Evelyn Peterson
Después de un rato, vi a Ellie entrar al salón, luego se entretuvo con unas mujeres que le llamaron, era una oportunidad para irme sin cruzarme con ella.
—Vamos, el taxi ha llegado…—anunció Logan, luego escuchó que lo llamaron a lo lejos—Adelántate un momento, —él se acercó al grupo de hombres elegantes que lo llamaron, esquivé un par de mesas y salí del salón sin que Ellie se diera cuenta, llegué al pasillo y me detuve en seco al ver a Jack pasándose una mano por su cabello ya todo fuera de su lugar, su camisa blanca una parte estaba por fuera, ignoré su presencia y me dirigí a la salida, escuché pasos, me tomó de mi codo y me detuvo, me solté rápido de él.
—No me toques, por favor, ¿Qué quieres ahora? ¿Vienes por otro rodillazo? —él se tensó, apretó su mandíbula.
— ¿Qué andas por la vida golpeando a la gente? ¿Todo es violencia para ti? —arrugué mi ceño.
—Solo cuando se l
Jack Brooks Domingo. Mi dolor de cabeza creció conformé iba despertando. Tenía una almohada en mis partes más preciadas, el alcohol había hecho de las suyas cuando regresé de la fiesta en la madrugada. La puerta se abrió y apenas entrecerré los ojos para poder enfocar y ver quien era. — ¿Ya te vas a levantar? Te has perdido que te rompa tu asqueroso y bien formado trasero en el gimnasio… —era Logan, usaba unos pantalones deportivos, su camisa estaba sudada por completo, estaba respirando agitado. —Déjame dormir. Solo llevo un par de horas que me he dormido…—gruñí tirándole una almohada. —Nuestra madre te busca, no me quiero imaginar cuantas llamadas perdidas tienes en tu celular. —cerré los ojos e intenté recordar dónde había quedado ese aparato. —Por cierto, —lo miré, ladeó su rostro y miró en otra dirección de mí— ¿Por qué tienes una almohada en tus partes? —soltó la risa como entendiendo la sit
Evelyn Peterson —Pasa, pasa, en unos minutos más estará listo el desayuno—escuché a lo lejos desde mi habitación, me di un repaso antes de salir, estaba vestida casual para un desayuno por la mañana, y no, no estaba en pijama, más bien, tenía ropa holgada para pasar andar en casa, mi cabello recogido en una coleta alta. Bajé a la primera planta y me encontré con William, venía vestido con ropa de juego. —Buenos días, Evelyn—lo saludé y lo miré de pies a cabeza. — ¿Has ido a jugar golf con tus amigos? —él sonrió y negó. —Mason se ha lastimado la cintura así que, lo dejamos para cuando mejore. —sonrió. —Ven, tomemos asiento—lo guie a la sala, se sentó y soltó un largo suspiro, yo subí mis pies en el individual y me acurruqué. — ¿Qué le has dicho a Ellie? —Que iría al golf, y así fue, pero no estaban mis amigos, así que llamé y fui a casa de Mason, y efectivamente, el pobre está mal,
Jack Brooks Me he delatado. «Doble mierda» Me aclaré mi garganta, no pude evitar sentirme incómodo, creo que había preguntado de más. —El desayuno ha sido…exquisito. Muchas gracias por la invitación—miré la hora, en dos horas exactas, se anunciaría por todos los medios mi rompimiento con la hija de uno de los magnates más poderosos del país y amigo de la familia. Estaba por un lado tranquilo, ya que el padre de Allison compartía conmigo el concepto de la palabra fidelidad y entendería mi posición. Miré a Evelyn quién pareció divertirle mi situación—Y disc…—me interrumpí a mí mismo, pasé saliva, nunca me había disculpado en mi puta vida, «Vamos, Jack, tú puedes»—Disculpa, no fue mi intención sonar…—detuve mis palabras buscando rápido esa palabra que no suelo usar, pero Evelyn se adelanta. — ¿Chismoso? —escuché el jadeo de su esposo. Evelyn sonrió. Tomé aire y lo solté lentamente. No me iba a
Evelyn Peterson—Ya terminé de lavar todo—dije saliendo de la cocina, me puse crema en mis manos, entonces me encontré con Orson y Chase en la sala, platicaban de algo entre ellos. Chase me miró.—He visto la mirada que le dabas a Jack. —sonrió de forma pícara, negué intentando no arrugar mi ceño, pero fallé.— ¿De qué hablas? Es el último hombre en esta tierra y galaxia al que le lanzaría una mirada de las que dices—me senté en el brazo del sillón a lado de ellos, luego lentamente me deslicé hasta colgar en el mismo brazo mis piernas. —Es un hombre arrogante, estúpido, cree que porqué he sido nombrada directora de Editorial Brooks, William y yo nos acostamos…es demasiado fácil de manipular, eso, no aplica en mis gustos en los hombres.
Allison Colleman “—No te atrevas a llorar.” Fueron las palabras de mi madre el día de ayer en la mansión de los Brooks. Los noticieros de espectáculos del todo el mundo, anunciaron un compromiso cancelado, no bajé la mirada de aquel televisor, miré hacia a Jack quien pareció estar tranquilo, la ira corrió por mis venas. Quería estrangularlo ahí mismo. Gritarle que esto no se iba a quedar así, que este matrimonio tenía que hacerse. La imagen de mi padre con su mandíbula tensa, mi madre con sus ojos azules bien abiertos, William y Ellie se miraron entre ellos. “¿Qué es esto?” Ellie fue la primera en hablar en ese momento, su vena resaltó en su cuello, me miró y luego a su hijo en espera de una respuesta. “¡Exijo una respuesta a esta noticia! Si fuese un noticiero, lo dejaría por amarillista, pero ¡Ocupa todos los malditos canales!” gritó furiosa, Jack se levantó y se acercó a la ventana, se quedó dándonos la espalda. Y ent
Evelyn PetersonCuando Jack escuchó mis palabras de que pidiera agenda para a hablar conmigo –regresando lo de hace rato sus mismas palabras-, soltó un golpe contra la superficie de mi escritorio de cristal, hizo que me encogiera de hombros por un breve momento, pero no soy de las que se callan y muestran sumisión, “no, no, Brooks, conmigo te estrellas” y es como si hubiera prendido la mecha de dinamita que hay en mí, me levanté de un movimiento y lo enfrenté con una sonrisa de oreja a oreja, él mostró más molestia.—Primera y última vez que entras sin tocar, sin anunciarte, primera y última vez que usas este comportamiento conmigo, estarás a acostumbrado a hacer y deshacer, pero por más hijo que seas de William Brooks, respetas mi lugar de trabajo. —Jack pareciera salir de su trance de “la
Jack Brooks Después de ver a Evelyn irse en el elevador, regresé a mi oficina, me molestó que dijera que no pasó nada, cuando si pasó, ¿Qué las mujeres no tienen tampoco memoria? Ja. Claro que tienen memoria, no les conviene olvidar. Me dejé caer en el sillón de la sala que estaba en el interior de la oficina de mi padre, reinó el silencio por un buen rato, Logan me había dicho que, aunque le hubiera mentado hasta de lo que se iba a morir, ya estaba en el avión para marcharse a Londres, solo le deseé buen viaje, estaba demasiado cabreado por lo que hizo. ¿Qué favores le tiene que hacer a Evelyn? Los Brooks no hacemos favores. Mi celular vibró, sacándome de mis pensamientos irritables. —Jack Brooks. —contesté sin mirar la pantalla. —Soy tu madre—cerré mis ojos y acaricié el puente de mi nariz con delicadeza, aún tenía un poco de dolor si me tocaba bruscamente, los retiré segundos después. —Dime, ma
Evelyn Peterson Días atrás. Caminé por el nuevo ático, los suelos eran de un mármol hermoso, las ventanas eran gigantes, de techo a suelo, todo un lado era puro cristal, la luz por la mañana debe ser impresionante. Pasé a la cocina, estaba completa, granito oscuro, los accesorios de un acero inoxidable, una isla en medio del lugar. — ¿Qué opina? —me preguntó el agente inmobiliario, me volví a él. —Me encanta. —hice una pausa dando un último vistazo al lugar, luego miré al agente— ¿Y en cuánto tiempo venderá mi ático? —el hombre sonrió triunfante. —Tengo dos ofertas, ninguno ha bajado el precio, así qué, son buenas noticias—sonó emocionado. —Perfecto. Entre más rápido, mejor. —Al salir del edificio, estaba completamente emocionada por lo que estaba haciendo, estaba empezando a independizarme totalmente, no