Bruno fue dejado en casa por su padre y su chofer eran las seis de la tarde había salido muy temprano en la mañana, no podía negar lo cansado que estaba pero eso no le quitaba responsabilidad con Isabella, camino hasta su coche luego de despedirse de su padre y salió nuevamente sin llegar a su casa.

En el primer lugar que se detuvo fue en una tienda de alta costura que visitaba su madre, sabía con exactitud las medidas de ella y fue preciso

—buenas noches—

Saludó al llegar a recepción, no habían tantas personas así que fue rápida su atención

—buenas noches señor bruno es un gusto tenerlo por aquí ¿en que le podemos servir—

La mirada pícara de la recepcionista la pudo observar aunque la ignoró, fue preciso al pedir lo que buscaba dejándole más que claro que no tenía intenciones de seguirle el juego.

—quiero un vestido elegante, con toques sensuales pero nada fuera de lugar puede ser un escote en la espalda y que sea de color blanco o rojo ajustado al cuerpo—

—tenemos varios modelos