—Abuela, ya llegué —dijo Gaby, no quería que su queridísimo amigo entrara en contacto con su abuela, así que lo había dejado debajo de un árbol de Manzano, le había advertido que no entrara, que ella ya saldría después de reportarse, pero se llevó la gran sorpresa cuando el bullicioso y la aglomeración de tantas personas le llamara la atención.No podía creerse lo que veía sus ojos, aquél hombre era el que estaba en medio de todos los ancianos riéndose y haciendo piruetas para hacerlos reír a su público.—Ji Yasuf?" —se dijo la chica mirando consternada la escena por delante. ¿No había ella pedido que se quedara quieto en un solo lugar, o si no, pues, le había dicho que si se le antojaba irte que lo hiciera, que no había problemas con eso, le dijo también que si le daba hambre, que podía comerse todos las manzanas del árbol, total, ella no tendría que pagar nada.¿Que hacía él aquí? se preguntó? Se acercó sigilosamente solo para darse cuenta que Ji Yasuf estaba siendo la estrella de e
Terminados de comer, Ji Yasuf se llevó a Gabriela al registro. Al llegar habían muchas otras personas ahí, esperaban casarse, en verdad eran tres parejas esperando su turno, las tres mujeres que esperaban casarse volvieron a ver sin rodeos al hombre al lado de Gabriela.Gabriela no prestaba atención ni al caso, era como si ella no conociera lo que era sentir celos por su hombre.Ji Yasuf estaba muy descontento por ello, de un momento a otro le invadió la cólera, no obstante aquellas tres mujeres estando ahí para casarse, todavía se atrevían estar echándose el taco de ojo en el hombre, pero... ¿cómo no lo harían?, si este hombre de estatura promedio era, uno coma noventa, cuerpo delgado y proporcional, tenía un cuerpo de escultura viviente, ojos verde grisaseo, tenía una mandíbula afilada, nariz alta y recta, sus pómulos bien marcados con esa mirada pícara y soñador, hacia palpitar el corazón y algo mas a cualquier fémina. Sus cejas eran pobladas y de espada, lo que le daría el toque d
Ese mismo día, Gabriela tuvo que llevarse a su ahora esposo ante su abuela, él quería ser presentarlo ante la abuela de la mujer.Al llegar al edificio llamado también residencial Guadalupe, Gabriela notó muchos cambios de noche a la mañana. Por ejemplo que la fachada de afuera estaba siendo reparada mas rápido que un rayo, además cuando entró había una docena de personal para atender a los ancianos, y no solo eso, había comida y productos nutritivos para ellos, para los ancianos. Gabriela exclamó emocionada, ella dijo:—¿¡ Que Ángel ha hecho todo esto por nuestros viejitos!? —la cara de Ji tenía una rara sonrisa reprimida."¿Acaso esta niña era tan tonta que no se daba cuenta que con quién se casó?" No le daba valía a él. Carraspeó la garganta mirando hacia arriba, se hacía el tarado para que ella dijera tan de pronto, "Oh si mi amor tú eres mi ángel, pero nada" ella empezó a especular que habría sido el nuevo presidente del país, o que quizás fue un diputado joven y con mente amplia
Lo primero que dijera Ji al ver a la anciana fue decir sin censura lo que él era para la Chica.—Hola, soy el esposo de su nieta, abuela. —la cara de Gabriela se dislocó de su sitio mirando al hombre con una cara ladeada.—¿No te dije que no debías contarle eso a mi abuela ? —dijo Gabriela a lo que su abuela se enojara con la nieta y la regañara a todo pulso.—¿Se puede tapar el sol con un dedo acaso, Gaby? —dicho eso dió la vuelta para entablar comunicación con Ji Yasuf ignorando a su propia nieta.—Entonces, ¿somos familia? preguntó la abuelita.—Si, lo somos —respondió él, la abuela pudo notar en sus expresiones que tenía una sonrisa suave, su cara llena de ternura, de amor que sentía, se podía decirse que Ji Yasuf era un hombre enamorado de Gabriela y era algo que no podía ocultar.—Mi nieto político —resonó la voz de la señora.—No me considere lo de "político" —dijo Ji Yasuf.—Ellos suelen ser falsos y poco leales a sus palabras, a mí me puede considerar ya parte de tu familia,
En una enorme Villa ubicado sobre un peldaño alto y de vista excelente, vivía el abuelo de Ji Yasuf Kim. El señor Joau Yin Kim de 83 años, era un hombre duro en carácter, muy exigente de los demás y de lo que él quería, siempre le gustaba imponer sus órdenes e ideas. Podías pensar que por que ya era anciano no estaba en lo mísmo, pero no, él siempre era retador, sus imposiciónes eran tal que las personas le temían aún después de retirado.No estaba del todo feliz estos últimos días, su informante le había dicho que Ji se había desaparecido por casi una semana.Al ver entrar el vehículo de su único nieto viviente, Joau Yin dió la vuelta para recibirlo en el recibidor de su Villa, el joven al llegar se quitó los zapatos y los cambió por unas pantunflas suaves de color negro, pero igual, él estaba algo impaciente al ver a su nieto estar actuando muy lento, según su criterio.—Ji, ¿porque no te apuras? ¿me tienes esperando desde hace ya mucho? —dijo con cara de enojado.—Ya estoy aquí, a
Al llegar al comedor, los ojos de todos los presentes, en especial los tres invitas miraron al hombre parado junto a la mesa, quien saludó sin ninguna intención de ahondar, solo un "buenas noches y ya.—Ji Yasuf, saluda a estas personas, son tus futuros suegros —resonó la voz del abuelo Joau Yin Kim.Todos miraron rápidamente a la cara del nieto, pero este no había mostrado ninguna reacción de ningún tipo.Parecía un hombre que no sentía emoción alguna, solo sus ojos se mantenían tranquilos como el fondo de un lago sin turbulencias.—Señor Kim, soy su nieto, un hombre con la suficiente capacidad mental para estimar o desestimar alguna decisión importante en mi vida.—Considero que no soy un niño para que usted tenga que decidir por mí, o decirme que hacer como en el simple hecho de que me ordenas saludar a estas personas que son unos extraños para mí. —Ji no mostraba emociones, pero si firmeza, así que continuó hablando en contra de lo que creía estaban tratando de humillarlo.—No pie
—¿Gabriela? —preguntó la tía de Ji.—¿Si? ——¿Por qué estás asi?... piensas en por que estas aqui, ¿no es así?—No entiendo nada. —dijo ella mirando a la mujer mayor.—A veces no es bueno hurgar en los detalles pequeñuela, solo cierra los ojos y confía en tu esposo, y no lo digo por que lo conozco desde que naciera, sino por que mi Ji es un buen muchacho, él es bueno como el mismo pan. —inquirió la tía Miley.—Si —respondió la chica sin mucho ánimo.—Conozco al abuelo de Ji, Joau Yin es terco y le gusta poner su deseo en las personas, seguro Ji está aplanando el camino para ti.—Ese es el detalle, no quiero que nadie me ayude a aplanar ningún camino, solo quiero ser yo misma y ser aceptada —explicó Gabriela.Por la tarde la joven salió a caminar en un parque cercano a la vivienda de tía Miley, siendo una zona de casas exclusivas, el parque quedaba en un lugar exclusivo de la misma circunferencia.Sin darse cuenta, tanto el señor Joau Yin como Gabriela terminaron en la misma zona del pa
—¿Señor usted aquí?—¿Si? presentía algo, pero no sabía exactamente qué podía ser....—Tu historia me hacía pensar en alguien —dijo el anciano. —en eso apareció Miley en la puerta y ordenó a Gabriela irse adentro.—Ve adentro mi niña —el viejo frunció el ceño.—¿Mi niña has dicho? —dijo de forma irónica.—Si, eso a ti no te incumbe señor Kim, puede marcharse ahora mismo. —dijo con disgusto.—En este caso, prefiero quedarme... te haré compañía —sentenció su voluntad.—¡Basta, se puede ir! —gritó exasperada Miley.—Cuidado, estás vieja, puedes romperte en pedazos de lo viejo que está tu cuerpo. ——Jaja —se rió el hombre de sus propias burlas hechas.Miró fulminante a esta mujer que al igual que él también era avanzada en años. —Parece que la vejez no te ayuda a discernir entre lo que te conviene y no —especuló el abuelo de Ji.—¡Oye! Estás en mi casa por si no te has dado cuenta, no te tengo miedo, sépalo muy bien. —escupió Miley a su primo de antaño.—Me voy, pero dile a tu sobrino qu