El palacio de Cristal.
Una edificación con tantos años que nadie sabía su historia real. Un lugar que destacaba en todo el reino por sus grandes techos y vitrales dignos de la solvencia económica y la supremacía de una larga línea de generaciones de alfas que habían reinado por años y años. Y que, aún con enemigos nunca habían sido aplastados.
Un lugar que había sido escenario tanto de historias de amor, de emparejamientos, de uniones poderosas, de nacimientos brillantes, así como las peleas de las dos criaturas más prometedoras de la actual generación.
-Altezasssss, noooo, suéltense por favor.
-Por favor, busquen ayuda, busquen a los duques.
-Por favor, altezas, no peleen.
En medio de los gritos dos niños de diez años cada uno se estaban revolcando en el suelo enganchado de sus cabellos, junto con moretones en sus rostros y en sus brazos. Esta vez la pelea entre ellos estaba siendo fuerte. Y era normal cuando ambos tenían un objetivo en común y competían en ser el primero en obtenerlo.
Y ese objetivo los miraba desde la sombra de un árbol con una sonrisa de satisfacción, después de todo... no cualquier futuro omega podría jactarse de tener a dos futuros alfas prominentes y con futuros muy prometedores luchando por su atención.
***
JAJAJJAAJAA
Las carcajadas del rey, magnate de todo el Reino de Gless, resonaron en toda la enorme habitación al ver a los niños delante de él, hechos un desastre. La imagen no era nada agradable cuando sus trajes estaban todo sucios, con botones colgando, sus cabelleras toda desordenadas y sus rostros con lo que se volverían manchas notables.
-Por favor majestad no se ría- esta vez la voz que se escuchó fue la del duque Davreles que tenía el ceño fruncido.
El rey, un hombre mayor pero aún fuerte dejó de reírse y enfocó a los dos niños.
-Bueno, esto siempre pasa cada vez que están los tres juntos. Es normal que dos alfas peleen por ver quién va a ser el mejor- sonrió- Y a ver, quien de los dos fue el ganador.
-Yo- rápidamente el niño de cabello oscuro respondió.
-Eso es mentira- el de cabello rubio dorado a su lado dijo con la voz y un semblante más serio, aunque su aspecto desaliñado en nada ayudaba.
La carcajada que soltó el rey fue aún más grande seguido de una risa más disimulada por parte de la hermosa mujer a su lado. Todo lo contrario, a los duques que no podían creer que su hijo, con su firme educación se hubiera peleado nuevamente con el príncipe heredero.
El niño de cabello rubio se estremeció ante la mirada que le dieron sus padres. Ashary Davreles sabía que una vez volvieran a su mansión terminaría siendo regañado de forma fuerte y castigado en la biblioteca. Aun cuando su familia y la del rey eran intimas amigas y tenían años conociéndose no se parecían en nada en cuestiones de crianza.
Desde que había nacido había sido criado bajo una rígida disciplina digna de la primera línea de duques consejeros directo de la corona y del que sería el heredero de ese prestigioso título. Ashary había destacado incluso desde bebé por su belleza. Había heredado el cabello rubio de la parte materna, suave y con leves ondas que resaltaban sus jóvenes rasgos, un rostro con piel de porcelana, ángulos delicados, y un inusual color escarlata en sus orbes que aun los que lo conocían le parecía impresionantes.
Y parte de su misma crianza y su aspecto lo habían hecho tener una rivalidad directa con el príncipe heredero dado que solía ganarle en todo, menos en dos cosas, en su título nobiliario... y en obtener la mano del que sería el omega más cotizado en el reino.
Lyonhart Lancaster era todo lo contrario a él. A pesar de tener su misma edad era algunos centímetros más altos, su rostro ya mostraba rasgos duros y que seguramente sería alfa, su cabello sumamente negro brillaba y se movía de forma hipnótica resaltando su par de orbes con distintas tonalidades de azules solo pertenecientes a la realeza.
Y aunque sus familias los forzaban a pasar tiempo juntos, a estudiar, pero hacerle eso a dos chicos que serían alfa era como intentar unir dos fuegos para que se estuvieran tranquilos. Imposible. Terminar como estaban ahora era parte del día a día de ellos, sobre todo cuando un tercero estaba de visita. Y ese tercero estaba con una leve sonrisa sobre el regazo de su madre.
Milan Stifer, era un chico solo un año menos que ellos, con el cabello ondulado de color cobrizo claro y ojos avellanas, con un cuerpo delgado prometedor a tener hermosas curvas, proveniente de la familia de condes que daba los mejores descendientes omegas y una genética espectacular. Si alguien quería tener una descendencia de calidad y asegurada en la nobleza casarse dentro de esa familia era lo más indicado. Y eso... era lo que tanto los futuros alfas luchaban. Y como digno futuro omega escoger el mejor ejemplar era su misión principal.
Una lucha que por el momento era de cachorros jóvenes que parecía infantil, pero los adultos bien sabían que el futuro de la nación estaba en las manos de ellos tres. Pero dos alfas y un omega... ¿qué podría salir mal?
-Ya verás Asha- Lyonhart le gruñó al chico a su lado al cual odiaba desde que se había dado cuenta que solo podría ganarle en este tipo de asuntos. Su contraparte siempre destacaba en los estudios, en su porte, en las relaciones con los demás, en todo, pero no le permitiría ganar la mano de Milan. Él sería de él- Nunca podrás ganarme en esto. Yo seré al final el vencedor.
Ashary solo lo miró de reojo y soltó un bufido.
-Estaré esperando eso. Al final el mejor jugador será el que se mantenga en pie- sonrió fríamente.
PerfectoPerfectoPerfectoEran las palabras del profesor que caminaba frente a los dos chicos de ahora 15 años, mientras revisaba el recién examen de uno de ellos.-Perfecto, joven Ashary- el hombre mayor, un beta que se había encargado de enseñarles financiamiento del reino felicitó al adolescente rubio que simplemente asintió con la cabeza.Pues para él que le dijera que no había cometido errores era algo normal. Después de todo, su los tenía habría consecuencias.-Maldición- A su lado Lyon gruñó con el puño cerrado. Nuevamente había sido brutalmente aplastado en sus calificaciones.El profesor se ajustó las gafas en el puente de su nariz y miró el pelinegro con mirada severa.-Príncipe heredero, tendrá que recibir clases extras. Sus notas en mi asignatura, como en cuatro más están por debajo de lo que debería tener. Debe tomar ejemplo del joven Ashary y estudiar más. Usted será el rey de este imperio, debe ser el mejor.Lyon fulminó con la mirada al profesor y después a Ashary que
Los gritos en el campo de entrenamiento retumbaban en toda la estancia, los pavoneos, y el sonido de espadas era constante hasta que estos cesaron tras un fuerte estallido en el suelo. La persona que aún se mantenía en pie se enderezó de forma elegante y mantuvo su espalda firme a pesar de...-Ganador por tercera vez, Ashary- gritó Charles con una gota de sudor sobre su sien.Los demás soldados gritaron pues además del espectáculo... esta era una imagen a la que estaban acostumbrada y sabían lo que venía ahora.-Hiciste trampa- Lyon que estaba tirado en el suelo con su espalda a varios metros de él miraba al rubio con los ojos fulminantes- Siempre haces trampa.-Ala- Charles se apretó el entrecejo. Que trabajo le costaba a su amigo reconocer que, aunque él era muy bueno... Ashary era mucho mejor.Asha por su parte enfundó la espada y lo miró tranquilo. La brisa sacudía su cabello alrededor de su rostro que no tenía una sola gota de sudor, muy al contrario del chico delante de él.-No
Como todas fiestas, esto no era la excepción. Totalmente aburrida y derroche por gusto donde las personas solo iban a pavonearse de un lado a otro y las solteras buscaban una presa digna de su estatus.Y Ashary odiaba estar allí, pues él no pasaba desapercibido, más bien, era una de las presas más cotizadas por las familias que querían subir de rango, después de todo su familia eran los duques más cercanos a la corona. Futuro garantizado.Y poco les importaba si él ya tenía planes para el futuro. Si se casaba con Milan no tendría que estar lidiando con los demás omegas o betas de alto rango que quisieran besarle los pies solo por su posición. Aun cuando la familia del futuro omega estaba por debajo de ellos su posición era importante.-Y bueno... que le parece mi hija- una de las marquesas mostraba a su hija de solamente 13 años que estaba a su lado.-Mi hijo es más guapo, por lo delicado que es estamos seguros de que será un omega hermoso.Esos eran parte de los comentarios que hacía
Lyonhart no era fan de ese tipo de eventos, pero como príncipe heredero estaba obligado a asistir y dar la cara. Era una figura pública después de todo. Lo bueno es que al menos sabía que podría ver a Milan vestido de manera hermosa y hablar con él, bailar con él. Con esa motivación siguió a sus padres al interior de la sala.Por supuesto que al momento fueron rodeados por varias personas donde la mayoría de ellos les debía doler la cara de hipocresía porque sonreían delante de ellos y por la espalda criticaban hasta la forma en que respiraban. Lástima que su padre fuera tan condescendiente con ellos, eso sería contraproducente un día de estos.Poco después pudo liberarse de ellos encontrándose con Charles que claro que estaba cerca de él. Más que su amigo él hacía función de su sombra y de velar por su seguridad. Era la función que había tenido su familia a lo largo de los años.-¿Has visto a Milan?- le quitó la copa de jugo que este tenía de la mano y bebió lo que quedaba del conten
Sangre, mucha sangre, toda roja, caliente. Y no era suya.-Oye... despierta- la voz le salía temblorosa- Asha déjate de bromas.Lyonhart sentía un escalofrío que lo recorría completamente, sus manos temblaban y no podía ni siquiera tocar el cuerpo sobre él. Como era posible aquello, él no... él no podía... Asha no podía... él que siempre tenía esa mirada seria, su porte superior, ese rostro que por más que quería evitar siempre estaba en sus pensamientos y que ahora... ahora-Asha- lo llamaba, pero no tenía respuesta. Se sentía aturdido. Acaso... acaso... él estaba muert...-Lyon, reacciona- una voz familiar sonó en medio de la nebulosa que lo envolvía y el rostro de Charles arrodillado a su lado presionando su chaqueta sobre la espalda de Ashary- necesito que vuelvas en ti. Ashary está vivo.Vivo. Con solo escuchar esa palabra pudo sentir como su corazón palpitaba de nuevo. Toda su atención se centró en el rostro pálido del chico rubio, donde su cabello se pegaba a su rostro empapado
Si había algo que muchos habían aprendido a lo largo de los años era que con lo que era de un alfa nadie se podía meter. Y en cuanto a Lyon la mayoría pensaba que se había comportado así por la interrupción y el susto que se había llevado Milan, a quien cortejaba desde hacía tiempo y que ya consideraban su pareja desde hacía mucho. Aunque la realidad era distinta. Pero una persona estaba muy clara que las cosas no eran así.Charles conocía muy bien a Lyonhart. Como mismo Ashary se había criado casi a la fuerza a su lado, a él le había tocado protegerlo y eso significaba pasar mucho tiempo a su lado. Que no le conocía... pues muy pocas cosas. Sin embargo, ya llevaban tanto tiempo junto que pocas veces necesitaban palabras para saber que pasaba por sus mentes.Razón por la cual Charles podía afirmar al 100 que Lyon había reaccionado así por cómo había quedado Ashary.Ambos podían pelear la mayor parte del tiempo, apenas respirar el aire al alrededor del otro sin que fruncieran el ceño,
El guardia que custodiaba la puerta de la habitación donde descansaba Ashary le abrió la puerta a Lyonhart una vez estuvo delante de esta. Dentro la habitación tenía la iluminación leve, a partir de las velas ubicadas estratégicamente que dejaban a la vista la persona acostada boca abajo en la cama.Lyon se quedó parado en el lugar con la mirada fija, enfocada sobre todo en la espalda cubierta por una gruesa venda. Los cabellos rubios de Ashary cubrían gran parte de su rostro completamente inconsciente.EL príncipe tragó en seco y se acercó a la cama sentándose en el borde al lado de Ashary. Lentamente estiró su mano y corrió los mechones rubios dejando a la vista las mejillas y labios pálidos.Lyon se encontró mordiendo los propios. Ashary, ese que siempre podía hacerle frente, hacer que hirviera como una hoguera, ahora se veía tan vulnerable. Una presión desconocida apareció en su pecho y casi lo dejó sin aire.Sus dedos recorrieron lentamente su mejilla casi tocando las pestañas la
Faltaba poco para que la mañana alumbrara el Palacio de Cristal haciendo de un espectáculo la residencia real. De esta forma se anunciaba al reino el inicio del día.El carruaje que atravesaba los terrenos reales se detuvo delante de una de las tantas mansiones que solía visitar en el pasado. Dentro las dos personas que estaban abrieron los ojos.-Alteza, llegamos- dijo el cochero mirando hacia atrás.Lyon alzó la pequeña cortina y pestañeó lentamente. Sacudió su cabeza intentando quitar el sueño que aún lo abrumaba después de apenas dormir dos horas, dado los sucesos recientes y que ese día ingresaría a la academia militar.Sabía que todo había sido de golpe, pero dado que habían atentado contra su vida, el lugar más seguro era la academia, allí la seguridad era tan estricta que resultaba sofocante.-Espérame aquí- le dijo a Charles que casi volvía a dormirse- No demoraré mucho.-Estás loco ¿verdad?- Charles se restregaba los ojos intentando despejar el sueño- Si te pasa algo y te to