ganas de ponerse a llorar de la preocupación excesiva que estaba aplastando su cabeza, y llenando su mente de muchas más inquietudes, las cosas eran demasiado complicadas ni siquiera podía ir con su jefe de la cafetería y pedirle un préstamo, porque era un hombre demasiado tacaño, además había escuchado decir a otra compañera que tuvo la intenc
Maximiliano en ese momento estaba en su oficina mientras se daba cuenta de que sin su permiso, se había pedido el ingreso de la nueva persona que se encargara para limpieza de su oficina tras la ausencia de la persona anterior que estaba encargada de eso, Lucrecia había dejado su lugar. De manera que Maximiliano no quería que eso se llevara a cabo, hasta que él lo decidiera, por eso dio la orden de que la búsqueda de alguien para limpieza en su oficina se cancelara de inmediato. Eso fue justo lo que se hizo. Le molestaba bastante que se hicieran cosas sin su permiso, era eso lo que lo había pasado, por eso estaba molesto... en ese instante su amigo Félix hizo acto de presencia en el despacho, para comenzar con la lectura de un documento importante que luego de su análisis debía ser firmado por Maximiliano. —¿Puedo saber que te tiene así de enfadado? —le preguntó y él resopló. —El hecho de que se hagan cosas sin mi permiso, en ningún momento permití que se buscara alguien para sust