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Una propuesta para mi

Una vez ya avanzada la reunión, varios directivos de otras empresas se acercaron a nosotros, los dos franceses no se alejaron, vi en la cara del señor Ji que estaba bastante inconforme con algo, pensé ¿Sería conmigo? ¿Será que hice algo indebidamente? No quería hacerlo irritar después de todo, él había contratado mis servicios para fingir que era su novia.

Enseguida lo mire, me miró, me acerqué discretamente a su oído, resoplé y dije:

—¿Hice algo mal? ¿Por qué estás tan irritado?

El me miró y luego vio para otro lado y respondió.

—Confias demasiado, no todo el mundo es bueno o tiene buenas intenciones.

Al oír sus palabras en vez de agradecer hice un comentario sarcástico.

—¡Oh lo dices por ti! Tienes razón vine aquí contigo como si conociera bien tus intenciones —el Sr. Ji me miró y endureció su mandíbula, tenía una expresión de matar a alguien, yo me reí un poco bajo, le dije:

—¡Calma, estoy bromeando contigo! ¡Por que eres tan serio, ríete un poco. —ví dibujarse una sonrisa casi imperceptible en ese rostro guapo.

Lo que me conmovió es que él intentó darme una sonrisa y lo hizo de manera tosca. Me reí de nuevo de él y éste dijo:

—¡Si te vuelves a reír de mi, te castigaré aquí mísmo. —¿cómo suponía que lo haría? mi mente empezó a volar casi de inmediato con lo acababa de decir, estaba algo inhibida, pero a la vez con ganas de saber cómo haría tal cosa.

Paré de reír y lo miré con fijeza, ¿cómo pretendía castigarme él? Ahora le tocó el turno de reírse a él, se carcajeó de mi y dijo.

— ¿acaso creíste de que te iba a castigar realmente de alguna forma macabra? —dijo con expresión juguetona.

—No lo sé, hay sus tantos locos por allí —dije a secas. Lo miré de nuevo y él seguía sonriéndome.

De pronto se detuvo de reír y se hizo un silencio que se prolongara por el resto del tiempo que se tomó a ir a la siguiente reunión de negocios que él tenía.

El cansancio hizo que me quedara casi dormitando en el asiento, lo que al desconocido hombre le diera por decirme que podían ponerme en jaque mate.

—No lo permitiría, ¡yo soy experta en tate quieto! —ahora los dos nos reímos, lo miré sonreír y le dije:

—Deberías sonreír más, te ves aún más hermoso sonriéndome que estando serio. —Vi como su rostro se sonrojaba ante mi comentario, de alguna manera él me parecía un ser puro, o era un lobo vestido de oveja, pero si así era, no importaba en ese momento.

Conversamos por muchas horas más, el tema en sí era variado, hablamos de amor, el matrimonio, los hijos, los negocios, acerca de los CEOS enamoradizos y demás.

Fuimos lo más espontáneo acerca de los temas tocados, y al final se había terminado el tiempo en sí, debíamos partir a casa, tocaba volver, pero él aún no me decía vamos de regreso.

En fin, tomamos una copa, yo no estaba acostumbrada a tomar, así que una sola copa me dejó viendo doble.

Después de eso, no sé que sucedió, pero cuando desperté estaba en la cama con él, yo estaba completamente desnuda y al fijarme en él, también lo estaba, salí corriendo de ahí a como pude, no sabia como diablos tomé decisiones, pero tomé un taxi y regresé al aeropuerto, ahí nos esperaba todavía todo el equipo de vuelo, Cassie al verme, puso cara de pocos amigos y me dijo:

—¿De dónde vienes hasta ahora? —no respondí, más bien la ignoré, no tenía porque darle explicaciones a ella, y como seguia y seguía cuestionando, me enfadé con ella, le grité en su cara y di la vuelta para irme por mi cuenta.

No sé ni cómo hice, pero siquiera el pago del día trabajado pude cobrar.

Mi mente estaba muy desordenado, me gritaba a mi misma que había pasado en la madrugada, porque estábamos juntos en la misma cama y sobre todo estando desnudos, como no hallaba una respuesta, preferí irme sin esperar a que él volviera.

Recuerdo que tomé un vuelo comercial y volví a la ciudad donde vivía, había utilizado todo el dinero que guardaba para los gastos de mes, el dinero para llenar la dispensa de la siguiente semana, ahora no tenía nada, aparte, era seguro que había perdido el trabajo que pagara mejor que los otros trabajos informales, me sentía muy infeliz y enojada conmigo misma, como pude perder el control de mis actos así, me recriminaba mirando a todos lados, sentía que tenía cola que me pisara, ya no confiaba en nadie en absoluto.

Al llegar a casa, mis tíos estaban en la sala, estaban murmurando entre sí, me volvieron a ver, les iba a preguntar que era lo que pasaba, pero no lo hice, después de todo ellos estaban en una actitud hostil todo el tiempo, les quería contar, pero ellos no eran buenos para prestar orejas y ayudar, así que me quedé con eso.

Al día siguiente, fuí a trabajar a la cafetería, mi ánimo estaba por el suelo, no quería seguir pensando en el asunto, pero ya era parte de mi realidad.

[ Ji Yasuf Kim ]

Aquella noche fue muy distante a lo que planeara, siempre fui un hombre de pocas palabras, pero con esta mujer había hablado demás, reído sin parar, no sé porque no vi las señales en el cielo, ella me era un peligro.

Había despertado desnudo en la cama de hotel, yo estaba completamente en shock sorpresivo, cuando me levanté de aquella cama, había rastro de manchas de sangre en ella, fuí a la recepción del hotel y pedí ver las cámaras en el pasillo, esa chica prácticamente salió corriendo a las cinco de la mañana.

Me sentí mal por ella, no sé que nos pasó, pero lo que pasó no podía olvidar, yo había hecho el acto concúbito con esta chica, y normalmente no hago cosas así, no duermo con una mujer simplemente por encontrarla hermosa o por satisfacer las ganas, tampoco tengo claro de el porqué lo hice, pero ocurrió el evento entre los dos.

En los días siguientes, traté de olvidar lo que pasó, pero me era difícil, ella estaba en mi mente, sentía su olor corporal en mi memoria, su risa lo escuchaba en mi cabeza.

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