Evelyn Peterson
—No te muevas o te picaré con esa aguja. —me amenazó Orson, intenté no hacerlo, pero tenía ansiedad, miré mi reloj y en dos horas tenía que estar en el salón del hotel Four Seasons, el vestido que había comprado de último momento, me quedó algo grande, para mi buena suerte, Orson sabía de costura. Miré a Chase mirarnos desde la entrada de mi habitación, tenía una copa de vino en la mano.
—Dame—le hice señas de que me diera un poco, mi garganta estaba totalmente seca. Chase sonrió acercándose a nosotros mientras Orson estaba sentado sobre sus talones revisando el vestido de la parte de abajo, tomé la copa de vino, di un largo sorbo para finalizarla, sentí esa sensación de… “Ahh, delicioso” Chase sonrió.
— ¿Está sedienta señorita? —asentí.
—No le des más, no es muy buena tomando con más de tres copas de vino.
—Oh, solo un poco más—le hice señas a Chase quien me guiñó el ojo, salió de la habitación, dejándonos a solas a Orson y a mí.
Orson se puso de pie, puso sus manos en mis hombros y me volvió un poco más hacia a él.
—Solo falta maquillarte y lista…
El vestido de noche era color rosa pálido, con pequeños diamantes incrustados en el escote en V, de la cintura para abajo, era tela tipo gasa, debajo otra tela de caída pesada, el escote de la espalda era unas líneas delgadas y cruzadas hasta la parte baja de mi espalda. Orson me ayudó a elegir un recogido rebelde, maquillaje sencillo. Chase entró cuando su esposo me pidió que diera una vuelta, reímos divertidos, Chase me entregó la copa y di un último sorbo, ahora, me sentí fresca.
— ¿Vas a irte tu sola? —preguntó Chase, noté su preocupación en el tono de voz.
—Sí, solo me quitaré las zapatillas de tacón, al bajar me las pondré de nuevo…—Orson me entregó mi abrigo y mi cartera diminuta a juego con el color del vestido.
—Espera…—me puso un poco de un perfume detrás y abajito de mis orejas. El olor era dulce…me agradó. —Sé qué no sueles usar este tipo de aromas, pero sé qué te agradaría…—Orson me conocía.
— ¿Quieres que te llevemos mejor? También podemos ir por ti—me sorprendió Chase.
—No quiero molestarlos, además, podría terminar tarde la fiesta, no pienso levantarlos a las tres de la madrugada y…—Orson me interrumpió.
—No es molestia, cariño, así podrías embriagarte sin estar limitándote a que tienes que manejar, es tu noche, es tu nuevo nombramiento como editora en jefe de la editorial Brooks…—dijo emocionado.
— ¿Podrían solo llevarme? Yo tomaré un taxi de regreso…
— ¿Segura? —preguntaron ambos al mismo tiempo.
—Sí, podría colarme con los demás por si siguen la fiesta en otro lugar…—Orson hizo una cara de desagrado.
—No lo creo, después de esas mujeres que te dicen “Dólar falso” a tu espalda, deberías de despedirlas nomás tengas el poder de hacerlo. —Chase abrazó a Orson y luego besó su mejilla.
—Mi esposo tan tierno…—Orson soltó una risita.
—Ya, ya, vamos a dejarla.
— ¿Es el Four Seasons? —dijo Orson mirando el hotel. —Siempre tan elegante y poderoso, William…—sonreí.
—Es el gran salón…—dije mirando por media ventanilla, había flashes de cámaras por todos lados, reporteros de ambos lados.
—William no se limitará, además, merece ser anunciado por todo lo alto el nombramiento de nuestra chica. —comenzaron a comparar otros hoteles.
—Yo me bajo después del auto deportivo—Chase estaba al volante.
—Sí, claro—sonó distraído, ambos miraban el espectáculo frente al hotel. Se movió el auto deportivo y entonces me doy cuenta de que es Jack Brooks.
—Mierda—ambos miraron hacia a mí, que estaba en la parte trasera de la camioneta. —Ese es Jack, el hijo de madre que me quiere sacar. —Orson gruñó algo entre dientes, miré que estaba dando una entrevista, un hombre le pidió a Chase moverse.
—Lo siento, pequeña, nos tenemos que ir. —dijo Chase mirándome.
—Gracias, muchas gracias…nos vemos.
— ¿Desayunamos? —preguntó Chase en mi dirección.
—Sí, los veo por la mañana…por cierto, es domingo, William viene.
—Es cierto, se me olvidó por un momento, —dijo Chase—Pondré otro plato a la mesa. —me guiñó el ojo.
—Anda, cariño. —me apuró Orson. Abrí la puerta y con cuidado bajé, alcé un poco la tela para no pisarla y tropezar, el auto se fue, vi a Orson levanta los pulgares en demostración de suerte o ánimo.
—Buenas noches, señorita Peterson. —escuché que me llamaron, moví mi rostro con desagrado hacia Jack. Lució un esmoquin, él sonrió. —Luce hermosa, como siempre.
— ¿Desde cuándo tu amabilidad? —entonces me di cuenta de su maquillaje y un poco del vendaje color carne que admito, no se notaba del todo. —Por cierto, —me acerqué más a él para ver si realmente era maquillaje. — ¿Estás maquillado?
—Aléjate—hizo un gesto de desagrado al igual que yo, él iba a decir algo más cuando apareció una mujer para entrevistarlo, disimuladamente me retiré para entrar al hotel, en la entrada, me encontré con William, que la verme se emocionó.
— ¡Evelyn! ¡Luces hermosa! —lo saludé con una sonrisa de emoción, pero se esfumó cuando apareció Ellie Brooks, la esposa de William, al contrario que su esposo, lució un gesto de película de terror, a punto de saltarme para sacar su sierra eléctrica y partirme en dos.
—Buenas noches, Peterson. —dijo en un tono cargado de frialdad.
—Buenas noches, señora Brooks.
Se acercó un pequeño grupo de hombres de traje elegantes, llamaron a William, estuve a punto de esquivar la situación más incómoda de mi vida, pero fui bloqueada por Ellie, lució un vestido verde esmeralda, con un escote bastante sencillo pero muy elegante para su edad, su cabello platinado lució, hermoso, se veía espectacular, pero su interior, era otra cosa…
—Te quisiera pedir algo de manera muy educada. —dijo poniendo una gran sonrisa mirando si alguien más nos estaba escuchando. Apreté con mis dedos mi bolso diminuto, la miré. Al ver que se había ido y nos habíamos quedado solas en el gran pasillo al salón, sacó su veneno, su lado oscuro. —Quiero que te mantengas alejada de mi familia, bien debes saber que mi hijo Jack, tomará el control de la editorial, y claro que tu tiempo en ella, terminará en un cerrar de ojos.
— ¿En serio? —pregunté usando el sarcasmo a toda su potencia, ella alzó una ceja—No lo sabía, —miré más allá de ella. —Entonces le diré a William que no es necesario que anuncie mi nuevo puesto si me van a correr…—ella abrió sus ojos y negó.
—No te atrevas. —me acerqué a ella de manera desafiante, ¿Qué les pasa a estos ricos? ¿Qué por tener dinero podrán hacer lo que se les pegue la gana? No con Evelyn Peterson. Le mostré mi sonrisa más fingida, luego la borré en un segundo.
—Solo míreme…
Evelyn Peterson Esquivé a la mujer elegante frente a mí, ella alcanzó a tomarme del brazo que sutilmente pude retirarme, ella me miró cargada de odio puro. —No arruine la noche, señorita Peterson. —advirtió en un tono que me irritó. —Entonces deje de provocarme. —dije en el mismo tono que ella empleó, iba a responderme cuando llegó Jack. —Madre, —miramos a Jack, él nos miró curioso, como si se estuviese preguntando, “¿Están peleando?” — ¿Todo bien? —preguntó a su madre, ella asintió con una sonrisa falsa. —Claro, es tu noche, hoy es tu nombramiento oficial. No dejemos que nada ni nadie –miró en mi dirección- lo arruine. —Nuestro nombramiento querrás decir madre, hoy anuncian también el nuevo puesto de la señorita Peterson. —corrigió a su madre, luego miró en mi dirección, Ellie arqueó una ceja, pude ver en su mirada, ira contenida. —Mi padre te está buscando—dijo Logan lleg
Jack BrooksMi mano tomó la de ella y la guie a la pista de baile, puse mi mano en su cintura, y la otra la alcé, poco a poco comenzamos a movernos.—Sí que es una mentirosa, señorita Brooks—dije en su cara en un tono disfrazado de sorpresa, ella mostró confusión o solo lo disfrazó. —Me refiero a qué sabe bailar—ella presionó sus labios con dureza.—No lo sé, solo es un intento…—ella me pisó, hice un gesto de dolor.—Eso ha sido a propósito—le dije, ella levantó una ceja.—Lo siento, pero no ha sido así, realmente no sé bailar—esas últimas palabras emplearon un tono de sarcasmo.No dije nada por un momento, miré a nuestro alrededor, entonces me encontré con la mirada de mi madre, quien hizo un gest
Evelyn PetersonSalí corriendo de los servicios, en lugar de ir hacia la mesa, me desvié, busqué la puerta que me llevase al exterior del gran salón, bajé los escalones y entré al jardín.Intenté controlar mi furia alejada de las miradas de los curiosos, estaba a punto de gritar, ¿Por qué la gente era tan mala? Ya tenía con todo lo que tenía que soportar a mi espalda en la editorial y ahora se sumó Jack Brooks, por más que intentara demostrar que yo realmente no era quien él pensaba, él se aferraría en hacerme salir de cualquier manera, me toqué dónde sus dedos se incrustaron con fuerza, si veía marcas, le rompería de nuevo su nariz.—Evelyn…—escuché mi nombre, me giré un poco para ver quién me llamó, era Logan, busc&
Jack Brooks —Me estás lastimando—Allison se quejó entre dientes, mientras tiraba de ella para salir del salón, al salir al pasillo, ella se soltó bruscamente de mi agarre, miré a nuestro alrededor, solo dos personas que ya iban de salida. — ¿Qué haces aquí? —pregunté con mis dientes apretados. —No contestas mis llamadas—se quejó, luego suavizó su mirada. Me crucé de brazos. —Y no te las voy a contestar, ni mensajes, ni correos privados, —usé todo mi sarcasmo— ¿Entendiste? ¿Quieres que le diga a tu amante que te lo explique? —ella apretó sus labios, luego se acercó a mí, sus dedos tocaron las solapas de mi traje, alcancé sus muñecas con mis manos para detenerla. —Cari…—apreté sus muñecas y ella se quejó, entonces sacó la verdadera cara. —Si tan solo hubieses dejado de ser un maldito adicto al trabajo, las cosas no se hubiesen salido de su curso, Jack—se soltó de mi agarre bruscament
Evelyn Peterson Después de un rato, vi a Ellie entrar al salón, luego se entretuvo con unas mujeres que le llamaron, era una oportunidad para irme sin cruzarme con ella. —Vamos, el taxi ha llegado…—anunció Logan, luego escuchó que lo llamaron a lo lejos—Adelántate un momento, —él se acercó al grupo de hombres elegantes que lo llamaron, esquivé un par de mesas y salí del salón sin que Ellie se diera cuenta, llegué al pasillo y me detuve en seco al ver a Jack pasándose una mano por su cabello ya todo fuera de su lugar, su camisa blanca una parte estaba por fuera, ignoré su presencia y me dirigí a la salida, escuché pasos, me tomó de mi codo y me detuvo, me solté rápido de él. —No me toques, por favor, ¿Qué quieres ahora? ¿Vienes por otro rodillazo? —él se tensó, apretó su mandíbula. — ¿Qué andas por la vida golpeando a la gente? ¿Todo es violencia para ti? —arrugué mi ceño. —Solo cuando se l
Jack Brooks Domingo. Mi dolor de cabeza creció conformé iba despertando. Tenía una almohada en mis partes más preciadas, el alcohol había hecho de las suyas cuando regresé de la fiesta en la madrugada. La puerta se abrió y apenas entrecerré los ojos para poder enfocar y ver quien era. — ¿Ya te vas a levantar? Te has perdido que te rompa tu asqueroso y bien formado trasero en el gimnasio… —era Logan, usaba unos pantalones deportivos, su camisa estaba sudada por completo, estaba respirando agitado. —Déjame dormir. Solo llevo un par de horas que me he dormido…—gruñí tirándole una almohada. —Nuestra madre te busca, no me quiero imaginar cuantas llamadas perdidas tienes en tu celular. —cerré los ojos e intenté recordar dónde había quedado ese aparato. —Por cierto, —lo miré, ladeó su rostro y miró en otra dirección de mí— ¿Por qué tienes una almohada en tus partes? —soltó la risa como entendiendo la sit
Evelyn Peterson —Pasa, pasa, en unos minutos más estará listo el desayuno—escuché a lo lejos desde mi habitación, me di un repaso antes de salir, estaba vestida casual para un desayuno por la mañana, y no, no estaba en pijama, más bien, tenía ropa holgada para pasar andar en casa, mi cabello recogido en una coleta alta. Bajé a la primera planta y me encontré con William, venía vestido con ropa de juego. —Buenos días, Evelyn—lo saludé y lo miré de pies a cabeza. — ¿Has ido a jugar golf con tus amigos? —él sonrió y negó. —Mason se ha lastimado la cintura así que, lo dejamos para cuando mejore. —sonrió. —Ven, tomemos asiento—lo guie a la sala, se sentó y soltó un largo suspiro, yo subí mis pies en el individual y me acurruqué. — ¿Qué le has dicho a Ellie? —Que iría al golf, y así fue, pero no estaban mis amigos, así que llamé y fui a casa de Mason, y efectivamente, el pobre está mal,
Jack Brooks Me he delatado. «Doble mierda» Me aclaré mi garganta, no pude evitar sentirme incómodo, creo que había preguntado de más. —El desayuno ha sido…exquisito. Muchas gracias por la invitación—miré la hora, en dos horas exactas, se anunciaría por todos los medios mi rompimiento con la hija de uno de los magnates más poderosos del país y amigo de la familia. Estaba por un lado tranquilo, ya que el padre de Allison compartía conmigo el concepto de la palabra fidelidad y entendería mi posición. Miré a Evelyn quién pareció divertirle mi situación—Y disc…—me interrumpí a mí mismo, pasé saliva, nunca me había disculpado en mi puta vida, «Vamos, Jack, tú puedes»—Disculpa, no fue mi intención sonar…—detuve mis palabras buscando rápido esa palabra que no suelo usar, pero Evelyn se adelanta. — ¿Chismoso? —escuché el jadeo de su esposo. Evelyn sonrió. Tomé aire y lo solté lentamente. No me iba a