__ ¿Está muerto? - preguntó Leonardo al solo ver a su hermano y a su tío llegando a la base donde estaban limpiando todo. __ Lo dudo. - dijo Joseph mirando su hombro, una bala había rozado el sitio y molestaba la sola sensación de algo tocando la zona. - Ese gato tiene muchas vidas. __ No tantas como para vivir a estar lleno de plomo. - dijo Marcelo caminando lejos de ellos. Tenía una dirección que seguir y era el laboratorio, donde estaba quien iba a buscar. __ Hemos pasado por esto antes. - le dijo Joseph a su hermano. - Que no nos vuelva a suceder.__ Ni me recuerdes a los Emmons que suficiente tengo con saber que no le pude cobrar varias cosas. - refunfuñó yendo por el mismo camino que su tío. __ En verdad me preocupas. - le dijo antes de atravesar el pasillo que los dejó en el laboratorio donde vieron cuerpos esparcidos por la entrada. La sangre en Keyla lo hizo temer, pero al revisarla cayó en cuenta que no era de su esposa.__ Ellos vinieron por nosotras. - dijo Gálata con
La ciudad de Manhattan tuvo un momento de tranquilidad. En cada noticiero y canal informativo se habló de que los ataques habían cesado, pues durante cinco días no hubo ni siquiera un asesinato, puesto que todos parecían estar reparando y pasando duelo.Había una paz que se podía catalogar como tal, salvo porque incluso la familia Crown comprendieron que no era más que la ausencia de Mauro Lance. Pues ellos jamás desatarían el caos en su propia ciudad. Hacerlo tornaría las miradas sobre ellos todo el tiempo y parte de lo que ellos eran, se debía a la forma en que Braulio se esforzó por crear, Aarón y Marcelo por mantener; y Leonardo junto a sus hermanos a sostener. Por lo que con los días se fue adquiriendo más confianza en que no volvería a suceder el tipo de desastres que se vieron y lo hicieron esconderse en sus casas.Sara se incorporó a su fundación a las dos semanas, mientras Leonardo puso creo rutas de evacuación o sistemas de seguridad a su alcance con tal de poder separarse
El desfile de parejas más solicitadas por los medios fue el que más captó atención, grandes personajes de distintos ámbitos llegando al sitio, en donde querían conmemorar el nombre de aquellos que habían caído con los sucesos de semanas atrás. A la vez que las donaciones fueron abiertas para ayudar a aquellos que perdieron casi todo. Sara saludó a todos agradeciendo su presencia, mientras Keyla se encargó d organizar a todos los nuevos que llegaron para mostrar su apoyo. __ No se la van a comer, solo son invitados. - Adrián molestó a su hermano, quien no le quitó los ojos de encima a Keyla al verla ser tan amable con cada uno de ellos. __ No hay necesidad de tanto toqueteo. - rezongó sin dejar de verlos. - Hasta parece que su única finalidad es ver lo que no tienen que ver.__ No sé de qué te quejas, se supone que ya sabías a qué venían. - su hermano menor pasó el trago de licor sin dejar de negar. Pero si Joseph al menos disimuló un poco, Leonardo lanzaba también las mirada vora
Un Cormac y un Crown en un mismo lugar no era buena señal para nadie, mucho menos representaría paz para ellos mismos. Uno de ellos la quería, el otro no estaba dispuesto a cederla. Miradas a cada segundo, incomodidad en los dos. __ Controla ese temperamento. - aconsejó Sara a su esposo. __ Es mejor que nos alejemos de la subasta. - sugirió Keyla con su mano entrelazada con la de su esposo. - Eso creará más rivalidad.__ Pienso lo mismo. Tenemos otras...__ La subasta comenzará en cinco minutos. - vociferó la encargada de tal actividad. - Señores Crown, por aquí. Las miradas de todos se posaron de ellos, no había forma de sacarlos de ese lugar, no a menos que quisieran verse descortés con el resto de invitados.__ No participaremos en la subasta esta vez. - exclamó Sara con una sonrisa cálida.__ Pero asistiremos. - agregó su esposo al ver que varios murmullos comenzaron y algo que no le gustó jamás era que el nombre de su esposa fuera afectado por culpa de otros. Entraron como
La mañana llegó, Keyla la recibió haciendo ejercicio. No le gustaba pensar que no estaba en forma, pues el agotamiento sin ningún motivo la rigió antes y eso de alguna manera le jugó en contra. No quería volver a pasar por lo mismo, ni verse como alguien a quien tenían que proteger siempre. Era algo que no le gustó jamás y aunque se defendía muy bien, sabía que podía más.Las horas donde el entrenamiento con Alaya o su esposo no se perdían para nada. Las clases de Marcelo, Braulio o Aarón porque aprendiera lo básico en explosivos no se postergaron, cada semana el cronómetro se redujo segundos menos. Tenía que lograrlo o bancarse el regaño de ellos por dejarse llevar por los nervios. Pero terminar llena de pintura como sucedió las primeras veces no fue nada agradable, sin embargo jamás se echó para atrás. Las bombas que al estallar la bañaron con pintura quedaron atrás, se tardaba unos segundos más de lo solicitado, pero estas ya no explotaron. Aarón mostró un gesto de satisfacción,
Dos semanas más habían transcurrido. Keyla estaba cada vez mejor preparada, con las horas exhaustivas que se dedicó a aprender cada vez más lo que cada uno se encargó de mostrarle. Joseph siguió con su entrenamiento de autodefensa, dejándole ver que siempre había algo nuevo que aprender. No siempre había un final, ya que nunca se sabía en realidad que tanto podía necesitarse. Cuando la mañana llegó Keyla no quería levantarse, su cansancio era demasiado y las horas en que durmió no fueron suficientes para retribuir sus energías. __ Deja la holgazanería, pequeña. - Joseph unió sus labios con los de ella, mientras la chica al abrir los ojos no dejó de ver el torso descubierto, las gotas de agua deslizándose por su piel y los músculos de su esposo al separarse de ella. __ Anoche dijiste que estabas agotado. - le recordó reparando los labios delgados del mafioso. __ Quien dijo eso fuiste tú, no yo. - le elevó por los aires, en tanto su esposa se colgó de su cuello en automático. - Aho
Entre los rostro de los invitados se paseó la vista de Bartolomé Cormac, mirando a cada uno de los asistentes en búsqueda de quienes aseguraron llegarían. La copa de licor ya no tenía el mismo sabor a victoria. En cada rincón que observó no vió absolutamente ninguno de ellos, puesto que siempre iba más de uno, como el seguro de que al estar en problemas, el otro podía ayudarlo. Pero no había ningún Crown en la fiesta. Inclusive los invitados preguntaron más de una vez por ellos, mientras estos estaban desde un edificio contiguo, viendo por los auriculares la multitud que a leguas se notó, no estaban pasándola tan bien como les prometieron. __ Señor, solicitan que las entrevistas se den inmediatamente. - dijo el asistente personal de Cormac. Este lo miró cual bicho raro, mientras siguió en su inútil búsqueda. - ¿Señor? __ No están quienes deben llevarse todas las cámaras. - musitó.__ Creí que nadie debía llevarse más atención que usted esta noche. - exclamó el sujeto de esmoquin q
Gálata vio las caras de todos en cuanto los vio llegando. No eran buenas noticias, dedujo. Claro que no las eran, como podían serlo si ninguno de los hermanos Crown llegaron. Los únicos que llegaron fueron Braulio y Marcelo, siendo recibidos por un Aarón que se notó no estaba nada bien con las noticias que estos le dieron. Mauro estaba con vida y el lugar que rastrearon estaba vacío, pero una buena era que encontraron una infinidad de objetos que indicaron el estado del hombre que aterrizó junto a su padre en una propiedad casi a la deriva. Ese sitio fue prácticamente su única salida. La única que pudieron constatar que era útil. La mañana llegó y con ello, se tuvieron que ajustar a los cambios. __ Vacié las cuentas. - dijo Hernán. - Necesitamos todo el efectivo posible, solo así podremos salir de esta ciudad sin ser detectados.__ No me iré. Escapar de ellos jamás lo haré de nuevo. - replicó Mauro sosteniéndose de una de las muletas que le ayudaron a mantenerse de pie. __ Está