Jack Brooks
La mujer delante de mí, se tensó. Y viéndola bien, sí que era hermosa, apenas me llegaba a los hombros, su cabello era liso y negro, piel morena clara, ojos marrones, sus labios estaban pintados de un rojo carmín, su conjunto era el adecuado para trabajar, se veía realmente como una ejecutiva de la empresa, ahora entiendo la preocupación de mi madre.
— ¿“Con mucha decisión y vehemencia”? —asentí ajustando mi gabardina.
—Así es. Casi un tema de regla en las cenas de los viernes, todo un temita...—ella arqueó de nuevo una ceja.
—Desconozco el tema. Tu padre se fue hace horas. Buenas noches. — ¿Quién se iba a imaginar que vería a Evelyn Peterson antes de lo pensado? La suerte estaba jugando de mi lado. Ella se retiró indignada. Al ver que no he llegado a tiempo para reunirme con mi padre, decido hablar un poco más con ella antes de que se marche, dejaría claro que no se quedaría con Editorial Brooks solo por ser la amante latina de mi padre, pero aun, faltaba conocer a Jack Brooks. Empujé la puerta con mi mano y giré a los dos lados para ver por dónde se había marchado, entonces la veo caminar por la acera y la sigo.
—Espera, espera, espera...—ella no se detuvo, siguió caminando, ignorándome por completo, ¿Qué le pasa? ¿Quién se cree? mi mano atrapó su codo y la giré hacia a mí, ella se soltó bruscamente del agarre.
—No me toque—dijo con los dientes apretados de manera amenazante ¡Vaya que tiene carácter la mujer! Levanté mis manos en señal de paz.
—Lo siento, te estaba llamando y no te detenías y...
—De la manera más amable, señor Brooks, ¿Qué es lo que quiere? —su tono aumentó con irritación. No puedo evitar darle otro repaso, ella me pilla de nuevo. — ¿Puedes dejar de hacer eso? Es una falta de educación, el que sea un Brooks, no me impedirá ponerlo en su lugar. —Anda, que me ha advertido, intento controlarme.
—Solo quería dejar claro un par de cosas ahora que seré tu jefe. —ella arqueó una ceja, se cruzó de brazos y levantó su barbilla, sus ojos marrones se clavaron en mí. —Bueno, a partir del próximo lunes, lo seré... —las palabras que estaban listas para lanzarse sobre ella, como dagas llenas de veneno, pero para mi gran sorpresa, se esfumaron, haciendo ¡Plop! En el aire. Ella ladeó su rostro al ver lo que estaba pasando. —Quiero dejar claro que, aunque mi padre te tenga en un pedestal, conmigo las cosas serán distintas.
— ¿Distintas? ¿A qué te refieres? —preguntó confundida, me acerqué un poco a ella, cruzando su espacio personal, ella arqueó de nuevo una ceja, levantó más su mirada hacia a mí.
—Yo no me dejaré seducir por ti. —ella abrió sus ojos mucho, pero mucho más, mis palabras la habían golpeado, sonreí al ver que la había provocado, ella retrocedió un paso.
— ¿Perdón? —arrugó su ceño, luego alisó su frente, cerró sus ojos y asintió lentamente, al abrirlos, pude ver determinación. —Sabía que Ellie estaba detrás de esto—me enfurecí en segundos al escuchar el nombre de mi madre.
—No metas a mi madre en esto—dije entre dientes.
—Piensa lo que se te pegue la gana de mí, pero no voy a permitir que se manche la imagen de William—enfurecí más al escuchar como decía con tanta familiaridad el nombre de mi padre, corté la distancia y la tomé de ambos brazos, ella se tensó.
— ¿Por qué? ¿Por qué te molesta que se manche la imagen de tu amante? —ella se soltó bruscamente.
— ¡Cállate! —gritó enfurecida, como una leona a punto de saltar sobre la yugular de su presa. —Tú no sabes nada.
—Oh, sí, sé todo, contéstame algo, tengo dudas, ¿Te lleva al hotel o tienen un lugar fijo? —su puño no lo vi venir, Dios, que lo vi venir, ¿Tenía que ser el puño? ¿Qué pasó con las cachetadas a mano limpia?
— ¡Eres un maldito hijo de puta! —escupió mientras yo cubría mi nariz, ¡la muy cabrona me había sacado sangre! No pude evitar no jadear del dolor.
— ¡Me has quebrado la puta nariz! —ella palideció al ver mis manos llenas de sangre.
— ¡Oh, Dios mío! —pero luego su preocupación se esfumó—Eso te pasa por insultarme, no solo a mí, sino también a tu padre. ¡Eres un…! —no terminó de gritar su oración completa cuando alguien la interrumpió.
— ¿Jack? —era Logan, giré mi rostro hacia a él, se alertó. —Dios mío, ¿Qué ha pasado aquí? —miré a Evelyn quien no decía nada por su presencia, pero Logan lo había deducido en segundos, sonrió el muy cabrón. —Vaya, vaya, —miró a Evelyn— ¿Estás bien? —ella asintió a toda prisa.
—Es a mí a quién debes de preguntar si estoy bien, soy tu hermano menor.
—Hay que llevarlo al hospital—dijo Evelyn, ambos ignorando mi comentario. Logan asintió, se acercó a mí, y me retiró las manos de mi rostro.
—Deja reviso si te la quebró—podía escuchar su tono divertido.
—No es divertido, Logan—él sonrió más.
—Para mí sí, —con cuidado me revisó.
—No te la quebró, solo…—sus dedos tocaron mi nariz y de un movimiento la movió, escuché el “crac” grité por el dolor, él solo hizo un gesto de “Lo siento”. —Te la movió de lugar. —maldije entre dientes. —Pero para estar más tranquilos, te llevo al hospital.
Evelyn estaba mirándonos, pero algo llamó mi atención.
—Lo siento, señor Brooks. —se disculpó, se escuchó sincera, pero no respondí mientras me limpié la nariz.
—Para hacer eso, debiste hacer algo—dijo Logan en mi dirección.
—No hice nada. —dije entre dientes, ella arqueó una ceja.
—No hizo, si no lo que dijo. —comentó Evelyn mirándome, luego miró a mi hermano.
—Te pido disculpas en nombre de él, —dijo Logan, él se acercó a ella y la saludó como si fuesen amigos de años, la forma en la que él la abrazó, me hizo pensar que también con mi hermano debió de tener algo.
—Pensé que vendrías hasta mañana—Logan se separó.
—Quise venir antes por unos asuntos, pero regresaré a Londres después de la fiesta anual del sábado. Te dejo…—miró en mi dirección—Lo llevaré al hospital.
Evelyn se despidió, no dijo por qué me golpeó, pero su mirada lo dijo todo.
Entonces, el sabor amargo quedó en mi boca, su presencia me molestaba, entendí a mi madre, la preocupación de ella de perder a mi padre por ella, y vaya que era atractiva, pero su carácter, era ridículamente rudo y tenía que hacer algo para sacarla de nuestras vidas.
Evelyn PetersonEscuché mis tacones golpear con fuerza el suelo del estacionamiento privado, estaba cabreadísima, ¿Cómo se atreve a decir que yo y su padre…? Dios mío, mi sangre hirvió, lancé mi maletín y me quejé del dolor de mi mano, le eché un vistazo y mis nudillos estaban rojizos, solté un largo suspiro, repasé mentalmente si tenía algo para bajar la hinchazón en mi nuevo congelador. Manejé hasta mi departamento, estaba a veinte minutos en auto, había tráfico, así que hice más de treinta. Mi celular sonó, me puse mi audífono para contestar vía bluetooth.—Peterson—contesté sin mirar la pantalla.—Cariño, ¿Dónde estás? —era Orson.—Hola, cariño, ya voy llegando al edif
Evelyn Peterson La junta estaba a punto de terminar, William había presentado a todos los empleados al nuevo al mando de la editorial Brooks. —Y finalizamos la reunión, los espero mañana en la gala. —muchos se despidieron poco a poco de William y le hacían una que otra pregunta, miré hacia Logan quien me sonrió divertido, no sé qué le causaba risa. Se levantó y se acercó a mí lado, se sentó y miró de manera fugaz hacia William y a Jack, luego me miró. — ¿Qué opinas de tu nuevo jefe? —estuve a punto de poner los ojos en blanco a su comentario, negué e intenté sonreírle para que no notase mi tensión. —No sé qué quieres escuchar, Logan. —le puse mi mejor sonrisa, él sonrió más, su dedo índice presionó mi hoyuelo intentando irritarme más de lo que ya estaba. —Detente—dije esfumando mi sonrisa, él soltó una carcajada. — ¿De qué ríes? —preguntó Jack a su hermano acercándose a nosotros, Logan se
Jack Brooks No me sorprendió escuchar su advertencia, mujeres así en busca del poder, soportarían de todo para mantenerse dónde estaban, miró más allá de mí y noté que cambió su semblante. — ¿Todo bien por aquí? —escuché a Logan a mi espalda. —Sí, claro. —Evelyn respondió. — ¿Jack? —me levanté, abroché el botón de mi americana sin dejar de mirarla, al mismo tiempo que le lancé una mirada de que no me intimidaba. Me volví hacia a mi hermano. —Sí, todo bien, vine a querer conocer más a la señorita Peterson. Logan obvio no se lo tragó. —Si como no, tranquilos, criaturas. —hizo una pausa. —Mi padre ya terminó su llamada con los de España. Vamos a desayunar…—asentí, Logan se despidió de Evelyn con una mano en el aire caminando hacia la salida, llegué al marco de la puerta de cristal y me volví hacia a ella. —No me intimida, señorita Peterson. Pero será un place
Evelyn Peterson —No te muevas o te picaré con esa aguja. —me amenazó Orson, intenté no hacerlo, pero tenía ansiedad, miré mi reloj y en dos horas tenía que estar en el salón del hotel Four Seasons, el vestido que había comprado de último momento, me quedó algo grande, para mi buena suerte, Orson sabía de costura. Miré a Chase mirarnos desde la entrada de mi habitación, tenía una copa de vino en la mano. —Dame—le hice señas de que me diera un poco, mi garganta estaba totalmente seca. Chase sonrió acercándose a nosotros mientras Orson estaba sentado sobre sus talones revisando el vestido de la parte de abajo, tomé la copa de vino, di un largo sorbo para finalizarla, sentí esa sensación de… “Ahh, delicioso” Chase sonrió. — ¿Está sedienta señorita? —asentí. —No le des más, no es muy buena tomando con más de tres copas de vino. —Oh, solo un poco más—le hice señas a Chase quien me guiñó el ojo,
Evelyn Peterson Esquivé a la mujer elegante frente a mí, ella alcanzó a tomarme del brazo que sutilmente pude retirarme, ella me miró cargada de odio puro. —No arruine la noche, señorita Peterson. —advirtió en un tono que me irritó. —Entonces deje de provocarme. —dije en el mismo tono que ella empleó, iba a responderme cuando llegó Jack. —Madre, —miramos a Jack, él nos miró curioso, como si se estuviese preguntando, “¿Están peleando?” — ¿Todo bien? —preguntó a su madre, ella asintió con una sonrisa falsa. —Claro, es tu noche, hoy es tu nombramiento oficial. No dejemos que nada ni nadie –miró en mi dirección- lo arruine. —Nuestro nombramiento querrás decir madre, hoy anuncian también el nuevo puesto de la señorita Peterson. —corrigió a su madre, luego miró en mi dirección, Ellie arqueó una ceja, pude ver en su mirada, ira contenida. —Mi padre te está buscando—dijo Logan lleg
Jack BrooksMi mano tomó la de ella y la guie a la pista de baile, puse mi mano en su cintura, y la otra la alcé, poco a poco comenzamos a movernos.—Sí que es una mentirosa, señorita Brooks—dije en su cara en un tono disfrazado de sorpresa, ella mostró confusión o solo lo disfrazó. —Me refiero a qué sabe bailar—ella presionó sus labios con dureza.—No lo sé, solo es un intento…—ella me pisó, hice un gesto de dolor.—Eso ha sido a propósito—le dije, ella levantó una ceja.—Lo siento, pero no ha sido así, realmente no sé bailar—esas últimas palabras emplearon un tono de sarcasmo.No dije nada por un momento, miré a nuestro alrededor, entonces me encontré con la mirada de mi madre, quien hizo un gest
Evelyn PetersonSalí corriendo de los servicios, en lugar de ir hacia la mesa, me desvié, busqué la puerta que me llevase al exterior del gran salón, bajé los escalones y entré al jardín.Intenté controlar mi furia alejada de las miradas de los curiosos, estaba a punto de gritar, ¿Por qué la gente era tan mala? Ya tenía con todo lo que tenía que soportar a mi espalda en la editorial y ahora se sumó Jack Brooks, por más que intentara demostrar que yo realmente no era quien él pensaba, él se aferraría en hacerme salir de cualquier manera, me toqué dónde sus dedos se incrustaron con fuerza, si veía marcas, le rompería de nuevo su nariz.—Evelyn…—escuché mi nombre, me giré un poco para ver quién me llamó, era Logan, busc&
Jack Brooks —Me estás lastimando—Allison se quejó entre dientes, mientras tiraba de ella para salir del salón, al salir al pasillo, ella se soltó bruscamente de mi agarre, miré a nuestro alrededor, solo dos personas que ya iban de salida. — ¿Qué haces aquí? —pregunté con mis dientes apretados. —No contestas mis llamadas—se quejó, luego suavizó su mirada. Me crucé de brazos. —Y no te las voy a contestar, ni mensajes, ni correos privados, —usé todo mi sarcasmo— ¿Entendiste? ¿Quieres que le diga a tu amante que te lo explique? —ella apretó sus labios, luego se acercó a mí, sus dedos tocaron las solapas de mi traje, alcancé sus muñecas con mis manos para detenerla. —Cari…—apreté sus muñecas y ella se quejó, entonces sacó la verdadera cara. —Si tan solo hubieses dejado de ser un maldito adicto al trabajo, las cosas no se hubiesen salido de su curso, Jack—se soltó de mi agarre bruscament