—¡No! —Roy dejó la puerta a medio cerrar cuando escuchó aquel tono de voz. —No te atrevas a cerrarme la puerta en la cara, no pienso irme. —Ambos miraron sus ojos y se mantuvieron serios. —¿Qué quieres? —Preguntó dejando su irritación en claro. —No tenemos tiempo para esto. —La miró con dureza. —Vengo a ver a Nancy. —La mujer abrió la puerta y entró sin ser invitada. —Es mi nuera y aunque no lo fuera la quiero demasiado. —Roy frunció el ceño con rabia. —No eres mi madre, Evelyn. —Le recordó. —Te aclaro o más bien dicho, te recuerdo que tú me arrancaste de los brazos de mi madre. —Evelyn miró a ese pelirrojo y negó. —Si te di en adopción fue porque buscaba lo mejor para ti. Tu padre y yo no teníamos la facilidad de darte lo que necesitabas, ¿Por qué no entiendes que si volví a buscarte fue porque te extrañaba y te quería a mi lado? No fue mi intención hacerte daño a ti o a la mujer que te crió, ella sabía que yo volvería por ti. —¡Sí, a los quince años y cuando ya no puedes conmig
—Mi madre. —Susurró. —Él inició a lastimarme porque yo extrañaba a mi madre. —Finalmente, sus ojos enfocaron la realidad. —Evelyn. —Levantándose abrazó a la mujer con fuerza, ya la recuerda, ella lo dejó atrás cuando él tenía solamente diez años. Fue justo cuando sus castigos aumentaron. —Oh corderito. —Evelyn hecha un mar de lágrimas lo abrazó y empezó a besarlo como cuando era niño. —Creí que jamás me recordarías nuevamente. —Los temblores de la mujer lo llevó a intensificar el abrazo. —¿Por qué no me lo contaste ante? —Se separó de ella y la miró a los ojos. Evelyn se llevó la mano a la boca al ver esa mirada brillante y cálida que veían cuando era solo un niño. —Tú no me escuchabas y no consideraba prudente decir algo así. Mi marido me lo prohibió todo. —Roy se tensó, ese hombre es un hijo de put4. —¿Me diste en adopción por él? —Roy no pudo evitar preguntar. —¿Acaso él me separó de ti? —Evelyn miró a su hijo sin parar de llorar. —Sí, justo cuando James lo indujo en ese mundo
Einar despertó y sonrió al ver a su mujer a su lado aun cuando le ordenó que se fuera después de la pesadilla que casi lo hace lastimarla. Verla tan tranquila sumida en su sueño lo hizo suspirar, ¿Cómo es que su padre acabó con toda su ternura? ¿Cómo es posible que olvidara todo lo bueno que hace por los demás? ¿Cómo es acaso posible que una persona se vuelva cruel por los tratos de los demás? Esas preguntas ahora le son indiferentes. Él es capaz de amar y sentir sin olvidarlo como autodefensa. Engla frunció el ceño al sentirse tan observada, no quiere abrir los ojos, no quiere despertar después de todo el sexo que tuvo con Einar, pero sentir esa mirada intensa la obligó a abrir los ojos. Cómo siempre ambos quedaron prendados a sus miradas y una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Engla. —¿Por qué no sonríes? —Acarició su mejilla derecha. Si bien Einar recordó todo y hace muchas cosas buenas por ella sin olvidarlo, no sonríe y sigue siendo el mismo posesivo y amargado. En r
—Jamás dejaré mi temperamento de lado, pero también te amo, demonio. —Tirando de su corbata besó sus labios. —Vamos, ya déjalo ir. —Nancy los cortó divertida. —Quiero ver cómo continúas con el vestido. —Einar enarcó una ceja. —¿No tienes trabajo de la universidad? —Nancy negó sonriendo. —La verdad agradezco dar las clases por módulos, así ayudo a Engla. —Einar se acercó a su hermana y le dio un beso en la frente. —Debías darlas de esa forma, no podría arriesgarte. —Nancy asintió. —Por favor, cuídense mucho y que te vaya bien en la junta con las afectadas. —Einar agradeció su buen deseo, realmente necesita terminar con todo lo antes posible y esta es su oportunidad. —¿Listo para lo que se viene? —Roy lo miró por el retrovisor. —Esas mujeres están muy afectadas. —Einar suspiró, las entiende a la perfección. —Lo sé, espero tener las palabras indicadas para solucionar todo sin llegar más allá. —Miró por la ventanilla. —La empresa no soportaría un escándalo más. ¿Cómo vas con la bús
Nancy y Engla fueron invitadas por Evelyn a tomar el café. Ambas con protección cómo es de costumbre, salieron de casa dispuestas a pasar un buen rato. A pesar de que todo a su alrededor estuviera en caos por las demandas, los Dankworth se sentían en paz por el nuevo avance de Einar y eso de alguna manera se sentía extraño. —¿Realmente no piensas ponerte nuevamente el dispositivo? —Engla negó en un resoplido. —Einar no quiere, dice que me puede lastimar. —La miró después de rodar los ojos. —Al parecer quiere hacer bebés y tener resultados. —Nancy soltó la carcajada, Engla está loca. —¿Realmente se quedaron con la frase eh? —Por supuesto, no puedo creer lo inocente que era. —Sonrió divertida. —Mira que pedirle que me ensañara a hacer bebés fue algo realmente estúpid0. —Nancy partida de la risa y casi sin aire pidió que se detuviera. —Hubiera pagado lo que sea por haber visto su cara, pero si mal no recuerdo, me contaste que te referiste a los bebés como mini humanos. —Engla carca
—Espero realmente que no dudes de mí. —Leviatán lo miró. —Sabes que me anoté a ese juego por diversión. —Levantándose lo miró. —Vayamos a tu oficina, hay que hablar. —Einar asintió, ya no sabe de quién desconfiar. Si ninguno de ellos es culpable, ¿Entonces quién lo es? Esa pregunta lo tensó un poco más. —Eh, Dankworth. —Roy frunció el ceño al ver al acompañante de su amigo. —Vi salir a unos de tus más grandes enemigos y quise saber qué estaba pasando. —Miró directamente a Leviatán. —Pero al parecer hoy es el día de dar oportunidades. —Leviatán sonrió, no es un secreto que aceptó trabajar con él por el bienestar de Nancy. —Buenas tardes, Blacach. Un gusto verte. —Ladeó la sonrisa disfrutando la mueca odiosa de Roy. —Vamos, únete. Hay noticias. —Einar invitó a su amigo quien no dudó en aceptar. —Que sea rápido, las chicas están por llegar. Y por cierto. —Lo miró. —Fue solo un accidente, la mujer sufre de los nervios y perdió el control. —Esa noticia para Einar fue bastante reconfort
—No puedes pretender que me deje follar de esa manera. —Lo miró furiosa tratando por todos los medios de mantenerse lejos de él. —No permitiré que me dejes adolorida solo porque no quieres que vaya a mi despedida de soltera con las chicas. —Ellas son un peligro. —Le recordó lo mismo que los últimos días. —Sus propios esposos me lo han dicho. —Engla sonrió incrédula por el cinismo de su hombre que ahora está siendo más demonio que nunca. —Ellos también son un peligro, ¡Ni siquiera recuerdan la despedida de Anderson! —Einar no quiso aceptar que estaba acabado, tiene que hacer lo posible para evitar esa despedida. —Somos hombres. —Error, fue lo primero que le vino a la cabeza cuando vio el gesto angelical de su mujer volverse extrañamente sonriente. —Sal de la habitación. —Su voz aparentemente pacífica le puso los vellos de punta a Einar. —Ángel... —Sal de la habitación, Einar. —Lo miró a los ojos con seriedad. Einar pasó saliva y se maldij0 a sí mismo por enojarla a ese punto. —L
—¿Qué es esto? —Engla abrió el enorme paquete con una gran sonrisa. —Es nuestro vestuario. —Respondió Jadebeth acercándose a ella. —Visto que solo tú y Nancy saben peinar y maquillar como vikingas, serán las asignadas para ayudarnos. —Engla miró incrédula toda la ropa en el paquete. —¿En serio? ¿Me han hecho una despedida con ropa vikinga? —Nancy la abrazó. —Por supuesto, sabíamos que te encantaría, vamos, debemos arreglarnos. —Es cierto. —Angy se quitó el albornoz. —Debemos estar ahí a las veinte horas. —Engla las miró. —Pero si el local está a penas a media hora del hotel. —Pasó la mirada a Elske. —Apenas son las dieciocho horas. —No iremos a ese lugar, Engla. —Elske le guiñó. —Los chicos cuentan con eso y no le vamos a dar la oportunidad de que nos arruinen la noche. —El asombro en la cara de Engla los hizo reír a todos. —Lo supe en cuanto Roy le sonrió a Einar y él aceptó no molestarte hoy. Ahí me di cuenta de que las chicas tuvieron razón en celebrar todo en otra parte. —N