Bruno observa a Isabella mientras duerme parece un ángel, las Sábanas cubren su trasero dejando su espalda descubierta. Le da un beso suave, aparte de todo el amor que siente por ella le gusta mucho y todo él se remueve por dentro no sabía cómo había caído en la locura por una mujer.

Ella cambia de posición dormida dejando que sus pechos queden frente a él, la mira de los pies a la cabeza, su cuerpo sin duda era exquisito, sintió su miembro levantarse y lo acarició no quería despertarla pues estaba gozando de verla desnuda sobre la cama mientras dormía profundamente.

Pero no soportó, se acomodó y abrió despacio sus piernas y su lengua empezó a lamer su clitoris Isabella despertó con un gemido y levantó un poco su espalda mirando a bruno despeinado y agarrando sus piernas dándole placer.

Acomodó su espalda sobre la cama mientras bruno lamía, chupaba e introducía sus dedos dentro de ella no paraba de gritar joder! Era delicioso no podía dejar de abrir más las piernas sentía como esa ol