KolenMi corazón está ansioso, sé por Jaclob que Minela acaba de llegar a la mansión. Me contó que esta tuvo un accidente y no recuerda nada de su pasado. El maldito la tiene convencida de que ella se casó con el amándolo y que nuestro bebe es suyo. Producto de su amor. De solo pensar que la ha tocado con lujuria me dan ganas de matarlo. Ese maldito ha manipulado todo para que mi mujer lo acepte, pero eso se acabó, en cuanto Jaclob me diga el próximo paso, yo llegaré y le hare recordar a mi hermosa flor que ella es mía, que nadie la ama más de lo que lo hago yo. Al menos sé que el infeliz no atentó contra mi hijo. Que es solo demostrarle a mi princesa que ese bebe es el fruto de nuestro amor y no del lunático con quien se casó por protegernos. No voy a seguir permitiendo que ella siga con él, quien tiene que estar con ella soy yo, su único amor. Mi celular suena y veo que se trata del celular secreto del menor de los Kersakov. —Hola. —contesto.—En dos días habrá una fiesta de más
VladlemMiro mi reloj, ya han pasado más de cinco minutos y mi mujer no sale del tocador de damas. Observo si hay algún movimiento extraño, pero no veo nada. Voy a ir a buscarla tanta tranquilidad no me gusta. En el momento que me voy acercando la veo salir. —Minela —digo acercándome para tomar su rostro entre mis manos. Esta me regala una media sonrisa—. ¿Estas bien? —ella asiente. —Sí, Vladlem estoy bien, solo deseo que se acabe esto ya para volver a casa. —dice y siento su voz triste, no me gusta verla así, quiero que sonría todo el tiempo a mi lado.—Tengo que cerrar unos negocios que me surgieron de momento, cuando lo haga nos iremos, amor. – digo acariciando sus labios con mis pulgares. —Claro, si deseas puedo ir a sentarme por ese lado. —señala una mesa vacía y asiento conforme. Es la mejor opción, así nadie la mira con lujuria como hace unos minutos. Mi mujer es hermosa y no me gusta la idea de que otros la estén deseando. La llevo hasta donde me pidió y vuelvo a la convers
KolenProbar sus labios nuevamente era alucinante. Me siento completo con ella a mi lado. Mi lengua juega con la suya. Suelta un gemido placentero cuando mis labios comienzan a bajar por su cuello. La deseo, sé que no es el momento de poseerla, pero su olor, su piel y sus gemidos me exigen que no pare. Me detengo para enfrentar la mirada lujuriosa de mi mujer. —Hazme el amor, Kolen, necesito sentirte, que mi piel huela a ti. —me pide y asiento satisfecho. Claro que la voy a hacer mía. No sé qué ha pasado en mi ausencia y no preguntaré, no quiero saber nada de lo que ha pasado este tiempo lejos de mí. —Eres mi dueña, eres la mujer que necesito para poder respirar. —vuelvo a poseer sus labios como un poseso. No entiendo como pude vivir tanto tiempo sin ella. Minela es mi todo, no me importa ya nada más que sentirme dentro de ella regalándole los más deliciosos orgasmos. Bajo con mis besos por todo su cuerpo, acuno entre mis manos sus pechos que poco a poco quedaban desnudos al bajar
BustrelAun no puedo creer lo que escuche de los labios de Jaclob, por amor a los dioses. ¿Cómo se le ocurre traicionarnos? Lo veo cerra los ojos y sé que me está dando la autorización de hacer lo que planeo. Quito el seguro de mi arma y disparando con precisión atravieso su cráneo viendo como la sangre salpica por todo la habitación. Dos lágrimas bajan por mis mejillas. Dos muertos una misma noche. La zorra y a quien había considerado mi hermano hasta este momento, pero su traición a Vladlem me hizo entender que él nunca será uno de nosotros. — ¿Qué demonios hiciste? —escucho a Samantha a mi espalda. —Ordena que limpien todo. —doy media vuelta—. Eso es para que veas que no me toco el corazón con los traidores. —escupo antes de irme dejándola allí parada viendo el cuerpo de Jaclob. Camino decidido a buscar un buen abogado para que saque a mi hermano. En la organización hay dos, pero los muy idiotas también fueron apresados. Mi hermano no puede estar más tiempo allí. Cuando al fin c
Mikeila Jarist18 años después-Estoy emocionada. – grito tomando las manos de mi mejor amiga Estillie-. No sabes cuanto soñé con este momento. -Lo sé Miki, hemos luchado por entrar a esta prestigiosa universidad. También estoy emocionada, aunque no tengamos las mismas clases. -suspiro triste es la primera vez que nos vamos a separar. Desde siempre hemos sido muy unidas y eso que ella quiera estudiar para fisiatra y yo economía nos va a separar momentáneamente, porque de seguro encontraremos el tiempo suficiente para juntas como siempre.-Tranquila, lo importante es que vamos a compartir habitación. No estaremos del todo tan lejos. -esta asiente y me abraza fuerte. Escuchamos la puerta de mi habitación. -Chicas, ¿Ya están lista? -escuchamos la voz de mi madre a fuera. Ella siempre nos ha regalado nuestro espacio para que seamos cómplices. Mi madre es la mejor del mundo y mi padre es la luz de mis ojos. Mi hermanito es más apegado a mi mamá, mientras yo a mi papá. -Sí mami, ya bajam
(MINELA)—¡Última parada, pueblo Groundfield! —escucho al chofer gritar, saliendo de mis cavilaciones. Soy la única que queda en este autobús. Miro mi reloj que marca las once y cincuenta de la noche. De seguro el chofer ya está cansado y debe volver a su casa. Tomo mi mochila de mano, es la única pertenencia que traigo conmigo. Mis más preciadas pertenencias se quedaron en donde nunca voy a poder regresar. Camino sin rumbo, busco en mi pequeño bolso viajero la dirección del hotelillo que me dijo un hombre que estuvo sentado a mi lado en el autobús, este bajó algunas paradas antes, en un pueblo cercano llamado Groundgrild. Leo en el papelillo —123 carlie st. –Suspiro cansada, he viajado medio país para llegar aquí. La esperanza llega conmigo, tengo miedo, sí, pero sé que mientras mantenga un perfil bajo ellos no podrán encontrarme. Camino hasta encontrar la tienda de antigüedades que me comentó que encontraría de frente. Ahí doblo a mano izquierda encontrando la calle que este me ha
(Kolen)Despierto temprano, había trabajo que hacer. Es domingo, pero no me importa, no tengo nada mejor que hacer más que trabajar. Soy adicto a mi trabajo y mi vida no es muy interesante que digamos. Estrujo mi rosto con mis manos y estiro mis brazos recordando a la pelinegra que tengo a mi lado. —Romina, despierta. —digo acariciando su cabello. Ella es mi secretaria, ayer estuvimos trabajando hasta tarde, nos pasamos de copas y bueno, despertó en mi cama. No es la primera vez que pasa. Lo importante aquí es que ambos somos solteros y no le debemos explicaciones a nadie. —Kolen es domingo, no trabajes hoy. —La pelinegra hermosa que me acompaña en mi cama se voltea dejándome sus hermosos pechos cerca de mis labios. Yo que soy muy débil no me aguanto y los tomo en mis manos mordiéndolos como sé que le gusta. La escucho gemir de placer y la monto sobre mi cuerpo. Es una abusadora, se mueve estimulando mi deseo, mi amigo responde a su humedad y esta comienza su cabalgata sobre mí. Mi
(Minela)<<—No, por favor, Vladlem, no lo hagas, no me hagas daño. —lloro aterrada, su mirada colérica solo me provoca temor por mi vida. Esta loco, su sonrisa me dice que nada estará bien. Miro a mi alrededor, no tengo a donde ir para poder escapar de sus garras.—Entiéndelo Minela, eres mía, Fedrek no tiene ningún derecho sobre ti. — por más que trato de evitar que se me acerque este me toma por mi cabello para tirarme a la cama con todas sus fuerzas. No pongo resistencia, no puedo luchar contra él. Vladlem es un hombre grande estimo que mide algunos dos metros, piel blanca, su cabello y sus ojos tan negros como la noche. Mis miedos se adueñan de mi cuerpo al sentir como este sube a la cama aprisionándome entre el colchón y su cuerpo.—No hice nada, Vladlem, por favor, no me hagas daño, te lo pido. —cómo puedo me arrastro por la cama hasta quedar lejos de él—. Te prometo que no volveré a dirigirme a él, ni a ningún otro hombre, pero no hagas nada de lo que te puedas arrepentir. —est