Cuando Gálata despertó no vió a su esposo, era primera vez que eso pasaba, pero si había rastros de que durmió a su lado, al menos unas horas porqué la última vez que lo vio fue cuando regresó de su salida nocturna. No le dijo nada referente a lo que hizo, pues ya intuía sobre lo que de seguro hizo. Ayudó a su hijo a prepararse para su día, sabiendo que solo faltaban poco más de una semana para que todo ese estrés culminara. Bajó al primer piso, notando que al igual en el comedor su esposo no se encontraba, solo recibiendo un recado de que había algo que lo mantendría ocupado todo el día. Entendió que podía tratarse de cualquiera de los asuntos que tenían pendientes, por lo que solo le preguntó a uno de los sujetos de la guardia el sitio donde podría estar Marcelo. __ No lo sabemos, señora. Solo llevó con él a Ron, nadie más sabe su destino. Se quedó con esa respuesta porque lo conocía como para saber lo que de seguro estaba haciendo. Aunque agradecía que se haya acordado de cuid
Gálata asomó la vista por la ventana, manteniendo sus manos en la espalda. Algo no la dejaba estar en paz, pues percibió en el ambiente algo que no pudo distinguir, pero sí sentir un peso extraño sobre su espalda. La oscura noche envió recuerdos que no pudo detener y aún teniendo a su hijo a su lado, mientras jugaba con algunos de los juguetes que Marcelo le dió y que no olvidaba jamás, siguió sintiendo que algo los rondaba. Cray siguió sin contestar, Marcelo aún no podía contactarlo y en su rostro pudo verse cuánta desconfianza tenía. Pasar escapando siempre le dió indicios de lo que podría estar pasando, pero también ser paranoica le pareció la razón del porqué encontrarse de esa forma. Solo que no era paranoia. Esos pasos que sintió muy cerca eran los que tenía rondando las zonas más custodiadas de la casa, derribando a los que aún no estaban de su lado. La infiltración se volvió contra quienes aún le eran leales a Marcelo y más cuando estos se dieron cuenta de lo que ocurría.
Gálata observó por la ventanilla, el recorrido que hicieron, mientras sus manos fueron atadas con la cinta adhesiva que la inmovilizó.Se detuvieron frente a una alcantarilla en la cual ingresó siendo empujada por los hombres que miraron a la carretera para asegurarse que nadie los seguía. Sus pies le dolían, pero no pudo objetar ante nadie, llevaban órdenes que cumplir y ella solo era la carga que odiaron llevar. Debían perder a sus cazadores porque de serlo ellos, ahora eran la presa para los hombres que salieron del encierro que tenían para ellos, impregnados con la sangre que en su ropa aún siendo oscura. Ben no soltó al pequeño, esperando desde su sitio con el rifle que apuntó a cada punto donde sentía movimiento. Pero las tres figuras que vio las reconoció de inmediato bajando su arma y levantando al pequeño que escondió su cara en su hombro anhelando ver a su madre aparecer atrás de ellos. __ ¿Johan? - Marcelo dijo su nombre y el giró el cuello para ver al hombre que lo rec
"Un intercambio. Tu mujer por mi hijo" Marcelo leyó una vez más el mensaje que le hicieron llegar. Alvin se había atrevido a proponer algo para acabar con él enfrentamiento apenas iniciado, lo cual lo tenía con la vista puesta en el papel que imprimió, manteniéndolo a un lado del ordenador que lo tenía ocupado.__ ¿Lo has considerado? - le pregunta de Adrián lo desconcertó. - Muchos no dudarían en hacerlo.__ Un Crown no. Somos escorias y lo más maldit0 que la vida pudo crear, pero no nos quitan, ni cedemos ante nadie. - determinó. - De ser así, tú hubieses muerto a los dos años y yo a los diecisiete. Pero míranos aquí, con más muertes cada día sobre nuestros hombros.__ Nos negamos hasta que la oportunidad llega. - lo hizo mirar el vídeo que él había encontrado. - Y podemos encontrar una. El video mostró el sitio por donde los sujetos habían salido. Al menos tres de ellos, porque los demás aún no habían sido encontrados, sin embargo siguiendo a los que sí, podían dar con él resto.
Habiendo aceptada la reunión por Clément, el patriarca de la familia Springsteen, Marcelo junto a su hermano se abocaron a la casa donde se enteraron que ellos se encontraban. Creyeron que tendrían que esperar más, sin embargo no fue así y eso acortó el tiempo que emplearían en su búsqueda.Dejar el ordenador donde estos habían aparecido no le fue agradable a Marcelo, pero si eso le daba aún más resultados, se iba a arriesgar. La casa parecía la fortaleza de un rey que tenía su ejército , el cual custodiaba hasta el último centímetro de ese extenso y hermoso lugar. Desde que entraron se vieron revisados por los hombres que no les dejaron avanzar antes de mostrar que no tenían ningún arma para atacarlos. Esculcando todo bolsillo o lugar en el que pudieran cargar algo que representara un riesgo para quienes estaban ahí__ Déjenlos. Está bien. Sí quisieran atacarnos, armas sería lo último que necesitarían. - dijo Uri Springsteen enviando a sus sirvientes a otras labores. - Un Crown en
__ No me importa la forma, pero vas a decirme dónde está mi hijo. - exclamó Alvin al entrar al camarote de Gálata. Esta se levantó de inmediato, siendo prácticamente arrastrada fuera del sitio para llevarla del mismo modo por el pasillo. - No quería que esto fuera así, pero no me dejas opción. Has entorpecido demasiado mis planes y no pienso dejar que esto me lo quites. __ No sé dónde está. - alegó ella al ser sentada y encadenada a una silla, con las manos atadas al frente. __ Lo sabes. Tú siempre debes tener un método para encontrarlo. - dijo Alvin al sacar una inyección que preparó. - Conoces el tiopentato de sodio o suero de la verdad, supongo. Aunque creo que lo conoces más con el nombre de pentotal sódico. Como sea el dichoso suero de la verdad te hará alucinar y soltar las verdaderas que te callas y ya me tiene harto no saber. __ No te atrevas a ponerme eso. - sacudió las cadenas con tal violencia que sus muñecas obtuvieron aún más marcas de las que ya tenían.Tiró de sus ma
__ No necesito que nadie me cuide las espaldas. - le dijo Marcelo mientras sus tiros certeros derribaron a todo aquel que veía aparecer. __ Es una orden. - dijo Alaya del mismo modo, con su ojo pegado el aparato que le permitía ver en la oscuridad facilitando su camino. El hombre que sostuvo a uno de los hombres de Alvin y prácticamente le arrancó la tráquea se giró hacia ella. __ La nueva orden es que ubiques a mi mujer, a ese hijo de puta y cuando tengas al primero me dirijas a él. - determinó y ante eso no pudo decir nada la chica que junto a Liban fue recogido por Raúl esa mañana para trasladarlos hasta ese sitio donde sabían que se volvería una carnicería. Ahora lo corroboró al ver a Marcelo dejar caer el pedazo de garganta del sujeto que aplastó con sus pies, mientras sus pasos rápidos fueron a un solo sitio. Leonardo se encargó de la parte aérea, Joseph de que ningún bote tuviera tripulantes y Adrián de derribar a todo aquel que quería ubicarse como francotirador también. D
Todos los hombres de Alvin fueron acorralados, obligándolos a correr por una sola ruta, Liban derribó al primero, Raúl le atravesó el pecho al siguiente con un proyectil. Alvin aterrorizado apuntó a todos lados, mientras sus hombres formaron un círculo para no descuidar un solo lugar. __ Formación de seguridad. - ordenó uno de ellos, un segundo más tarde ya tenía el pecho lleno de proyectiles a causa del hombre que desde un helicóptero se lanzó hacia abajo para caer en el centro del círculo, arrasando con varios de ellos a una velocidad que no les dió tiempo ni siquiera de darse cuenta de quien era la persona que acabó con su vida. Alvin Müller apuntó y el arma se le fue arrebatada junto al puñetazo que le rompió el tabique de la nariz, tropezando con los cuerpos desangrándose, fue recibido por el rodillazo que lo dejó en el suelo con la nariz rota. __ Muy imbécil de amenazar a mis hijos, escoria. - la bota quedó en su cuello apretando sin compasión, mientras el cañón quedó en su