Capitulo 784
Cuando Juan giró la cabeza para mirar, al final del callejón volvió a aparecer la figura de aquel par peculiar: un adulto y un niño, ambos vestidos con túnicas blancas. El niño seguía mirando fijamente a Juan, con ojos rojos intensos, de los que brotaban rastros de sangre que caían desbordados por su rostro pálido como la nieve.

El adulto que lo acompañaba era aún más espeluznante, pues carecía por completo de facciones. Su rostro estaba cubierto por una gruesa capa de tela blanca que ocultaba por completo sus ojos, nariz, boca y orejas, dejando una gran sensación de vacío aterrador.

Ambas figuras avanzaban lenta y tambaleantemente hacia Juan. Incluso cuando llegaron frente a la entrada del pabellón de Juan, él permaneció inmóvil, sin mostrar el más mínimo rastro de miedo. Por el contrario, dio un paso hacia adelante, quedándose inmóvil al borde de los escalones, como si esperara pacientemente el momento en que ellos decidieran atacar.

El niño, con el rostro ensangrentado, nunca apartó
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP