Los nuevos análisis de las muestras de sangre de Gálata llegaron y al fin pudo tener la certeza que la toxina no estaba presente en su sangre. Ella misma se cersioró que estas fueran enviadas a su mismo laboratorio, pues no confiaba en nadie más que lo suyo en ese momento.

Regresó con su esposo, quien al verla de nuevo tan contenta supo que no había de qué preocuparse.

__ Es hora de continuar, candidato.- le dijo ella con su típico humor. Marcelo la ayudó a subir a su vehículo y salieron junto al pequeño Johan que mostró más apego a su madre, quien le acarició el cabello hasta verlo dormido.

Ya era costumbre que lo hiciera, por lo que Marcelo le ayudó a acomodarlo para que no despertara durante todo el viaje que sería poco más de dos horas.

__ ¿Que es eso? - curioseó Gálata al ver a su esposo tan concentrado en lo que leía en su MacBook.

__ Alguna información que recibí sobre Alvin Müller. - declaró captando la atención de su esposa, quien le pidió ver. - ¿Sabías que las únicas em