Engla cerró los ojos con fuerza, Einar toca y acaricia cada rincón de su cuerpo. Sus expertas manos saben exactamente como encenderla al punto de desearlo con más intensidad cada segundo. No comprende como él no ha tocado nunca a otra mujer como la toca a ella, realmente lo hace demasiado bien.Einar miró sus pezones erectos, bajó lentamente la mirada hasta llegar a su abdomen y con delicadeza lo acarició con la punta de los dedos. Su lengua recorrió sus labios para humedecerlos, solo admirar y tocar a esa mujer le reseca hasta el alma.Una vez le dedicó tiempo a cada parte de su cuerpo, finalmente pudo centrarse en lo que desea cada día desde que la cambió de ropa el día que la encontró. Engla abrió sus piernas a la par que se aferró a las sábanas, los toques y la mirada de Einar la tienen al borde del orgasmo y la fresca brisa que azotó su sexo al abrir las piernas no le ayudó en nada.—Einar... —Susurró al abrir los ojos y encontrárselo únicamente observando su sexo mojado y chorre
—Caraj0s. —Einar la nalgueó cuando la vio ponerse en cuatro patas. ¿Cómo es que una mujer tan pequeña es capaz de aguantar tanto? Sus pensamientos le jugaron sucio e inmediatamente sintió ganas de correrse. Nunca pensó encontrar a la mujer que lo excitara a tal nivel, jamás creyó que encontraría a la persona con la que se sintiera perfecto. Su coñ0 lo recibe como si ella estuviera hecha a su medida. —Einar... Aaahhh, Dios... —Engla no fue capaz de soportar más, sus piernas no pudieron sostenerla y se dejó caer, pero Einar no dejó que se acostara, él la alzó y le pegó la espalda a su pecho. Él besó el cuello de su ángel y mordió su hombro derecho, aspiró el olor de su pelo y se deleitó con la sensación de entrar y salir de ella mientras su mano izquierda se aferra a su pecho derecho y la otra sobre su sexo así estimulando su clitoris. Einar cerró los ojos y abrazando con más fuerza a su mujer, se dejó llevar por sus gemidos y sus ruegos. Su cuerpo se tensó violentamente y el calor re
Amor, eso es lo que siente Engla por su imposible demonio. Einar no puede controlarse cuando se trata de ella, no soporta que nadie la mire siquiera, pero ella sabe exactamente como calmarlo antes de perder completamente la razón. Einar por alguna razón nunca recuerda los momentos amorosos y cariñosos que tiene con Engla y se le está dificultando disimular su repentina pérdida de memoria. Ella, en cambio, se lo recuerda siempre que puede, está fascinada con esa versión que ha conocido de él. Él simplemente no entiende como es que siendo tan cruel y frío sea capaz de tratarla con mimos y decirle palabras bonitas o expresar sus sentimientos. No es que no quiera, es simplemente que ser cariñoso no es algo que pueda ser. Por momentos desea recordarlo para así poder expresarse y recordarlo todo sin necesidad de esperanzarse a que Engla sea quien lo ponga al tanto de lo que hace en esos momentos que pierde la realidad. Su pequeño cuerpo abrazándolo lo descolocó, recuerda muy bien que al
—Mierd4. —Gruñó agitado con la frente apoyada a la pared, sus latidos están totalmente fuera de control y teme un infarto. —Un día me sacarás el corazón por el coñ0. —Einar sonrió, esa chiquilla siempre tiene algo gracioso que decir. —¿Te estás riendo? —Giró la cabeza para mirarlo, pero Einar se puso serio rápidamente. —Muero por verte sonreír por lo menos una vez. —Sin responder nada, salió de ella y la tomó en brazos para ir a la tina, así ella podrá recuperarse. —¿Nunca me sonreirás? ¿Ni siquiera cuándo sea tu esposa? —Engla lo miró a los ojos. ¿Cómo puede él decirle que es la única mujer que lo ha hecho sonreír con su inocencia? —No sonrío nunca, no esperes eso de mí. —Engla se recostó en su pecho y no insistió, sabe que no lo hará. —¿Por lo menos me permitirás conocerte más? —Einar enarcó su ceja, ¿Qué más quiere conocerlo? Ella misma dice que ha visto una parte de él que jamás en su vida ha mostrado. ¿No sé da cuenta ella que él hace cosas que jamás en su vida haría? Eso sign
—Bebé, debemos irnos, sabes que a Einar no le gusta esperar. Lo 0dia. —Nancy se apresuró a recoger su cabello. —Estén listos, voy bajando. —Comunicó por el móvil y lo guardó en el bolsillo. —Vamos. —Salió de la habitación. —Muero por ver a Engla, la extraño muchísimo y... —No pudo continuar, Roy tiró de ella y le plantó un beso de esos que debilitan las piernas. —¿Qué ha sido eso? —Nancy preguntó embobada por ese delicioso beso. Roy miró sus ojos y después sus labios rojos e hinchados por el feroz beso. Sin responderle volvió a besarla aún con más intensidad. Nancy se aferró a su hombre y correspondió el ardiente beso, sus pensamientos inmediatamente se nublaron y el deseo controló su cuerpo al igual que la excitación. —Einar vuelve hoy. —Dijo con voz gruesa en cuanto se apartó de ella para que ambos conciliaran el aire. —Desde hoy tendremos que volver a lo mismo. —Nancy oscureció su mirada. —Te he dicho que hablemos con Einar, ya estoy cansada de esto. —Roy resopló, no debió toca
—Hola, Roy. —Ella lo abrazó y le dio un beso en la mejilla, lo siguiente que sintió fue un jalón de parte de Einar. —No vuelvas a hacer eso. —Engla lo miró con seriedad. —Y suéltame. —Se soltó con agresividad y tras dedicarle una pequeña sonrisa a Roy, se adelantó seguido por dos de los guardas espaldas. —Uuiisss, difícil eh... —Einar miró a su amigo con rabia. —Tan difícil que aceptó ser mi esposa. —La arrogancia casi aplastó a Roy. —¿Me estás hablando en serio? ¿Y por qué te ha tratado de esa manera? —Roy no perdió detalle. —¿No lo habrás dicho para que tu poder sobre ella no se viera disminuido? —Einar lo miró sin hacer gesto. —Ambos sabemos que no. —Dijo con hipocresía, justo por eso lo dijo. —Dios, finalmente. —Nancy la abrazó con fuerza. —¿Cómo te fue? ¿Te castigó? ¿Te golpeó? —Recorrió su cuerpo con la mirada. —Oye, tranquila, estoy bien. —Engla río divertida. —Tengo mucho que contarte, Venecia es hermosa... —Dejen el cotilleo para después. —Einar como siempre arruinó el
Contradicciones y actitud muy cambiante, esa sería la definición de Engla para su relación con Einar. Ese hombre es tan amoroso como frío, tan detallista como poco importa, tan dulce como aterrador y tan sutil como bestia. Lo único que no cambia en él son sus celos. Engla ha tenido mucha paciencia con él y Nancy se desespera al ver la manera de actuar de su hermano. Muchas veces se siente culpable por no ayudar a Engla o decirle que posiblemente Einar solo quiera casarse con ella porque es la única que lo hace sentir distinto. Sin embargo, cuando lo ve comportándose de manera pacífica la convence de que realmente él se está enamorando de ella. Roy al igual que Nancy no sabe que hacer con su amigo, es como si se arrepintiera cuando hace algo bueno y lo olvida cuando quiere. Jamás quiere hablar del tema y siempre se muestra confundido y evasivo. No es que lo hayan visto siendo el pan de Dios que Engla dice, pero sí han notado que no es el mismo gilip0llas de vez en cuando. Mientras t
Engla enterró sus uñas en los hombros de Einar y cerró los ojos con fuerza, ¿Cómo es posible perder el control de esa manera? ¿Cómo es que ella quiere más aún cuando duele? ¿Cómo es que el dolor la excita más? ¿Por qué siente la necesidad de ser azotada a la par que penetrada? ¿Cómo es que ella desea que Einar la abra de piernas y la escupa para después que le lama el coñ0 como un hambriento? —Engla, no. —Ordenó Einar al sentir la bofetada seguida por la mordida. —No me hagas esto. —Gruñó intentando controlarse, a ella no quiere tratarla así, con ella no quiere jugar de esa manera. —Quiero que hagas conmigo lo... aaahhh, lo que quieras... —Habló como pudo. —Ahora hazme lo que quiero, azótame y fóllame duro. —Lo miró a los ojos con los suyos cristalizados por el inmenso placer. —Maldit4 sea. —Einar la tomó con fuerza del cuello y al ver su gesto de satisfacción apretó un poco más y la besó sin detener sus abruptos movimientos de caderas. Sabe que la puede lastimar, sabe que quizá p